jueves, 31 de agosto de 2017

LA FE DE ABRAHAM




LA FE DE ABRAHAM

Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos.  Hebreos 11:17-19



La obediencia de Abraham requirió una gran fe. Estuvo dispuesto a obedecer a Dios porque creía que Dios podía resucitar a los muertos, aunque nunca había visto que los muertos resucitaran. Creía que Dios era tan fiel a su Palabra y a su carácter que, si hacía una promesa, resucitaría aun a los muertos para cumplirla. ¿Es acaso asombroso que sea el ejemplo humano más grande de fe?



El apóstol Pablo también comentó sobre la fe de Abraham: “Los que son de fe, éstos son hijos de Abraham... Los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham” (Gál. 3:7, 9). Cualquiera que vive por la fe en Dios es en un sentido espiritual hijo de Abraham. Él es el padre de los fieles. La historia de Abraham nos dice que un hombre puede pasar por la más severa prueba de la vida imaginable si confía en Dios, creyendo que cumplirá su promesa y logrará sus propósitos sin cometer un error. 

miércoles, 30 de agosto de 2017

El llamado de Abraham


El llamado de Abraham.   Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena… porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

Hebreos 11:8-10

En la Biblia Abraham es llamado “padre de todos los creyentes” (Romanos 4:11). Dios lo llamó a dejar su país; Abraham creyó en Dios y le obedeció. Nuestras vidas son muy diferentes a la de Abraham (quien vivió hace unos 4.000 años), pero la esencia de la fe sigue siendo la misma, es decir, escuchar el llamado de Dios y responderle.

Para Abraham el llamado era muy exigente: “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré” (Génesis 12:1). Dios lo llamaba a dejar las comodidades de sus posesiones y de su país, para entrar en lo desconocido. Pero le dio una promesa de bendición. Abraham escuchó el llamado y se puso en marcha. ¡Obedeció a Dios y confió en él!

Dios también tiene un llamado para nosotros. Incluso “ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30). ¿Qué es arrepentirse? Es volverse a Dios reconociendo sus pecados, y creer en Jesucristo, el Salvador. Creer supone confiar en Dios, estar dispuesto a obedecerle.

Es erróneo pensar que la obediencia a Dios nos limita el espacio vital. Al contrario, cuando creemos en Dios somos confortados y liberados, pues Dios nos ama. Él nos da la libertad… ¡para hacer el bien! También nos libera de lo que nos bloquea, de nuestros miedos, culpabilidad y egoísmo.

“Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar” (Salmo 4:1). 

martes, 29 de agosto de 2017

Génesis 10 Los descendientes de los hijos de Noé


Génesis 10 Los descendientes de los hijos de Noé



Génesis 10 Reina-Valera 1960 (RVR1960) Los descendientes de los hijos de Noé (1 Cr. 1.5-23) 10 Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio. 2 Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras. 3 Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma. 4 Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim. 5 De éstos se poblaron las costas, cada cual, según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones. 6 Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán. 7 Y los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán. 8 Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. 9 Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. 10 Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar. 11 De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot, Cala, 12 y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande. 13 Mizraim engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim, 14 a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorim. 15 Y Canaán engendró a Sidón su primogénito, a Het, 16 al jebuseo, al amorreo, al gergeseo, 17 al heveo, al araceo, al sineo, 18 al arvadeo, al zemareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos. 19 Y fue el territorio de los cananeos desde Sidón, en dirección a Gerar, hasta Gaza; y en dirección de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Lasa. 20 Estos son los hijos de Cam por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones. 21 También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet. 22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. 23 Y los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas. 24 Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber. 25 Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg,[a] porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán. 26 Y Joctán engendró a Almodad, Selef, Hazar-mavet, Jera, 27 Adoram, Uzal, Dicla, 28 Obal, Abimael, Seba, 29 Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron hijos de Joctán. 30 Y la tierra en que habitaron fue desde Mesa en dirección de Sefar, hasta la región montañosa del oriente. 31 Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones. 32 Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio. Génesis 10:25 Esto es, División.

lunes, 28 de agosto de 2017

EL ARCA DE NOE


EL ARCA DE NOE

“Constrúyete un arca de madera resinosa, hazle compartimentos, y cúbrela con brea por dentro y por fuera.” Génesis 6:14

el arca que construyó Noé. Aunque la historia es bien conocida, me parecieron brillantes los 11 conceptos que brindan. Una fuente de inspiración para la vida cotidiana en nuestro siglo XXI tan lejano del momento de la construcción del barco.

-Uno. Tomar las medidas necesarias para que no me deje el barco cuyo puerto de destino se llama “Cielo de Dios”.

-Dos. Tener presente que todos los cristianos verdaderos leales al Señor estamos en el mismo barco, y que, por consiguiente, deberíamos apoyarnos mutuamente.

-Tres. Prepararme anticipadamente para eventualidades inesperadas, tales como enfermedades, accidentes, desastres naturales, aun la muerte misma; también el retorno de Cristo en gloria. Mientras Noé construía el arca, no estaba lloviendo.

-Cuatro. Mantenerme en forma para poder responder prontamente en cualquier etapa de mi vida al ofrecerme Dios la oportunidad de hacer algo realmente grande. Noé tenía seis cientos años de edad cuando Dios le encargó la construcción del arca.

-Cinco. No prestar atención a criticones, permitiendo que me distraigan o desanimen. Más bien, simplemente continuar haciendo el trabajo que hace falta.

-Seis. Construir mi futuro sobre terreno alto.

-Siete. Para mi seguridad emocional y espiritual, como también física, siempre viajar acompañado de quien me apoye en cualquier momento de crisis.

-Ocho. Veo que la rapidez no es siempre una ventaja. Las lapas, al igual que los guepardos, estaban a bordo del arca.

-Nueve. Al estar estresado, flotar un buen rato. El arca flotó encima de las aguas del Diluvio.

-Diez. Tener presente que el arca fue construida por personas sin experiencia dirigidas por el Soberano Dios; en cambio, el Titánico, por profesionales confiados en su inteligencia y proeza humanas.

-Once. Por fuerte que sea la tormenta, si está uno con Dios siempre aparecerá un arco iris.

La vida está plagada de tormentas, y la iglesia es nuestra arca para afrontarlas. Dios tenía una manera de salvar a Noé y a su familia y le dio instrucciones para que la diseñara. La Biblia nos instruye como debemos comportarnos y conducirnos en la Iglesia de Dios, para que seamos de bendición y crecimiento a otros.

La única razón por la que hoy la iglesia no es perfecta, es simplemente porque tú y yo estamos dentro. Por lo que, en lugar de quejarte y criticarla, sería mejor construir y sostenerla.

REFLEXIÓN – La única manera de soportar el olor del arca, es ver la terrible tormenta que hay afuera.

Un gran abrazo y bendiciones 

domingo, 27 de agosto de 2017

Cómo caminar con Dios. Enoc.  Génesis 5.21-24


Cómo caminar con Dios. Enoc.  Génesis 5.21-24

Enoc caminaba tan de cerca del Señor, que la Biblia dice: “Y desapareció, porque le llevó Dios” (Gn 5.24). Esto significa que Enoc no murió, sino que fue llevado directamente a la presencia del Señor. ¡Qué testimonio tan maravilloso!

Al tratar de seguir a Dios con la misma pasión de Enoc, aprendemos algunos pasos que nos ayudarán a crecer en nuestro caminar con el Señor.

Reconciliarnos con Él. Esta palabra significa, esencialmente: “Dios moviéndose hacia nosotros”. El gozo de este paso es que ya no depende de nosotros; todo depende de Él. Por medio de la cruz de Jesucristo, Dios ya tomó la iniciativa de buscarnos (2 Co 5.18). Cuando ponemos la fe en el Salvador, inmediatamente formamos parte de esa reconciliación.

Confiar en Él. Nuestro Padre celestial quiere que sepamos que está interesado en nuestro crecimiento espiritual. También quiere que confiemos en Él, pues en Cristo, tenemos el medio por el cual podemos caminar íntimamente a su lado.

Coincidir con Él. Para valorar la intimidad que Dios quiere tener con nosotros, debemos estar de acuerdo con lo que enseña su Palabra en cuanto a su Hijo, la iglesia y el pecado.

Tener compañerismo con Él. Así como nuestras relaciones humanas se deshacen sin el contacto regular, nuestra intimidad con el Padre se debilita cuando no pasamos tiempo con Él.

Caminar con Dios no es una misión imposible, pero sí requiere una cuidadosa atención a los detalles de nuestra vida espiritual. Si nuestro rumbo es hacia Dios, Él siempre estará allí para dirigir nuestros pasos (Pr 16.9). El corazón del hombre piensa su camino;

Mas Jehová endereza sus pasos. 

sábado, 26 de agosto de 2017

Clamar a Dios


Clamar a Dios

“También Set tuvo un hijo, y le puso por nombre Enós. A partir de entonces se comenzó a clamar a Dios usando su nombre.” Génesis 4:26 (DHH)

Existe una definición de clamar que significa implorar pidiendo auxilio.

En los comienzos de la humanidad, después de la expulsión de Adán y Eva del paraíso, el hombre comenzó su triste peregrinaje por este mundo. Ya desde el inicio su historia estuvo marcada por situaciones trágicas y lamentables. El primer asesinato de la historia de la humanidad ¡fue entre hermanos! A los pocos años de haber salido del Edén, Adán tiene que enterrar a su hijo Abel que había sido asesinado por su hermano Caín.

¿Qué estaría pensando Adán en ese momento? Nadie puede saberlo, pero si hubiera estado en su lugar, me estaría reprochando con dureza la terrible estupidez que había cometido al comer del fruto prohibido. Es muy posible que este hombre se haya atormentado todos y cada uno de sus días por semejante tontería. No había disculpas ni palabras posibles para enmendar semejante error. ¡Por su culpa toda la humanidad estaba condenada!

Los primeros signos del pecado no tardan en aparecer. Caín asesina a Abel, la humanidad comienza a degenerarse, la maldad crece y los corazones se desvían cada vez más de Dios. Adán y Eva tuvieron muchos hijos, pero solo se menciona el nombre de Set. Tal vez porque de este hombre surgió la línea espiritual que intentaría mantener una relación viva con Dios.

En este sentido, su hijo Enós trató de seguir los pasos que su padre Set le había enseñado y que seguramente fueron apuntalados por el atormentado Adán. A tal punto que cuenta Génesis que a partir de Enós, los hombres comenzaron a implorar pidiendo auxilio a Dios por su nombre. Con la tercera generación el hombre se dio cuenta que solo no podía seguir y que necesitaba del auxilio y la ayuda de Dios para poder sobrevivir.

Pasaron muchos años desde los tiempos de Enós, pero nuestra realidad sigue siendo exactamente la misma. Hoy también necesitamos clamar a Dios, llamándolo por su nombre, para que nos asista, auxilie y socorra. Necesitamos implorar de Dios su bendición y su ayuda para poder estar bien.

No hacerlo, nos va a llevar por el camino que transitó la humanidad, que lleva al fracaso absoluto. Clamar a Dios no es una opción, es una necesidad demostrada por la historia de la humanidad. Sería bueno aprender de los errores para no cometerlos nuevamente.

REFLEXIÓN – ¿Clamaste hoy?

Un gran abrazo y bendiciones  

viernes, 25 de agosto de 2017

Caín y Abel. Dios mira el Corazón. Génesis 4


Caín y Abel. Dios mira el Corazón. Génesis 4







Una familia como muchas aparentemente normal. Adán y Eva tienen dos hijos crecen cada y uno se dedica a su trabajo. V 1 “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.  4:2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.”

Como nos podemos dar cuenta hasta aquí no hay ningún problema. Los dos creen en Jehová, tanto que los dos llevan ofrenda a Dios. V 3-4 a “Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.

4:4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas”



En la palabra no dice que Caín llevo lo peor, simplemente dice que llevo ofrenda. Es más Dios sabe del esfuerzo que hizo Caín, recuerda que el trabajo de labrar la tierra no es fácil, no es un trabajo para flojos.

Dios miro dos cosas, miro a Abel y miro su ofrenda. V 4 b “Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;” de la misma forma mira a Caín y mira su ofrenda. V 5 a “pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya”

Dios primeramente mira al hombre, pero después mira la ofrenda no podemos separar al hombre de la ofrenda.

Dios mira nuestro corazón. 2 Corintios 9: 7 “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”

En el corazón de Caín había maldad. V 6 “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?”

Aquí encontramos el tipo de dos clases de cristianos, uno que se congrega porque ama a Dios y su actitud es la mejor y otro que hace las cosas porque le toca. Hoy nuestra ofrenda ya no son los animales, ni el producto del campo. Nosotros somos esa ofrenda viva y el templo es el lugar donde nos damos en sacrificio. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”

Entregar nuestro cuerpo en sacrificio significa dar lo mejor del tiempo que Dios nos da, lo mejor de los talentos, lo mejor de los diezmos. Etc.

Dios sabe lo que hay en nuestro corazón por eso el en su misericordia nos:

1. previene a tiempo. V 7 “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.” Dios quiere que todo el mundo sea salvo.

2. Nos da la oportunidad de arrepentirnos. V 9 “Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió:” ¿será que en realidad Dios no sabía dónde estaba Abel, o lo que le había pasado? La historia se repite. Dios le dio la oportunidad a su padre Adán para que se arrepintiera, cuando le dijo Adán, Adán donde estas. Pero al igual que hiso su padre Caín también rechazo esta oportunidad. V 9b “No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?”

Todo lo que hagamos para Dios tienen que ser con gozo y alegría, el problema del cristiano moderno es que solo busca a Dios por los milagros por esta razón su gozo es perecedero, es muy corto. Y pronto está renegando de Dios cuando considera que Dios le incumplió en su petición.

Cuando no le damos a Dios con alegría y somos desobedientes no nos queda más que soportar la terrible consecuencia. V 11 “Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.”

Caín no se arrepintió ni aun mirando el castigo, lo que hizo fue lamentarse por su condición y hacerse la víctima. V 13-14 “Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado.  4:14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.”

En los momentos de dificultad es cuando nuestro corazón queda al descubierto y brota del todo lo que tiene escondido. Maldad o benignidad, enojo o humildad.

No es hora de admirarnos de Caín es la hora de hacernos un autoanalices de nuestro corazón.

¿Cómo está tu corazón delante de Dios?

¿Qué cosas están muy escondidas allí que todavía no arreglaste seriamente con Dios?

¿Cómo reaccionas o qué expresas cuando algo tuyo no es aprobado o aceptado?

¿Cómo tratas a tus hermanos cuando sus ofrendas son aceptadas, cuando sus ministerios son reconocidos o cuando son elegidos en lugar tuyo?

¿Continúas amando a tu hermano o lo “asesinas” con tus palabras, tus indiferencias y tus críticas?

No lleves tu ofrenda por necesidad, ofrécela por agradecimiento 

jueves, 24 de agosto de 2017

Lectura: Génesis 2:7-17; 3:6


Lectura: Génesis 2:7-17; 3:6

Cuando Adán y Eva se enfrentaron a la tentación, por primera vez, muchas de las cosas que eran una realidad para ellos, no las son para nosotros. Vivían en un ambiente perfecto y en una sociedad no corrompida. No había una influencia familiar, a la que se pudiera culparse por una mala decisión.

Adán y Eva se ubicaron en la mañana de la creación, como criaturas que se asombraban por las pequeñas y grandes cosas de la vida. No tenían herencia pecaminosa, ni tenían un entorno devastado al que pudieran culpar a consecuencia de la caída.

También había muchos pecados que Adán y Eva no podían cometer. No podían cometer adulterio. No podían robar a nadie. No podían deshonrar a su padre o a su madre. No podían dar falso testimonio contra su prójimo. No podían codiciar la propiedad de su vecino.

Sin embargo, la esencia del pecado en los albores de la creación es la misma que tenemos hoy: Desafiar a Dios.  En un punto crucial de su vida fueron tentados, y tanto Adán como Eva no se tomaron en serio lo que Dios les había dicho.

En las tentaciones que enfrentamos hoy en día, también nosotros debemos decidir si vamos a creer en el Señor y en las cosas que Él dice. Debemos darnos cuenta de que el pecado puede devastar nuestra relación con él.  Necesitamos su perdón cuando caemos.

1. Señor, ayúdanos a mantenernos lejos del pecado y cerca de ti.

2. Las tentaciones son atractivas, por lo tanto tienes todos los días que decirle a Jesús que venga cerca de ti; confía en Él y Él oirá tu voz.   Para resistir la tentación, debes estar con Cristo.

miércoles, 23 de agosto de 2017

MARDOQUEO


MARDOQUEO

Después del último levantamiento de Jerusalén en contra de Nabucodonosor, la familia de Mardoqueo fue deportada a Babilonia. El probablemente nació en Susa, (ciudad que se convirtió en una de las capitales de Persia después que Ciro conquistara Babilonia) y heredó una posición oficial entre los judíos cautivos que lo mantuvo cerca del palacio aun después de que los babilonios habían sido derrocados. En un momento, cuando escuchó los planes para asesinar al rey Asuero, reportó el complot y salvó la vida del rey.

La vida de Mardoqueo estuvo llena de desafíos que él convirtió en oportunidades. Cuando murieron sus tíos, adoptó a Ester, la hija de ellos y por lo tanto su prima, probablemente porque sus propios padres habían muerto y se sentía responsable por ella. Más tarde, cuando fue llevada al harem de Asuero y elegida para ser reina, Mardoqueo continuó aconsejándola. Muy poco tiempo después de esto, se vio en un conflicto con Amán, el recién designado jefe de gobierno de Asuero. Aunque deseaba servir al rey, Mardoqueo se negó a adorar al representante del rey. Amán estaba furioso con Mardoqueo. Así que planeó hacer matar a Mardoqueo y a todos los judíos. Su plan se convirtió en una ley para los medos y los persas, y parecía que los judíos habían sido sentenciados.

Sin embargo, Mardoqueo, deseaba servir a Dios donde estuviera. Habló con Ester y le dijo que quizá la razón por la que Dios le había permitido ser reina era para que salvara a su pueblo de esta amenaza. Pero Dios también lo había puesto a él, años antes, en el lugar correcto. Dios reveló al rey, por medio de la lectura de documentos históricos, que Mardoqueo había salvado su vida en una ocasión y el rey se percató de que nunca se lo había agradecido. Entonces, Mardoqueo fue honrado por el rey y esto arruinó el plan de Amán de colgarlo en una horca. Dios había planeado un contraataque efectivo contra el cual el plan de Amán no pudo mantenerse en pie.

Más tarde, Mardoqueo instituyó la fiesta judía de Purim. Tuvo una larga carrera de servicio al rey en favor de los judíos. En la vida de Mardoqueo, Dios mezcló carácter y circunstancias para lograr grandes cosas. El no ha cambiado la forma en que trabaja. Dios está utilizando las situaciones a las que se enfrenta cada día para tejer un patrón de santidad en su carácter. Haga una pausa y pida a Dios que lo ayude a responder adecuadamente a las situaciones en las que usted se encuentra en el día de hoy. 

martes, 22 de agosto de 2017

Sola mente El Espíritu Santo.


Sola mente El Espíritu Santo. Recordemos cómo uno llega a ser cristiano. Antes de que una persona pueda sentir la necesidad de Jesucristo como salvador, esa persona debe primero estar convencida de pecado. “Y cuando él [El Espíritu] venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8). El Espíritu Santo nos muestra nuestro pecado y nuestra necesidad de un Salvador. Eso es lo que todo creyente experimenta en su conversión a Cristo.   

Jesús también enseñó que la entrada al reino de Dios (“nacer de nuevo”) sólo puede ocurrir mediante la obra del Espíritu Santo: Jesús le dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5).

Es el Espíritu Santo trabajando dentro de nosotros lo que hace que nos volvamos de nuestro pecado y fijemos los ojos en Jesús. Aunque puede que nos veamos tentados a pensar que nosotros podemos crear ambientes emocionales para que esto suceda, la verdad es que este tipo de renacer o transformación sólo puede suceder a través de la obra del Espíritu Santo.

El apóstol Pablo enseñó que los creyentes son “templos del Espíritu Santo” (1 Corintios 6:19), y porque el Espíritu vive dentro de nosotros, eso nos hace diferentes al resto del mundo. Si el Espíritu Santo no vive dentro de una persona, ser miembro de una iglesia o cualquier otro esfuerzo sincero que haga esa persona por vivir una buena vida será inútil para hacer que sea cristiana. Sólo la verdadera fe en Jesucristo como Salvador, confirmada por el Espíritu Santo, nos hace una nueva criatura. El Espíritu que habita en cada creyente es solo otra manera de decir: “Cristo en nosotros”, porque la presencia del Espíritu Santo representa a Jesús.

Cuando Dios mira a la tierra, él no se enfoca en las etnias, y nunca reconoce las denominaciones religiosas. Él sólo ve dos tipos de personas: Sus hijos, que tienen al Espíritu viviendo dentro de ellos y los no creyentes que no lo tienen. Es así de sencillo. Hoy en día discutimos por posiciones doctrinales para validar nuestra fe, pero para la iglesia primitiva la definición era más simple. O somos templos o no lo somos. “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Romanos 8:9). Hubiera sido imposible para los apóstoles considerar a alguien un verdadero creyente en Jesús sin el testimonio que le acompaña y la obra del Espíritu Santo. El Espíritu de Dios era crucial. 

lunes, 21 de agosto de 2017

Hebreos 6:16-18

Hebreos 6:16-18
Los seres humanos juran por alguien superior a ellos mismo, y el juramento, al confirmar lo que se ha dicho, pone punto final a toda discusión. Por eso Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que su propósito es inmutable, la confirmó con juramento. Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros.
La promesa está escrita en Génesis 12 y dice: Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
Hoy en día, tenemos notarios, abogados y muchas páginas de contratos que buscan darle validez a cualquier tipo de acuerdo, pero en ese entonces, un método común sería el “jurar” por alguien mayor. De hecho, algunas personas todavía tienen la costumbre de decir: “te lo juro por Dios o por mi madre o algún familiar”. Como si esto validara lo que se está diciendo o acordando. Dios, en su sabiduría y misericordia con nosotros, utiliza elementos que podemos entender para demostrarnos su gran autoridad y poder. El hecho de que la promesa se haya hecho sin haber nadie “encima” de Él, demostraba que tiene el poder absoluto.
¿Qué promesas nos da Dios el día de hoy? Darnos vida en abundancia. Gozo y paz mientras atravesamos pruebas. Bendiciones. Libertad del pecado. Trae luz a tu vida. Esperanza. Sentido y razón de vivir. Abrigo. Alimento. Y así, la lista sigue. Sin embargo, nosotros dudamos de ellas. Decimos que creemos en Dios. Sabemos que es todopoderoso. Pero por alguna razón, pensamos que nuestra situación es distinta. Por alguna razón limitamos a Dios en nuestros asuntos. ¿Resultado? Dejamos de recibir esas promesas. Llega la angustia. El celo y el enojo comienzan a florecer. El rencor se vuelve un amigo de todos los días. Y después te preguntas cómo llegaste hasta ahí. ¿Entiendes lo que estoy diciendo? Dios te quiere decir el día de hoy que está puesto al cien por ciento. Que Él no se ha movido y no se moverá. Su palabra permanece y jamás ha mentido. Ahora te corresponde hacer tu parte. Él es la roca. Él es el fundamento de todo. Si realmente confías en Él, es tiempo que lo dejes dirigir tu vida y rendirte ante su soberanía. Como humanos necesitamos juramentos y procesos legales para tratar de asegurar que algo se cumpla. Dios lo hace a través de su palabra. Sea lo que sea que estás atravesando en este momento, te pido hagas una pausa. Respira. ¿Qué hay en tu corazón? ¿Tu prioridad es servir y obedecer a Jehová? ¿Tus actos lo confirman? Acude a Él. Él se encarga de lo imposible. Sí. De tu caso también.
Oración
Mi Dios y Señor: gracias. Te necesito tanto y no he querido reconocerlo. Dudo y cuestiono tus promesas mientras que tomo malas decisiones por mi cuenta. ¡perdóname! Te entrego mi vida y te pido la dirijas. Gracias por mostrarme que no hay nada ni nadie por encima de Ti. Te entrego mis cargas, mis angustias, mis enojos y mis rencores. Te pido derrames tu perdón sobre mí y pueda perdonar y amar a mi prójimo. Dale sentido y dirección a mi vida. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén

domingo, 20 de agosto de 2017

¿Por qué existe tanta maldad y sufrimiento en el mundo?


¿Por qué existe tanta maldad y sufrimiento en el mundo?

Tanto los curiosos como los críticos del cristianismo hacen esta pregunta. Si Dios es todo poderoso y todo amoroso, ¿por qué entonces, permite la maldad y el sufrimiento en el mundo? Varias respuestas han sido dadas, pero determinar permanentemente el tema es imposible debido a que muchas de nuestras respuestas continúan levantando más preguntas. Sin embargo, nuestra falta de habilidad para responder esta pregunta perfectamente no significa que no podemos ofrecer soluciones. Claro está que no asumo ser capaz de responder en forma definitiva estas preguntas, pero sí puedo ofrecer algunas soluciones.

Primero que todo, es posible que Dios tenga razones que nosotros no entendemos para permitir que exista la maldad. En esto, el cristiano puede tener seguridad en Dios al saber que Sus caminos están por encima de nuestros caminos (Is 55:8-9). Como la Biblia dice: el justo vivirá por la fe (Hab 2:4).

Segundo, Dios puede permitir que la maldad continúe su curso para poder probar que la maldad es maligna y que el sufrimiento, el cual es un producto desafortunado de la maldad, es una prueba adicional de que cualquier cosa contraria a la voluntad de Dios es mala, dañina, dolorosa y lleva a la muerte.

Dios le dio a Adán el dominio sobre el mundo (Gn 1:28). Cuando él se rebeló contra Dios, él puso en movimiento una serie completa de eventos y cambió la misma naturaleza del hombre y de la creación. Ambos, fueron afectados por el pecado. La creación ya no era más un paraíso por el nacimiento de espinas y cardos (Gn 3:17-18; Ro 8:22). Las personas se convirtieron en pecadoras (Ro 5:12; Ef 2:13), y enemigas de Dios (Ro 3:19-22), etc. La única conclusión a tal situación es la muerte. Jesús dijo: “Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.” (Mt 24:22).

El pecado es rebeldía contra Dios y Su orden creado. Pero Dios no nos ha dejado solos en este mundo caído. Él continúa estando en este mundo, señalándolo a Él Mismo, a la verdad, a la moral, a la pureza y al amor. Él usó lo maligno del mundo (mentiras, perjurios, envidias, etc.), para Su Hijo a la cruz para que así pudiéramos tener la oportunidad de obtener vida eterna. En esto, Dios no se ha apartado del mundo de la creación caída, sino que ha entrado en esta al venir Jesús. Dios obra en el mundo caído para efectuar cambios y Él usa a las personas caídas para llevar a cabo Su voluntad. En esto, Él suministra soberanía sobre lo maligno, el sufrimiento y las personas rebeldes, probando que el pecado y la maldad son absolutamente inútiles, y que Él es digno de honor y gloria.

Una posible tercera razón de que Dios permite que la maldad ocurra es para que el día del juicio, los condenados no tengan derecho a decir que la sentencia de ellos es injusta. Dios no detiene a nadie de ejercer la libre voluntad. Piense acerca de esto: Si alguien dice que Dios debería detener la maldad y el sufrimiento, ¿debería Dios detener toda maldad y sufrimiento? Si Dios sólo detiene algo de esta, entonces, nosotros continuaríamos preguntándonos por qué existe todavía. Así que si queremos que Dios detenga la maldad y el sufrimiento, entonces, Él debería detenerla toda. Nosotros no tenemos ningún problema con esto cuando queremos decir detener una catástrofe, o un asesinato, o una violación. ¿Pero qué hay cuando alguien piensa en alguno diabólico? La maldad es destructiva si se lleva o no a cabo. El odio y la intolerancia en el corazón de alguien están equivocados. Si esto es equivocado, y si Dios está para detener toda la maldad, entonces, Él debería detener a la persona de tener esos pensamientos. Para hacer eso, Dios debe quitar su libertad de pensamiento. Aún más, ¿qué persona en la tierra no ha tenido algún pensamiento maligno? A Dios entonces, le tocaría detener a toda persona para que ejercitara su libre voluntad y esto es algo que Dios no ha escogido hacer. Por lo tanto, podríamos decir que una de las razones por la que Dios permite la maldad y el sufrimiento es debido al libre albedrío del hombre.

Cuarto, es muy probable que Dios use el sufrimiento para hacer lo bueno. En otras palabras: Él produce paciencia a través de la tribulación (Ro 5:3). O Él puede desear salvar a alguien a través de esta tribulación. Tome por ejemplo el registro de José. Él fue vendido por sus hermanos. Lo que ellos hicieron estuvo equivocado y José sufrió en gran manera por esta acción. Sin embargo, más tarde, Dios levantó a José en Egipto para que tomara decisiones para el pueblo de esa tierra debido a la sequía que se aproximaba y que duraría siete años. Egipto no fue solo salvado, sino también la familia y los hermanos de José los cuales lo habían vendido a la esclavitud. José finalmente les dijo a ellos: “…Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien,” (Gn 50:15-21). Claro está que el más grande ejemplo de Dios usando la maldad para el bien es la muerte de Cristo. Las personas malignas lo llevaron a Él a la cruz. Sin embargo, Dios usó la cruz como el medio para salvar al mundo.

Pero entonces, deberíamos preguntar que, si esto es cierto, ¿estaremos trabajando contra Dios al trabajar contra la maldad y el sufrimiento? No. No lo estamos. Dios dice que no quiere que pequemos y suframos. Pero simplemente, es verdad que Dios puede usar la maldad a pesar de su aparente carácter despreciable de la misma maldad.

Dios está en el mundo usando al mundo y sus fracasos para Su gloria y el beneficio de aquellos que lo escuchan a Él.

Pero, ¿qué hay acerca de aquellos que parecen sufrir inocentemente sin ningún beneficio? ¿Qué hay acerca de la mujer es violada, o el espectador inocente que es asesinado por una bala perdida? En ambos casos, las víctimas y familias sufren dolor y pérdida. ¿Qué tan bueno puede ser esto?

Creo que la respuesta tiene dos posibilidades. Una: finalmente, nadie es inocente. Todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios (Ro 3:23) y por naturaleza somos hijos de ira (Ef 2:3). Nadie es inocente. Aun cuando esto es bíblicamente exacto, esto no satisface emocionalmente la pregunta. ¿Por qué hay bebés que sufren por cosas que no han hecho? Debo reconocer que no tengo respuesta a esto. Finalmente, debemos creerle a Dios el cual conoce desde el principio hasta el final y ve el panorama total. Él tendrá la última palabra y Él será vindicado.

Conclusión

El sufrimiento es el resultado del pecado humano. El mundo no es de la manera como Dios lo creó y debido a eso, todos somos vulnerables a los efectos del pecado en el mundo. ¿Por qué sufre una persona y la otra no? ¿Por qué las catástrofes suceden a algunos y no a otros? Esto se debe a que el pecado está en el mundo. Pero vendrá un día cuando el Señor regrese y limpie este mundo de todo pecado y sufrimiento.

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” (Ap 21:4). 

sábado, 19 de agosto de 2017

Salmos. 19.v1-6

Salmos. 19.v1-6
19.1ss En este salmo, la meditación de David lo llevó paso a paso desde la creación, a través de la Palabra de Dios, a través de sus propios pecados, hasta la salvación. Cuando Dios se revela por medio de la naturaleza (19.1-6), aprendemos sobre su gloria y nuestra condición finita. Cuando Dios se revela por medio de las Escrituras (19.7-11), aprendemos acerca de su santidad y de nuestra pecaminosidad. Cuando Dios se revela por medio de las experiencias diar...ias (19.12-14), aprendemos acerca de su perdón misericordioso y de nuestra salvación.
19.1-6 Estamos rodeados de fantásticas demostraciones de la capacidad creativa de Dios. Los cielos son una dramática evidencia de su existencia, poder, amor y cuidado. Decir que el universo surgió por casualidad es absurdo. Su diseño y sentido del orden son prueba de que un Creador intervino en forma personal. Cuando vea la obra de Dios en la naturaleza y en los cielos, agradézcale a Dios tan maravillosa belleza y la verdad que nos revela acerca del Creador. 

viernes, 18 de agosto de 2017

Salmos. 17.v1-8.


Salmos. 17.v1-8.  1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor.

Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

2. De tu presencia proceda mi vindicación;

Vean tus ojos la rectitud.

3. Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche;

Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste;

He resuelto que mi boca no haga transgresión.

4. En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios

Yo me he guardado de las sendas de los violentos.

5. Sustenta mis pasos en tus caminos,

Para que mis pies no resbalen.

6. Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;

Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.

7. Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra,

De los que se levantan contra ellos.

8. Guárdame como a la niña de tus ojos;

Escóndeme bajo la sombra de tus alas,

17.3 ¿Estaba diciendo David que no tenía pecados? Lejos de ser una declaración soberbia de pureza, la afirmación de David brotaba de haber entendido su relación con Dios. En los Salmos 32 y 51 David reconoce abiertamente sus pecados. Sin embargo, su relación con Dios incluían una íntima amistad con Dios y continuos arrepentimiento y perdón. Su afirmación de rectitud, por lo tanto, se basaba en su búsqueda continua de Dios.

17.8 Dios nos protege como nosotros protegemos las niñas de nuestros ojos. No debemos decir que nos ha faltado la protección de Dios porque tengamos problemas. La protección de Dios tiene propósitos mucho más grandes que ayudarnos a evitar el sufrimiento. Quiere hacernos mejores siervos suyos. Dios nos protege también guiándonos en medio de circunstancias difíciles, no sólo ayudándonos a escapar de ellas.

17.8 La "sombra de tus alas" es una figura de dicción que denota protección de Dios. Él nos guarda como una gallina protege a sus polluelos al cubrirlos con sus alas. Moisés utilizó esta misma metáfora en Deu_32:11. Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas, 

jueves, 17 de agosto de 2017

Hebreos 11:8-10


Hebreos 11:8-10

Por la fe Abraham cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor.

Génesis 12 narra esta historia de Abraham. El versículo 1 dice: Jehová dijo a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Abram salió de su tierra y no reclamó ni cuestionó al Señor. Simplemente obedeció. ¡Por eso es nuestro ejemplo de fe el día de hoy! Cuando Dios habla, nosotros debemos escuchar e inmediatamente después, obedecer. Eso es fe. Eso es ser un verdadero hijo de Dios.  Dios quiere todo tu ser. Quiere que le entregues tu corazón. Tus pensamientos. Tus deseos. Tus miedos. Todo. No tengas miedo ni dejes que el mundo a tu alrededor frene ese llamado que Dios te hace. Sabes perfectamente cuando Dios te habla. Esas palabras tocan tu corazón. Remueven lo que pensabas nunca podría ser removido. Abren todo lo que quieres esconder. Simplemente sacuden todo tu piso. No le des la espalda a esas palabras. Ten fe y deja que Él se encargue de dirigir tu vida. Así como Abram, toma tus cosas y deja de vivir conforme a tu voluntad y comienza a vivir conforme a Cristo.

Oración

Padre: quiero vivir con mi fe puesta en Ti. Quiero escucharte y obedecerte como lo hizo Abram. Quiero dejar de dudar y cuestionar. Te entrego mi vida. Te entrego todo para que pueda vivir conforme a tu voluntad. Guíame y no permitas que me aparte de Ti. En el nombre de Cristo Jesús. Amén  

miércoles, 16 de agosto de 2017

Ayar gracia En la presencia de Dios


 Génesis. 22:7 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?

22:8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Génesis 24.12. Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.

13. He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.

14. Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor. 26. El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová,

27. y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo. Génesis. 28:20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,

28:21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.

28:22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. Génesis 50. 19. Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?

20. Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Éxodo. 3:2 Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.

3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.

3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.

3:5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.  Éxodo 33. 13. Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.

14. Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.

15. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

16. ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?

17. Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.

18. El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.  Éxodo 40:34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la GLORIA de Jehová llenó el tabernáculo. Éxodo 40:35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la GLORIA de Jehová lo llenaba.  Deuteronomio 5:24 y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su GLORIA y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste aún vive. Deuteronomio 26:19 a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y GLORIA, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho.  Josué 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa SERVIREMOS a Jehová.

martes, 15 de agosto de 2017

Habcuc 3:17

Habcuc 3:17 Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada, ...
Y no haya vacas en los corrales;
3:18 Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
3:19 Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar. La oración es el mejor medio para solucionar tus problemas - Imágenes Cristianas

lunes, 14 de agosto de 2017

“Esto os mando: Que os améis unos a otros” (Juan 15:17).


“Esto os mando: Que os améis unos a otros” (Juan 15:17).



¿Cómo se siente practicar la clase de amor que Jesús describe? El apóstol Pablo nos ayuda, al mostrarnos qué pasa cuando no practicamos esta clase de amor. En su carta a los gálatas, Pablo presenta dos clases de pecado. Por un lado, él identifica los pecados graves, los que asociamos a conductas externas, tales como pecados sexuales o consumo de drogas. Pero él también presenta un segundo tipo de pecado, el pecado relacional, y nos muestra cómo es de mortal y destructivo. El pecado relacional afecta nuestra alma llevándola a profundidades que nunca habríamos imaginado. Esto tiene un horrible efecto no sólo en nuestro testimonio al mundo, sino también en las partes más profundas de nuestro ser y se propaga a los que nos rodean.  

Pablo trae esto a la luz en la iglesia de Corinto para señalar un problema muy evidente: Las divisiones entre ellos. “Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes” (2 Corintios 12:20). Nota la palabra final en esta lista: desorden. Esta es una indicación de que el pecado relacional está actuando. 

Cada una de las cosas que Pablo menciona aquí, tiene que ver con fallar al amor, con el que Cristo amó. En estos términos, es fácil ver cómo el amor no puede ser tan sólo un gesto sentimental. Es una batalla que debe ser peleada y las armas que levamos son el perdón, la gracia, la misericordia y la justicia.

Uno de los conflictos de los Corintios tenía que ver con la enseñanza que ellos aceptaban. Algunos decían que sólo seguirían las instrucciones de Pedro, mientras que otros seguirían las de Pablo. Pablo tuvo que decirles: “No puedo tratarlos como a personas maduras mientras estén en esta condición. Es carnal. Están actuando por medio de su carne”.

La palabra griega que Pablo usa para “carne” indica la piel o el tejido graso del cuerpo. Pero por supuesto, Pablo está describiendo la condición de sus almas. Él está diciendo a los corintios que ellos están atrapados en una forma de vida esclavizada a las cosas terrenales en lugar de estar caminando en una vida llena del Espíritu.
Pero, como Jesús y Pablo señalaron, rehusarse a amar, aún al nivel más mundano de amor, tiene grandes consecuencias, llevando al dolor, a la alienación y al pesar. Las contiendas en las relaciones usualmente terminan afectando un gran círculo de amigos o familiares. Con el tiempo, se puede extender a una comunidad entera, como Pablo lo señaló entre los corintios. Amar como Jesús ama, incluso en lo que parezca sin importancia, no es una opción, sino una disciplina espiritual 

domingo, 13 de agosto de 2017

Hebreos 10:26-29


Hebreos 10:26-29

Si después de recibir el conocimiento de la verdad pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados. Sólo queda una terrible expectativa de juicio, el fuego ardiente que ha de devorar a los enemigos de Dios. Cualquiera que rechazaba la ley de Moisés moría irremediablemente por el testimonio de dos o tres testigos. ¿Cuánto mayores castigos piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado, y que ha insultado al Espíritu de la gracia?

Proverbios 1:7 dice: el principio de la sabiduría es el temor a Jehová. No es casualidad que la sabiduría no se encuentra en el amor ni en la misericordia o la gracia sino exclusivamente en el temor a Jehová. He escuchado opiniones sobre lo que significa temer a Jehová y personalmente creo que lo podemos tomar literal. Debemos tener miedo a Jehová. El problema radica en no entender el miedo. Temer a algo no significa que estamos alejados de ello, sino que nuestras decisiones serán distintas y probablemente mejores basadas en ese temor. Por ejemplo: si temo a las alturas, tendré mayor cuidado al caminar por acantilados o conduciendo en carretera por montañas. No voy a dejar de vivir por ese temor, sino que tomaré precauciones y mis decisiones se verán afectadas por el mismo. Pues así es el temor a Jehová. No quiere decir que no vamos a hacer nada por temor a que nos caiga un rayo. Al contrario, vamos a tomar decisiones sabiendo que a nuestro Dios le es abominación el pecado y, por consecuencia, debemos mantenernos alejados de él. ¿Lo puedes entender mejor? Ahora vuelve a leer el pasaje. Si podemos parafrasearlo, a mi parecer diría: Con Dios no se juega. Uno no puede ir pensando que tiene comunión con Dios por atender a un evento los domingos. La comunión con Dios se demuestra a través de tus acciones. Tu vida debe tener congruencia entre lo que dice la biblia y lo que haces en tu día a día. De lo contrario, el pasaje de hoy te dice que estás jugando con fuego y te vas a quemar. Dios conoce tu corazón. Ve hasta lo más profundo de ti y no le puedes engañar. Tu pareja, tus seres queridos y los que te rodean pueden ser engañados. Dios no. Él sabe dónde estás parado y las intenciones de tu corazón. Si ya has conocido la verdad ¿qué esperas para reformar tu camino?

Si como sociedad hemos acordado que ciertos delitos se castiguen con cárcel, ¿qué castigo merece aquél que pisotea al Hijo de Dios? ¿Qué merece aquél que desprecia el amor que se ha derramado sobre él? ¿Qué merece aquél que da la espalda a la misericordia y gracia que le son ofrecidas? Ningún hombre ha establecido ese castigo sino Dios: la muerte y el infierno. No es una novela ni ciencia ficción. Al morir habrá juicio y de ahí iremos a la presencia del Padre si nuestro “abogado” fue Cristo o al infierno si le despreciamos en este mundo. Aunque no es fácil hablar del juicio de Dios, es necesario compartirlo pues la gente tiene que saberlo.

Señor: definitivamente no quiero estar jugando con fuego y te pido perdón por darte la espalda y no tomarte con la seriedad debida. Te pido perdones mis pecados y sobre todo que renueves mi mente y mi corazón pues quiero cambiar. No permitas que siga igual sino guía mis pasos conforme a tu voluntad. En Cristo Jesús. Amén. 

sábado, 12 de agosto de 2017

Salmos. 14.v1-7


Salmos. 14.v1-7

14.1-3 El verdadero ateo es o necio o malvado. Necio porque cierra los ojos a la evidencia de que Dios existe, o malvado porque no quiere someterse a las verdades de Dios. Nos volvemos ateos en la práctica cuando nos apoyamos en nosotros mismos más que en Dios. El necio mencionado aquí es alguien agresivamente perverso en lo que hace. Según la Biblia, se necesita ser muy necio para desafiar directamente a Dios.

14.3 Nadie es perfecto, excepto Dios. Todos somos culpables ante El (véase Rom_3:23) y necesitamos su perdón. No importa lo bien que nos desempeñemos ni lo mucho que logremos comparado con otros. Ninguno de nosotros puede jactarse de su bondad cuando se compara con los estándares de Dios. El no sólo espera que obedezcamos sus principios, sino que quiere además que le amemos con todo nuestro corazón. Sólo Jesucristo ha hecho eso de una manera perfecta. Todos somos insuficientes, por lo tanto debemos recurrir a Cristo para salvarnos (Rom_10:9-11). ¿Le ha pedido ya que lo salve?

14.3, 4 David aplica estas observaciones a sus enemigos, donde dice de los malvados "devoran a mi pueblo como si comiesen pan". "Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno". Como contraste, David dijo: "Tú has probado mi corazón[...] y nada inicuo hallaste" (17.3).

Hay una distinción muy clara entre aquellos que adoran a Dios y los que no quieren adorarlo. David adoraba a Dios y bajo su liderazgo Israel obedeció a Dios y prosperó. Varios cientos de años después, sin embargo, Israel se olvidó de Dios. Era muy difícil distinguir entre los seguidores de Dios y los que adoraban ídolos. Cuando Isaías llamó a Israel al arrepentimiento, él, al igual que David, habló de personas que se habían descarriado (Isa_53:6). Pero Isaías estaba hablando de los propios israelitas. Pablo citó el Salmo 14 en Rom_3:10-12. Generalizó aun más la imagen de la oveja descarriada, haciéndola extensiva a toda la gente. Toda la humanidad, judíos y gentiles por igual, se ha apartado de Dios.

14.5 Si Dios está "con la generación de los justos", entonces los que atacan a los seguidores de Dios pueden estar atacando a Dios. Hacerlo es totalmente fútil (véase 2.4, 5, 10-12). Por lo tanto, si bien podemos sentir que estamos perdiendo la batalla, no puede haber la menor duda de que nuestra victoria principal está en Dios. 

viernes, 11 de agosto de 2017

Espíritu Santo


Recordemos cómo uno llega a ser cristiano. Antes de que una persona pueda sentir la necesidad de Jesucristo como salvador, esa persona debe primero estar convencida de pecado. “Y cuando él [El Espíritu] venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8). El Espíritu Santo nos muestra nuestro pecado y nuestra necesidad de un Salvador. Eso es lo que todo creyente experimenta en su conversión a Cristo.   

Jesús también enseñó que la entrada al reino de Dios (“nacer de nuevo”) sólo puede ocurrir mediante la obra del Espíritu Santo: Jesús le dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5).

Es el Espíritu Santo trabajando dentro de nosotros lo que hace que nos volvamos de nuestro pecado y fijemos los ojos en Jesús. Aunque puede que nos veamos tentados a pensar que nosotros podemos crear ambientes emocionales para que esto suceda, la verdad es que este tipo de renacer o transformación sólo puede suceder a través de la obra del Espíritu Santo.

El apóstol Pablo enseñó que los creyentes son “templos del Espíritu Santo” (1 Corintios 6:19), y porque el Espíritu vive dentro de nosotros, eso nos hace diferentes al resto del mundo. Si el Espíritu Santo no vive dentro de una persona, ser miembro de una iglesia o cualquier otro esfuerzo sincero que haga esa persona por vivir una buena vida será inútil para hacer que sea cristiana. Sólo la verdadera fe en Jesucristo como Salvador, confirmada por el Espíritu Santo, nos hace una nueva criatura. El Espíritu que habita en cada creyente es solo otra manera de decir: “Cristo en nosotros”, porque la presencia del Espíritu Santo representa a Jesús.

Cuando Dios mira a la tierra, él no se enfoca en las etnias, y nunca reconoce las denominaciones religiosas. Él sólo ve dos tipos de personas: Sus hijos, que tienen al Espíritu viviendo dentro de ellos y los no creyentes que no lo tienen. Es así de sencillo. Hoy en día discutimos por posiciones doctrinales para validar nuestra fe, pero para la iglesia primitiva la definición era más simple. O somos templos o no lo somos. “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Romanos 8:9). Hubiera sido imposible para los apóstoles considerar a alguien un verdadero creyente en Jesús sin el testimonio que le acompaña y la obra del Espíritu Santo. El Espíritu de Dios era crucial. 

jueves, 10 de agosto de 2017

Entrena tus sentidos espirituales


Entrena tus sentidos espirituales

"Hijo de hombre, a ti te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Por tanto, cuando oigas mi palabra, adviértele de mi parte" (Ezequiel 3:17).

La Biblia está repleta de escrituras y de historias que sostienen la importancia de velar y orar, y esto no es menos trascendente para los creyentes de hoy interesados en oír de Dios y alinearse con su voluntad. Ellos velan para no juzgar lo que ven con sus ojos naturales ni oír con sus oídos naturales. En cambio, dejan que el Espíritu Santo entrene sus sentidos espirituales para que puedan agudizarse y ser más precisos en todo lo que atañe al espíritu.

Declaración de hoy:

Padre, no pongo mi confianza en lo que veo. Pongo mi confianza en ti y en tu Palabra. Soy quien tú dices que soy, y puedo lograr lo que tú dices que puedo lograr. Dios todopoderoso, agudiza mi discernimiento espiritual para que pueda oírte claramente. Que la visión profética caiga hoy sobre mí. Coloca en mí la unción de Isacar para que sea entendido en los tiempos. Dame sabiduría y dirección. “Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma” (Salmos 143:8). Desarma los poderes malignos que operan para frustrar mi día, mis tareas y actividades. En el nombre de Jesús, amén. 

miércoles, 9 de agosto de 2017

VAYA TRAS QUIENES SIGUEN A CRISTO


VAYA TRAS QUIENES SIGUEN A CRISTO

Pablo estableció el patrón para nosotros. En estos tiempos de engaño, acusación y falso discernimiento, busquemos y acatemos a aquellos que caminan tras el modelo de Pablo. Discernamos la influencia de Jesús en aquellos nos lideran. Cuando claramente vemos al Señor, vayamos tras quienes siguen a Cristo. Muchos maestros pasaran por la vida de usted. Recuerde las advertencias de Pablo al buscar dirección en oración acerca de las enseñanzas de quienes podrían influir sobre su vida. Busque aquellos que están prosiguiendo al premio de alcanzar la semejanza a Cristo. Respecto a los otros, ore por ellos, párese junto a ellos, y, según sea guiado por el Señor, incluso congréguese en sus iglesias y aliéntelos en amor y oración. Pero si ellos no están yendo a donde usted lo hace, ¡no los siga! Pablo dijo: "Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que esta delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (v.13-14). ¿Qué fue lo que Pablo decidió "olvidar"? Él puso a un lado las heridas, perdonó las ofensas, y entregó en manos de Dios las desilusiones del ayer. Él prosiguió a la meta, al premio de poseer a Cristo. Pablo continuó en Filipenses: "No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús" (Fil. 3:12). Nuevamente, estamos buscando el patrón que Dios busca para cada uno de nosotros. ¡Un cristiano maduro es alguien que vive en la búsqueda de Dios! Pablo no abrazó la muerte como una entidad en sí misma; él abrazó la muerte de Cristo, la cual es no solamente lamuerte del yo, sino también el triunfo del amor. Es esta entrega "a muerte por causa de Jesús" que permite que "la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal" (2 Cor. 4:11). Y todavía, conocer a Cristo significa también participar de Sus padecimientos mientras ponemos nuestras vidas por la redención de otros. Aquellos que padecen por Jesús, recuerden: la participación de Sus padecimientos es parte del conocerlo a Él. Hay una diferencia entre conocer una colección de verdades religiosas y realmente conocer a Cristo. La verdad está en conocer a Jesús; Él mismo es el camino, la verdad y la vida. Conocerlo es la vida eterna, y vivir en comunión con Él es participar del néctar del cielo. "A fin de conocerle, y el poder de Su resurrección, y la participación de Sus padecimientos, llegando a ser semejante a Él en Su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos" (v. 10-11). Amados, comenzamos este estudio con la advertencia de Pablo: "mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros " (v. 17). En el siguiente versículo, Dios revela el patrón que querremos imitar: Pablo se separa a sí mismo aun más de la ley mosaica, revelando que su búsqueda es "ser hallado en Él (Cristo), no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo (v. 9). Habiendo sido guardado de las consecuencias de la Ley, y habiendo recibido una nueva fuente de "justicia que es de Dios por la fe", Pablo es libre de ir en pos de su verdadero destino: ¡La semejanza a Cristo! Luego de presentar su notable linaje en los versículos 5 - 6, israelita de nacimiento; fariseo de acuerdo a la Ley, perseguidor de la Iglesia y de acuerdo a la definición de justicia de la Ley, irreprensible - Pablo renuncia luego a las cosas mismas que alcanzó o logró, diciendo: "Pero cuantas cosas eran para mi ganancia, las he estimado como perdida por amor de Cristo" (v. 7). Para los maduros, ningún puesto u opinión de hombres puede reemplazar "la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús (nuestro) Señor". El más asombroso de los logros "lo tengo por basura para ganar (nosotros) a Cristo" (v. 8). Una cosa es ser capaz de discernir lo que es falso, pero de mucho más valor es conocer claramente el patrón de la verdad. Así, Pablo utiliza el capitulo tres de Filipenses para revelar la actitud de su corazón. Al hacerlo, nos da el patrón o modelo de lo que debemos buscar en un líder. La esencia de este error consistía en que la expiación de Cristo no era suficiente para la salvación; además era necesario guardar todo el conjunto de las leyes mosaicas para ser salvos. Hoy en día la gente continúa importando obligaciones religiosas a la experiencia de salvación. Al exponer y advertirnos contra la influencia de la "falsa circuncisión", Pablo estableció una protección contra la atadura de las exigencias legalistas a fin de recibir la salvación. Y mientras ciertamente el camino que lleva a la vida es angosto, el Camino es una Persona: Jesucristo. No llegamos a la meta por cumplir leyes sino al encomendarnos al cuidado de Cristo. La tercera advertencia fue dirigida contra la "falsa circuncisión" (Fil. 3:2). Estos eran los judíos cristianos que, cuando fueron salvados, trataron de hacer del cristianismo una extensión del judaísmo. Esta última enseñanza fue la más peligrosa, por cuanto parecía ser la más razonable. Parte de los esfuerzos de Pablo como apóstol era edificar una unidad Cristo-céntrica entre los cristianos. Sin embargo, los "malos obreros" estaban centrados en sÍ mismos antes que en Cristo. Antes de seguir a líder alguno, verdaderamente debemos ver la influencia de Cristo en crecimiento en el carácter de ese individuo. Busque escuchar a su pastor hablar, al menos ocasionalmente, de su visión de alcanzar la semejanza a Cristo. Busque evidencias de humildad; busque ver una carga por la oración, y ver cómo él cultiva la unidad con otras iglesias cristianas. Si su pastor o líder está creciendo en estos valores, entonces él está también creciendo en fiabilidad. Al procurar él seguir a Cristo, probablemente el fruto de su ministerio será saludable. Pablo no estaba diciendo, por supuesto, que se ignore completamente lo que está mal en las personas. Necesitamos discernimiento. Permítame decirlo lisa y llanamente: Hay serios errores doctrinales y pecados en la Iglesia moderna. Pero cuando usted observe un patrón de ira, buscadores de faltas en otras personas, cuando en ellos el punto de vista primario parece siempre negativo, cuidado. Recuerde, Jesús advirtió acerca de los fariseos quienes "confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros" (Lucas 18:9). Cuidado cuando su maestro debe con frecuencia menospreciar a otros para exaltarse a sí mismo. La Iglesia de hoy tiene personas parecidas, quienes andan buscando faltas, quienes incesantemente y en su propia justicia se alimentan de la basura de los fracasos de la condición humana. Pablo está diciendo: "Cuidado con aquellos que siempre tienen algo negativo para decir, quienes continuamente están juzgando o difamando a otros. Si usted los escucha, se volverá como ellos. Sus palabras le robaran la visión, lo dejaran sin alegría, y drenaran su energía". Al primer grupo Pablo identifica como "los perros". La frase "cuidado con el perro" nos es conocida aun hoy. Significa que aquí hay un animal perverso. La mayoría de los perros en los tiempos de Pablo eran carroñeros. Uno podía encontrar docenas de estos animales comiendo desperdicios en los basureros fuera de las ciudades. Pablo comenzó su discurso revelando tres tipos de falsos maestros. Él advirtió: "Cuidaos de los perros, cuidaos de los malos obreros, cuidaos de la falsa circuncisión" (Fil. 3:2). Estos tres tienen cada uno su homólogo moderno. El contexto dentro del cual escribió Pablo, describe su propia justicia antes de encontrar a Cristo y su posterior abandono radical de la confianza en la carne. Estudiaremos cuidadosamente estos versículos, porque en una época en la que el engaño va en aumento, no todos los que claman "verdad, verdad" están hablando en defensa de la conformidad a Jesús. El Apóstol Pablo enfrentó un grave problema en el primer siglo. Falsos maestros se habían introducido en la Iglesia. El Apóstol advirtió a los filipenses, y a nosotros por extensión, a reconocer las diferencias entre un verdadero hombre de Dios y un falso maestro o profeta. Sin ninguna pose de falsa humildad, Pablo declaró que tanto su visión y su actitud espiritual son ejemplos que nosotros debemos seguir. Él nos instruye en nuestras habilidades de discernimiento a que busquemos y "acatemos" a líderes quienes son ejemplo del eje del propósito de Dios, el cual es poseer la semejanza con Cristo. "Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros" -- Filipenses 3:17