Los milagros

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“Y extendió Moisés (Moshé) su mano sobre el mar, e hizo Jehová (el Eterno) que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda” (Exodo 14:21,22). El hombre moderno tiende a considerar a los milagros como ocurrencias extraordinarias a las leyes de la naturaleza. En cambio, para el hombre creyente el milagro forma parte de la naturaleza, es una continuación de la creación del mundo, como si fuera una pincelada que el artista agregara para completar su obra. El milagro no es una nueva creación que el mundo desconociera, no agrega nuevos elementos. Los elementos que constituyen un milagro nos son familiares porque pertenecen a la vida cotidiana. La aparición de una situación especial en un momento adecuado, constituye también un milagro. Una historia Jasídica cuenta: Un investigador llego hasta un sabio y le dijo: “En mis investigaciones aprendí que el momento en que el pueblo de Israel atravesó las aguas del mar rojo era un momento en que las aguas debían descender en forma natural. ¿Por qué entonces lo consideramos un milagro? El sabio respondió: ¿Acaso no sabes que Dios creó la naturaleza? Bueno, Él la creó de forma tal que las aguas del mar rojo debieran descender en el momento exacto en que el pueblo de Israel debía atravesarlo, ¡En eso consiste el milagro!”. En la realización de la mayoría de los milagros existe una cooperación entre Dios y el hombre. Moisés levanta el bastón, pero es Dios quien desvía los vientos y parte el mar. . (Mateo 14:13) “Jesús se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado” del griego; “Iisous anechorisen ekeithen en ploio eis eremon topon” Un desierto es un lugar de profundo aislamiento, silencio y vacío. La situación de vacío posee el enorme potencial de ser llenado. El Espíritu aborrece el Vacío, (Efesios 3:19b) “para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Lucas 4:1) “Jesús, lleno del Espíritu Santo” (Hechos 2:4 y 4:31) “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo” cualquier milagro comienza con esta condición. Aquí se habla de dos niveles: el exterior y el interior, ir a un lugar desierto es ir a lo más profundo de tu interior y vaciar la mente de pensamientos vanos, el constante clamor y la confusión de los pensamientos bloquea la voz tranquila del Espíritu, (Mateo 16:24; Marcos 8:34 y Lucas 9:23) “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” Esto es reconocer su señorío en todas las áreas de la vida, negando nuestro Yo y entregando nuestra vida a su control. El divino poder en acción ENERGES del griego significa; eficaz con la idea de acción fuerte, poderosa y sobre todo eficaz, describiendo la acción de Dios. Energes se emplea tres veces en el Nuevo Testamento, en 1ª Corintios 16:9 respeto a la eficaz puerta de evangelización que se le abrió a Pablo. En Filemón 6 respeto de una fe eficaz. En hebreos 4:12 donde es traducida poderosa, se utiliza con referencia a la palabra de Dios. Estas palabras describen el poder eficaz que logra el propósito y ejecuta aquello que le fue asignado, ósea, es la eficacia del poder de Dios. A veces, las corrientes te llevan en la dirección correcta, pero más frecuentemente parece como si lucharas contra ellas, como si te estuvieses desviando de tu rumbo y alejándote de tu sueño. A menudo el gran río se muestra caprichoso y sin orden ni concierto. Te sientes tan impotente que, cuando las cosas van mal, simplemente suspiras resignado. Te encoges de hombros y dices: “Así es la vida. No tiene sentido luchar contra ella. Así son las cosas”. Y desanimado, vuelves a poner toda tu atención en la lucha diaria. Pero una parte de ti sabe que hay algo más. Una parte de ti sabe que no naciste como hijo o hija de Dios para ser una víctima impotente a la que las fuerzas del azar llevan de aquí para allá. Una parte de ti sabe que puedes dominar el arte de la navegación, que puedes elevarte elegantemente como águila sobre los grandes vientos. (Mateo 18:18) “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo” Dico bobis: Quaecunque alligaveritis super terram, erunt ligata et in caelo: et quaecunque solveritis super terram erunt soluta et in caelo” del Latín. Cada capítulo del Tehilim (Salmos) posee Segulot (virtudes especiales) pasajes específicos para leer en momentos específicos y cada caso tiene Segulá de resolverlo. Lo principal es saber, que todo depende de la voluntad de Dios, y nuestra sinceridad e integridad al dirigir nuestra plegaria a Él. La segulá del Salmo 92 se lee para ver grandes milagros: Aquí pongo solo desde el verso 13 al 16; “El justo, como la palmera florecerá; como el cedro del Líbano, crecerá. Plantados en la casa del Eterno. En los atrios de nuestro Dios, florecerán. Darán sus frutos aún en la vejez, frondosos y lozanos estarán. Para declarar que El Eterno es recto; mi protector, en quien no hay injusticia” “Tsadí q katamár yfráj, keé rez balebanó n ysgué. Shetulím bebét Adoná y, bejatsró t Elohé un yafríju. ´Od yenubú n besebá, deshením vera´ananím yhyú. Lehaguíd ki-yashár Adoná y, tsurí velo-´avlá ta bo. Versión Reina Valera del 1960; “El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes, para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en Él no hay injusticia”. (1ª Corintios 12:7 y 10) “Pero a cada uno le es dado la manifestación del Espíritu para provecho. A otro el hacer milagros” La pregunta clave es: (Juan 6:28 y 29) “Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Y la contestación es: “Respondio Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, QUE CREAÍS EN EL QUE ÉL HA ENVIADO” LEE LA PALABRA – CREE LA PALABRA Y ACTUA SEGÚN LA PALABRA. SHALOM DE PARTE DE JUANMA