domingo, 31 de agosto de 2014

Josué 1:11

Josué 1:11


Pasad por en medio del campamento y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos comida, porque dentro de tres días pasaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que Jehová vuestro Dios os da en posesión.



Josué está indicando lo que deben hacer los israelitas transmitiéndoles lo que Dios le había dicho anteriormente. La acción a realizar era CRUZAR el Jordán, pero para ello es necesario PREPARARSE.
Me ha sorprendido muchas veces la Biblia, o Dios, en cuanto al ORDEN que siempre está en las cosas. Hay un orden en cuanto a la creación, orden en nuestra vida (nacemos-crecemos-morimos), hay orden en la naturaleza, en fin, en cada parte de la creación de Dios se manifiesta su exactitud y preparación. Absolutamente nada fue creado al azar. Esto me pone a meditar sobre el orden y preparación en mi vida. No soy ordenado…
Pero no se trata solo de ser ordenados con papeles, trabajo, con la pasta de dientes y tu ropa. Se trata de ordenar tu vida y PREPARARLA para lo que vives y lo que estás por vivir.
La vida es dura, difícil y muchas veces puede parecer injusta. Hay ocasiones que simplemente NO entiendes lo que nos pasa. No haces nada malo, tratas de guiarte por un buen camino y aún así estás atravesando momentos difíciles.
Hay muchos autores que definen mucho mejor que yo lo que ES una vida. Mi punto principal, es que, sabiendo esto, es necesario que pongas atención a la forma en que ORDENAS y te PREPARAS en tu vida.
La siguiente vez que estés planeando tu día o semana, ¡INCLUYE A DIOS! Ejemplo: Cuando te levantes, has una oración y ponte en comunicación con el Señor agradeciendo por el día que comienza y entregándole lo que está por venir (cita con Dios en la mañana). Da gracias por los alimentos, entendiendo que Dios te sustenta (cita con Dios por la tarde). Estudia su palabra y memoriza versículos que te ayuden durante el día, como por ejemplo: si tienes problemas de fe, busca aquellos que te hagan recordar que las promesas de Dios se cumplen, o si quieres trabajar tu carácter, aquellos que digan que los frutos del Espíritu son dominio propio y así sucesivamente (cita con Dios EN TODO MOMENTO). Pero no hagas como muchas personas que simplemente se levantan, salen con prisa, de mal humor y ¡ACABA de empezar su día! No permitas que en tu vida, tanto en áreas personales como en las laborales, la falta de ORDEN y PREPARACION te lleven por caminos equivocados.
Josué pidió a los israelitas que PREPARARAN comida para lo que habría de venir. Hoy, examina tu vida. Reflexiona si estás PREPARANDO “tu comida” para cada día que Dios te permite vivir o si simplemente vives un día y otro sin ningún sentido

Oración
Dios: te pido perdón por mis pecados. Te pido que me limpies y pueda ser digno de hablar contigo. Te quiero poner mi vida y dejarte que la ordenes. Ayúdame a prepararme cada día para trabajar para Ti. No quiero seguir con una vida desordenada, te la entrego en el nombre de Cristo
Amén

sábado, 30 de agosto de 2014

Santiago 1:22

Santiago 1:22
No se contenten con sólo escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.





La versión de Reina Valera 1960 dice: pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. La versión de Dios habla hoy dice: pero no basta con oír el mensaje: hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se estarían engañando ustedes mismos.
Quiero hacer énfasis en el autoengaño. En el mundo en que vives, es posible que realices actos erróneos y la gente no los perciba. Puedes engañar a tu esposa, engañar a tus padres, a tus jefes, pasarte una luz roja sin que te vea un policía, llevar una vida los domingos y otra los demás días engañando así a la congregación. Engaños y más engaños, pero al final, debes entender que la única persona que estás engañando es a ti mismo. Tú y nadie más que tú, es el perjudicado. ¿Puedes darte cuenta de esto? No tiene ningún logro el burlar a las personas y hacerlas creer lo que no es. Tú te estás engañando a ti mismo y eso no te lleva a ninguna parte.
Por otro lado, hay personas que se van al extremo del versículo y lo único que quieren hacer son obras. Quieren ayudar enfermos, ancianos, gente de la calle y así la lista sigue. ¿Qué tiene de malo? Que Dios dice no BASTA con escuchar la palabra sino ponerlo en práctica. La práctica no es aquello que tú pienses que se deba hacer, sino que está basada en lo que Dios dice que debe hacerse. El primer paso, lo más básico y elemental es leer la Biblia, enterarte de lo que Jehová dice y tiene para ti. El segundo paso va de la mano con el primero: poner en práctica lo aprendido.
Recuerda que Dios quiere que las cosas sean a Su manera, no a la tuya, que es un Dios soberano y sobre todo de orden. ¡Qué orgullo tan grande tenemos cuando pensamos que nuestras ideas y actos son mejores que lo que Él propone! Me he topado con personas que no quieren congregarse porque no confían en las iglesias, personas que no entregan su diezmo a la iglesia porque no les gusta la administración que se lleva a cabo, personas que se dedican a encontrar fallas en los que siguen a Jesús de manera incondicional. ¿Realmente crees que puedes llevar una mejor vida que la que te propone Dios? ¡Por favor! ¡Humilla un poco tu corazón!
Si Dios dice, tú haces. Deja de cuestionar. Obedece. Aprende a leer constantemente la Biblia y sobre todo a llevarla por práctica siempre. Si te dice que no dejes de congregarte, ¡no lo hagas!; si te pide que des tu diezmo, ¡dalo!; si te pide que respetes a tus autoridades ¡respétalas!; si te pide que ames a tu prójimo ¡ámalo!; si te pide que seas pronto para oír y lento para enojarte ¡hazlo! La Biblia NO es un libro de buenas intenciones. Es la palabra de Dios que te guía por el camino correcto. ¡No basta con escucharla! Es necesario que la lleves a la práctica en tu PROPIA VIDA. Deja de engañarte. Tú eres el único perjudicado. Te animo a que le des una oportunidad a Dios poniendo por práctica su palabra, te aseguro que te sorprenderás.

Oración
Padre Santo: perdona mis pecados y pon en mí el perdón para perdonar a los que me han hecho mal. Reconozco que he pasado tiempo siendo solamente oidor de tu palabra y hoy entiendo que me pides que sea hacedor. Ayúdame para que no tenga pena, que no me desanime y que pueda aplicar tus mandamientos en mi vida. No quiero engañarme a mí mismo sino quiero cambiar y comenzar a hacer lo que Tú me pides. Te pido que escuches mi oración, en el nombre de Jesús
Amén

jueves, 28 de agosto de 2014

Colosenses 1:4b-6

Colosenses 1:4b-6
Y del amor que tienen por todos los santos a causa de la esperanza reservada para ustedes en el cielo. De esta esperanza ya han sabido por la palabra de verdad, que es el evangelio que ha llegado hasta ustedes. Este evangelio está dando fruto y creciendo en todo el mundo, como también ha sucedido entre ustedes desde el día en que supieron de la gracia de Dios y la comprendieron plenamente.



Recientemente estuve de vacaciones en un donde gracias a Dios tuvimos la oportunidad de aprender a esquiar en la nieve. Tomamos tres días de clases en los que nos enseñaron y nos prepararon para subir a la montaña. Comenzamos desde lo más básico y luego se fue elevando la dificultad. Todo fue un proceso estructurado, con orden y planeación. No subimos a la montaña el primer día y aprendimos a bajar como se nos fuera ocurriendo en el momento. No. Empezamos con el uno, el dos y el tres para así sucesivamente lograr llegar a la cima de la montaña y poder descender. He escuchado varias anécdotas de personas que prefirieron aventurarse desde un principio con algunas instrucciones muy básicas a la punta de la montaña y bajarla como les fuera posible. Si bien, bajaron para contar su historia, yo me pregunto ¿tiene sentido? ¿Lo disfrutaron o sufrieron?
Con el evangelio pasa algo similar.
Nos gusta escuchar de Dios, aprendemos de Él y queremos comenzar a correr cuando apenas estamos aprendiendo a gatear. Somos niños queriendo jugar a ser adultos. Se nos presentan las pruebas y ¡ya queremos que terminen! No nos damos el tiempo de aprender de ellas, de analizarlas, de relacionar las instrucciones de Dios con lo que nos está pasando en ese momento. Culturalmente me parece que es un problema mayor para los que somos latinos pues se nos complica leer instructivos y seguir todos los pasos cuando pensamos que podemos llegar al mismo punto sin necesidad de ellos.
Si pones atención, los colosenses habían escuchado acerca de la esperanza que hay en el cielo y la aprendieron del evangelio. No escucharon algunos rumores y comenzaron a generar ideas de cómo sería la esperanza sino que comenzaron a realizar el paso uno, dos y tres. Estudiaron y escudriñaron la Palabra de Dios. Entendieron que el evangelio traía un mensaje directo y personal a sus vidas y que debían ser transformadas. Conforme fueron aprendiendo, sus actitudes, pensamientos y actividades comenzaron a cambiar y es por ello que el versículo nos dice que ese evangelio dio fruto alrededor del mundo pero en específico ¡estaba dando fruto en Colosas!
La Palabra de Dios y la vida en Cristo llevan un orden. No quieras brincarlo u omitirlo. No puedes ser un hombre de gran fe y con grande entrega a Dios si primero no empiezas con los pasos básicos y esenciales que es conocerlo a fondo y dejar que Él te conozca a fondo. No puede haber fruto si primero no se siembra la semilla… hoy quiero invitarte a meditar sobre tu vida. ¿Estás queriendo correr sin saber caminar? ¿Te estás brincando los pasos 3 y 4 por querer llegar al 5? ¿Estás buscando que se acaben las pruebas en tu vida en lugar de aprender de ellas? Utiliza esa energía en fundar bien las bases de tu fe y seguir creciendo en orden y no en desorden. Estoy seguro que disfrutaremos más nuestra aventura con Cristo si seguimos sus pasos que si queremos subirnos a la montaña de fe directamente y esperar que podamos bajar sin caernos…

Oración.
Señor Todopoderoso: te pido que perdones mis pecados y te doy gracias por permitirme tener comunión contigo. Quiero pedirte perdón pues no he sabido tener orden en mi vida espiritual, he querido evitar las pruebas y siempre quiero avanzar sin darme el tiempo suficiente de aprender las bases que Tú me muestras. Te pido que en mi vida tu evangelio de fruto. Enséñame a sembrar y a tener la paciencia y dedicación para esperar a la cosecha. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

miércoles, 27 de agosto de 2014

Colosenses 1:10b-12ª

Colosenses 1:10b-12ª
Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con paciencia en toda situación, dando gracias con alegría al Padre.



Así perseverarán con paciencia en toda situación
Recuerdo que hace algunos meses falleció un actor australiano al parecer por alta medicación. Si recuerdas a Michael Jackson, uno de los cantantes más famosos del mundo, se dice que también falleció por negligencia médica al recetar medicamentos tan fuertes. Otras personas en lugar de medicamentos, utilizan el alcohol, el cigarro u otro tipo de droga para tener un poco de paz, un momento de descanso donde puedan “descargar” todos sus problemas. Algo que les ayude a sus depresiones, a calmar la desesperación y “puedan” salir adelante. Así funciona tu naturaleza humana. Cuando te encuentras en situaciones que salen de tu control, tiendes a buscar soluciones inmediatas y tangibles. Respuestas que quiten ese peso de ti que ya no puedes soportar. La biblia nos enseña otra forma de tomar decisiones y en general otra forma de vivir.
Imagina que puedas vivir dando gracias con alegría al Padre, perseverando en toda situación con paciencia… ¿No te parece increíble? Sin importar lo que estés viviendo, tu vida no carece de paz ni alegría sino que tiene gozo y puedes incluso ver que, a pesar de todo lo que hay a tu alrededor tienes mucho de lo cual estás agradecido con Dios. Podría sonar milagroso o poco creíble, pero es real. Lo que sí te puedo decir es que no llega por arte de magia. Recuerda que Dios no es un mago que cumple deseos. La forma en la que tú y yo podemos vivir de esa forma está escrita en el principio del versículo: crecer en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en Su poder.
En tu vida atravesarás diversas circunstancias. Algunas pensarás que tú las puedes controlar y otras te harán darte cuenta que en realidad no podías con ninguna. Pero nuestro Dios no quiere que estés triste y deprimido por no poder salir adelante por tus propias capacidades, ¡al contrario! Quiere que entiendas que Él está delante de ti para llenarte de Sus fuerzas, de Su sabiduría, de Su amor, de Su gracia, de Sus frutos y así puedas tener una vida en abundancia.
Si has decidido aceptar a Cristo en tu corazón, te recomiendo que vuelvas a leer el versículo y medites si tu vida está en línea con estos principios: crecer en el conocimiento de Dios, ser fortalecido en Él y vivir agradecido soportando con paciencia toda situación. Si aún no has tomado la decisión de reconocer a Jesús, te invito a que abras tu corazón a Dios y te puedas dar cuenta del camino al que te dirige tu vida actual, ¿no te estarás llenando de soluciones inmediatas que no arreglan nada en el largo plazo?

Oración
Padre: te agradezco que me enseñes una forma diferente de atravesar mis problemas. Te pido que pueda vivir fortaleciéndome todos los días en Tus fuerzas y que haya en mi un deseo por aprender cada día más de Ti, asimismo te pido que pueda estar agradecido por todo lo que me das sin importar las circunstancias. Gracias por tu amor que no merezco. Gracias en el nombre de Jesús
Amén

martes, 26 de agosto de 2014

Hechos 6:3-6

Hechos 6:3-6
Hermanos y hermanas, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra. Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos.



¿Te gusta tener el control de todo? ¿Prefieres estar presente en todo lo que pasa para poder aprobar o rechazar? ¿No te gusta que se tomen decisiones sin ti? Pienso en aquellas personas que tienen puestos de liderazgo o que tienen su propio negocio y lo propensas que son en caer en estas situaciones. Incluso, es muy normal que en Latinoamérica, las empresas sean familiares y no dejen que los puestos importantes sean tomados por personas ajenas a la familia. Por el contrario, los apóstoles nos dan un ejemplo de cómo comportarnos. Ellos no intervinieron en la elección de los siete que debían encargarse de las viudas. Lo único que hicieron fue poner los parámetros a seguir: escojan siete varones llenos del Espíritu. No dejaron su labor de compartir el evangelio para ir y reclutar a los que se encargarían de esta tarea sino que supieron delegar y confiar en que Dios se encargaría de poner a las personas correctas. ¿Podían surgir nuevos problemas? ¡Por supuesto! Podían escoger mal y después de unos meses el problema volvería a surgir y tal vez con más enojo. Pero le entregaron a Dios aquello que no podían controlar. ¡Cuánto trabajo cuesta el delegar y permitir que Dios haga el resto! ¡Cuántos están sin salir de su oficina o negocio por no querer que pase nada fuera de su control! Has una pausa. Reflexiona. Piensa en tu forma de conducirte en lo que haces. ¿Quieres intervenir en todo? Tal vez quieres estar siempre pegado a tus hijos para que “no les pase nada” o quieres disminuir cualquier incertidumbre posible. Aprendamos de los discípulos que entendían que no podían estar en todos lados y que la incertidumbre de nosotros no significa que Dios ha dejado de tener el control. Pongamos prioridades en nuestra vida también y aceptemos que no podemos hacer todo. Aunque en este momento puedas estar pensando que sí puedes, escúchalo bien, no es así…
Finalmente trajeron a siete candidatos sobre los cuales los apóstoles oraron y encomendaron a Dios. ¿Ya has sido seleccionado para llevar a cabo una tarea en la iglesia del Señor? Cada uno de nosotros tiene un don especial que solo nosotros podemos realizar. ¿Ya te has puesto al servicio de Dios y de su iglesia? Que en tu corazón esté siempre el deseo de servir y encontrar cómo el Señor quiere utilizarte.

Oración
Padre nuestro: te pido perdón por mis pecados y en especial por querer controlar todo lo que sucede a mi alrededor. Ayúdame a entregarte mi vida y deseos de controlar la incertidumbre confiando en que Tú eres quien toma las riendas. Pon en mí el deseo de servir y trabajar para Ti. Te lo pido en Cristo Jesús
Amén

lunes, 25 de agosto de 2014

Hechos 11:27-29

Hechos 11:27-29
En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio. Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea; lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.


Si lees con detenimiento, puedes darte cuenta que la biblia nos dice que no solamente pensaron en cómo ayudar sino que “en efecto lo hicieron”. ¿Por qué sobresale esto? Porque en muchas ocasiones, los problemas son analizados, las soluciones expuestas y finalmente nunca se hace nada. Principalmente me refiero a lo que sucede dentro de las congregaciones aunque también puede pasar en tu vida personal. Te das cuenta que debes estar más en comunión con Dios, que tus oraciones son escazas y con poco contenido, pero al final, dejas que pase el tiempo y nunca tomaste acción. No basta con entender que tienes un problema. Debes actuar conforme a la solución planteada. Como iglesia debemos poner manos a la obra. Si tenemos la inquietud de ayudar y compartir el evangelio a gente discapacitada, personas de la calle, viudas, personas sin trabajo, etcétera, ¡hagámoslo! Pongamos en oración esa idea o inquietud y sirvamos al Señor. No dejemos que pasen los días y luego los meses sin que se haga algo.
Por otro lado, cuando leo pasajes que contienen profecías, me cuestiono qué cosas habrá para nosotros hoy en día. En ese entonces sabían que vendría un hambre por toda Judea pero hoy ¿qué sabemos? Después de meditar en esto, me doy cuenta que Dios, a través de sus mandamientos y principios, nos da muchas “profecías” de lo que pasa cuando no le hacemos caso. Por ejemplo, la tasa de divorcio el día de hoy es algo así como 50% en los primeros cinco años de matrimonio. Hace un tiempo vi (por unos minutos nada más) un programa en MTV que pasaban la vida de adolescentes que estaban embarazadas. ¿Cuántas familias han sido destruidas por alguna adicción? ¿Cuánto se habla ahora de que las mujeres son iguales al hombre en cuestión de engañar a su pareja? ¡Esto es lo que tenemos a nuestro alrededor! No lo estoy inventando ni exagerando. Son simples datos duros. ¿El por qué de todo esto? El no entender que lo que Dios nos dice es para nuestro propio bien. El no comprender que son una especie de profecías las cuales nos protegen de cometer errores y sufrir graves consecuencias. Los principios de Dios nos guían por un camino que lleva fruto y bendición. Cuando nos apartamos de este camino, podemos estar convencidos que en nuestra vida habrá hambre y sequía. Además de esto, puedo decir con confianza que no siempre las cosas irán bien ni tampoco mal. Pero independientemente de lo que venga delante, nuestro Dios nos ha dejado promesas que nos dan aliento y fortaleza para enfrentarlas. ¿Qué piensas?

Oración
Padre: te pido que perdones mis pecados y me ayudes a tener disciplina para no dejar que los días pasen sin que yo haga nada. Ayúdame a entender que tu camino está lleno de pastos verdes y que este mundo no tiene nada que ofrecer en comparación. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén

domingo, 24 de agosto de 2014

Hechos 19:21-22

Hechos 19:21-22


Después de todos estos sucesos, Pablo tomó la determinación de ir a Jerusalén, pasando por Macedonia y Acaya.  Decía: después de estar allí, tengo que visitar Roma.  Entonces envió a Macedonia a dos de sus ayudantes, Timoteo y Erasto, mientras él se quedaba por algún tiempo en la provincia de Asia.


En ocasiones anteriores he contado la historia de cómo, junto con otros hermanos, comenzamos a ir al reclusorio sur en la ciudad de México.  Puedo decir que sentí un llamado para hacerlo después de haber escuchado la Palabra de Dios (leyendo la biblia) y decidimos poner en oración esa idea para que el Señor mostrara por dónde caminar.  Cuando alguien quiere saber qué dirección tomar y conocer la voluntad de Dios, no debe irse a un retiro espiritual.  Tampoco necesita entrar en un transe o tratar de hacer algo físico para convencerse de su decisión.  Lo que debemos hacer es acudir a la palabra de Dios.  Es como pedir consejo directamente al Señor.  Nosotros preguntamos orando, Él contesta a través de la Biblia.  Si no tienes mucho conocimiento o te sientes atorado, acude con tu pastor o con la persona que te discipula para que te exponga lo que Dios tiene que decir al respecto.
Todo esto lo digo por una razón: Pablo entendió que tenía que ir a Roma y decidió hacerlo.  No le dio vueltas a la idea.  No lo pospuso.  No le dio flojera.  No le dio pena.  No le importó tener que cambiar de ciudad.  Simplemente entendió que era algo que estaba llamada a hacer.  Primero pasaría por Macedonia y Acaya y finalmente visitaría Roma.  No nos dice el pasaje qué motivó a Pablo o cómo decidió hacerlo, pero sí sabemos que estaba determinado a hacerlo.  ¿Cuántas cosas podríamos hacer para el Señor?  ¡Muchas!  Lo triste es que muchas se quedan en ideas porque decidimos echarlas al baúl y no hacer nada al respecto.  Si tienes una idea sobre cómo servir al Señor, no la hagas a un lado sino que ponla en oración y permite que Dios haga maravillas que no esperabas para que se lleve a cabo.  Recuerda que, como siervos, somos la mano de obra y el Señor se encargará de traer todos los materiales que necesitamos.  Solamente nos toca trabajar y nuestro Dios se encarga de los planes y de cada detalle para seguir construyendo para su gloria.
Vemos también que Timoteo y Erasto ayudaban a Pablo para su siguiente viaje y de cierta manera preparaban el camino.  Hay muchos de nosotros que al querer emprender una labor, pensamos que no necesitamos de nadie más.  Somos “lobos” solitarios que hacer todo.  Esto no está bien.  Necesitamos aprender a trabajar como un solo cuerpo que necesita de cada extremidad para poder realizar cualquier tarea.
Hoy quiero animarte a trabajar para el Señor.  Quiero animarte a que pongas en práctica lo que Dios te llama a hacer.  Tal vez tienes tiempo queriendo cambiar esto o aquello.  Solamente tú sabes qué es lo que has estado arrastrando y por cuánto tiempo.  ¿No es tiempo de cambiar?  Hoy es el momento para dejar que Dios te muestre cuánto quiere hacer a través de ti.  Solamente necesita un corazón dispuesto.  Un corazón confiado venció al gigante Goliat y todos los filisteos.  Un corazón confiado sonó trompetas para que se derrumbaran los muros de Jericó.  Un corazón confiado tocó con su vara el mar para que se dividiera en dos.  Y así la lista de ejemplos sigue y sigue.  ¿No quieres ser parte de esas historias increíbles?  Solamente necesitas creer en lo que dice Dios en su palabra y ponerlo en práctica.  ¿Qué estás esperando?
Oración
Padre: definitivamente necesito cambiar y poner en práctica lo que tanto me pides.  Sé que te he hecho a un lado para no tener que hacer cambios o ajustes en mi vida pero hoy aprendí que esto no puede seguir así.  Hoy quiero ponerme en acción para servirte.  Toma mi vida.  Aquí está mi corazón, confiado y agradecido, listo para obedecer.  Guíame Señor, en el nombre de Jesús.  Amén.

sábado, 23 de agosto de 2014

Hechos 3:11-12

Hechos 3:11-12
Mientras el hombre seguía aferrado a Pedro y a Juan, toda la gente, que no salía de su asombro, corrió hacia ellos al lugar conocido como Pórtico de Salomón. Al ver esto, Pedro les dijo: Pueblo de Israel, ¿por qué nos miran como si, por nuestro propio poder o virtud, hubiéramos hecho caminar a este hombre?



Ejemplos como éste, me ayudan a discernir sobre eventos que pasan hoy en día con congregaciones o principalmente pastores que dicen sanar enfermos al instante o que comienzan a decir palabras sin sentido y lo llaman hablar en lenguas. Si pones atención, te darás cuenta que las personas que lideran estos eventos son el centro de todo lo que está sucediendo. Por el contrario, vemos a Pedro y a Juan rechazando ser la atracción y recibir el asombro y la admiración dirigiéndola directamente a Jesús. Pon atención. No te dejes confundir por escenas que parezcan fuera de realidad. Si Jesús no es el centro de atención y su palabra está escondida bajo una biblia que solamente cargan pero nunca abren y estudian, debes tener cuidado. Jesús no vino para que dejemos de sufrir sino para reconciliarnos con Dios. Si tienes dudas, te recomiendo que pidas consejo y que te expliquen con las escrituras en mano.
¿Por qué nos miran así como si nosotros hubiéramos hecho caminar a este hombre? ¡De cierta manera ellos lo hicieron! Pedro le dijo: levántate. De no haberlo hecho, el hombre seguiría tirado pidiendo limosna. Este es otro gran ejemplo para aquellos que dan gracias a Dios por algunas cosas pero consideran que ellos tienen que ver para todo lo demás. Me explico mejor. Hay quienes piensan que gracias a su audacia, inteligencia, perseverancia u otras aptitudes, han logrado sus objetivos. Error. Si la vida funcionara así, veríamos a Pedro diciendo: bueno, gracias a mi gran fe y entrega pude sanar a este hombre y si ustedes quieren ser así deben seguir estos pasos… en cambio, Pedro nos dice, ¿por qué me miran a mí si yo no he hecho nada? Lo único que hizo fue ser parte de la increíble obra de Dios. No significa que tú no debas trabajar ni quedarte sentado sin hacer nada. Significa reconocer que gracias a Dios y no a ti, las cosas suceden. ¿Alguna vez has podido decir: hoy no me voy a morir u hoy no voy a enfermarme? ¡Por supuesto que no! Tu trabajo y esfuerzo no garantizan un resultado. El resultado lo decide Dios. Lo increíble es que a pesar de nuestra rebeldía y gran orgullo, Él, en su amor, nos sigue bendiciendo.
El pueblo de Israel se asombró del milagro que aconteció frente a ellos. Así vendrán milagros a tu vida que te llenarán de asombro. Tienes dos opciones: dar todo el reconocimiento y la gloria a Dios o pensar que fue gracias al destino o la buena energía, al gran esfuerzo de los doctores, a que tienes un buen abogado o buenos contactos, a tu inteligencia y carisma, etc. ¿Qué vas a decidir?

Oración
Señor: gracias por enseñarme que hay personas que pueden utilizar tu nombre para llenarse de gloria y asombro. Gracias por el ejemplo de Pedro y Juan que nos recuerda que Tú eres quien decide y dirige todo lo que se mueve y que gracias a Ti las cosas suceden. Permite que mi vida esté siempre enfocada a Ti y mi corazón agradecido y reconociendo tu voluntad. En Cristo Jesús te lo pido
Amén

viernes, 22 de agosto de 2014

Hechos 14:14-15

Hechos 14:14-15



Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron entre la multitud dando voces y diciendo: Varones ¿por qué hacéis esto?  Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.



Tristemente existen personas que utilizan el nombre de Dios para enriquecerse aprovechándose de los demás.  Una manera muy sencilla y eficaz para poder discernir entre aquellos que son un “fiasco-fraude” de los que quieren servir al Señor es poniendo atención a quién dirigen la mirada de sus predicaciones.  He visto programas en los que se habla de Dios pero la atención está siempre enfocada en el interlocutor.  Este tipo de personas buscan influenciar a los demás por el lado sentimental y la enseñanza de la biblia es muy pobre.  Utilizan unos cuantos versículos y muchas veces ni siquiera los aplican al contexto.  Ten cuidado de los que hablan de Dios pero quieren que las luces apunten a su propia persona.  Fíjate cómo los discípulos reaccionan al saber  que lo que habían predicado estaba siendo mal enfocado.  La gente los estaba viendo a ellos en lugar de a Jesús y por ello rasgan sus vestiduras en señal de indignación.  Busca y promueve que en tu congregación siempre se de la gloria al Señor y no se enaltezca a aquellos que sirven.  “Somos hombres semejantes a ustedes” dijeron los discípulos.  Asimismo, aquellos cristianos que admiras, son como tú y como yo, la única diferencia es que han decidido no solo aceptar a Cristo sino servirlo y obedecerlo con su vida entera.  
¿A quién no le gusta que le digan que hizo algo bien?  ¿Cómo negar el que reconozcan algún don que el Señor nos ha dado?  Claro que es fácil quererle robar un poquito de la gloria a Dios y quedárnosla nosotros.  Recuerda que como humanos el reconocimiento siempre resulta tentador y en el lado espiritual no estamos exentos. Debemos tener cuidado y ser autocríticos.  ¡Qué increíble es cuando alguien te agradece por compartir la palabra de Dios!  Disfrútalo.  Goza ese momento.  Pero sobre todo, da gracias al Señor por permitirte ser un pequeño granito de arena en Su mar.  Se humilde.  Se sencillo de corazón.  Recuerda que es por la misericordia de Dios que puedes ser parte de su obra.
Tengamos cuidado como líderes o congregación, de que nuestra atención siempre esté enfocada en dar gloria al Dios vivo que creó el cielo y la tierra, los mares y todo lo que en ellos hay.
Por último, si aun no has comprendido que tu deber es servir al Señor, te animo a que pongas a Su servicio los dones que te ha dado.  Estoy seguro que puedes hacer algo mejor que los demás.  Pon esa virtud a los pies del Señor y deja que Él dirija y haga milagros.

Oración
Señor: pongo mi vida a tu servicio y te pido que Tú reines sobre ella.  Dame sabiduría para no caer con aquellos que buscan fama y utilizan tu nombre.  Te pido que mi vida siempre pueda dirigir la mirada a Ti.  Te pido que mantenga un corazón sencillo y agradable a Ti y que reconozca que Tú eres el Señor y que solo Tú mereces alabanzas. Te lo pido en el nombre de Jesucristo.  Amén 

jueves, 21 de agosto de 2014

Hebreos 6:16-18

Hebreos 6:16-18

Los seres humanos juran por alguien superior a ellos mismo, y el juramento, al confirmar lo que se ha dicho, pone punto final a toda discusión.  Por eso Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que su propósito es inmutable, la confirmó con juramento.  Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros.


La promesa está escrita en Génesis 12 y dice: Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.  Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.  Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.  Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
Hoy en día, tenemos notarios, abogados y muchas páginas de contratos que buscan darle validez a cualquier tipo de acuerdo, pero en ese entonces, un método común sería el “jurar” por alguien mayor.  De hecho, algunas personas todavía tienen la costumbre de decir: “te lo juro por Dios o por mi madre o algún familiar”.  Como si esto validara lo que se está diciendo o acordando.  Dios, en su sabiduría y misericordia con nosotros, utiliza elementos que podemos entender para demostrarnos su gran autoridad y poder.  El hecho de que la promesa se haya hecho sin haber nadie “encima” de Él, demostraba que tiene el poder absoluto.
¿Qué promesas nos da Dios el día de hoy?  Darnos vida en abundancia.  Gozo y paz mientras atravesamos pruebas.  Bendiciones.  Libertad del pecado.  Trae luz a tu vida.  Esperanza.  Sentido y razón de vivir.  Abrigo.  Alimento.  Y así, la lista sigue.  Sin embargo, nosotros dudamos de ellas.  Decimos que creemos en Dios.  Sabemos que es todopoderoso.  Pero por alguna razón, pensamos que nuestra situación es distinta.  Por alguna razón limitamos a Dios en nuestros asuntos.  ¿Resultado?  Dejamos de recibir esas promesas.  Llega la angustia.  El celo y el enojo comienzan a florecer.  El rencor se vuelve un amigo de todos los días.  Y después te preguntas cómo llegaste hasta ahí.  ¿Entiendes lo que estoy diciendo?  Dios te quiere decir el día de hoy que está puesto al cien por ciento.  Que Él no se ha movido y no se moverá.  Su palabra permanece y jamás ha mentido.  Ahora te corresponde hacer tu parte.  Él es la roca.  Él es el fundamento de todo.  Si realmente confías en Él, es tiempo que lo dejes dirigir tu vida y rendirte ante su soberanía.  Como humanos necesitamos juramentos y procesos legales para tratar de asegurar que algo se cumpla.  Dios lo hace a través de su palabra.  Sea lo que sea que estás atravesando en este momento, te pido hagas una pausa.  Respira.  ¿Qué hay en tu corazón?  ¿Tu prioridad es servir y obedecer a Jehová?  ¿Tus actos lo confirman?  Acude a Él.  Él se encarga de lo imposible.  Sí.  De tu caso también.

Oración

Mi Dios y Señor: gracias.  Te necesito tanto y no he querido reconocerlo.  Dudo y cuestiono tus promesas mientras que tomo malas decisiones por mi cuenta.  ¡perdóname!  Te entrego mi vida y te pido la dirijas.  Gracias por mostrarme que no hay nada ni nadie por encima de Ti.  Te entrego mis cargas, mis angustias, mis enojos y mis rencores.  Te pido derrames tu perdón sobre mí y pueda perdonar y amar a mi prójimo.  Dale sentido y dirección a mi vida.  Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús.  Amén

miércoles, 20 de agosto de 2014

Hebreos 7:10-13

Hebreos 7:10-13

Por tanto, este es el pacto que después de aquellos días estableceré con la casa de Israel, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón.  Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.  Ya nadie enseñará a su prójimo ni nadie enseñará a su hermano ni le dirá: ¡Conoce al Señor! porque todos me conocerán desde el más pequeño hasta el más grande.  Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados.  Al llamar nuevo a ese pacto, ha declarado obsoleto al anterior; y lo que se vuelve obsoleto y envejece ya está por desaparecer.



Si un día escribo sobre ángeles o Satanás, veo cómo el blog y la página en Facebook tienen más visitas de lo normal.  La gente está interesada en lo “desconocido” y cada vez que escuchan de espíritus o eventos sobrenaturales quieren indagar.  Por otro lado, están aquellos que quieren anular al Señor a través de la ciencia o el conocimiento humano.  Recientemente veía un programa donde se analizaba la gran capacidad de algunos animales para utilizar herramientas y conseguir comida.  Ellos dice que la evolución fue la que causó este desarrollo.
¿A dónde quiero llegar con esta introducción y qué tiene que ver con el pasaje de hoy?  Quiero que vuelvas a leer el pasaje detenidamente.  ¿Puedes darle dimensión a lo grande que es Jehová?  Mientras nosotros perdemos el tiempo con ángeles y demonios, nuestro Dios está esperando a que le conozcamos.  Mientras la gente quiere demostrar que Dios no existe a través de la ciencia, me parece que es una clara expresión de su existencia.  ¿Por qué aceptamos este tipo de cultura?  Porque en el mundo reinan las tinieblas.  Pero esto no tiene que ser así para nosotros.  Es nuestro deber y responsabilidad ser luz.  Debemos dar testimonio y hablar del Señor a aquellos que no le conocen.  Piénsalo.  Hay personas buscando su “espiritualidad” en “vibras”, “energía”, “luz” y otras cosas más.  mientras que nuestro Dios dice: perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados…  ¿Cómo podemos menospreciar esto?  ¿Cómo no compartir esta bendición?  Seamos sabios y valoremos lo que nuestro Dios nos ha dado: La oportunidad de tener comunión con Él sin merecerla.  Jehová es maravilloso.  Él ha hecho un pacto nuevo a través de Jesús para que todos le conozcamos.  Para que su nombre sea reconocido en todos lados.  Para que podamos pasar de la muerte a la vida a través de su perdón.  Hoy quiero que entendamos que, mientras nuestro Señor ha hecho absolutamente todo y está ahí para recibirnos con los brazos abiertos y el amor y perdón sin restricción, nosotros andamos perdiendo el tiempo en otras cosas.  Peor aún aquellos que no le han conocido.  Como explicaba antes, se quedan con los espíritus y los mitos en lugar de conocer al verdadero Dios.  Se quedan con el conocimiento humano que es limitado en lugar de la sabiduría del Señor que es infinita.  Hoy te pido que medites sobre tu forma de pensar de Dios.  ¿Lo estás limitando?  ¿Lo estás menospreciando?  Yo sé que el mundo lo menosprecia y tratan de reemplazarlo sin embargo, como sus seguidores no podemos hacer lo mismo.  Debemos obedecerle y llevar su esperanza donde no la hay.  Llevar luz verdadera a la oscuridad.  Llevar su paz verdadera donde no la hay.  Llevar su amor donde hay odio.  Él ya hizo un nuevo pacto.  Nosotros debemos anunciarlo.

Oración

Padre: gracias por lo que has hecho por mí sin que yo lo merezca.  Te pido perdón por mis pecados.  Te pido perdón por darte la espalda.  Hoy entiendo lo que haces por mí y no puedo seguir como antes.  Hoy entiendo que mi vida debe estar alineada con tu voluntad y que esto solamente traerá bendición.  Te pido me llenes de tu paz y amor para que pueda llevarlos a cada rincón que vaya.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

martes, 19 de agosto de 2014

Hebreos 9:15

Hebreos 9:15

Por eso Cristo es mediador de un nuevo pacto, para que los llamados reciban la herencia eterna prometida, ahora que él ha muerto para liberarlos de los pecados cometidos bajo el primer pacto.




Siempre que estoy en una plática y sale el tema de Dios o religiones, trato de tener mucho cuidado con lo que digo.  Principalmente porque nuestro deber no es “tener la razón” sino ganar almas para Cristo y hay una gran diferencia entre la primera y la segunda.  Cuando digo que soy cristiano, las respuestas más comunes son: ah, ¿es casi igual que los católicos no?; ustedes no creen en la virgen María; ustedes creen que son los únicos que se van al cielo; entre otras.  ¿Mi respuesta?  Lo que hacemos los cristianos es estudiar la biblia y seguir el ejemplo de Cristo.  Si no está en la biblia, no lo hacemos.  De ahí explicaría que María es parte de la vida de Jesús pero solo como su madre y que también tuvo más hijos (esto causa conflicto también) pero la biblia los menciona.  Y así se desarrolla poco a poco la plática.  Lo que me parece triste es que la gente perciba que somos arrogantes diciendo que somos los únicos que se van al cielo.  La verdad es que solamente aquellos que reciben a Cristo se van al cielo.  Insisto, esto es lo que dice la biblia y no un pastor o alguna persona que se le haya ocurrido.  Sin embargo, yo no puedo decir tal o cual persona no se van a ir al cielo pues no conozco sus corazones.  Solamente Dios lo sabe.  ¿Qué caso tiene ponernos a discutir sobre algo que nosotros no decidimos?  Mejor debemos aprovechar el tiempo y buscar compartir lo que Cristo hizo por nosotros.  Aquí es donde entra el pasaje de hoy.  Jesús es nuestro mediador.  Él murió por nosotros para poder ser liberados del pecado.  No lo digo yo.  No lo invento alguien por ahí.  Lo dice el libro donde nuestro Dios y Creador ha dejado toda su palabra: la biblia.  ¡Ese libro define nuestra vida!  ¿Por qué no tenemos sacerdotes?  Porque como hemos aprendido en hebreos, Jesús es el último sacerdote que permanece para siempre.  No hay necesidad de otro pues Él representa la perfección del sacerdocio.  ¿Qué hombre pudiera superarlo?  Ninguno.  ¿Por qué no adoramos a otros santos?  Porque la biblia nos da muchos ejemplos donde se nos instruye adorar a Dios y a nadie más.  Ni siquiera los ángeles son dignos de adoración.
El versículo nos enseña que Cristo es nuestro mediador.  No las buenas obras.  No las buenas intenciones.  No las buenas vibras ni la meditación.  Tampoco todas las religiones nos pueden dar un mediador para con el Creador.  Solamente Cristo.  (Otra causa de discusión).  Es importante que tengas claros los principios que Dios nos ha dejado en su palabra para que puedas compartir correctamente el evangelio.  ¿Cómo pensar que todos los caminos llevan a Dios y al mismo tiempo leer que el sacrificio de Cristo es nuestro rescate para reconciliarnos con Dios Padre?  ¡No se puede!  Una excluye a la otra.  Hoy la biblia nos enseña que Cristo es nuestro único mediador a través del cual somos librados del pecado y recibimos la herencia prometida.  Guarda estas palabras en tu mente y en tu corazón.  Es un principio muy importante para tu vida y crecimiento espiritual.

Oración

Señor: gracias por enseñarme tu palabra.  Gracias por mostrarme lo que debo y no debo hacer.  Hoy entiendo que tu palabra es perfecta y debo estudiarla y obedecerla.  Gracias por la vida de Cristo y el sacrificio que hizo por mí sin yo merecerlo.  Te pido que transformes mi vida y que pueda dar testimonio de tu gran amor.  Te pido pongas amor y sabiduría en mi corazón cada vez que hable de Ti y que no busque tener la razón o ganar una discusión sino traer almas a tus pies y que solamente brilles Tú.  En Cristo Jesús.  Amén

lunes, 18 de agosto de 2014

Hebreos 9:25-26

Hebreos 9:25-26

Ni entró (Jesús) en el cielo para ofrecerse vez tras vez, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.  Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo.  Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo.



Tristemente mucha gente no ha escuchado el evangelio y se mantienen en la ignorancia.  Es triste escuchar frases u “oraciones” en las que le piden a Dios algo a cambio de otra cosa.  Es decir, Dios, te pido sanes a tal o cual persona y te prometo que voy a hacer esto o lo otro.  Dios, te pido que si pasa esto que tanto quiero, no vuelvo a hacer tal.  ¿Te suena familiar?  No encuentro ninguna otra explicación más que ignorancia.  Después de estudiar pasajes como el de hoy, no tiene sentido pensar que necesitamos hacer algo a “cambio” de un milagro.  Jesús hizo el sacrificio perfecto una sola vez y para siempre.  ¿Qué tipo de “sacrificio”  podemos ofrecer nosotros?  Piénsalo.  ¡No tiene sentido!  Sin embargo, hoy te puedo asegurar que alguien que conoces o cercano a ti está atravesando una situación difícil y está tratando de “negociar” con el Señor.  En semana santa, hay un enorme ritual donde la gente deja de comer carne roja o algún otro alimento dependiendo el país por un periodo de tiempo.  ¿El propósito?  Tratar de reconciliarse con Dios y pedir “perdón” por sus pecados.  Lo triste es que no estamos ahí para compartirles esta gran noticia.  Nos da pena.  Nos da miedo.  No queremos incomodar a nadie.  Y así los pretextos sobran.  Sin embargo, la gente sigue sin conocer a Jehová y deseando tener comunión con Él.  Por esta razón insisto una y otra vez en la importancia de estudiar la biblia.  Debes tener muy claros los principios que Dios, y no los hombres, ha establecido.  Tal vez todavía acostumbras realizar ciertos sacrificios porque los consideras necesarios.  Después de leer el pasaje de hoy, debe quedarte claro que Jesús hizo el sacrificio que cumple con todos los requisitos para el perdón de nuestros pecados.  Por ello, no es necesario que hagas absolutamente nada más.  Sería minimizar lo que Cristo hizo.  Cada vez que alguien realiza otro “sacrificio” está negando lo que Jesús ya hizo.  Espero puedas entender que no se trata de criticar o juzgar a aquellos que realizan esto.  ¡Al contrario!  Estoy llamando a acción a todos aquellos que sí conocemos de la verdad y entendemos lo lejos que está de la voluntad de Dios el querer acercarse a Él a través de sacrificios.  Claramente nos dice la biblia que el sacrificio no se repite una y otra vez sino que fue perfecto y para siempre.  ¡Esto es lo que debemos anunciar!  También son principios que debemos guardar en nuestro corazón y utilizarlos como fundamento de nuestra esperanza en Él.  No solo murió por nosotros sino que además nos espera para interceder por nuestros pecados y poder entrar en presencia del Padre.  Este sacrificio debe humillarte y guiarte a reconocer lo pequeño que eres y lo grande que es Él.

Oración

Señor: gracias por permitirme aprender de tu palabra y conocer tu voluntad.  Gracias por mostrarme el sacrificio tan perfecto y eterno de Cristo y lo vital que es para mi vida espiritual.  Te pido perdón por mis pecados y que mi vida lleve a otras personas a conocerte.  En el nombre de Jesucristo.  Amén.

domingo, 17 de agosto de 2014

Hebreos 10:11-14

Hebreos 10:11-14

Todo sacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.  Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios, en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.  Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando.



Recientemente tuve una platica sumamente interesante.  Pude darme cuenta que Satanás no es estático sino sumamente dinámico.  Si bien, ya intentó perseguirnos y amedrentarnos sin resultado, hoy en día su estrategia es diametralmente opuesta.  Su ataque es más sutil.  Más sencillo y a la vez más profundo.  ¿Para que luchar contra Dios?  Mejor permear la idea que cada quien tiene a su dios.  Mejor promover que todos los caminos llevan al mismo lugar.  ¿Todos buscan el bien cierto?  Cada persona puede escoger su propio camino y al final llegará al “mejor” lugar porque puede creer en lo que quiera y eso es lo que pasará.  ¿Sacrificios?  Eso ya no se usa.  ¿Pecado?  Pues seguramente no soy el más santo o perfecto pero no debo estar tan mal.  Dentro de la conversación que tuve, me decía una persona convencida que no hay diferencia entre religiones pues todas buscan el mismo objetivo.  Irónicamente, al mismo tiempo reconoció que somos pecadores sin embargo cada quien puede “limpiarse” a su manera.  Por más que intenté explicar que la biblia dice que solamente uno puede llegar al cielo a través de Cristo y de nadie más, simplemente me escucharon y pensaron que yo estaba bien y ellos también.  ¡Increíble trabajo de Satanás!  ¡Todos estamos bien!  Mientras tanto, la gente se va a una eternidad sin Dios.  El punto no es debatir quién está bien y quién está mal.  El punto es anunciar que Cristo murió por nosotros y es justamente lo que dice el pasaje de hoy.  Nos dice que se sacrificó una sola vez y para siempre para después sentarse a la derecha del padre y todos sus enemigos serán puestos a sus pies.  Esto quiere decir que, aquellos que no le recibieron, que pelearon contra Él y le blasfemaron, serán juzgados.  Esto es real.  Esta es verdad absoluta.  No es mi idea.  No es mi religión.  Es lo que Dios ha establecido que sucederá.  Así como estableció que viniera el diluvio o cuando destruyó Sodoma o anunció que vendría el Mesías y se cumplieron todas las escrituras en Cristo.  No podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras la gente sigue perdida.  No puedes ser indiferente.  Tampoco se trata de ir y “convencer” a la gente.  Ese trabajo lo hace Dios.  A nosotros nos corresponde anunciar y vivir el ejemplo de Cristo.  En esa conversación yo expliqué lo que la biblia dice.  Espero comportarme como siervo de Dios y poder causar un impacto.  La semilla la dejé.  Solo Dios sabrá si dará fruto posteriormente.  Esa es nuestra responsabilidad.  Exponer el evangelio sin temor y sin censura.  Cristo se sacrificó por nosotros y hoy reina a la diestra del Padre.  ¿De qué lado quieres estar?

Oración

Señor: yo quiero estar contigo.  Te pido perdón por mis pecados y reconozco que Cristo murió por mí.  Te pido por sabiduría pues no es fácil entender que solamente Tú eres el camino.  Abre mi corazón y mi entendimiento.  Guía mi vida.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

sábado, 16 de agosto de 2014

Hebreos 11:8-10

Hebreos 11:8-10

Por la fe Abraham cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.  Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor.



Génesis 12 narra esta historia de Abraham.  El versículo 1 dice: Jehová dijo a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.  No le pidió algo fácil.  Mucha gente ni siquiera se cambia de trabajo por miedo al cambio, mucho menos de ciudad o país.  Dice una canción que la costumbre es más fuerte que el amor y yo le agregaría que las ganas de mejorar o siquiera de tener fe para hacer las cosas de manera distinta.  Es increíble lo arraigados que podemos estar a las cosas materiales e incluso interpersonales como la familia o amistades.  No quiere decir que esté mal tener buena comunión con tus seres queridos.  El problema llega cuando no dejamos que Dios haga de nosotros conforme a su voluntad.  Ponemos trabas y pretextos.  He escuchado testimonios de pastores que dejaron atrás grandes iglesias y amistades por seguir el camino que Dios les mostró en otro lado.  ¡Por supuesto que fue difícil!  Conforme pasó el tiempo vieron la mano de Dios haciendo cosas increíbles y confirmando que habían hecho lo correcto.  Me gusta pensar que todo lo que tenemos Dios lo pone en nuestras manos.  Nosotros debemos dejar esas manos abiertas para que Él decida poner o quitar conforme a su voluntad.  Por el contrario, cuando las cerramos, nos cuesta más trabajo dejar que Él haga cualquier cambio.  Ojo, de todas formas lo va a hacer.
Dios no quiere que todos cambiemos de ciudad o país.  Lo que sí debes saber es que es necesario hacer cambios en tu vida.  Dejar atrás lo que tanto estorba en tu comunión con Dios.  En ocasiones, hay personas que queremos mucho pero simplemente nos alejan de Dios.  Tal vez debes dejar de ir a ciertos lugares.  Así como Dios llamó a Abram y le pidió que dejara todo, hoy Dios te llama y te pide exactamente lo mismo.  Deja todo y sígueme.  Abram salió de su tierra y no reclamó ni cuestionó al Señor.  Simplemente obedeció.  ¡Por eso es nuestro ejemplo de fe el día de hoy!  Cuando Dios habla, nosotros debemos escuchar e inmediatamente después, obedecer.  Eso es fe.  Eso es ser un verdadero hijo de Dios.  Alguien que escucha y no hace nada, no puede sentirse parte con Dios.  Tal vez te has estado engañando pensando que es posible llevar una doble vida.  No se puede.  Dios quiere todo tu ser.  Quiere que le entregues tu corazón.  Tus pensamientos.  Tus deseos.  Tus miedos.  Todo.  No tengas miedo ni dejes que el mundo a tu alrededor frene ese llamado que Dios te hace.  Sabes perfectamente cuando Dios te habla.  Esas palabras tocan tu corazón.  Remueven lo que pensabas nunca podría ser removido.  Abren todo lo que quieres esconder.  Simplemente sacuden todo tu piso.  No le des la espalda a esas palabras.  Ten fe y deja que Él se encargue de dirigir tu vida.  Así como Abram, toma tus cosas y deja de vivir conforme a tu voluntad y comienza a vivir conforme a Cristo.

Oración

Padre: quiero vivir con mi fe puesta en Ti.  Quiero escucharte y obedecerte como lo hizo Abram.  Quiero dejar de dudar y cuestionar.  Te entrego mi vida.  Te entrego todo para que pueda vivir conforme a tu voluntad.  Guíame y no permitas que me aparte de Ti.  En el nombre de Cristo Jesús.  Amén

viernes, 15 de agosto de 2014

Hebreos 10:37-39

Hebreos 10:37-39

Pues dentro de muy poco tiempo, “el que ha de venir vendrá, y no tardará.  Pero mi justo vivirá por la fe.  Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado”.  Pero nosotros no somos de los que se vuelven a tras y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida.



La cita es de Habacuc capítulo 2 versículos 3 y 4.  Nos repite que el Señor volverá y esa debe ser nuestra esperanza.  Ya sea que seamos llamados o que estemos vivos mientras Cristo viene por segunda ocasión, esto es un evento que debes estar convencido que sucederá.  ¿Quién es el justo?  ¿A quién hace referencia?  El justo es aquél que ha aceptado a Jesús como su Salvador.  El sacrificio realizado paga por sus pecados y por eso es llamado justo.  Irónicamente, la biblia nos enseña que no hay un solo justo en este mundo y eso puede confundir a algunos.  Lo que se refiere es que sin Cristo, no podemos ser justos.  No hay absolutamente nada que podamos hacer para poder “ganarnos” el cielo.  Jesús es el único camino para llegar.  No tus buenas obras ni tus buenos deseos.  Cristo.  Ese justo al que hace referencia el autor de Hebreos, vive por la fe y no deja de perseverar en su meta espiritual.
El pasaje de hoy nos enseña algo importantísimo: debemos tener mucho cuidado de lo que hacemos.  Me explico mejor.  Uno no se aparta del Señor de un día para otro.  No está un día estudiando la palabra y en constante oración y al día siguiente haciendo su voluntad.  No.  Uno se aparta poco a poco.  Comienza a dejar de leer.  Las oraciones se vuelven cotidianas y cortas.  Los estudios bíblicos son pocos.  Y así, prefieren asistir a alguna otra actividad que a la iglesia.  Por último, sin darse mucha cuenta, su relación con Dios está sumamente fría.  Cuando descuidamos nuestra vida espiritual estamos volviendo atrás.  Estamos cayendo justamente en la advertencia que se nos está haciendo el día de hoy.  Lo grave es que a Dios no le agrada.  Medita en esto.  Piensa de qué lado estás.  Puedes estar con aquellos que viven por la fe y no regresan a sus viejas andanzas o por el contrario, has descuidado tu crecimiento espiritual y estás en camino a la perdición.  Recuerda que con el Señor no hay medias tintas.  O estás con Él o estás contra Él.  No podemos estar coqueteando y jugando con nuestra vida espiritual y el pecado.  Si realmente has decidido por Cristo, tu vida debe ser distinta.  Tu vida debes enfocarla a no regresar al pecado y a lo que no agrada a Dios.  Debes aprender a vivir por fe y mantenerte firme.
Vuelve a leer el pasaje completo.  En donde dice: pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás.  Cambia la palabra nosotros y escribe YO.  Ahora vuelve a leerlo.  ¿Describe tu compromiso espiritual?  Espero que pueda animarte a que seas de los que no se vuelve atrás y acaban por perderse sino que tienes fe y preservas tu vida.  No lo tomes a la ligera.  Insisto, o estás con Él o contra Él.  Te animo a que estés con Él y dejes que Él reine en tu vida.  Es la mejor decisión que he tomado y espero hagas lo mismo.

Oración

Padre: perdóname.  He vuelto atrás.  Te pido limpies mis pecados y pueda regresar a Ti.  Quiero preservar mi vida.  Quiero vivir por la fe.  Quiero crecer espiritualmente y no caer.  Toma mi vida Señor y no permitas que me aparte de Ti.  Te lo pido en el nombre de Jesucristo.  Amén.

jueves, 14 de agosto de 2014

Hebreos 10:35-36

Hebreos 10:35-36

Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada.  Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que Él ha prometido.



La biblia constantemente nos enseña a crecer espiritualmente y poner nuestra mirada en las cosas de Dios y no las de este mundo.  Tenemos promesas que se cumplirán cuando seamos llamados a la presencia del Señor y disfrutaremos en grande junto con Él.  Pero también hay bendiciones mientras estamos aquí.  Simplemente, cuando vivimos obedeciendo y sirviendo a Jehová, nuestra vida se transforma de tal forma que la palabra de Dios nos dice que tenemos vida en abundancia.  Los versículos de hoy nos motivan a no perder la esperanza.  Básicamente a no desanimarte por todo lo que tienes frente a ti.  A no bajar la mirada del cielo y dejar que los problemas parezcan mayores que nuestro Señor.  No te sientas mal si sientes que en ocasiones has “tirado la toalla” espiritual.  Es normal.  Es un proceso que cada uno vive de distintas formas.  Lo que no está bien es que no levantes esa toalla y retomes el camino correcto.  Satanás, el Acusador, buscará hacerte sentir mal por cada caída que tengas.  Tratará de convencerte que no mereces regresar con el Señor.  ¡No hagas caso!  Dobla tu corazón y Dios está esperando que vengas a Él.  El pasaje nos dice que nosotros debemos perseverar.  ¿Qué significa esta palabra?  El diccionario dice: durar permanentemente o por largo tiempo; continuar con constancia lo que se ha empezado.  ¡No dejes que se apague esa flama por el Señor!  Mantente firme.  Pasa tiempo con Él en oración y leyendo su palabra.  Convive con aquellos que quieren agradar a Dios.  Busca apoyo y guía.  No te encierres y pienses que tú puedes solo.  Para eso somos una iglesia y una familia.  Necesitamos animarnos los unos a los otros.  Ahora, muchos prefieren luchar solos porque no quieren exponer sus problemas.  Eso se llama orgullo.  Es la soberbia saliendo a la luz.  ¿Acaso crees que los que vamos a la congregación somos perfectos?  ¡Por supuesto que no!  Cada uno de nosotros peca y necesita a Cristo para ser perdonado.  Deja la hipocresía a un lado.  El pasaje de hoy nos da dos instrucciones: no perder la confianza y perseverar.  Si has empezado a caminar con el Señor, no pares.  No bajes la mirada.  No te desanimes.  No temas.  Sigue confiando en Él pues tu corazón necesita pruebas para ser moldeado y transformado.  Además, como dice el pasaje de hoy, tú recibirás sus promesas al hacer y permanecer en su voluntad.
Yo sé que hay un cielo y que al morir iré a la presencia de mi Dios.  También sé, que obedecer a Cristo hoy, aquí en este mundo, no solo traerá bendiciones cuando vaya con Él sino también en esta vida.  Te animo a vivir a Cristo hoy y a descubrir lo que puede hacer en tu vida el día de hoy y para el día en que seas llamado.

Oración

Padre: gracias. Tu amor me llena de esperanza.  Tu misericordia me anima a seguir adelante.  Gracias por estar ahí.  Gracias por quererme bendecir y enseñarme a vivir conforme a tu voluntad y abundantemente.  Te pido perdón por mis pecados y sobre todo que guíes mi vida y no permitas que me separe de Ti.  En Cristo Jesús.  Amén.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Hebreos 10:30-31

Hebreos 10:30-31

Pues conocemos al que dijo: mía es la venganza; yo pagaré; y también: El Señor juzgará a su pueblo.  ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo!




Es fácil confiar en lo que vemos y desconfiar de lo que no vemos.
Ser cristiano no significa ser un “agachado” o “dejado”.  Poner la otra mejilla no es estar carente de valor.  No somos personas sin personalidad ni tampoco vamos por la vida sin rumbo.  La diferencia radica en el pasaje de hoy.  Para aquellos que amamos a Dios y queremos que Él reine, debemos aprender a entregarle la venganza.  Leíste bien.  La venganza le corresponde al Señor.  No a ti.  No a mí.  A Él.  En el mundo nos movemos conforme a la ley de la selva donde el más fuerte o poderoso es quien termina “ganando”.  Pues debes saber que Dios es más que cualquier otro.  Sí.  Pareciera que las cosas no están a tu favor, pero debes confiar y entregar tus preocupaciones a Él.  ¿El resultado?  Paz.  Caminar con la carga de Cristo que es ligera y fácil de llevar y dejar atrás tu carga que no te dejaba siquiera dormir tranquilo.  Cada día hay injusticias en este mundo.  La gente le reclama a Dios el por qué las permite y estoy seguro que Él se entristece diciendo: ¿y por qué me reclaman cuando ni siquiera pasan tiempo conmigo?  La culpa no es de Dios sino de nosotros que nos hemos apartado de Él.  ¿Lo puedes entender?
Lo que quiero que aprendas y recuerdes el día de hoy es la importancia de no dejarse llevar por lo que sucede en este mundo.  Vas a atravesar injusticias.  Habrá gente que te lastime.  Mientras tanto debes recordar Romanos 12:12 que dice “gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”.  No debemos vivir buscando una vida color de rosa sino una vida llena de tribulación que nos haga aumentar nuestro tiempo de oración y comunión con Dios que a su vez, nos llene de gozo pues vivimos en la esperanza de su venida.
Aquí vivimos en una lucha de egos.  No debemos caer en ese juego.  Dios nos pide que muramos a nosotros mismos para que Él crezca.  Mientras más “apagas” tu luz, más brilla la de Cristo.  Por eso el Señor vino a servir y no a ser servido.  Para que nosotros le imitemos.  He escuchado historias de pleitos que llevan a actos impensables.  El orgullo brilla y la razón se apaga.  Proverbios 11:12 dice: Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.  El orgullo no trae nada bueno a tu vida mientras que la humildad trae sabiduría.  No te dejes llevar por esa marea tan fuerte con la que vivimos en este mundo.  Si lo mejor fuera ser el más fuerte y el más poderoso, Cristo no hubiera nacido en un pesebre y tener como profesión la carpintería.  Hubiera llegado al mejor palacio del momento y gobernado como ningún otro rey.  ¿Lo puedes ver?  ¡Ese no es nuestro objetivo como creyentes!  Servir al Rey de reyes es nuestro objetivo.  Confiar en Él.  Entregarle nuestras cargas y vivir confiados en que Él nos ama y se encarga de nosotros.  No caigas en la desesperación.  No dejes que tu orgullo y coraje reine sobre tus decisiones ni que la injusticia te haga perder la fe.  Entrega todo al Señor pues la venganza la pertenece a Él.  Él llama a cuentas y terrible cosa es caer en su manos.

Oración

Padre: gracias.  Vengo con mi corazón humillado a entregarte mis cargas.  Hay odio, coraje, impotencia y muchas cosas más que quiero entregarte y no llevar más conmigo.  Hoy aprendí que Tú eres quien hace justicia y se encarga de todo.  Yo quiero confiar en Ti y dejar atrás el vivir como en la selva.  Ayúdame a vivir humillado y agradecido.  Sirviendo y no buscando ser servido.  No permitas que este mundo me arrastre sino que pueda tener mis pies firmes en Ti.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén.

martes, 12 de agosto de 2014

Hebreos 10:26-29

Hebreos 10:26-29

Si después de recibir el conocimiento de la verdad pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados.  Sólo queda una terrible expectativa de juicio, el fuego ardiente que ha de devorar a los enemigos de Dios.  Cualquiera que rechazaba la ley de Moisés moría irremediablemente por el testimonio de dos o tres testigos.  ¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado, y que ha insultado al Espíritu de la gracia?



Proverbios 1:7 dice: el principio de la sabiduría es el temor a Jehová.  No es casualidad que la sabiduría no se encuentra en el amor ni en la misericordia o la gracia sino exclusivamente en el temor a Jehová.  He escuchado opiniones sobre lo que significa temer a Jehová y personalmente creo que lo podemos tomar literal.  Debemos tener miedo a Jehová.  El problema radica en no entender el miedo.  Temer a algo no significa que estamos alejados de ello sino que nuestras decisiones serán distintas y probablemente mejores basadas en ese temor.  Por ejemplo: si temo a las alturas, tendré mayor cuidado al caminar por acantilados o conduciendo en carretera por montañas.  No voy a dejar de vivir por ese temor sino que tomaré precauciones y mis decisiones se verán afectadas por el mismo.  Pues así es el temor a Jehová.  No quiere decir que no vamos a hacer nada por temor a que nos caiga un rayo.  Al contrario, vamos a tomar decisiones sabiendo que a nuestro Dios le es abominación el pecado y, por consecuencia, debemos mantenernos alejados de él.  ¿Lo puedes entender mejor?  Ahora vuelve a leer el pasaje.  Si podemos parafrasearlo, a mi parecer diría: Con Dios no se juega.  Uno no puede ir pensando que tiene comunión con Dios por atender a un evento los domingos.  La comunión con Dios se demuestra a través de tus acciones.  Tu vida debe tener congruencia entre lo que dice la biblia y lo que haces en tu día a día.  De lo contrario, el pasaje de hoy te dice que estás jugando con fuego y te vas a quemar.  Dios conoce tu corazón.  Ve hasta lo más profundo de ti y no le puedes engañar.  Tu pareja, tus seres queridos y los que te rodean pueden ser engañados.  Dios no.  Él sabe dónde estás parado y las intenciones de tu corazón.  Si ya has conocido la verdad ¿qué esperas para reformar tu camino?
Si como sociedad hemos acordado que ciertos delitos se castiguen con cárcel, ¿qué castigo merece aquél que pisotea al Hijo de Dios?  ¿Qué merece aquél que desprecia el amor que se ha derramado sobre él?  ¿Qué merece aquél que da la espalda a la misericordia y gracia que le son ofrecidas?  Ningún hombre ha establecido ese castigo sino Dios: la muerte y el infierno.  No es una novela ni ciencia ficción.  Al morir habrá juicio y de ahí iremos a la presencia del Padre si nuestro “abogado” fue Cristo o al infierno si le despreciamos en este mundo.  Aunque no es fácil hablar del juicio de Dios, es necesario compartirlo pues la gente tiene que saberlo.


Señor: definitivamente no quiero estar jugando con fuego y te pido perdón por darte la espalda y no tomarte con la seriedad debida.  Te pido perdones mis pecados y sobre todo que renueves mi mente y mi corazón pues quiero cambiar.  No permitas que siga igual sino guía mis pasos conforme a tu voluntad.  En Cristo Jesús.  Amén.

lunes, 11 de agosto de 2014

Hebreos 10:25

Hebreos 10:25

No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que aquel día se acerca.



Definitivamente ninguno de nosotros es perfecto y por consecuencia las congregaciones tampoco lo son.  Es fácil caer en la crítica y juzgar lo que se hace en una u otra iglesia.  Sin embargo, ¿quiénes somos para llevar juicio?  Si bien, es importante que pongas atención a lo que se predica y buscar siempre que la palabra de Dios sea lo más importante, el resto está de más.  He oído críticas a iglesias que son muy grandes mientras que otros critican que en una iglesia pequeña están encima de uno como si fuéramos niños.  Unos piensan que las alabanzas deberían ser himnos mientras que otros quieren música más contemporánea.  También se comenta sobre el pastor o co pastores que y su estilo de predicación.  En fin, siempre hay algo sobre lo cual podríamos discutir.  Sin embargo, pocas veces reconocemos el increíble efecto que tiene una congregación sobre aquellos que quieren alabar a su Señor y tomar ánimos para seguir en la lucha de su crecimiento espiritual.  Testimonios de personas que quebrantan corazones.  Familias destrozadas que hoy cuentan cómo el Señor puso paz en donde solo había gritos, rencores y odios.  Personas adictas que hoy dan gloria a Dios por otro día más de libertad y esperanza.  Cada persona tiene una historia.  A veces unas nos impactan más que otras pero eso es simplemente por el momento que estamos atravesando.  Yo te aseguro que tu vida sirve de inspiración a alguien más.  Ni siquiera tienes que saberlo pero hay gente que te observa y ven con ánimos tu forma de servir y vivir a Cristo.  Por esto nos dice el versículo que no debemos dejar de reunirnos.  ¡Nos perderíamos de muchas bendiciones!  No podríamos escuchar historias asombrosas sobre vidas transformadas y corazones renovados.  Tampoco podríamos ir y pedir para que oren por la situación que atravesamos.  Nos perderíamos de la oportunidad de convivir con gente que quiere crecer espiritualmente y pasa por situaciones similares a las nuestras.  Dejaríamos de escuchar palabras de aliento cuando todo parece estar de cabeza.  Y, a mi parecer, lo peor sería que dejaríamos de escuchar las correcciones de aquellos que nos muestran lo que dice la palabra y cómo debemos ajustar nuestra vida basada en ella.  Es fácil minimizar a la congregación y criticarla.  Sin embargo, esto no trae ningún beneficio y no edifica.  Por el contrario, si cambiar tu perspectiva y dejas que la visión de Dios te guíe, podrás darte cuenta de que reunirte y gozarte con los hermanos en la fe es una de las más grandes dichas.  Sé que algunos pudieron haber tenido malas experiencias y por ello prefieran “mantener su distancia”.  Hoy te digo que eso se llama soberbia.  Si Jesús te perdona y te recibe con los brazos abiertos, quién eres tú para no hacerlo con tu prójimo.  No dejemos de reunirnos como familia y busquemos la bendición que resulta de este ejercicio.

Oración

Padre: perdóname.  Entiendo que estoy siendo orgulloso al juzgar y criticar a la congregación.  Hoy me humillo ante Ti y te pido que pongas amor en mi corazón para con mi prójimo.  Te pido pongas en mí el deseo de reunirme con mis hermanos y que pueda gozarme de la bendición que esto conlleva.  En Cristo Jesús.  Amén

domingo, 10 de agosto de 2014

Hebreos 10:19-21

Hebreos 10:19-21

Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo; y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios.



Al momento en que Jesús muere, nos dice la biblia que el velo del templo que dividía el Lugar Santísimo fue rasgado y quedó abierto.  No te dejes engañar por la palabra velo pues medía cuatro pulgadas de grueso lo que equivale a 10cm.  Como hemos aprendido, uno no podía simplemente entrar en el Lugar Santísimo.  Solamente el sacerdote y después de haber realizado un ritual que incluía el sacrificio de un animal inocente.  Dios se encargó de mostrarnos que el pecado nos separa de Él.  De manera tangible podían ver que no se podía entrar al Lugar Santísimo sin haber primero pedido expiación por los pecados.  Cuando Cristo muere y el velo es rasgado, no significa que nuestro pecado no nos separe más sino que el pecado ya no nos domina ni reina pues Jesús vino para darnos esperanza haciendo el sacrificio perfecto.  Ya no es necesario estar realizando sacrificios constantemente sino que el camino a Jehová quedó abierto con la sangre de Cristo.  Por esto, el pasaje nos dice: mediante la sangre de Jesús, tenemos libertad para entrar al Lugar Santísimo.  Gracias al sacrificio de Jesús, la separación entre nosotros y Dios queda anulada.  Insisto, no porque nuestro pecado deje de existir sino porque Cristo nos ha limpiado y perdonado con su sangre.  Esto es lo que yo considero la máxima expresión de amor y gracia.  Sin merecerlo.  Sin haber hecho absolutamente nada.  Cristo me amó y entregó su vida por mí.  ¡Increíble!  Como buen padre amoroso, intercambió mi condena y la sufrió por mí.  Pagó por mí.  Se entregó por mí.  ¿No te parece incomprensible tanto amor?  Pues ahora, ese amor que hemos recibido debemos vivirlo llevándolo a nuestro prójimo.  Perdona.  Ama.  Ayuda.  Comparte.  Predica.  Da testimonio.  Deja de pensar tanto en ti y piensa en tu prójimo.  ¿Cómo quiere Dios que seas utilizado?  El mundo está lleno de odios y rencores; de guerras entre familias, países e ideologías por falta de amor y perdón.  La gente se pregunta, ¿dónde está Dios en todo este caos?  La respuesta es sencilla: está presente esperando a que podamos reconocer nuestra necesidad de Él y aceptemos que su Hijo pagó por nuestros pecados.  Que no te confundan.  Dios no está alejado.  Tampoco es un Dios que no le interese lo que pasa en tu vida.  Incluso cuando existía el templo y se separaba el lugar santísimo, no significaba que Dios estaba excluido de los demás.  Él siempre te ha amado y siempre te amará.  Sin embargo, debes decidir si vas a reconocer tu naturaleza caída y pedir que Cristo limpie tus pecados y puedas ser perdonado.  Él ahora está como nuestro sacerdote frente a la familia de Dios y a la diestra del Padre.  Cristo ya cumplió su parte y ahora nos corresponde cumplir la nuestra.

Oración

Señor: perdóname.  Entiendo el gran sacrificio que hizo Jesús por mí y sobretodo que yo merecía todo ese sufrimiento.  Te pido que limpies mi vida y que ahora tenga a Jesús como mi sacerdote.  Quiero vivir conforme a tu palabra.  Te pido reines en mi vida.  En el nombre de Jesús.  Amén

sábado, 9 de agosto de 2014

VAYA TRAS QUIENES SIGUEN A CRISTO

VAYA TRAS QUIENES SIGUEN A CRISTO
  Pablo estableció el patrón para nosotros. En estos tiempos de engaño, acusación y falso discernimiento, busquemos y acatemos a aquellos que caminan tras el modelo de Pablo. Discernamos la influencia de Jesús en aquellos nos lideran. Cuando claramente vemos al Señor, vayamos tras quienes siguen a Cristo. Muchos maestros pasaran por la vida de usted. Recuerde las advertencias de Pablo al buscar dirección en oración acerca de las enseñanzas de quienes podrían influir sobre su vida. Busque aquellos que están prosiguiendo al premio de alcanzar la semejanza a Cristo. Respecto a los otros, ore por ellos, párese junto a ellos, y, según sea guiado por el Señor, incluso congréguese en sus iglesias y aliéntelos en amor y oración. Pero si ellos no están yendo a donde usted lo hace, ¡no los siga! Pablo dijo: "Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que esta delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (v.13-14). ¿Qué fue lo que Pablo decidió "olvidar"? Él puso a un lado las heridas, perdonó las ofensas, y entregó en manos de Dios las desilusiones del ayer. Él prosiguió a la meta, al premio de poseer a Cristo. Pablo continuó en Filipenses: "No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús" (Fil. 3:12). Nuevamente, estamos buscando el patrón que Dios busca para cada uno de nosotros. ¡Un cristiano maduro es alguien que vive en la búsqueda de Dios! Pablo no abrazó la muerte como una entidad en sí misma; él abrazó la muerte de Cristo, la cual es no solamente lamuerte del yo, sino también el triunfo del amor. Es esta entrega "a muerte por causa de Jesús" que permite que "la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal" (2 Cor. 4:11). Y todavía, conocer a Cristo significa también participar de Sus padecimientos mientras ponemos nuestras vidas por la redención de otros. Aquellos que padecen por Jesús, recuerden: la participación de Sus padecimientos es parte del conocerlo a Él. Hay una diferencia entre conocer una colección de verdades religiosas y realmente conocer a Cristo. La verdad está en conocer a Jesús; Él mismo es el camino, la verdad y la vida. Conocerlo es la vida eterna, y vivir en comunión con Él es participar del néctar del cielo. "A fin de conocerle, y el poder de Su resurrección, y la participación de Sus padecimientos, llegando a ser semejante a Él en Su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos" (v. 10-11). Amados, comenzamos este estudio con la advertencia de Pablo: "mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros " (v. 17). En el siguiente versículo, Dios revela el patrón que querremos imitar: Pablo se separa a sí mismo aun más de la ley mosaica, revelando que su búsqueda es "ser hallado en Él (Cristo), no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo (v. 9). Habiendo sido guardado de las consecuencias de la Ley, y habiendo recibido una nueva fuente de "justicia que es de Dios por la fe", Pablo es libre de ir en pos de su verdadero destino: ¡La semejanza a Cristo! Luego de presentar su notable linaje en los versículos 5 - 6, israelita de nacimiento; fariseo de acuerdo a la Ley, perseguidor de la Iglesia y de acuerdo a la definición de justicia de la Ley, irreprensible - Pablo renuncia luego a las cosas mismas que alcanzó o logró, diciendo: "Pero cuantas cosas eran para mi ganancia, las he estimado como perdida por amor de Cristo" (v. 7). Para los maduros, ningún puesto u opinión de hombres puede reemplazar "la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús (nuestro) Señor". El más asombroso de los logros "lo tengo por basura para ganar (nosotros) a Cristo" (v. 8). Una cosa es ser capaz de discernir lo que es falso, pero de mucho más valor es conocer claramente el patrón de la verdad. Así, Pablo utiliza el capitulo tres de Filipenses para revelar la actitud de su corazón. Al hacerlo, nos da el patrón o modelo de lo que debemos buscar en un líder. La esencia de este error consistía en que la expiación de Cristo no era suficiente para la salvación; además era necesario guardar todo el conjunto de las leyes mosaicas para ser salvos. Hoy en día la gente continúa importando obligaciones religiosas a la experiencia de salvación. Al exponer y advertirnos contra la influencia de la "falsa circuncisión", Pablo estableció una protección contra la atadura de las exigencias legalistas a fin de recibir la salvación. Y mientras ciertamente el camino que lleva a la vida es angosto, el Camino es una Persona: Jesucristo. No llegamos a la meta por cumplir leyes sino al encomendarnos al cuidado de Cristo. La tercera advertencia fue dirigida contra la "falsa circuncisión" (Fil. 3:2). Estos eran los judíos cristianos que, cuando fueron salvados, trataron de hacer del cristianismo una extensión del judaísmo. Esta última enseñanza fue la más peligrosa, por cuanto parecía ser la más razonable. Parte de los esfuerzos de Pablo como apóstol era edificar una unidad Cristo-céntrica entre los cristianos. Sin embargo, los "malos obreros" estaban centrados en sÍ mismos antes que en Cristo. Antes de seguir a líder alguno, verdaderamente debemos ver la influencia de Cristo en crecimiento en el carácter de ese individuo. Busque escuchar a su pastor hablar, al menos ocasionalmente, de su visión de alcanzar la semejanza a Cristo. Busque evidencias de humildad; busque ver una carga por la oración, y ver cómo él cultiva la unidad con otras iglesias cristianas. Si su pastor o líder está creciendo en estos valores, entonces él está también creciendo en fiabilidad. Al procurar él seguir a Cristo, probablemente el fruto de su ministerio será saludable. Pablo no estaba diciendo, por supuesto, que se ignore completamente lo que está mal en las personas. Necesitamos discernimiento. Permítame decirlo lisa y llanamente: Hay serios errores doctrinales y pecados en la Iglesia moderna. Pero cuando usted observe un patrón de ira, buscadores de faltas en otras personas, cuando en ellos el punto de vista primario parece siempre negativo, cuidado. Recuerde, Jesús advirtió acerca de los fariseos quienes "confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros" (Lucas 18:9). Cuidado cuando su maestro debe con frecuencia menospreciar a otros para exaltarse a sí mismo. La Iglesia de hoy tiene personas parecidas, quienes andan buscando faltas, quienes incesantemente y en su propia justicia se alimentan de la basura de los fracasos de la condición humana. Pablo está diciendo: "Cuidado con aquellos que siempre tienen algo negativo para decir, quienes continuamente están juzgando o difamando a otros. Si usted los escucha, se volverá como ellos. Sus palabras le robaran la visión, lo dejaran sin alegría, y drenaran su energía". Al primer grupo Pablo identifica como "los perros". La frase "cuidado con el perro" nos es conocida aun hoy. Significa que aquí hay un animal perverso. La mayoría de los perros en los tiempos de Pablo eran carroñeros. Uno podía encontrar docenas de estos animales comiendo desperdicios en los basureros fuera de las ciudades. Pablo comenzó su discurso revelando tres tipos de falsos maestros. Él advirtió: "Cuidaos de los perros, cuidaos de los malos obreros, cuidaos de la falsa circuncisión" (Fil. 3:2). Estos tres tienen cada uno su homólogo moderno. El contexto dentro del cual escribió Pablo, describe su propia justicia antes de encontrar a Cristo y su posterior abandono radical de la confianza en la carne. Estudiaremos cuidadosamente estos versículos, porque en una época en la que el engaño va en aumento, no todos los que claman "verdad, verdad" están hablando en defensa de la conformidad a Jesús. El Apóstol Pablo enfrentó un grave problema en el primer siglo. Falsos maestros se habían introducido en la Iglesia. El Apóstol advirtió a los filipenses, y a nosotros por extensión, a reconocer las diferencias entre un verdadero hombre de Dios y un falso maestro o profeta. Sin ninguna pose de falsa humildad, Pablo declaró que tanto su visión y su actitud espiritual son ejemplos que nosotros debemos seguir. Él nos instruye en nuestras habilidades de discernimiento a que busquemos y "acatemos" a líderes quienes son ejemplo del eje del propósito de Dios, el cual es poseer la semejanza con Cristo. "Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros" -- Filipenses 3:17