sábado, 30 de septiembre de 2017

  Ana, mujer afligida y favorecida por Dios




Ana, mujer afligida y favorecida por Dios

Luego Ana oró: « ¡Mi corazón se alegra en el Señor! El Señor me ha fortalecido. Ahora tengo una respuesta para mis enemigos; me alegro porque tú me rescataste.” (1 Samuel 2: 1) (NTV).



Esta traducción de la Biblia muestra con gran claridad y de una manera magistral lo que estaba viviendo Ana en su vida...  Al leer este pasaje, resulta grandioso, ver como refleja tanto del carácter de Ana en estas pocas letras.



Ana es una de las mujeres de la Biblia que nos muestra con su carácter y su vida lo que es ser una mujer llena de gracia, ella no tuvo una vida fácil.  Vivir en un momento histórico en su pueblo Israel, además de los enfrentamientos que tenía que soportar cada momento en su casa, es para que uno piense que ella debió ser una mujer amargada, sin esperanza, y mucho menos imaginar, que pudiera tener una relación con Dios de la forma correcta. ¡Pero eso es lo que la hace ser extraordinaria!! Ana estaba casada con Elcana, más no tenía hijos; no olvidemos que ser estéril en Israel en esa época era una gran afrenta, y la sociedad condenaba a dichas mujeres por esa causa. Esta condición nos lleva a su primer gigante, y también, su mayor anhelo: ¡Ser madre!  Debido a esto su esposo Elcana tenía otra esposa llamada Penina, a quien las Escrituras la llaman “la rival.” Con ello tenemos el cuadro completo; esta señora se dedicó a hacerle la vida imposible, ya que la afligía todo el tiempo por no tener hijos… ¿Se imaginan por un minuto lo que sentía Ana? ¡Cuántas cosas debieron pasar por su cabeza! Sentimientos encontrados, desilusiones, frustración, en fin, la lista seguiría… Es de esperarse que Ana reaccionara o dijera algo, pero no vemos esto en las Escrituras; lo que vemos es a una mujer que no deja de amar a su marido, ni descuida su hogar, ni entra en contiendas con Penina; ¡pero más que todo, vemos una mujer derramar su Corazón delante de Su Dios! Ella Reconoce que sólo ÉL puede responder a su clamor y resolver su situación (1 Samuel 1:10-11).  



El deseo de ser madre es lo más sublime que una mujer puede tener, y que Dios le conceda esa bendición, es a aún más sublime. No olvidemos que, aunque este no es el único llamado a la mujer, es sin lugar a dudas, EL MÁS ALTO LLAMADO de Dios para ella: Poder instruir a sus hijos en la Palabra, y que puedan glorificarle en todo.  Ana anhelaba ser esa mujer para poder servir a su Dios; y con esto quiero decir que su deseo no obedecía a razones egoístas, ni buscaba complacer a la sociedad o a Penina, sino honrar a SU Dios; y lo demostró cumpliendo su voto al desprenderse de su hijo Samuel, por quien tantos años oró, y después de destetarlo, lo dejó en el templo bajo el cuidado del sacerdote Elí, para que sirviera a Dios tal como se lo prometió (1Samuel 1:26-28).



Vemos en Ana a una mujer que entendía la soberanía de Dios, y que vivía sometida a su voluntad. A pesar de su difícil vida familiar, ella sabía dónde podía depositar sus cargas. No vemos en ella un espíritu de queja ni de culpar a Dios por su situación, sino por el contrario, quería que Dios tomara control de todo. A pesar de lo que sentía, ella tenía la seguridad de que sólo Dios era capaz de responder su oración. Justamente este era el distintivo de la vida de Ana, su fervor a la oración constante delante de Dios. y más que nada, su reacción, luego de haber ido al templo y haber derramado su Corazón delante del señor, ver como ella ciertamente dejó TODO en el altar, y simplemente confió en la respuesta de su Señor. Ella creyó de corazón que ya había recibido lo que le había pedido a Su Dios. Por eso leemos en 1 Samuel 1:18 “Así que se fue, comenzó a comer de nuevo y ya no estuvo triste.”



Y conocemos la respuesta a esta oración, Dios la miró y escuchó su oración; y así es como nace Samuel, quien fue el último de los Jueces y uno de los grandes hombres de Dios, un gran profeta.



Una de las lecciones más importantes de la vida de Ana, es poder asimilar en nuestras vidas, que la última palabra siempre la tiene Dios; su respuesta puede ser un SI como puede ser un NO, y sigue siendo una respuesta; entender que Dios es soberano y que es el ÚNICO LUGAR donde podemos buscar refugio, Consuelo y respuesta ante cualquier circunstancia que estemos viviendo. Y finalmente, que podamos gozarnos en Él sea cual sea la respuesta que nos dé, y decir como Ana: « ¡Mi corazón se alegra en el Señor! El Señor me ha fortalecido” ¡Nadie es santo como el Señor!     ¡Aparte de ti, no hay nadie; no hay Roca como nuestro Dios!” (1 Samuel 2: 1-2).



Una vez más El Señor fue fiel con Ana, la visitó de nuevo, y concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas; así leemos en 1Samuel 2: 21.



¡SEA NUESTRO DIOS BENDITO POR SIEMPRE!

viernes, 29 de septiembre de 2017

LA DESOBEDIENCIA A DIOS … SANSÓN


LA DESOBEDIENCIA A DIOS … SANSÓN

    Pasaje clave: Jueces 13:2-5, 24-25, 14:1-9, 15:1-8, 16:4-30.

Tenerlo Todo y Echarlo Todo a Perder.

Los vs.2-5 y 24-25, nos muestran a un Sansón que lo tenía todo.

Era un líder en el pueblo. Escogido por Dios para liderar y bendecir vidas. Tenía la palabra de Dios. Tenía el poder de Dios. Tenía la unción de Dios. Tenía el llamado de Dios. Tenía el respaldo y la bendición de Dios. Tenía manifestaciones del Espíritu de Dios. Y tenía la visión de Dios. Sansón lo tenía todo.

Como Sansón, lo tenemos todo espiritualmente hablando. La salvación que recibimos del Señor es un paquete que contiene toda la bendición de Dios: perdón de pecados, adopción, aceptación, justificación, santificación, glorificación, nueva naturaleza, el sello y las arras del Espíritu, su presencia habitando nuestras vidas, bendición y más, muchísimo más.

Pero, así como el corazón desobediente de Sansón lo echó todo a perder, de la misma manera nuestras desobediencias y terquedades, frenan las bendiciones que Dios ha establecido para nosotros.

Vs.14:1-9. Formó pareja con la mujer equivocada: no era de su pueblo. No tenía su misma fe. No tenía su mismo Dios. No tenía su mismo espíritu. No tenía sus valores ni convicciones espirituales.

No escuchó a sus padres (que es lo mismo que no escuchar a tus líderes y pastores cuando te dicen que tal persona no te conviene) y se metió con ella.

Volvió al cuerpo muerto del león y lo tocó, en desobediencia a su nazareato. Él no podía acercarse a nada muerto y mucho menos tocar cadáveres. Él no podía contaminarse con nada inmundo.

Y lo inmundo en la Biblia, se refiere a todo aquello que produce muerte. Es inmundo todo lo que “mata” tu relación personal con Dios, lo que “mata” tus buenos pensamientos y sentimientos. Es inmundo todo lo que “mata” tu deseo de amar a Dios. Es inmundo todo lo que produce divisiones, peleas o enemistades entre tú y tus hermanos “matando” tu amor y tu interés por ellos.

Vs.15:1-8. Toma venganza por sus propias manos (sin la aprobación de Dios) y asesina a todos los asesinos de la mujer que él, en desobediencia, había escogido como su esposa. En realidad, él mismo provoca la muerte de la mujer y de su padre por obrar completamente fuera de la voluntad de Dios.

Vs.16:4-21. Repite por segunda vez el mismo error y vuelve a relacionarse con una mujer que no era de su pueblo. Se somete a sus caprichos. Se somete a sus manipulaciones. Se somete a sus juegos. Se somete a sus presiones constantes.

Dalila le conquista el corazón y él le revela su secreto espiritual. Se ata a ella y Dios lo abandona. Sansón lo pierde todo. Pierde su dignidad. Pierde su integridad. Pierde su liderazgo. Pierde el propósito de Dios para su vida. Pierde su fuerza. Pierde la presencia de Dios. Pierde la visión espiritual. Pierde la libertad espiritual.

No puedes meter a cualquiera en tu círculo íntimo porque si metes a la gente equivocada terminarás atándote a ellos y perdiendo la visión de Dios para tu vida.  

Vs.16:23-30. El líder ahora es juguete de los demonios. El hombre de Dios se vuelve el hazme reír de los incrédulos. El escogido de Dios ahora es el despreciado de todos. Perdió su identidad. El que nació teniéndolo todo, muere sin nada. Su desobediencia lo echó todo a perder.

¿Cómo está tu corazón?

¿Cuál es el nivel de tu obediencia?

¿A quién buscas agradar con las decisiones que tomas?

¿A quién le abres tu corazón y dejas entrar en tu vida?

Establezcamos este principio de obediencia: “Podemos tenerlo todo, pero si somos desobedientes a la palabra de Dios lo echaremos todo a perder y lo perderemos todo”.  

jueves, 28 de septiembre de 2017

SE Buscan… Gedeón


SE Buscan… Gedeón



Pasaje clave: Jueces 6:11-32.



Pruebas de Obediencia.

Antes de darte algo muy grande o de usarte para algo muy importante, Dios pondrá a prueba tu obediencia. Dios probará cuán obediente eres. Si pasas su prueba de obediencia, tu carácter será formado y Él te usará y te levantará para cosas aún mayores que hoy ni siquiera te imaginas.

Dios no te pide una “prueba de amor”, Dios te pide una prueba de obediencia. Porque la medida de tú obediencia será también la medida de tú amor a Dios.

En los vs.25-28, 32, leemos como Dios lo prueba a Gedeón. Dios conocía su corazón, pero lo pone a prueba para tratar con su carácter. Dios le ordena a Gedeón destruir los ídolos de su padre, aunque esto implicaba que toda su familia se pusiera en contra de él. Gedeón vivía y trabajaba con su padre, pero ahora tenía que tomar una decisión que marcaría su destino: Obedecer a Dios aún en contra de su familia, o ignorar a Dios por preservar la tradición familiar.

Gedeón eligió la obediencia. Porque obediencia no es algo que se siente, obediencia se elige. Eliges obedecer o eliges no hacerlo. Y eres el único responsable por la decisión que tomas y las consecuencias que tienes.

Y por su obediencia, Dios liberó a Gedeón de la presión de su familia. Y él lideró al pueblo hacia su libertad.

Dios probará tu obediencia. Te pondrá a prueba por medio de la palabra de tus pastores o mentores. O lo hará directamente a través de su propia Palabra. La decisión que tomes marcará tu destino. Dios usa únicamente a los obedientes (aun cuando Él mismo en su absoluta soberanía se ha valido de excepciones para cumplir propósitos específicos). Dios bendice a los obedientes.

Dios prospera a los obedientes. Dios respalda a los obedientes. Dios promueve a los obedientes. Dios le revela su corazón y sus deseos a los obedientes.

Establezcamos este principio: “Dios nos ha escogido para cosas importantes, pero primeramente pondrá a prueba nuestra obediencia”. 1 Samuel 15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 

miércoles, 27 de septiembre de 2017

DÉBORA.  Jueces 4:4-5


DÉBORA.  Jueces 4:4-5

 “En aquel tiempo gobernaba a Israel una profetisa llamada Débora, que era esposa de Lapidot. Ella tenía su tribunal bajo la Palmera de Débora, entre Ramá y Betel,…… y los israelitas acudían a ella para resolver sus disputas.”- Jueces 4:4-5



Normalmente pensamos que los líderes militares son hombres, pero la Biblia narra la historia de una mujer que gobernó como juez sobre Israel, en un momento en que la nación estaba siendo oprimida cruelmente. Ella no solo fue una gran líder militar, sino una profetisa, una mujer de Dios. Su nombre fue Débora.



Durante los 400 años que los jueces gobernaron a Israel, hay un patrón que se repite varias veces, el cual comienza con una rebelión del pueblo contra Dios, que lleva a la reprensión, luego a la restauración y finalmente al reposo. Este ciclo se repite siete veces durante esos 400 años y cada vez que el pueblo clamaba a Dios, Él levantaba un juez para restaurar la nación y traerlos de nuevo al reposo y a la dependencia de Dios. Débora fue el juez que restauró al pueblo durante el tercero de estos siete ciclos. Ella es preciosamente descrita como “una de las madres del pueblo de Israel”.





Por veinte años los israelitas fueron cruelmente explotados por un rey cananeo, llamado Jabín. Los caminos eran tan peligrosos que las personas tomaban caminos serpenteantes y atajos a través de los bosques y las montañas. La vida del pueblo se apagó y la vida nacional de Israel llegó a un punto muerto. Débora envió llamar a Barac, oficial al mando de Israel y le dijo: —El SEÑOR, el Dios de Israel, ordena: “Ve y reúne en el monte Tabor a diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón. Yo atraeré a Sísara, jefe del ejército de Jabín, con sus carros y sus tropas, hasta el arroyo Quisón. Allí lo entregaré en tus manos.” Barac le dijo: —Sólo iré si tú me acompañas; de lo contrario, no iré. — ¡Está bien, iré contigo! —Dijo Débora—. Pero, por la manera en que vas a encarar este asunto, la gloria no será tuya, ya que el SEÑOR entregará a Sísara en manos de una mujer. Así que Débora fue con Barac hasta Cedes,. (Jueces 4:6-9).



Débora no fue disuadida por el hecho de ser mujer, ni por el hecho de tener que enfrentarse a 900 carros de hierro, muchos de los cuales estaban atrapados en el pantano del río Quisón. Débora dijo a Barac: “— ¡Adelante! Éste es el día en que el SEÑOR entregará a Sísara en tus manos. ¿Acaso no marcha el SEÑOR al frente de tu ejército?” (Jueces 4:14). Y ese es un factor clave en nuestras propias luchas y conflictos. La confianza de Débora no estaba en su capacidad, ni en su propia fuerza, ni en la estrategia militar, sino estaba completamente en Dios. Ella sabía que estaba luchando desde una posición de victoria y bajo su reinado Israel disfrutó de 40 años de paz.



Todos necesitamos los ingredientes presentes en la vida de Débora – el coraje de dar un paso de fe y la valentía de confiar en Dios por lo que Él es. Al actuar en obediencia, Dios va delante de nosotros, preparando el camino para que podamos entrar en el reposo que Él nos promete.

ORACIÓN: Señor, dame el coraje de Débora, y un corazón en sintonía con el Tuyo, de manera que siempre pueda reconocer Tu voz.

PARA REFLEXIONAR: ¿En relación con mis propias luchas y batallas, estoy dispuesto a dar un paso de fe, confiando en que Dios está haciendo Su obra en mí? 

martes, 26 de septiembre de 2017

Jueces. Libro de la Apostasía de Israel. 


Jueces. Libro de la Apostasía de Israel.  Jueces 3.7. Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos de Jehová, y olvidaron a Jehová su Dios, y sirvieron a los baales y a las imágenes de Acera.

8. Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años.

9. Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb.

10. Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel, y salió a batalla, y Jehová entregó en su mano a Cusan-risataim rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusan-risataim.

11. Y reposó la tierra cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz.   Otoniel fue el primer Juez que Dios levanto para libra a su pueblo Israel de la opresión de sus enemigos.  Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. 

lunes, 25 de septiembre de 2017

Jueces. C.1.y 2


Jueces. C.1.y 2

Hola a todos, hoy comenzó con el libro de Jueces y por su puesto quiero compartirlo contigo, espero sea de bendición para ti también…

1. Cuál es el mensaje principal de estos dos capítulos?

La muerte de Josué, Judá y Simeón capturan a Adoni-bezec, después de la muerte de Josué el pueblo de Israel se aparta de Dios y va en pos de dioses de este mundo.

2. Que me enseña estos capítulos en cuanto al Dios de la Biblia?

Dios es dueño del tiempo, dueño de las victorias, misericordioso, justo, paciente, le duele nuestra dureza de corazón.

3. Que fue lo que más me llamó la atención de estos dos capítulos?

Me llamo primeramente la atención de cómo Dios es justo, y entregó en las manos de Judá a Adni-bezec quien había maltratado a 70 reyes y ahora está pagando de la misma manera en el v7. Veo también como Dios entrego el resto de las tierras a Israel y cada uno de ellos. Pero lo que más me impactó fue el capítulo 2, porque una vez muerto Josué y su generación, la nueva generación de Israel se olvidó de Dios porque no conocían a Dios y cayeron en Apostasía adoraron a otros dioses y Dios justo y la mano de Él estaba contra ellos y tuvieron grande aflicción. Recordemos en Deuteronomio 32:4   Él es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.

así que Israel decidió ir en contra de Él y asumieron las consecuencias. ¿Pero además en el v18 dice que Dios levanto unos jueces porque fue movido a misericordia, y pensaba …que tal que nuestro Dios no fuera misericordioso?  donde estaríamos hoy?, lo más seguro camino a un infierno.

4. Como voy a vivir este pase HOY en mi vida?

¿Creo que aquí hay una lección muy grande, pues me deja pensando porque los hijos de esa generación no conocieron a Dios?, Hoy aplicare estos capítulos en mi vida, primeramente, siempre contándole y mostrándole a este Mundo sin Fe y sin esperanza lo que Dios es para nuestras vidas y lo que ha hecho por todos nosotros. Segundo recordar que “el que piense estar firme mire que no caiga”, Israel el pueblo de Dios se había desviado de sus caminos y lo más duro es que puede pasarnos a nosotros, de hecho, creo que todos de alguna manera conocemos un caso de hermanos que se desviaron, así que debo permanecer con Dios cada día, cada mañana, dejar que guíe mi vida, andar en la llenura del Espíritu Santo para ser llamado amigo de Dios y ser la persona que Él quiere que yo sea.

 ¿Qué decisión piensas tomar tú?, ¡te animo a que andes de la mano de Dios, pero si te has desviado y el pecado gobierna tu vida, es tiempo de que regreses  AL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES EL ES JESUCRISTO 

domingo, 24 de septiembre de 2017

UNA CONQUISTA Y UNA DERROTA JOSUÉ 6, 7, 8


UNA CONQUISTA Y UNA DERROTA

JOSUÉ 6, 7, 8



Es impresionante como en un día el pueblo de Israel gana una batalla ante un enemigo (Jericó) que es mayor en número, con su ciudad amurallada en señal de su poderío. Y el otro día vemos al pueblo de Israel siendo vencido y avergonzado ante el pueblo de Hai, “… por lo cual el corazón del pueblo desfalleció…” Josué 7:5. Ante un pueblo que es menor en número (Josué 7:3; 8:25), en comparación con el pueblo de Israel que era mayor en número (Josué 8:3).

Mi propósito es observar que causo para que el pueblo de Dios un día ganara y Dios estuviera con ellos y después Dios se aparta y el pueblo fue derrotado y avergonzado. ¿Qué factor determino en que el pueblo fuera derrotado? ¿Qué lección podemos obtener de estos dos sucesos?

UNA CONQUISTA DE ISRAEL

La conquista se da entre el pueblo de Israel sobre el pueblo de Jericó, la Biblia describe la manera que el pueblo gana.

 “… Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también los moradores del país desmayan delante de nosotros” Josué 2:24. Dios había entregados toda la tierra para poseerla y los moradores desmayaban ante esta verdad porque ya tenían pruebas del Dios de Israel, y como una prueba de esto es el paso del mar rojo donde los judíos lo cruzaron como tierra seca. (Josué 2:9,10). Con esta misma afirmación Dios le dice a Josué “… mira, yo te he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra” (Josué 6:2).

 La forma de cómo el pueblo iba a lograr su toma era con los primeros seis días el pueblo darían una vuelta, con sus bocinas tocando (Josué 6:3, 11-13) y el séptimo día darían siete vuelta alrededor de Jericó durante cada vuelta los sacerdotes tocaban sus bocinas y en la séptima vuelta de ese mismo día, el pueblo grito por mandato de Josué “… Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad” (Josué 6:4, 15,16)

 A la hora de dar sus vueltas alrededor del muro lo harían de manera ordenada siendo su orden como sigue: Hombres armados adelante, después los sacerdotes que son siete con sus respectivas trompetas, les sigue el arca del Señor, y la retaguardia seguía al arca y por último el pueblo (Josué 6:6-9). En todo su recorrido alrededor del muro el pueblo no grito solo en la décima tercera vuelta en que el pueblo grito por voz de Josué (Josué 6:16).

En este episodio encontramos dos mandatos dado por Dios al pueblo, uno era en cuanto a la conquista de Jericó, el pueblo daría sus vueltas alrededor del muro por los siete días, la obediencia a este mandato resultó en el derrumbe del muro y luego a su toma de manera exitosa (Josué 6:20,21). El otro mandato era en cuanto al botín, primero Dios le dice al pueblo a no tomar nada del anatema (Josué 6:17,18). Pero iban a guardarse la plata, el oro, utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Dios (Josué 6:19,24)

La victoria de esta batalla sirvió de lección para todas las demás naciones de que “de que el Señor estaba con Josué…” (Josué 6:27).

UNA DERROTA DE ISRAEL

La derrota se da entre el pueblo de Israel y el pueblo de Hai donde el pueblo de Dios sale vencido y avergonzado.

La confianza de los espías es transmitida a Josué, para que no envíe a todo el pueblo a conquistar Hai para no fatigarlo (Josué 7:3). Si no, solo como dos o tres mil hombres.

Josué envió tres mil hombres para la toma de Hai, al comienzo del enfrentamiento se perdió treinta seis hombres, lo que obligo a prender la huida de los demás, los hombres de Hai los siguieron y dieron alcance y sufre su revés (Josué 7:5).

¿Cuál fue la razón de su derrota? La razón por la cual el pueblo fracaso en su intento de conquista fue que ellos tomaron del anatema (Josué 7:11,12). Ellos no obedecieron al mandato de Dios en cuanto al botín de que no debían de tomar nada del anatema (Josué 6:17,18).

Lo interesante que deberíamos de notar es que el hecho de Hacán tomo del anatema, Dios habla o inculpa a todo el pueblo de Israel. “Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación…” Josué 7:1. “Israel ha pecado…” Josué 7:11.

 Se descubrió la razón por la cual Dios se apartó de su pueblo, (Josué 7:20,21). Hacán fue el causante de que todo el pueblo sufriera a mano de Hai, en su derrota y vergüenza. Podríamos decir que Dios ocupó este pueblo para castigar al suyo por su desobediencia.

APLICACIÓN

1.-Dios espera de su pueblo, total separación de aquellas cosas que contamina. (1 Tesalonicenses 5:22 NVI) “eviten toda clase de mal.” (Gálatas 5:16 NVI) “Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa.” (Véase 2 Corintios 6:14-7:1) Al igual como lo demando con el pueblo de Israel de no tomar nada del anatema. Así la intención de Dios a través de las edades sigue siendo la misma actitud.

2.- La relación del pueblo de Dios con él, está condicionada a obedecer sus mandatos. El pueblo de Israel venció a un enemigo fuerte como lo fue Jericó; pero contra Hai no lo fue, y la razón es que el pueblo había desobedecido a su mandato a no tomar nada del anatema. De igual manera si permanecemos sin mancha ante él, sin pecado, él nos ayudara, (Romanos 8:8 NVI) “Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios.” (Juan 9:31 NVI) “Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad.” Esto nos lleva a obedecer sus mandatos, no peleemos, ni razonemos de lo que él manda. Simplemente.  El demanda obediencia, así como el pueblo dio las treces vueltas alrededor de Jericó. Pero, ¿Qué fue lo que determino para que el muro se derribara? ¿Fue que el muro se mareó a causa de las vueltas hechas por los israelitas? ¿Fue a causa de los gritos y bocina del pueblo, que alcanzaron niveles altos de acústica, lo que determinó que los muros cayeran? ¡No lo creo! Dios obró a través de la obediencia del pueblo. Imaginemos por un momento al pueblo, razonando del porque Dios le mando hacer las vueltas, diciendo que no tendría ningún efecto, ni las vueltas, ni los gritos, estoy seguro que no hubieran sido derrumbados los muros. Pero, el pueblo no peleo, sino que solo obedeció a esa orden dada por Dios. El  demanda de nosotros solo obediencia a sus mandamientos.

3.- He aquí la diferencia ¡EL PECADO!, es la causa que determina que Dios ya no tenga trato con nosotros (Isaías 59:1,2 NVI) “La mano del SEÑOR no es corta para salvar, ni es sordo su oído para oír. (2) Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocultar su rostro para no escuchar.” Nuestros Dios es bien celoso con nosotros cuando se trata de obedecer sus mandatos, “Pero los hijos de Israel cometieron prevaricación… y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel” Josué 7:1. Si permanecemos fieles a sus mandatos es lo que determinara que Dios esté a nuestro favor, a causa del pecado de Hacán el pueblo perdió su batalla contra Hai.

4.- Si estamos bien con Dios, no habrá ningún tropiezo como para obstaculizarnos llegar a la meta. (1 Corintios 10:13 NVI) “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.” (Filipenses 4:13 NVI) “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (véase Santiago 5:16). Como lo fue Israel con el pueblo de Jericó, Dios supo librar al pueblo de Israel de Jericó, Josué nos dice que el pueblo es sumamente poderoso y amurallado. “… Jericó estaba cerrada, bien cerrada…” Josué 6:1. El pueblo dice que “… grito con gran vocerío, y el muro se derrumbó” Josué 6:20, solo basto que el pueblo se desviara para que un pequeño pueblo Hai, los avergonzara. Como lo fue con el apóstol Pedro que ante una criada el negó a Cristo (Mat. 26:69-75). ¡Si estamos bien con Dios no habrá nada que nos pueda avergonzar, y podremos responder la pregunta de Juan en (Apocalipsis 6:17 NVI) “…porque ha llegado el gran día del castigo! ¿Quién podrá mantenerse en pie?»”

5.- Dios acepta y restablece la comunión si nosotros nos arrepentimos de nuestros pecados (1 Juan 1:8-10 NVI) “Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. (9) Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. (10) Si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su palabra no habita en nosotros.”. El pueblo de Israel después de expulsar y purgar el mal que cometió Hacán, Dios vuelve a ellos, ahora él le dice a Josué “… Mira, yo te he entregado en tu mano al rey de Hai; su pueblo, a su ciudad y a su tierra” Josué 8:21. (Josué 8:25, 26 NVI) “Ese día murieron todos los habitantes de Hai, como doce mil hombres y mujeres. (26) Josué mantuvo extendido el brazo con el que sostenía su jabalina, hasta que el ejército israelita exterminó a todos los habitantes de Hai.”. Una vez corregido el problema Dios. El  entrega a Josué a Hai con toda su gente. Hoy en día Dios tiene la misma actitud para con su pueblo (iglesia), es igual si no nos hemos arrepentidos de nuestros pecados él no nos recibe. 

sábado, 23 de septiembre de 2017

LOS GABAONITAS HABITANTES DE GABAÓN HABÍAN HECHO LA PAZ CON LOS ISRAELITAS Y ESTABAN ENTRE ELLOS (Josué 10:1).


LOS GABAONITAS HABITANTES DE GABAÓN HABÍAN HECHO LA PAZ CON LOS ISRAELITAS Y ESTABAN ENTRE ELLOS (Josué 10:1).

Los Gabaonitas eran un pueblo al que Josué debería haber destruido, si hubiera seguido las instrucciones del Señor. Aunque eran paganos, sin embargo, fueron lo suficientemente astutos para saber que llevaban todas las de perder. Así que se disfrazaron y engañaron a Josué para que hiciera pacto con ellos, diciendo: “Nosotros somos tus siervos” (Josué 9:8).

Cuando sus antiguos aliados oyeron que habían unido fuerzas con Israel, les declararon la guerra. A causa del pacto que habían sellado, Josué tuvo que pelear por ellos y conducirlos a la victoria. De esta historia se desprenden tres principios:

Primero: llega un momento en que para seguir a Dios tendrás que cortar con el pasado.

Una de las cosas que nos perjudica es que deseamos prosperar, pero sin que nadie sea afectado o se moleste. ¡Olvídate de eso! Si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17).



Sabe

3 Consejos De Los Gabaonitas

Segundo: los Gabaonitas estuvieron dispuestos a humillarse y a pedir ayuda.

Aunque tengas muchas capacidades, habrá momentos en que tengas que pedir ayuda a otros y decir: “Estoy pasando por un mal momento, necesito ayuda, uníos conmigo”. Hay poder en la unión de los santos.

Tercero: Cuando recuerdes de dónde has salido, estarás agradecido por dónde estás.

A los Gabaonitas se les asignó el trabajo de leñadores y aguadores; y éstos se conformaron con servir. No aspires a ser una figura espiritual de renombre. ¡Concéntrate en servir! El servir es un acto vertical: “Servid al Señor con alegría” (Salmo 100:2), pero también horizontal: “Servíos en amor los unos a los otros” (Gálatas 5:13). Si buscas sabiduría práctica para vivir, te costará encontrarás pautas mucho mejores que los principios de los Gabaonitas. 

viernes, 22 de septiembre de 2017

La Llave Para el Éxito dada por Dios a Josué


La Llave Para el Éxito dada por Dios a Josué

“Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:7-8

Después de la muerte de Moisés, Josué era el candidato elegido por Dios para entrar al pueblo de Israel a heredar la tierra que Dios les había dado por herencia. Ésta encomienda era un gran reto para Josué. Dirigir al pueblo para entrar en posesión de lo que Dios les había dado no era tarea fácil, por el contrario, era un desafío difícil, pues estas tierras estaban habitadas por otros pueblos y ellos tendrían que echarlos fuera.

Quizás Josué se sentía intimidado, quizás pensaba que esta tarea era un gran compromiso, quizás en su mente venía la pregunta: ¿poder cumplir con esta responsabilidad? Dios que conoce los corazones vino hablar con él y le dio la llave para tener éxito en su trabajo.

Si ponemos atención, lo primero que Dios le dijo fue: “esfuérzate y se muy valiente.” Este requerimiento de Dios de ser valiente y esforzado no era para pelear como guerrero, pues estando con Moisés Josué había probado ser un valeroso soldado; más bien era un requerimiento para guardar, para estar firme, en los mandamientos que Dios les había dado por medio de Moisés.

Es muy fácil para el hombre deslizarse y apartarse de los mandamientos de Dios. Hay que ser muy valiente y esforzado para decir ¡no! al impulso de seguir corriendo tras las distracciones que el mundo ofrece. Hay que ser muy valiente y esforzado para proponerse en su corazón como Daniel, el no contaminarse. Hay que ser muy valiente y esforzado para no dejar que la posición de liderazgo, las victorias que puedas obtener, y la popularidad, te corrompan el corazón y te llenen de orgullo.

Esta fuerza interior, esta valentía solo vienen al meditar en los mandamientos de Dios. Y es aquí donde entramos al segundo requerimiento que Dios le da a Josué para tener éxito en su trabajo. Vemos que Dios le dice: “que medite en la Palabra de día y de noche.” Meditar es hablar en voz baja, es repetir una y otra vez las promesas hasta memorizarlas. Por esto dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él…” es murmurando en voz tenue sus promesas, repitiéndolas y pensando en lo que dice, que encontramos fuerza y valor para enfrentar las vicisitudes que se nos presenten en el camino. Es meditando en su Palabra que podemos ser valientes y esforzados para poder guardar los mandamientos del Señor. Y es meditando en La Palabra de Dios que haremos prosperar nuestro camino y todo lo que hagamos nos saldrá bien.

Muchos creyentes piensan que la bendición, y la prosperidad, vienen de una manera automática, sin ninguna condición. Pero si vamos a la Palabra de Dios y la estudiamos nos damos cuenta que toda bendición está condicionada a la obediencia.

Dios nos ha dado tremendas promesas de prosperidad, sanidad, y liberación, pero no podremos entrar a poseerla si no obedecemos el mandamiento. La llave para tu bendición es la misma que Dios le dijo a Josué: se valiente y esfuérzate en guardar la Palabra de Dios, medita en ella de día y de noche, porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

jueves, 21 de septiembre de 2017

Ocupando y venciendo en la Tierra Prometida


Ocupando y venciendo en la Tierra Prometida

Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. – Números 14:9

Hace miles de años, Dios dijo a los hijos de Israel que subieran y ocuparan la tierra que les había dado. Les dijo que la tomaran, por la fuerza y sin temor, de los impíos que moraban allí.

Él todavía dice eso hoy. Dios todavía trata de que como su pueblo, tomemos la buena tierra que nos ha dado. Él todavía trata de que usemos el poder que nos ha dado para echar al malvado fuera. Esta tierra no le pertenece al diablo, le pertenece a Dios (Salmo 24:1). Él diablo sólo se mudó y tomó control de las cosas porque los creyentes no lo hemos detenido.

Ese es nuestro trabajo, ¿sabía usted? Jesús tomó los derechos legales de Satanás en la mañana de la resurrección. Entonces Jesús nos puso a cargo de llevar a cabo la derrota de Satanás. Las Escrituras dicen que Jesús se ha sentado a la diestra de Dios hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies (Hebreos 10:12-13). ¿Sabe lo que eso significa? Significa que Jesús espera que le demos un puntapié al diablo y a sus legiones y los echemos fuera de los asuntos de este mundo. Jesús espera que llevemos a cabo la victoria que Él ganó en el Calvario y que ocupemos esta tierra.

Pero, así como Israel tuvo que subir físicamente a tomar la tierra de Canaán, usted y yo tenemos que subir en el Espíritu si vamos a establecer el dominio de Dios sobre la tierra. Vamos a tener que movernos. ¡No podemos hacerlo sentados!

Escuche, es posible que usted no lo sepa, pero estamos en guerra. Estamos en una batalla espiritual y estamos ganando. En verdad, si comprendiera lo que ya está establecido en el mundo espiritual, se reiría del diablo cada vez que él mostrara su rostro.

Por lo tanto, si el diablo hoy tiene control de algún aspecto de su vida, de su iglesia o de su comunidad, levántese en el Espíritu por medio de la fe, la oración y la Palabra y comience a recuperar ese territorio. No tenga temor. La defensa del diablo se apartó de él. No tiene ninguna arma que pueda prevalecer contra usted.

El Señor Jehová está con usted. ¡Levántese en el nombre de Jesús y recobre la tierra!

Éxodo 14:10-31

14:10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová.

14:11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?

14:12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: ¿Déjanos servir a los egipcios Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto?

14:13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.

14:14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

14:15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.

14:16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.

14:17 Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería;

14:18 y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.

14:19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas,

14:20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.

14:21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.

14:22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.

14:23 Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo.

14:24 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios,

14:25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios.

14:26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.

14:27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.

14:28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.

14:29 Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda.

14:30 Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar.

14:31 Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo. 

miércoles, 20 de septiembre de 2017

El amor de Dios a su pueblo.


El amor de Dios a su pueblo.



Para iniciar el devocional de hoy, acompáñense de la lectura de Deuteronomio 1:19-33





Los primeros capítulos de Deuteronomio son Moisés recordándole al pueblo de Israel las promesas de Jehová.



Sabemos que Dios le dio la libertad al pueblo por medio de Moisés y Aarón; estos les llevaron por el desierto hacia la tierra prometida: Canaán. Pero gracias a la desobediencia del pueblo demoraron 40 años en ese proceso.



Ahora leemos el versículo 21 de Deuteronomio 1: "Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes." 

Dios le prometió a Abraham que haría una nación grande de él (Génesis 12:2), y a Jacob (hijo de Isaac; hijo de Abraham) le prometió que su descendencia seria como el polvo de la tierra y en él serian benditas todas las familias de la tierra (Génesis 28:13-14). Ahora, los hijos de Jacob fueron las 12 tribus de Israel, a quienes muchos, muchos años después Moisés llevó por el desierto.



Retomando el pasaje, en el versículo 27 dice: "Y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque Jehová nos aborrece, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en manos del amorreo para destruirnos"



Dios no es hombre para mentir, Dios lo que promete lo cumple.





Esta no era la primera vez que el pueblo renegaba de Dios, muchas veces encontramos a lo largo de Éxodo, Levítico, Deuteronomio ... que el pueblo vivía diciendo: Si estuviéramos en Egipto.... y pecaban cuando se sentían solos y desorientados (Hicieron dioses para adorar cuando Moisés subió al monte a buscar las tablas en las que estaban escritos los mandamientos). Y aun así por la promesa que Dios le había hecho a Abraham se aguantó de no destruirlos.

Los cuidó, sus ropas y calzado se envejecieron mas no se gastaron, les daba alimento del cielo (maná), les mandaba una columna de fuego por las noches y una nube de día para guiar su camino, les dio agua en medio del desierto...Les demostró su amor y poder infinito... "Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios" Deuteronomio 1:32



Les puedo asegurar, que Jehová hizo pasar al pueblo por tantas pruebas en el desierto solo para escuchar que confiaban en Él, que le amaban de la misma forma que Él les amaba a ellos...Pero solo recibió quejas, pecados, blasfemias, desconfianza, desobediencia....



No seamos como el pueblo de Israel en el desierto...Dios quiere un Josué, un Caleb (Números 14.30), un Finees (Números 25:7) ... 

El amor de Dios es grande, lo puedes ver reflejado en tú vida ahora "Pues Jehová te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado" Deuteronomio 2:7





Yo tengo 19 años, que recibí a Cristo como mi Señor y mi Salvador en mi corazón y puedo decir que Jehová me ha bendecido, y estos 19 años Jehová mi Dios ha estado conmigo, y nada me ha faltado... Y estoy seguro que en tú vida es igual. Porque Dios te ama y me ama. Él hace salir su sol sobre buenos y malos... ¿Y si sostuvo la promesa con Abraham...porque no sostendría la promesa con nosotros? Dios no cambia.



En los días de prueba, busca a Dios...Si le buscas Él se dejará hallar por ti; porque te ama.

Aun cuando éramos pecadores e ignorábamos la voluntad de Dios, Él nos guardó y si te arrepientes de tus pecados Él te sostendrá en sus manos y te acogerá con un cariño inimaginable y te dará el amor que el mundo nunca te dará...Porque no hay amor más grande que el de Dios hacia su pueblo.



Minuto de Sabiduría:

Dios nos guía siempre y orienta nuestra vida. Pero necesitamos sensibilidad, para escuchar su voz, y aprender a interpretarla en las mil y una circunstancias de la vida, y remontarnos a las mejores alturas del espíritu que nos anima. Procura meditar en silencio y escucha la voz de Dios, tu guía, que nunca te abandona.     ¡Dios te bendiga! 

martes, 19 de septiembre de 2017

MOISÉS Y AARÓN ANTE FARAÓN


MOISÉS Y AARÓN ANTE FARAÓN

 “Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová, Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto” Éx. 5:1.

Moisés comienza a cumplir con la labor que Dios le ha encomendado, acompañado de su hermano Aarón. Es interesante que Moisés deba enfrentar un antiguo temor, pues cuarenta años atrás, había salido huyendo de Egipto y de Faraón, pero ahora Dios lo envía revestido de Su poder. Esto nos enseña que para servir a Dios y vencer nuestros temores, no es suficiente con nuestros deseos y anhelos, se requiere del poder de Dios…



Para éste momento, el pueblo de Israel ha estado sometido a la esclavitud egipcia por cuatrocientos años, y Dios solicita la liberación de su pueblo para que le rinda culto: “Entonces tú le dirás de mi parte al faraón: Israel es mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo para que me rinda culto”, Éx. 4:22-23ª, con suma dificultad se puede rendir culto a Dios desde el cautiverio. Sólo cuando nuestro espíritu es liberado del dominio de las tinieblas y vivificado por el Señor Jesucristo, puede levantarse y adorar a Dios. A veces nuestro culto al Señor enfrenta diferentes obstáculos:

1. Miedos (cómo los de Moisés),

2. Una mente escaza y conformista (como la de Israel en esclavitud),

3. Profundos complejos y resentimientos (como la falta de perdón),

4. Exceso de ocupaciones y negocios,

5. Una vida cuya nostalgia es su pasado.

Debe aparecer aquí, un profundo deseo de libertad y la decisión de acercarse al libertador, a Jesucristo el Señor, quien con su poder romper las cadenas del cautiverio.

El deseo de Dios, expresado en éste pasaje, es que Su pueblo le “celebre fiesta en el desierto”. Aquí el término fiesta significa: celebración cultica o solemne, Dios quiere una celebración en honor a él, que sus hijos se gocen en él. El escenario escogido es el desierto, sinónimo de soledad, dificultad, dureza, escasez y ausencia, pero al recordar las manifestaciones sobrenaturales de Dios en éste desierto, vemos que fue un espacio escogido por Dios para revelar Su gloria y poder a Israel.

Reflexión final: Dios es nuestro libertador y debemos acercarnos a él, pues con Su poder quebrantar los obstáculos que estorban e impiden nuestra comunión y adoración. Por encima de tu condición, levántate y adora Dios, él quiere revelar Su gloria y poder en medio de tu desierto. 

lunes, 18 de septiembre de 2017

Esclavitud en Egipto de las doce tribus de Israel.


Esclavitud en Egipto de las doce tribus de Israel.

Con el correr del tiempo, el gran hombre llamado José a quien Egipto debía tanto, y la generación bendecida por su obra, descendieron al sepulcro. Y “levantándose entretanto un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía a José.” No era que ignorase los servicios prestados por José a la nación; pero no quiso reconocerlos, y hasta donde le fue posible, trató de enterrarlos en el olvido.

“El cual dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros: ahora, pues, seamos sabios para no se multiplique, y acontezca que, viniendo guerra, él también se junte con nuestros enemigos, y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.”

Pero el momento de su liberación se estaba acercando y Moisés era el hombre que Dios usaría para llevar a cabo esa tarea.

“Por fe Moisés, hecho ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón; escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado. Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque miraba la remuneración.” (Hebreos. 11: 24-26.)

Dios escogió a Moisés Para cumplir su propósito. En su providencia el Señor lo puso en el seno de la familia real de Egipto donde recibió una educación cabal; no obstante, no estaba preparado todavía para que Dios le confiara la gran tarea para la cual lo había llamado. No podía dejar abruptamente la corte del rey ni las comodidades que se le habían otorgado como nieto del monarca para llevar a cabo la tarea especial que el Señor le había asignado. Debía tener oportunidad de adquirir experiencia en la escuela de la adversidad y de la pobreza, y ser educado en ella.

Mientras vivía en el exilio el Señor envió a sus ángeles para que lo instruyeran especialmente con respecto al futuro. Allí aprendió más plenamente las grandes lecciones del dominio propio y la humildad. Pastoreó las manadas de Jetro, y mientras llevaba a cabo sus humildes deberes como pastor, el Señor lo estaba preparando para que se convirtiera en el pastor espiritual de sus ovejas, es a saber, el pueblo de Israel. Del cual vendría El `PRINCIPE de Pastores JESUCRISTO.  

domingo, 17 de septiembre de 2017

En las manos de Dios lo que se planea para mal puede llegar a ser un bien


En las manos de Dios lo que se planea para mal puede llegar a ser un bien

José se ató a la columna de esta promesa y fue fiel a ella toda su vida. Nada en su historia pasa por alto la presencia del mal. Al contrario. Manchas de sangre y huellas de lágrimas yacen por doquier. El corazón de José fue maltratado en carne viva con ruda deslealtad e injusticia. Pero, una vez tras otra, Dios lo rescato del dolor. La túnica de la discordia se transformó en una de la realeza. El foso, en palacio. La familia dividida se volvió a unir. Todos los intentos por destruir al siervo de Dios terminaron fortaleciéndolo.

“Ustedes trataron de hacerme mal”, les dijo a sus hermanos, usando un verbo que en hebreo relaciona su significado con “tramaron” o “trenzaron”. “Ustedes tejen el mal”, les dijo, “pero Dios lo reteje y lo convierte en bien”.

Dios, el Maestro Tejedor. Toma los hilos y entremezcla los colores, las hebras toscas con las de terciopelo, los dolores con las alegrías. Nada está fuera de su alcance. Los reyes, los tiranos, el tiempo y cada molécula obedecen sus órdenes. Él pasa a través de las generaciones y, a medida que avanza, va tomando forma el diseño. Satanás teje; Dios reteje.

Y Dios, el Maestro Constructor. Este es el significado de las palabras de José: “Dios lo tornó en bien, para que sucediera como vemos hoy”. La palabra hebrea utilizada aquí como tornó es un término usado en construcción. Describe un proyecto o trabajo de edificación.

Dios como Maestro Tejedor, Maestro Constructor, redimió la historia de José. ¿Podría también redimir la tuya?

Saldrás de esta. Temes no lograrlo. A todos nos pasa. Tememos que la depresión nunca nos dejará, los gritos nunca terminarán, el dolor jamás se irá. Aquí, en el foso, rodeado por paredes escarpadas y unos hermanos furiosos nos preguntamos: ¿se pondrá brillante alguna vez este cielo gris? ¿Dejará de ser tan pesada esta carga que tengo encima? Nos sentimos atorados, atrapados, acorralados. Predestinados al fracaso. ¿Saldremos alguna vez de este hueco?

Como ocurrió con Daniel en el foso de los leones, con Pedro en la cárcel, con Jonás en el estómago del pez, con David amenazado por Goliat, con los discípulos en medio de la tormenta, con los leprosos y su enfermedad, con las dudas de Tomás, con Lázaro y su tumba, y con Pablo y sus prisiones, Dios también nos librará a nosotros.

No será sin dolor: No necesariamente. No en esta vida. Lo que sí ha prometido es retejer tu dolor para un propósito superior.

No será de un día para otro: José tenía diecisiete años cuando sus hermanos lo abandonaron. Tenía por lo menos treinta y siete cuando volvió a encontrarse con ellos. Y tuvo que pasar otro par de años antes que viera a su padre. A veces, Dios se toma su tiempo. Ciento veinte años preparando a Noé para el diluvio, ochenta años preparando a Moisés para su trabajo. Dios llamó al joven David para que fuera rey, pero lo devolvió al campo a seguir cuidando ovejas. Llamó a Pablo para que fuera apóstol, y luego lo aisló en Arabia por casi tres años. Jesús estuvo en la tierra por tres décadas antes que hiciera algo más que una mesa de cocina. ¿Cuánto tiempo irá a tomar contigo? Puede tardarse. Su historia se cuenta no en minutos, sino en lo que dura una vida.

Pero Dios usará tus problemas para bien: Permíteme aclarar algo. Tú eres una versión de José en tu generación. Representas un reto para el plan de Satanás. Tienes algo de Dios dentro de ti, algo noble y santo, algo que el mundo necesita: sabiduría, amabilidad, misericordia, recursos. Si Satanás logra neutralizarte, podría desbaratar tu influencia.

La historia de José está en la Biblia por esta razón: para enseñarte a confiar en que Dios supera el mal. Lo que Satanás intenta para mal, el Maestro Tejedor—y Maestro Constructor—lo redime para bien.

Quizás haya sido José el primero en decirte que la vida en el foso apesta. Pero pese a toda esa inmundicia, ¿no representa el foso mucho más? Te obliga a mirar hacia arriba. Alguien desde allá habrá de bajar para tenderte la mano. Dios lo hizo con José. En el momento preciso, en el minuto exacto, hará lo mismo contigo. 

sábado, 16 de septiembre de 2017

Génesis 45 José se da a conocer a sus hermanos


Génesis 45 José se da a conocer a sus hermanos



Génesis 45 José se da a conocer a sus hermanos 45 No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus hermanos. 2 Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón. 3 Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él. 4 Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. 5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. 6 Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. 7 Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. 8 Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto. 9 Daos prisa, id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas. 10 Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes. 11 Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes. 12 He aquí, vuestros ojos ven, y los ojos de mi hermano Benjamín, que mi boca os habla. 13 Haréis, pues, saber a mi padre toda mi gloria en Egipto, y todo lo que habéis visto; y daos prisa, y traed a mi padre acá. 14 Y se echó sobre el cuello de Benjamín su hermano, y lloró; y también Benjamín lloró sobre su cuello. 15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él. 16 Y se oyó la noticia en la casa de Faraón, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y esto agradó en los ojos de Faraón y de sus siervos. 17 Y dijo Faraón a José: Di a tus hermanos: Haced esto: cargad vuestras bestias, e id, volved a la tierra de Canaán; 18 y tomad a vuestro padre y a vuestras familias y venid a mí, porque yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto, y comeréis de la abundancia de la tierra. 19 Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras mujeres, y traed a vuestro padre, y venid. 20 Y no os preocupéis por vuestros enseres, porque la riqueza de la tierra de Egipto será vuestra. 21 Y lo hicieron así los hijos de Israel; y les dio José carros conforme a la orden de Faraón, y les suministró víveres para el camino. 22 A cada uno de todos ellos dio mudas de vestidos, y a Benjamín dio trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestidos. 23 Y a su padre envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de trigo, y pan y comida, para su padre en el camino. 24 Y despidió a sus hermanos, y ellos se fueron. Y él les dijo: No riñáis por el camino. 25 Y subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán a Jacob su padre. 26 Y le dieron las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto. Y el corazón de Jacob se afligió, porque no los creía. 27 Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él les había hablado; y viendo Jacob los carros que José enviaba para llevarlo, su espíritu revivió. 28 Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive todavía; iré, y le veré antes que yo muera. 

viernes, 15 de septiembre de 2017

JOSÉ INTERPRETA EL SUEÑO DEL FARAÓN.


JOSÉ

INTERPRETA EL SUEÑO DEL FARAÓN.



Mientras estuvo

en la cárcel José intentó en un comienzo a través del copero del rey, hablar a

faraón, pero éste se olvidó de él. No es que quería el copero hacerle mal a

José, es que no era el tiempo de Dios. El Señor quería a José dos años más

allí, administrando la cárcel, él necesitaba prepararse dos años más, Gén. 41:1

(pues luego administraría los tesoros del imperio egipcio). José no había

pecado, simplemente estaba en las manos del alfarero divino…  





JOSÉ

INTERPRETA EL SUEÑO DEL FARAÓN



“Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo

esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu

palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú… Era

José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de

Egipto”, Gén. 41:39-40, 46.



Los tiempos de

Dios, generalmente son diferentes a los tiempos de los hombres. Lo cierto es

que Dios hace su voluntad siempre; no es cuando queremos, no es con la ayuda de

los hombres, es en el tiempo de Dios, en el Kairos de Dios .

En su debido tiempo Dios, a través de Faraón, mandaría a sacar a José de la

cárcel.



Para éste tiempo,

José tenía 30 años. Recordemos aquí, que a los 30 años Jesús fue bautizado y

comenzó su ministerio terrenal, los levitas desde los 30 años servían en el

templo, y el rey David comenzó a reinar a los 30 años, era el tiempo apropiado

para gobernar, según la tradición rabínica, el año treinta indica: plenitud de fuerza (era la edad para iniciarse como

rabino, profeta, sacerdote), era el tiempo de Dios. El Señor todo lo hace bien,

él tiene cuidado de su pueblo, aún en el desierto envío el maná, pan del cielo. 



Dios es

Todopoderoso y Soberano para hacer las cosas a Su manera y en Su tiempo. Dios envió

un sueño a Faraón, y uso al copero en su tiempo para hablarle al faraón de la

capacidad que José tenía para interpretar sueños. Éste sueño venía con un

código del cielo que sólo el Espíritu Santo podía revelar, y José había sido entrenado por Dios en el ejercicio del

talento (“interpretar sueños”), en la administración de recursos y personas, y en

su carácter, pues le dice a faraón: “no soy yo, es de Dios la gloria”.



No te desalientes

por la decepción de aquellos en quienes confiabas, por la cisterna, por las

adversidades en la casa de Potifar, o por convivir con compañeros como el

copero, Dios sabe el cómo, el cuándo hacer las cosas, sólo sigue su camino, se

fiel a Dios, y Dios cumplirá aquello que ha dicho, usando a quienes quizá no

esperamos, y por los medios menos esperados.  



Reflexión

final: Dios es fiel, es Todopoderoso, procuremos

seguir sus pisadas, seguir el testimonio de su Espíritu, caminar en los tiempos

de Dios, avanza a pesar de los obstáculos, y él hará Su obra, lo que diseñó

para ti lo cumplirá.