jueves, 30 de noviembre de 2017

La Vista Desde La Montaña Versión Jesús


La Vista Desde La Montaña Versión Jesús

“…JESÚS TOMÓ A PEDRO, A JACOBO Y A… JUAN… A UN MONTE ALTO” (Mateo 17:1)

Fíjate en tres cosas.

(1) No todos son aptos para subir al monte.

Jesús escogió a los tres que tenían que ir. No llamó a todos sus discípulos, ni les explicó o se disculpó con aquellos que se quedaron abajo. Dios nos ama a todos por igual, pero no nos da a todos los mismos grados de experiencias con Él. Dios es el que llama, no nosotros, por lo que puedes confiar en Él. Él sabe lo que está haciendo.

(2) Los que suben no son necesariamente más sabios o más espirituales.

Tras ver a Jesús transfigurado en el resplandor de la gloria de Dios, Pedro dijo sin tino: “Si quieres, haremos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías” (Mateo 17:4). Pedro fue sincero, pero estaba sinceramente equivocado. Resiste la tentación de hablar, en lugar de esperar a oír lo que Dios tiene que decir, o de proyectar tu ministerio en torno a una experiencia que tuviste con Dios diseñada para equiparte personalmente, y no para que se convierta en el tema y el énfasis de tu vida.

(3) El plan de Dios es manifestar a Jesús y no a ti, y ésta es una lección que tenemos que aprender una y otra vez.

“Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió y se oyó una voz desde la nube, que decía: “Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” “Cuando ellos alzaron los ojos, no vieron a nadie, sino a Jesús sólo” (Mateo 17:5-8). El mayor desafío de tu vida es alcanzar el lugar donde te centras en “nadie más que Jesús”. La relación más importante que puedas tener es con Él. El único plan que puede salir bien es el que Él te ha dado. Y el poder necesario para cumplir ese plan, viene sólo de Él.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

El llamado de Abraham


El llamado de Abraham

Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena… porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

Hebreos 11:8-10

En la Biblia Abraham es llamado “padre de todos los creyentes” (Romanos 4:11). Dios lo llamó a dejar su país; Abraham creyó en Dios y le obedeció. Nuestras vidas son muy diferentes a la de Abraham (quien vivió hace unos 4.000 años), pero la esencia de la fe sigue siendo la misma, es decir, escuchar el llamado de Dios y responderle.

Para Abraham el llamado era muy exigente: “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré” (Génesis 12:1). Dios lo llamaba a dejar las comodidades de sus posesiones y de su país, para entrar en lo desconocido. Pero le dio una promesa de bendición. Abraham escuchó el llamado y se puso en marcha. ¡Obedeció a Dios y confió en él!

Dios también tiene un llamado para nosotros. Incluso “ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30). ¿Qué es arrepentirse? Es volverse a Dios reconociendo sus pecados, y creer en Jesucristo, el Salvador. Creer supone confiar en Dios, estar dispuesto a obedecerle.

Es erróneo pensar que la obediencia a Dios nos limita el espacio vital. Al contrario, cuando creemos en Dios somos confortados y liberados, pues Dios nos ama. Él nos da la libertad… ¡para hacer el bien! También nos libera de lo que nos bloquea, de nuestros miedos, culpabilidad y egoísmo.

“Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar” (Salmo 4:1).    Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo;

El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá.

Salmos 101. 6

martes, 28 de noviembre de 2017

Recordemos las bendiciones de Dios


Recordemos las bendiciones de Dios

Salmo 9.1, 2

Cuando pusimos nuestra fe en Jesús, recibimos ciertos privilegios. Recordar estas promesas es una buena manera de mantener un corazón agradecido, incluso cuando enfrentemos problemas en otros aspectos. Examinemos cuatro bendiciones.

1. El regalo de la salvación en Cristo. No importa qué prueba estemos enfrentando, ella es microscópica al lado del sacrificio de Jesús a nuestro favor. La cruz fue un precio muy alto a pagar, pero el Salvador tomó voluntariamente nuestro lugar para ofrecernos perdón y vida eterna.

2. La seguridad del amor de Dios. El Señor nos ama incondicionalmente (1 Jn 4.16). Lamentablemente, las tormentas de la vida pueden llevarnos a dudar de esto, pero Romanos 8.31-39 nos dice que nada puede separarnos del amor de Dios.

3. La respuesta a las oraciones. Tenemos el maravilloso privilegio de hablar con el Padre sobre cualquier cosa que nos agobie, y Él jamás se cansa de escuchar a sus hijos. Nuestro Dios omnipotente y omnisciente no solo es capaz de ayudarnos en cualquier situación, sino que también sabe la mejor manera de hacerlo.

4. Un plan personalizado. El Señor tiene una determinación, un plan y un propósito para nuestras vidas que Él llevará a cabo si le obedecemos. Nadie está exento de la adversidad, pero podemos confiar en que Dios usará todo para nuestro bien.

Las adversidades, las tentaciones y las pruebas nos tocarán a todos, pero el Señor permite las dificultades por una razón, incluso cuando no entendamos por qué (Ro 8.28). Por tanto, sométase al Padre, dele gracias por su sabiduría, y tenga la confianza de que Él cumplirá sus propósitos para usted.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Contentos y confiados


Contentos y confiados

Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.

Salmo 17:5

Los cristianos que son espiritualmente estables tienen un testimonio que honra a Cristo. Esa es la clase de testimonio que tenía el apóstol Pablo. Atado en cadenas como preso del Imperio Romano, seguía contento y confiado en el Señor (Fil. 4:11, 13). Pero muchos creyentes no están contentos hoy. En realidad, a los incrédulos les resulta difícil entender cómo un cristiano que cree en un Dios Todopoderoso puede vivir como si Dios fuera débil.

Tal vez haya ocasiones en las que usted se sienta aplastado, débil y sin poder mantenerse firme. Usted sabe lo que es perder su equilibrio espiritual. Nos enfrentamos a las tentaciones y las pruebas de esta vida. No obstante, es esencial que seamos espiritualmente estables no solo por nuestro propio bienestar, sino también por nuestro testimonio cristiano ante el mundo perdido. Así que cerciórese de que está dependiendo de Dios, no de usted mismo, para mantenerse firme. Detención de la carne

¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

Salmo 119:9

La conducta santa que produce estabilidad espiritual depende de la obediencia a la norma divina de la Palabra de Dios. La Palabra es la que cultiva las actitudes, los pensamientos y la conducta que evitará que usted sea aplastado por las pruebas y las tentaciones.

A fin de comprender la relación entre las actitudes, los pensamientos y la conducta, considere esta analogía. Si un policía ve a alguien que está a punto de violar la ley, lo detendrá. De igual manera, las actitudes y los pensamientos santos producidos por la Palabra actúan como policías para detener la carne antes que cometa un delito contra la norma de la Palabra de Dios. Pero si no están de guardia, no pueden detener la carne, y la carne está en libertad para violar la ley de Dios.

La analogía enseña que las actitudes y los pensamientos rectos deben preceder a los hábitos rectos. Pablo comprendía que solamente las armas espirituales ayudarán en nuestra lucha contra la carne (2 Co. 10:4). Al usar las armas apropiadas, usted puede llevar "cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (v. 5).           

domingo, 26 de noviembre de 2017


¿Cómo Usar Lo Que Dios Te Ha Dado?

“…CADA UNO CONFORME A SU CAPACIDAD…” (Mateo 25:15b)

En su famosa parábola de los talentos, Jesús dijo que tres personas recibieron algo para invertir, …cada uno conforme a su capacidad… (Mateo 25:15b). Date cuenta de que Dios sólo te dará tanto como puedas manejar. Si no recibiste los mismos talentos que tu prójimo, no te preocupes y usa lo que Él te dio a ti. El primer trabajador duplicó lo que había recibido. ¿No te gustaría recibir algún consejo suyo? El segundo hizo lo mismo. Pero el tercero tuvo miedo y enterró sus talentos. Ahora bien, cuando fracasas al invertir lo que el Señor te ha dado, Él pierde los “intereses” de su inversión en ti, y tú el galardón que habrías disfrutado.

El miedo es tu enemigo número uno, porque congela tu fe y paraliza tu creatividad. Tu dinero, tu tiempo, tu talento, tu amor, etc. son “semillas” que deben ser “sembradas”; así que, “siémbralas” en algo en lo que crees, algo que te sobrevivirá. Todo lo que Dios te da debe ser multiplicado. Si no lo haces, eventualmente lo perderás. La parábola de Cristo termina con estas sobrias palabras: “Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos…” (Mateo 25:28).

¿Alguna vez has notado cómo los que vierten generosamente en las vidas de otros son constantemente provistos de nuevo, mientras los que se preocupan por separarse de ello terminan por perderlo o por no disfrutarlo? “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará” (2 Corintios 9:6). Pregúntale a cualquier agricultor: sólo obtendrás una cosecha si sacas tu “semilla” del “granero” y la entierras en el “suelo”. De esa manera, el Señor tiene algo con qué trabajar. Así que, la palabra para ti hoy es: Usa lo que Dios te ha dado.

sábado, 25 de noviembre de 2017

2 Pedro 3:14-16


2 Pedro 3:14-16

Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, y en paz con Él. Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación, tal como les escribió también nuestro querido hermano Pablo, con la sabiduría que Dios le dio. En todas sus cartas se refiere a estos mismos temas. Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes e inconstantes tergiversan, como lo hacen también con las demás escrituras, para su propia perdición.

No dejo de sorprenderme en aquellos que niegan a Dios por considerarlo “creado por el hombre” o que no se puede explicar científicamente. Hablan de cuando el mundo se creó hace miles de millones de años y eso lo creen sin ninguna dificultad. Hablan de la evolución sin tener al cien por ciento la línea entre el simio y el homo sapiens. Pero lo dan por hecho y resulta blasfemia el cuestionar su veracidad. Pero cuando se refiere a Dios, cuando hablamos de un ser que no podemos encerrar en nuestras mentes ni explicar con métodos científicos, entonces sí, ¿cómo podemos creer en eso? Personalmente me resulta más difícil creer que la tierra tiene miles de millones de años. No porque los tenga o no sino porque nadie ha vivido ni siquiera doscientos años para poder confirmar que nuestro método para identificar la “edad” es correcto. ¿no te parece ilógico? Hace tiempo vi un documental sobre el ADN. Lo que encontraron unos científicos es que todos tenemos un mismo gen que se transmite por la madre solamente. Le llamaron Eva. Resulta que ese gen, lo encontraron en todos los humanos y, en resumen, comprueba que todos venimos de una misma “madre Eva”. También, el mismo ADN, según los científicos, eliminaba la opción de que el ser humano tuviera miles de años de existencia. Los cálculos que le daban eran sumamente similares a los que historiadores de la biblia le dan a nuestra existencia. Aproximadamente 6000 años. A pesar de esas negaciones, críticas e incluso burlas, la biblia nos dice que Dios es paciente. Paciente para que abran los ojos y se den cuenta de su error. Paciente a pesar de que la gente tergiversa su palabra. Así también nosotros debemos ser con nuestro prójimo. Pacientes. Orando por ellos. No queriendo juzgar ni querer “convertir” a nadie. Nuestro llamado es a compartir el evangelio y anunciar a Cristo amando a nuestro prójimo. Del resto se encarga Dios. Por ello Pedro nos dice: esfuércense cada día para que sean hallados sin mancha y sin defecto, en paz con el Señor.

Allá afuera vas a escuchar muchas cosas acerca de Dios. No todas serán ciertas. Algunas te confundirán. Por esta razón debes acudir a la biblia. Debes corroborar lo que escuchas y no creer simplemente porque alguien dijo. Mientras tanto, preocúpate por mantenerte santo. Preocúpate por compartir a Cristo dando testimonio con los que te rodean. Preocúpate por estar en paz con el Señor. No te dejes confundir ni engañar. Pide a Dios por sabiduría para que abra tu entendimiento y te revele su palabra conforme a su voluntad.

Oración

Señor: gracias por tu palabra que está llena de enseñanza. Gracias por advertirme que muchos usan tu nombre sin siquiera conocerte. Te pido por sabiduría para no confundirme de lo que escucho y que siempre pueda venir a tu palabra para corroborar lo que escucho de Ti. Perdona mis pecados mi Dios y permite que pueda vivir sin mancha y en paz contigo. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.        

viernes, 24 de noviembre de 2017

fe genera milagros.


   fe genera milagros.  Jesús revela el poder de la fe y cómo esta genera maravillas y milagros.  Los discípulos se maravillaron, la palabra maravilla aquí viene del griego "dsaumázo" que significa: admirados, asombrados, sorprendidos; esto es lo que sucede cuando por nuestra fe en Dios él hace milagros entre nosotros, cuando por tu fe Dios hace maravillas en tu vida, en tu hogar, en tus hijos, en tu liderazgo, porque Jesús dijo: “si puedes creer, al que cree todo le es posible”, (Mr. 9:23). Vemos entonces cómo la fe es el escenario de los milagros. 

   

La fe transforma nuestra manera de hablar. Jesús aprovecha éste momento para enseñarles cosas muy importantes acerca de la fe:



1. La fe hará que superen los más grandes obstáculos (“si a este monte dijereis quítate, será hecho”).

2. La fe los llevará a cosas mayores (de secar una higuera a trasladar un monte).

3. La fe los llevará a declarar grandes cosas en la voluntad de Dios. (Jesús les dijo: “si dijereis a este monte quítate, será hecho”, la fe nos lleva a hablar de manera diferente, pues declaramos nuestra confianza en Dios y en sus promesas).  





La fe determina nuestra comunión con Dios. Nuestra manera de orar es alimentada por nuestro nivel de fe, si lo hacemos “creyendo” recibiremos la respuesta de Dios, la fe debe ser declarada en nuestras oraciones, evitemos oraciones lastimeras y de resignación porque éstas no producirán los milagros de Dios. 



Reflexión final: Jesús conoce nuestra condición, nuestras luchas y necesidades, y él quiere que lo busquemos y que lo hagamos con fe, porque Dios quiere moverse a tu favor, permite su acción sobrenatural orando, siendo guiado por su Espíritu y verás las maravillas del Señor a tu favor. La fe genera milagros. 

jueves, 23 de noviembre de 2017

Hebreos 2:11-13


Hebreos 2:11-13

Tanto el que santifica como los que son santificados tienen un mismo origen, por lo cual Jesús no se avergüenza de llamarlos hermanos, cuando dice: “Proclamaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.” En otra parte dice: “Yo confiaré en él.” Y añade: “Aquí estoy yo, con los hermanos que Dios me ha dado.”

Jesús fue un hombre como tú y como yo. Sin embargo, al mismo tiempo era cien por ciento Dios. ¿Cómo lo sé? Porque eso es lo que la biblia nos dice. Cuando se escribe este libro o carta a los hebreos, se tenía la duda de quién era realmente Jesús. ¿Era Dios? ¿Era un profeta? Recuerda que en algún momento la gente pensaba que era Elías. En general, existía confusión entre los judíos que recibían el mensaje y por ello, con estos versículos se busca clarificar las cosas. Me parece una increíble muestra de sabiduría y soberanía por parte del Señor, al escribirnos algo que no solamente fue utilizado hace dos mil años sino hoy en día nos encontramos con los mismos cuestionamientos. ¡Definitivamente es nuestro creador y sabe perfectamente de qué “pie cojeamos”! Es muy importante tener claros los principios que Dios nos da. De lo contrario andamos de un lado para el otro conforme escuchamos a alguien hablar y luego cambiamos si escuchamos a alguien más. Recuerda que la biblia siempre debe ser tu lugar donde acudes para aclarar cualquier duda y establece todos los principios de la fe.

Jesús fue hombre. No solamente tuvo hermanos en la fe sino también hermanos carnales. Mateo 19:55 nos explica claramente que Jacobo, José, Simón y Judas fueron sus hermanos. Sí. Hijos de María su madre. Mucha gente piensa que María permaneció sin tener más hijos después de Jesús, pero es erróneo. Claramente nos dice la palabra que tuvo otros hijos. ¿Entiendes ahora la importancia de estudiar la biblia? Como seguidores de Jesús, debemos tener claro quién es Él. Él es Dios. El Verbo. A través de Él todo fue hecho. Al mismo tiempo fue hecho hombre. Hombre carnal. Con tentaciones. Con hambre. Con dolor y cansancio. Él vino a proclamar el nombre de Jehová a todos nosotros. Ahora podemos entender que Jesús no fue una gran persona solamente. Él es Dios también. Sé que he sido muy repetitivo, pero es de gran importancia que tengas claro este principio y no te confundan con otras creencias fuera de la biblia. Aquellos que creen que Cristo solamente fue Dios estando en la tierra, están equivocados. El pasaje de hoy nos dice claramente que Él y nosotros tenemos un mismo origen. Nos dice que Jesús nos llama hermanos. No podría llamarnos hermanos siendo Dios. ¿Cómo el Señor le llama hermano al siervo?

Sé que no es fácil entender cómo puede ser Dios hecho hombre y al mismo tiempo seguir siendo Dios. Parece una gran historia fantástica. Sin embargo, Dios así lo dispuso y solamente tenemos el testimonio escrito no solo en la biblia sino en los historiadores de la época los milagros que se hicieron para demostrar esta dualidad. A nosotros nos queda creerlo y dejar que Dios haga milagros en nuestras vidas para poder vivir en carne propia la demostración de su deidad.

Oración

Padre: gracias por ser un Dios de orden y aclarar cualquier confusión que surge involucrando tu nombre. Hoy entiendo que Jesús fue hombre como yo y al mismo tiempo Dios. Entiendo la importancia de leer y estudiar tu palabra para conocerte mejor y tener claros tus principios. Gracias por la vida de Jesús. Gracias por amarme y perdonarme. Te pido siempre guíes mi vida Señor. En Cristo Jesús. Amén.       

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Santiago 1:19


Santiago 1:19

Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

Listos para escuchar y lentos para hablar o enojarse. Generalmente hacemos todo lo contrario. Siempre quieres exponer tu punto primero y convencer a los demás de que estás en lo correcto.

Imagina por un momento al congreso de un país totalmente en silencio, escuchando al orador y poniendo atención a cada palabra que dice. Imagina un maestro escuchando a sus alumnos con atención; a un padre escuchando a sus hijos; a un jefe escuchando a sus subordinados; a un hijo escuchando a su padre; a un subordinado escuchando a su jefe. ¿Por qué es tan complicado escuchar? ¿Por qué se facilita tanto hablar y se dificulta el escuchar? ¿Te has topado con personas que solamente hablan y hablan y no te dejan decir nada? ¿Has estado en discusiones donde no se pueden dar opiniones ni puntos de vista? ¡Cuántas discusiones y cuántos problemas se evitarían si tan solo siguiéramos este principio! ¿Cuántas personas quieren una mejor comunicación con los demás?

Aprende a escuchar. Aprende a callar. Aprende a controlar tus impulsos.

La comunicación no es fácil entre personas.

Listo para oír no significa estar tranquilos y pretender escuchar. Hay muchas personas que escuchan lo que se dice, pero en ningún momento tratan de “procesar” la información recibida para poderla comparar con la que ellos tienen. En consecuencia, simplemente le estás hablando a una pared. El estar pronto para oír significa una actitud continua. Requiere de tu entrega y sobre todo que dejes de pensar en ti y pienses primero en lo que Jesús quiere que hagas para posteriormente poder escuchar a tu prójimo. Es hacer a un lado el egocentrismo, dejar de pensar en lo que quieres, en lo que piensas que debería ser, en lo que deseas corregir. Pronto para oír no significa dejar de exponer tu punto de vista. Parafraseando el versículo Santiago dice algo así: ten cuidado con tus actitudes, es importante que pongas atención en tu forma de reaccionar cuando las personas no están de acuerdo contigo. Cuando alguien hable, escúchalo, trata de entender su postura, entiende su situación y punto de vista. No te impacientes por contestar y debatir sobre los desacuerdos. Habla con calma, habla en el amor de Cristo. Recuerda, ten cuidado de que la ira y el enojo no se apoderen de lo que dices o haces. Es muy fácil que te pase así que pon atención.

La clave para poder llevar a cabo esto está en Cristo. Debes reconocer que tú no puedes dominar tu ira, tus enojos, tus corajes. Entender que solamente Dios, a través del Espíritu Santo puede hacer esa transformación en ti. Pídelo al Señor y experimenta los cambios que realiza en aquellos que le entregan su vida.

Oración

Padre: te pido perdón porque no he sabido escuchar ni tampoco controlar mi ira y enojos. Hoy quiero ser diferente y reconozco que yo no puedo hacerlo. Te pido que controles mi ira, controles mis palabras y pongas en mi paciencia para escuchar a mi prójimo. Permite que recuerde siempre estos versículos para tener una actitud pronta a escuchar y lenta para la ira. Te lo pido en el nombre de Jesús

Amén      

lunes, 20 de noviembre de 2017

Proverbios 10:12


Proverbios 10:12

El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas.

Primero debes entender lo que significa rencillas. Según la Real Academia Española, significa: cuestión o riña que da lugar a un estado de hostilidad entre dos o más personas. En otras traducciones como la Nueva Versión, utilizan la palabra disensión, la cual significa: contienda, riña o altercación. También resulta interesante la definición de odio: antipatía y aversión hacia algo o alguien cuyo mal se desea.

¿Te suena familiar este sentimiento?

Todos nos hemos visto envueltos en la explosividad del odio. No creo que exista una sola persona que no haya tenido un momento de coraje y furia transformándose en odio. Así somos. Es más fácil odiar que amar. En general pienso que casi siempre es más fácil hacer lo malo que lo bueno pero ese es asunto de otro día. ¿Qué tiene de importante este proverbio? ¿Para qué sirve memorizarlo y analizarlo?

En este año, he asistido a varios cursos para mejorar mi desempeño laboral. El patrón más importante que he aprendido (¡y el que más me hace falta!) es la disciplina. De igual forma, pienso que si lo trasladamos a nuestra vida en Cristo, la disciplina es nuestro mejor aliado.

Con disciplina, todo tiene un orden. Primero estableces tus metas y en el caso espiritual también lo podemos hacer y aquí es donde el versículo entra en acción. No puedes ir por el mundo tratando de agradar a Dios sin ningún plan, sin ninguna estrategia: sin disciplina. No puedes andar pensando que no vas a odiar a nadie así nada más por haber leído estas palabras. Tal vez y estés pensando: pues así he estado todo este tiempo. Es hora de hacer las cosas bien. La disciplina en Cristo entra cuando quieres ser un buen siervo y entregar tu vida a Dios. ¿Cómo la quieres entregar? ¿Al 10, 20 o 100 por ciento? Yo pensaría que al cien.

El odio es un sentimiento que debe atacarse con disciplina, con una estrategia. No puedes tener éxito contra el odio si no estás preparado. Si recuerdas la última vez que hayas tenido este sentir contra alguien o algo, podrás percatarte del poco control que tuviste sobre él, pero el amor cubre todas las faltas. El amor es la herramienta principal que tienes contra el odio. En la televisión, los libros y los consejos en general te dicen que está bien que odies a algunas personas y para “aliviarte” te recomiendan varias actividades. La Biblia no dice eso. La Biblia dice que para salir del odio es necesario amar.

Hoy quiero animarte a meditar sobre el odio en tu vida y tu forma de tratar con él, animarte a tener disciplina memorizando versículos como éste para estar preparado en situaciones futuras y poder reaccionar mejor, meditando pasajes de la Palabra de Dios, hasta que sus principios se vuelvan un hábito y no un evento forzado. Entiende que el odio causa conflictos, problemas, enemistades y no tiene ningún beneficio para ti más que destrucción. Por el contrario, el amor es constructivo. Ahora conoces las consecuencias del odio y la forma de evitarlo: en amor. Te corresponde tomar una decisión al respecto sobre cómo atacarás este sentimiento hoy y en ocasiones futuras…

Oración

Señor: creo que no había puesto atención al odio en mi vida. Lo había hecho a un lado y pensaba que no estorbaría en mi relación contigo. Gracias por mostrarme que no es así y que además lo único que causa son mayores conflictos. Te pido que pongas el amor en mi corazón para poder sacar el odio que hay en mí. Te pido que pueda grabar estas palabras y utilizarlas siempre. Te lo pido en el nombre de Jesús

Amén

domingo, 19 de noviembre de 2017

La Biblia dice


EL SEÑOR DIOS PLANTÓ UN HUERTO EN EDÉN… Y PUSO ALLÍ AL HOMBRE QUE HABÍA FORMADO (Génesis 2:8)

La Biblia dice: “Tomó, pues, el Señor Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidara” (Génesis 2:15). Puede que Dios te esté diciendo hoy: “Te he preparado, te he puesto donde debes estar, he plantado bendiciones en tu vida que son programadas para que salgan a la luz en distintos momentos, pero ahora tienes que currártelo”. Deja de buscar “huertos” que ya están “podados”; es preciso que “podes” tu propio “huerto”. Te corresponde pasar por luchas personales y derramar tus propias lágrimas. Cuando las personas te dan cosas, también te las pueden quitar. Sin embargo, cuando el Señor te las da, son tuyas para siempre, pero debes cuidarlas. Tienes que “podar” tus hijos, porque no llegarán a buen término si los descuidas (lee Proverbio 22:6). Hace falta que “podes” tus relaciones personales: ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos…! (Salmo 1:1 La Biblia de las Américas). Es preciso que “podes” tu negocio personal. Eso significa: honrar a Dios como tu socio, permitiéndolo que use tu empresa para promover la suya.

Cuando camines con el Señor, Él te protegerá y te prosperará, incluso en tiempos difíciles, pero tienes que seguir currándotelo. Pregunta a cualquier agricultor y te dirá lo siguiente: el trigo desatendido se perderá con el tiempo; debe ser sembrado. No hay tanto malo en tu vida, sólo que esperas que Dios haga las cosas que Él espera que tú hagas. ¡Vamos, agarra las “tijeras de podar” y ponte manos a la obra!       

sábado, 18 de noviembre de 2017

Fíjate en esto


“EL SEÑOR DIOS PLANTÓ UN HUERTO EN EDÉN… Y PUSO ALLÍ AL HOMBRE QUE HABÍA FORMADO” (Génesis 2:8)

Fíjate en esto: Dios “…puso…” al hombre en el huerto, “…al oriente…” (Génesis 2:8b). No es suficiente estar en el “huerto”, debes estar en el lugar preciso. Hace falta que ores: “Señor, ponme en el “huerto” que planeaste para mí.

Educando a los hijos se aprende muchas cosas. Nos hemos hecho mayores y somos más sabios diciendo: “No hagas eso” y “No vayas hacia allá”. Pero no puedes acortar el proceso; tendrán que tropezar, porque así es como aprenderán a funcionar y a encontrar su propio camino. Tal vez tú mismo trabajaste en varios empleos antes de que sacaste en claro lo que se supuso que hicieras. Eso es porque todavía no estabas “en tu lugar”. Si eres sabio, en algún momento comenzarás a orar: “Señor, no dejes que pase la vida probando cosas; ponme en el lugar que tengas para mí”.

Sin saberlo, puedes estar en el lugar correcto porque Dios lo ha “plantado” y no “creer [es decir, necesitas tiempo para poder darte cuenta de ello]. No importa donde empecemos; lo importante es dónde terminemos. Debes mirarte en el espejo y decir: Hay algo en mí que todavía no ha salido fuera. Señor, ayúdame a mantenerme firme hasta que saques de mí lo que plantaste dentro”. No dejes que nadie te convenza que eres un fracaso por “no llevar puestos los zapatos apropiados” o porque ahora mismo no lo tengas todo tan claro. Dios tiene un lugar en mente para ti; simplemente camina con Él y Él te llevará allí.        

viernes, 17 de noviembre de 2017

¿Qué significa “plantar


EL SEÑOR DIOS PLANTÓ UN HUERTO EN EDÉN… Y PUSO ALLÍ AL HOMBRE QUE HABÍA FORMADO (Génesis 2:8)

¿Qué significa “plantar” Enterrar semillas más allá de la vista humana a fin de que germinen y eventualmente produzcan fruto? En el plan de Dios para tu vida, Él ha plantado bendiciones dentro de ti que experimentarás con el paso del tiempo. Solamente porque entres en un campo y no veas una cosecha, eso no quiere decir que las semillas no estén allí; el Señor ha plantado cosas en tu vida que llevarán su fruto en distintos momentos.

Es sorprendente que Dios quisiera sembrar en nosotros. ¿Por qué se esforzaría cuando podría crear las cosas diciendo sólo una palabra? Piensa acerca del amor, el empeño personal del Creador del universo mientras se inclina hacia abajo y planta bendiciones en ti para que vayan surgiendo durante las diversas estaciones de tu vida. Todo lo que el Señor tiene para ti no ha surgido todavía, de manera que no puedes darte por vencido o marcharte y decir: “Esto es todo lo que hay”. No, Dios tiene plantadas algunas cosas en ti que no has visto o experimentado hasta ahora. Aún te estás transformando en lo que Él sembró dentro de ti. Sabiendo esto reforzará tu fe de que realmente va a ocurrir. También significa que el Señor cree en ti, incluso cuando no crees en ti mismo…

Hay talentos en tu interior que no han sido descubiertos y sueños que no se han cumplido. ¡Eso es lo que significa estar en una batalla! El diablo está peleando contigo acerca de tu destino. Él sabe qué es lo que ha sido plantado en ti y está tratando de echar a perder la “semilla”. ¡No lo dejes! No eres la persona que serás dentro de seis meses o dentro de seis años, porque hay un factor tiempo; todo no llega a ser “cosechado” en el mismo instante. Debes tener fe y paciencia, de otra manera perderás lo que Dios tiene para ti.  

jueves, 16 de noviembre de 2017

Preparado, plantado, fijado, podado y prosperado


Preparado, plantado, fijado, podado y prosperado

“EL SEÑOR DIOS PLANTÓ UN HUERTO EN EDÉN… Y PUSO ALLÍ AL HOMBRE QUE HABÍA FORMADO” (Génesis 2:8)

Antes de que Dios pusiese a Adán en el huerto, Él lo formó (lee Génesis 2:7,8). Hay un proceso de preparación por el que el Señor nos lleva con el fin de hacernos lo que necesitamos ser, pero esa preparación lleva tiempo. Él debe tratar nuestras contradicciones, defectos de personalidad, áreas de desconfianza, asuntos de la infancia no resueltos, cicatrices, fracasos, etc. ¿Cuánto tiempo requiere eso? Sólo Dios lo sabe. Admítelo, ¿aun a tu edad no reconoces todavía algunas formas infantiles dentro de ti? Cualquiera habría perdido las esperanzas contigo, pero el Señor tiene un plan y se comprometió a llevarlo a cabo. Todos deberíamos llevar un letrero que diga: “Obra sin terminar. Si me contratas, debes saberlo. Si te casas conmigo, es preciso que lo sepas”.

La Biblia dice que Dios “…formó al hombre del polvo de la Tierra…” (Génesis 2:7). ¿Con qué trabaja? ¡Con polvo! Y los artilugios que usa para formarte son las experiencias por las que pasas a través de la vida; éstas te forman y te cambian. Cuanto más sigas intentando hacer las cosas a tu manera, más tiempo llevará el proceso. Puede que te lleve cinco años para que aprendas a dejar de agradar a las personas, o diez para que ceses de sentir pena por ti mismo, o veinte para que dejes de volver la mirada hacia atrás reviviendo tu infancia. Durante todo ese tiempo, el Señor te está diciendo: “Deja de hacerlo”, y tú contestas: “Ya lo sé; voy a hacer las cosas mejor”. Entonces, finalmente, sucede una crisis y la verdad te golpea fuertemente. En ese momento dices: “¿Sabes qué? Voy a olvidar aquellas cosas que se quedan atrás y empezaré a extenderme a lo que está delante” (lee Filipenses 3:13b).   

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Colosenses.2.v6-8


Colosenses.2.v6-8 Aceptar a Cristo como Señor de su vida es el comienzo de la vida con Cristo. Pero debe continuar siguiendo a sus líderes para arraigarse, edificarse y fortalecerse en su fe. Cristo desea guiarlo y ayudarlo cada día en sus problemas. Usted puede vivir para Cristo al: (1) dedicar su vida y someterse a su voluntad (Rom_12:1-2); (2) buscar aprender de Él, de su vida y de sus enseñanzas (Rom_3:16); y (3) reconocer el poder del Espíritu Santo en usted (Hechos. _1:8; Gal_5:22).

2.7 Pablo usa la ilustración de estar arraigados a Cristo. Así como las plantas reciben nutrición del suelo a través de sus raíces, recibimos fortaleza de Cristo. Cuanto más dependan nuestras vidas de El, menos serán las posibilidades de que seamos engañados por aquellos que falsamente claman tener respuestas para la vida. Si Cristo es nuestra fortaleza, seremos libres de las regulaciones humanas.

2.8 Pablo escribe contra cualquier filosofía de vida basada solo en ideas humanas. El mismo era un filósofo dotado, por lo tanto, no condenaba la filosofía. Condenaba las enseñanzas que dan mayor crédito a la humanidad, no a Cristo, como la respuesta para los problemas de la vida, al grado que se conviertan en una falsa religión. Hay muchas propuestas del hombre para enfrentar los problemas que no toman en cuenta a Dios. Para resistir la herejía usted debe usar su mente, fijar sus ojos en Cristo y estudiar la Biblia.

martes, 14 de noviembre de 2017

Evite el conflicto personal


Evite el conflicto personal

Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.

Filipenses 4:2

Pablo afrontó muchos conflictos en la iglesia, pero algunos eran lo suficientemente importantes para él como para tratar con ellos en sus epístolas, y también importantes para nuestra enseñanza. Es evidente que las dos mujeres en el versículo de hoy estaban dirigiendo dos facciones opuestas en la iglesia. No sabemos cuáles eran sus quejas específicas, pero podemos suponer que fuera un conflicto personal.

Sabemos que las dos mujeres eran miembros notables de la iglesia porque habían trabajado con Pablo en la causa del evangelio (Fil. 4:3). Y sabemos que estaban causando estrago en la iglesia porque al parecer no estaba unida (Fil. 2:2). Reconociendo que se trataba de falta de amor, que indica la presencia de orgullo y la ausencia de humildad, Pablo rogó que las mujeres fueran "de un mismo sentir en el Señor" (4:2). Cada una estaba exigiendo su propio derecho en vez de interesarse en el derecho de la otra. Pero como Pablo las exhortó y nos exhorta a nosotros, una buena relación con el Señor resolverá cualquier discordia. Regocíjese en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo ¡Regocijaos!

Filipenses 4:4

Muchos creyentes se convierten en víctimas de sus circunstancias y como consecuencia viven en altibajos espirituales. Para ellos, una orden de que se regocijen parece irracional. Pero la orden del versículo de hoy es regocijarse "en el Señor".

No siempre podemos regocijarnos en nuestras circunstancias o en las de otras personas porque ambas pueden ser malas. Sin embargo, podemos regocijarnos en el Señor porque Él es siempre bueno y sabemos que nunca cambia. De modo que nuestra estabilidad espiritual se relaciona directamente con nuestro conocimiento de Dios. El conocerlo nos ayuda a vivir por encima de nuestras circunstancias y nos da estabilidad. Por eso se escribieron los Salmos en forma poética y se les puso música, para que el pueblo de Israel pudiera memorizar las Escrituras y cantar himnos a fin de profundizar su conocimiento de Dios. El conocerlo hace que todo lo demás parezca menos importante.   

lunes, 13 de noviembre de 2017

La fe mueve la mano de Dios


La fe mueve la mano de Dios"

“Quienes por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia, obtuvieron promesas, cerraron bocas de leones, apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada; siendo débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros”.

Hebreos 11:33-34

La Biblia está llena de hombres y mujeres de fe, quienes conociendo a Dios supieron vivir con una fe victoriosa, mostrando a los ojos de los hombres lo posible ante lo imposible. Fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve, es esa la convicción que debemos tener, pues tenemos un Dios grande que es el Creador del universo, él es el Todopoderoso, y somos parte de un ejército de fe llamados a declarar la grandeza de Dios, a cerrar bocas de leones, a mostrar el poder de Dios en medio de un mundo incrédulo. Jesús mismo nos enseña “Si tuvieres fe como un grano de mostaza, podrían decirle a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible”.



La fe se obtiene por oír la palabra de Dios, en leer de su palabra empapándose de ella, y estando en oración continua. Es así como aprendemos a conocer a Dios de quien es, y las grandes que hace y aun puede hacer por medio nuestro.



Seamos parte de esta Generación de Fe, que ve las cosas imposibles como POSIBLES ya que dependemos de un Dios Grandioso y Poderoso, activemos la fe que fe sin obras es fe muerta y sin fe es imposible agradar a Dios, despertemos a una realidad en que los sueños en Dios se hacen realidad, haciendo lo que nunca hemos hecho, pero sabiendo que Dios estará con nosotros siempre…es tiempo de vencer y declarar las promesas de Dios sabiendo que La Fe Mueve La Mano De Dios.  

domingo, 12 de noviembre de 2017

Decisiónes que tomar


Salirse de la cubertura de Dios que está en la Iglesia de Cristo es una mala Decisión.  Rut. tomo una buena decisión porque entendió que El Dios de su suegra Noemi era El Dios verdadero.

En la toma de decisiones es muy importante no dejarse influenciar por las circunstancias.  Belén significa casa de pan y a pesar de eso estaba pasando por momentos de dificultad, Había hambre.  Aquí hubo una mala decisión por el cabeza de familia esposo de Noemi de salirse de la cubertura de Dios que estaba en el pueblo de Israel aun cuando en aquellos momentos pasaban por una prueba de su Dios por su desobediencia a Dios.  Rut 1

1. Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos.

2. El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí.

3. Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos,

4. los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años.

5. Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.

6. Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.

7. Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá.

8. Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.

9. Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron,

10. y le dijeron: Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo.

11. Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos?

12. Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos,

13. ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.

14. Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella.

15. Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.

16. Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.

17. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.

18. Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.

19. Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que, habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?

20. Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.

21. Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?

22. Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada.   Rut la moabita fue muy Bendecida por la decisión que tomo.   Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.   Y del linaje de  Rut  referente a la carne vino NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO    

sábado, 11 de noviembre de 2017

Hechos 5:6-8


Hechos 5:6-8

Después de pasar entre los judíos unos ocho o diez días, Festo bajó a Cesarea, y al día siguiente convocó al tribunal y mandó que le trajeran a Pablo. Cuando éste se presentó, los judíos que habían bajado de Jerusalén lo rodearon, formulando contra él muchas acusaciones graves que no podían probar. Pablo se defendía: no he cometido ninguna falta, ni contra la ley de los judíos ni contra el templo ni contra el emperador.

Los envíos como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sean astutos como serpientes y sencillos como palomas (Mateo 10:16). Yo sé que es difícil recibir acusaciones falsas. Sé que es difícil recibir ataques injustificados. Sé también que duele cuando nos lastiman o nos traicionan. ¿Pero sabes algo? Debes aprender a tener dominio de tu cuerpo, de tu mente y de tus reacciones. No puedes ir por el mundo tratando de vengar cada daño que te han hecho. No puedes andar buscando descargar tu ira en el momento en que se te presente una oportunidad. Estos deseos no provienen de Dios sino de tu naturaleza carnal. Estos deseos y pensamientos son los que debes entregar a Dios y pedir que los remueva de tu interior. La palabra de Dios nos ayuda a entender con más claridad el propósito de tu vida y la mía junto con las dificultades que atravesaremos. ¿Quiénes somos? Ovejas. ¿Cómo debemos reaccionar? Con inteligencia y humildad. ¿Qué enfrentaremos? Lobos. ¿Qué nos harán? Querrán devorarnos. ¿Lo puedes ver? Con la biblia nos podemos preparar para lo que ha de venir. En los equipos de rescate, constantemente realizan simulacros de posibles emergencias que pudieran ocurrir. ¿Con qué fin? El día que una situación se presente, ellos estarán mejor preparados para actuar con la cabeza fría y enfocada en resolver lo que se presente. Así estaba Pablo y así debemos estar nosotros. Preparados. Listos para lo que venga. No distraídos sino enfocados y listos para encontrarnos entre lobos y reaccionar sabia y sencillamente. Medita en esto: ¿qué tipo de reacción quieres tener si te encuentras en medio de lobos y no te has preparado para lo que estás atravesando? Suena ilógico, pero así somos. Como dice el dicho “queremos ir a la guerra sin fusil”.

Date cuenta de los ataques que estaba recibiendo Pablo. Tenía a varias personas en su contra y en su cara mintiendo y viéndolo con odio y coraje. Tratando de intimidarlo y hacerlo sentir mal. Buscaban su muerte. Buscaban acabar con él en cualquier momento. ¿Intimidante? ¡Seguro que sí! Pero Pablo pasó dos años encarcelado preparándose para este momento. Sin temor, se defendió como serpiente y paloma. Soy inocente. Suena sencillo pero sus palabras son sumamente eficaces y profundas. No les dijo mentirosos. No los atacó. No trató de explicar que estaban poniendo una trampa en su contra. Con su respuesta los dejó sin oportunidad para más provocación. ¡Así debemos reaccionar! No por instinto ni por impulso sino con meditación y sabiduría queriendo seguir los pasos de Jesús.

Es normal atravesar este tipo de circunstancias. No te extrañes ni sientas que Dios se ha alejado. Él está ahí. Te está viendo. Prepárate. Lee y estudia la Biblia. Ora constantemente. Busca consejo de alguien familiarizado con los principios de Dios. Así, podrás estar mejor preparado para ser sabio y humilde en tus acciones.

Oración

Padre nuestro: Tú eres omnipresente y eres Santo. Permite que mi prioridad sea buscar tu reino y aprenda a vivir conforme a tu voluntad y no la mía. Quiero aprender a ser sabio y sencillo y a estar preparado para lo que pueda venir. Te doy gracias por darle sentido a mi vida y por estar siempre ahí cuando más te necesito. Te pido traigas paz a mi corazón. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén 

viernes, 10 de noviembre de 2017

Colosenses 1:17-18


Colosenses 1:17-18

Él (Cristo) es anterior a todas las cosas, que por medio de Él forman un todo coherente. Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de la resurrección, para ser en todo el primero.

Para complementar el principio de que Cristo es Dios y que siempre ha existido, podemos analizar Juan 1:1-3 en la que dice que en el principio ya existía el Verbo (Cristo) y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Por medio de Él (Cristo) todas las cosas fueron creadas.

¿De qué te sirve saber que Cristo fue antes que todo, que es la cabeza de la iglesia y el primero en la resurrección?

Voy a empezar por la resurrección. En la historia del descubrimiento de América, sabemos que se dio por buscar nuevas rutas para llegar a las Indias pues a través de Europa se encontraban bloqueadas. Imagina a aquellos que estaban subiendo a las carabelas sin tener idea de qué esperar. Tal vez algunos seguían pensando que la tierra era cuadrada y que caerían a un precipicio, otros tendrían otro tipo de miedos e incertidumbres. Finalmente, emprendieron el viaje y llegaron. No a su destino pero sí a América. Los siguientes viajes, aunque complicados por las aguas y el clima, fueron distintos pues la gente sabía que llegaría a algún lado y no perecería en medio del mar. Así pasa con el camino que Cristo nos ha trazado con la resurrección. Ninguno de nosotros podría haberlo hecho antes. Ninguno de nosotros sabría cómo llegar a nuestro destino final. Gracias a que Él nos muestra el camino, podemos quitar toda esa incertidumbre que hay alrededor de la muerte y nuestro destino final. Gracias a la resurrección de Cristo, ahora tenemos una vereda bien trazada con destino a su presencia.

Con respecto a Cristo siendo la cabeza de la iglesia me parece el fundamento para funcionar como congregación que desea seguir sus pasos. Cada vez que se presenta un problema en las congregaciones, están prácticamente ligadas a que una de las partes no está entendiendo quién es la cabeza principal. A veces bajamos la mirada y pensamos que aquellos que tenemos enfrente son los líderes y cabezas. No. Solamente hay un líder al cual todos servimos llamado Jesús. Este líder nos dejó el ejemplo de que, aún siendo el Señor de todo, lavó los pies de sus discípulos. Ahora, si nuestra “cabeza” lava los pies y su vida es de servicio, ¿qué nos corresponde hacer? Lo mismo. Siempre que estés en un grupo que siga a Cristo, debes estar atento y promover que siempre sea Él la cabeza. Que sea Él quien de la dirección, el propósito y el paso que se debe tener. Es fácil que, como humanos, nos queramos adueñar de lo que le corresponde a Dios.

Por último, es importante que tengas la convicción de que, a través de Cristo, toda la tierra fue creada y funciona. Me gusta que dice: por medio de Él (las cosas) forman un todo coherente. No fue una creación sin sentido ni caprichosa. Tiene un propósito. Está bajo control y se mantiene bajo su mandato. Ahora medita sobre estas características de Cristo y cómo pueden impactar tu vida.

Oración

Señor: Gracias por la vida de Jesús. Gracias porque ahora tenemos un camino bien definido y borra toda incertidumbre. Te pido que pueda llevar una vida de obediencia y que pueda entender tu palabra. Permite que entienda el valor de lo que hizo Cristo en la resurrección, al ser el creador de todo y como cabeza de la iglesia. Te lo pido en Cristo Jesús

Amén  

jueves, 9 de noviembre de 2017

Y Jesús les dijo


Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida

Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre Viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. (Juan 6:53-57)

Somos tan religiosos, que les aseguro que en un culto o misa; nos pueden decir Jesús dijo: “Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros”; y muchos dirán amén, sin pensarlo.

Si afirmarán que eso es verdad con un amén; eso está muy bien; pero ¿entendemos lo que realmente significa beber la sangre de Jesucristo y comer su cuerpo?; a mí me parece que muchos se imaginaran que Jesús se refería al pan u ostias por su cuerpo y al vino por su sangre ¿no es verdad?; pero en realidad ustedes que son personas inteligentes, ¿creen realmente que Dios les dará vida a las personas que comen pan u ostias y toman vino en su nombre? No digo que no se deba hacer, pero mi pregunta va más allá. ¿Acaso Dios tiene favoritismos por aquellos que practican ritos en su Nombre? ¿O no será que nos quiere enseñar algo más allá de los rituales que hoy conocemos como las misas y cenas del Señor?

A mí me parece que muchos dirán amen hermano, cuando decimos que Jesús dijo “Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros”; pero en verdad no entienden que están afirmando, y sólo lo dicen en forma automática porque es algo que siempre lo han escuchado, y por lo tanto, después de tanta repetición saben que es así, pero en realidad, ni idea tienen de lo que significa realmente comerlo y beberlo; que es lo más importante. Bueno lo más importante es que entendamos, esa es la diferencia entre el que da frutos y el que se queda estéril, sólo repitiendo sus tradiciones, aunque sean muy Bíblicas, por cierto, pero hay esterilidad en lo rituales vacíos.

Vamos derecho al asunto:

¿Cómo bebemos su sangre? CREYÉNDOLE.

¿Cómo comemos su carne? SIGUIÉNDOLO, es decir, OBEDECIÉNDOLE.

¿Y por qué lo digo?

Lean por favor con cuidado, lo siguiente: Y Jesús les dijo: YO SOY el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. (Juan 6:35)

¿El que cree en Jesús que le ocurrirá? “no tendrá sed jamás”.

¿El que va a él, es decir, lo sigue, que le ocurrirá? “nunca tendrá hambre”

Ahora ¿queda claro o no, ¿cómo lo bebemos y lo comemos?

Es necesario que esto lo entiendan muy bien, y lo mediten en el Señor; debemos creerle y seguirle (obedecerle); de esa manera tenemos vida eterna, seremos resucitados el día postrero y es la forma como permanecemos en él, como él permanece en nosotros.

No es por comer muchas ostias, ni pan sin levadura; ni por la copa de vino; sino es por creerle y seguirlo; como verdaderos discípulos del él; no digo que no se deba practicar lo que él dijo que hiciéramos en su menoría; sino que no nos quedemos con los ritos como le ocurrió a Israel, y tuvieron al Señor de gloria ante su ojos y no lo vieron; porque estaban en lo exterior, en la carne, en la religión, en las formas, en las tradiciones, en el reino de este mundo y su corazón estaba muy lejos del Señor.

Es muy claro, de AQUÍ parte el evangelio; quien no ha partido de beber su sangre y comer su carne; no tiene vida eterna, ni mucho menos permanece en él.

Algunos separan la fe de la obediencia, y dicen que somos salvos por fe; pero no ven que la fe no puede ser separada de la obediencia; van juntas; el que no obedece es porque no cree; ya que todos sus mandatos son para vida y prosperidad. Cuando separas el cuerpo de alguien con su sangre; ocurre inevitablemente la muerte; así también si separas el creerle a Jesús con el obedecerle; no pueden separarse; ya que habrá muerte espiritual, cuando sólo se le “cree” y no se le “obedece”. De la misma forma en que si separas el cuerpo de la sangre; la verdadera comida con la verdadera bebida. ¿O caso alguno puede vivir con sólo beber o sólo comer? Por algún tiempo puede ser, pero necesitamos beber y comer, para estar sanos en El.

Te dejo como tarea que busques en el evangelio de Juan, más ejemplos que nos enseñan que la verdadera bebida se toma al creerle, y la verdadera comida se come al obedecerle. Un saludo afectuoso, y que la gracia y entendimiento del Espíritu Santo, los llene.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Filipenses. 4.v3-6


Filipenses. 4.v3-6 Aquellos "cuyos nombres están en el libro de la vida", son todos los que han sido sellados para salvación por medio de su fe en Cristo (véanse también Luk_10:17-20; Rev_20:11-15).

4.4, 5 El gozo supremo viene cuando Cristo habita en nosotros. Cristo está cerca y en su Segunda Venida lo disfrutaremos en toda su plenitud. El que habita en nosotros cumplirá su máximo propósito.

4.4 Parece extraño que un hombre preso pudiera decir a una iglesia que se regocije. Pero la actitud de Pablo nos enseña una lección importante: la actitud interior no necesita reflejar nuestras circunstancias externas. Pablo estaba lleno de gozo porque sabía que pese a lo que le sucediera, Cristo estaba con él. Pablo insta a los filipenses a regocijarse varias veces en esta carta, probablemente porque necesitaban oírlo. Es muy fácil desalentarse frente a circunstancias que no son placenteras o tomar hechos sin importancia como si lo fueran. Si usted no ha disfrutado el gozo últimamente, quizá sea porque no está mirando la vida desde la perspectiva correcta.

4.5 Tenemos que ser amables (razonables, amplios y caritativos) con los que no pertenecen a la iglesia y no solo con los creyentes. Esto significa que no buscamos revancha contra aquellos que nos tratan injustamente, tampoco debemos expresar demasiado nuestros derechos personales.

4.6, 7 ¡Imagínese no tener que estar "afanoso" jamás por nada! Esto parece imposible, todos tenemos preocupaciones en nuestro trabajo, en nuestros hogares, en el colegio. Pero Pablo nos aconseja cambiar nuestras preocupaciones en oraciones. ¿Quiere usted preocuparse menos? ¡Entonces ore más! En el momento en que empiece a preocuparse, deténgase y ore. 

martes, 7 de noviembre de 2017

Hechos 5:29-31


Hechos 5:29-31

“¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres!” Respondieron Pedro y los demás apóstoles. El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, a quién ustedes mataron colgándolo de un madero. Por su poder, Dios lo exaltó como Príncipe y Salvador, para que diera a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.

¿Cómo compartir la palabra de Dios? Anunciando el propósito al que vino Jesús: vino para darnos arrepentimiento y perdón de pecados; explicando que fue crucificado por nuestros pecados siendo libre de mancha; que vino para reconciliarnos con Dios Padre. Vuelve a leer los versículos y pon atención a la manera en que Pedro y los apóstoles hablan. Tenían muy claro el evangelio y su misión de compartir a Jesús. Hablaron con la verdad y no les importó incomodarlos: el Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús a quién ustedes mataron en una cruz. No los están criticando. No están haciendo alboroto con la gente sobre cómo fue posible que pasara esto. No hay chisme de por medio sino la verdad confrontando al Consejo. Ustedes aprobaron la crucifixión de Jesús mientras que el Dios de Abraham lo resucitó y lo sentó a su diestra. Cuando hablamos de Cristo no podemos ocultar nada. Por ejemplo, si alguien está engañando a su pareja y le platicamos del Señor sin decir que lo que está haciendo está mal, nosotros estamos peor. No podemos pasar por alto u omitir lo que la gente está haciendo por compartir un evangelio que no levante conflicto o incomode. Si bien Cristo nos ama y murió por nosotros, la palabra nos dice que Dios aborrece el pecado. ¿Cómo hablar del amor de Dios sin el arrepentimiento de pecados?

Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres…

Esta frase es peligrosa si la sacamos de contexto. Los discípulos están frente al Consejo que era un grupo de judíos que lideraban a los israelitas espiritualmente. Recuerda que Roma era la autoridad jurídica y le permitía a Israel tener una especie de sub gobierno espiritual. Entonces, cuando dicen que es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres no implica que debamos faltar a las autoridades. De hecho, la palabra nos dice que debemos obedecerlas. ¿Qué querían decir entonces? Que Jehová es la autoridad máxima. Que no siguen a los hombres sino a Dios. ¿Cómo se aplica para nosotros? Que en nuestro día a día, siempre debemos actuar en obediencia a Dios por encima de lo que nuestro líder espiritual pueda decir. Los discípulos entendieron que Jesús era el Hijo de Dios y que las profecías se cumplieron en Él por lo que sería un error no seguirlo. Tú y yo debemos ser cuidadosos de nuestra congregación. Debemos buscar que Jehová sea siempre el centro de todo lo que se predica. No una persona o grupo sino Dios. No hagas nada que te pidan que no sea conforme a la voluntad de Dios pues tu deber es obedecerlo a Él antes que a los hombres.

Oración

Dios: me arrepiento de mis pecados y te pido perdón. Abre mis ojos y no permitas que siga escondiendo y justificando mis pecados. Te pido que siempre te siga y obedezca por encima de lo que digan los hombres. En Cristo Jesús.

Amén

domingo, 5 de noviembre de 2017

Hechos 26:7-8


Hechos 26:7-8

Ésta es la promesa que nuestras doce tribus esperan alcanzar rindiendo culto a Dios con diligencia día y noche. Es por esta esperanza, oh rey, por lo que me acusan los judíos. ¿Por qué les parece a ustedes increíble que Dios resucite a los muertos?

¿Por qué ya no se habla del cielo? ¿Por qué casi no se predica a la resurrección de los muertos? Son temas difíciles. Mucha gente no quiere escuchar la posibilidad de ir al infierno. Mucha gente rechaza la idea de un cielo y un infierno, pero no tiene ningún fundamento para hacerlo. Cuando abrimos la biblia y la estudiamos, es fácil darnos cuenta de que Dios nos llamará a cuentas al morir. No es algo que tenga que ver con la traducción ni tampoco de interpretación. La palabra es muy clara sobre el juicio que tendremos cuando termine esta vida. Pero al mismo tiempo, el Señor no nos deja en el limbo. Nos dice que su amor fue tan grande que no se aferró a ser Dios y se hizo hombre, mandando a su Unigénito para que todos los que crean y confiesen su nombre pudieran ser salvos y recibir la vida eterna, esto quiere decir, ir al cielo y estar con Él.

En su discurso, Pablo cuestiona el por qué resulta tan difícil el creer en la resurrección. Hoy en día, tenemos cantidad de creencias y no suena tan descabellado hablar de la resurrección. El problema radica en que ahora cada quien tiene su “verdad” y entonces todos estamos bien. Tú crees en la resurrección, yo creo en que nos morimos y se acabó, y otros creen en la reencarnación. Al final, todos vamos “al mismo lugar”. Error. No estoy diciendo que no respetemos otras creencias. Por supuesto que no. Pienso que Jesús no nos enseñó que debemos atacar otras religiones o formas de pensar. Pero lo que sí nos enseñó es a no dejarnos engañar ni a retroceder en nuestros principios haciendo menos al Creador. No te confundas. Lo que otras personas puedan pensar no debe afectar tu comunión con Dios. No dejes de leer la biblia. No dejes de orar. Dios se encargará de contestar todos tus cuestionamientos. Recuerda que somos las ramas y Jehová el árbol. Si nos apartamos del árbol, ¿cómo nos alimentaremos?

Día y noche, las tribus esperaban la promesa del Mesías. Hoy está en tus manos. Jesús vino y murió por cada uno de nosotros. Sufrió por ti. Sufrió por mí. No lo merecía. Pero lo hizo por amor y para ganar el alma de cada uno de los que creemos en su nombre. Nos da la oportunidad de ser resucitados y estar en su presencia.

Es importante que medites en esto. ¿Cuál es tu concepto del cielo, del infierno y de la vida eterna? Busca pasajes en la biblia que hablen del tema para que estés bien informado y no andes de una idea en otra por lo que escuchas. Como dice Pablo, hay personas allá afuera que cuestionarán tu fe y se les hará increíble aceptar que los muertos resucitarán. Acude a la palabra de Dios. Estúdiala. Llénate de ella. Establece tus principios basada en ella.

Aquí hay algunos pasajes que nos hablan claramente del cielo o el infierno: Mt 5, 10:28, 2Pedro 2, 3, Juan 5, Romanos 2, 5, hebreos 9. Estos son algunos capítulos que te pueden servir.

Oración

Señor: perdona mis pecados. Vengo humillado y reconociendo que te necesito. Hoy entendí que hay un juicio y una vida después de la muerte. Quiero ir a tu presencia al ser resucitado y vivir con la certeza de que así será. Entiendo que Jesús murió por mis pecados y quiero que sea mi Señor y mi Salvador. Te lo pido en Su nombre. Amén