sábado, 31 de diciembre de 2022

El regreso del Amor

 

El regreso del Amor


“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.” Filipenses 1: 6, 9-11

“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” Apocalipsis 22:12

Durante este mes de diciembre hemos visto el amor de Dios manifestado desde el momento mismo de la creación, hemos pasado por la traición del hombre a ese amor cuando pecó y hemos visto el amor redentor de Dios al poner en marcha desde la misma caída su plan de salvación, además durante los devocionales de este mes vimos el amor de Dios en la navidad, es decir, en el nacimiento del Mesías, también en su vida, muerte, resurrección y en la obra del Espíritu Santo, para finalmente llegar al último devocional, que coincide con el último día de este año 2022, un día especial para agradecer a Dios por su maravilloso amor y por toda esa obra extraordinaria que ha hecho en nuestras vidas, y que como dice Filipenses 1:6 será perfeccionada hasta el día de Jesucristo.

Que en este día tan especial de agradecimiento, pero también donde se evalúa lo hecho en el año que termina y donde se toman decisiones para el nuevo año, sigamos el ejemplo del apóstol Pablo en su carta dirigida a los Filipenses, y pidamos en oración, que el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado, abunde más y más para ser hallados sinceros e irreprensibles, pero también llenos de fruto, fruto que viene de una relación de intimidad con Dios y que nos lleva a compartir de su amor a nuestro prójimo por medio de Cristo para gloria y alabanza de Dios. Recordemos finalmente que Cristo volverá pronto como lo dice Apocalipsis 22:12; así que pidamos a nuestro ayudador, el Espíritu Santo, su guía, dirección y poder, para que en el nuevo año seamos instrumentos de su gloria, para que cada obra que hagamos refleje su amor, y así podamos con toda confianza esperar el regreso del Amor, es decir, nuestro Salvador Jesucristo.  Oración.

«Padre amado, gracias por tu gran amor, gracias por tu perdón, gracias porque sigues haciendo tu obra en mí, perfeccionándome para ser hallado irreprensible en el día que tu Hijo Jesús regrese, te pido que tu Santo Espíritu me lleve a esa intimidad contigo para conocer más tu extraordinario amor, para compartirlo con todos en el nuevo año, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 30 de diciembre de 2022

Despertando su reino en nosotros

 


Despertando su reino en nosotros

“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” 1 Pedro 1:18-23

El Hijo de Dios, quien se hizo hombre para rescatarnos de nuestra pasada manera de vivir, esa vida que siempre nos llevaba a pecar debido a nuestra naturaleza pecaminosa, y a quien para estas fechas recordamos por la Navidad, tuvo que dar su vida, derramando hasta la última gota de su sangre en la cruz por amor de nosotros, derribando la pared de separación que había entre el hombre y Dios por causa del pecado, y que permitió gracias a la fe en Él, que nos acercáramos de nuevo a Dios, quien le resucitó y dio gloria, para que nuestra fe y esperanza sean puestas en Dios, y además nos dio su Santo Espíritu para que nos ayudara a obedecerle, purificando así nuestras almas, despertando en nosotros su reino, llevándonos a poner su amor en acción, para amarnos los unos a los otros con un amor fraternal no fingido, un amor entrañable, el amor de Jesús, que viene de un corazón puro, ese corazón nuevo que tenemos los creyentes en Cristo, un corazón que viene de una simiente incorruptible.

Ahora que están terminando estas festividades y se acerca la celebración de fin de año, tomémonos un tiempo para reflexionar y evaluar nuestra manera de vivir, y miremos si en realidad en nuestras vidas estamos llevando el fruto del amor, examinémonos para ver si hemos amado con un amor fraternal no fingido, ese amor que es sufrido, benigno; que no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad, que todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta; y de manera consciente pidamos al Espíritu Santo que despierte su reino para amarnos los unos a los otros como el Señor nos enseñó.   Oración.

«Espíritu Santo de Dios, despierta tu reino de amor en mí, ayúdame a obedecerte en todo, amando al prójimo como Jesús me ha amado, con un amor fraternal no fingido, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 29 de diciembre de 2022

Adoptados para adoptar a otros

 


Adoptados para adoptar a otros

“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”. Romanos 8:15-17

La adopción es una de las verdades más liberadoras de la palabra de Dios, que puede transformar radicalmente la vida de cualquier persona que ha experimentado el rechazo y el abandono de esta sociedad. Todos los seres humanos cuando nacemos heredamos la naturaleza pecaminosa y esto hace que estemos separados de Dios, en orfandad. Como dice Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Al encontrarnos en esa condición no podemos disfrutar de su amorosa presencia, ni de su paternidad.

En su infinito amor, nuestro Padre Dios envió a su Hijo a morir por nuestro pecado, a quitar esa barrera que nos separaba de Él. Con su obra redentora y nuestra decisión personal de aceptar lo que Jesús hizo por nosotros, nos ha dado la potestad de ser hechos hijos de Dios, como dice Juan 1:12. Este acto de amor en la cruz nos puso nuevamente en la relación correcta con el Padre.

Adicionalmente se nos ha dado el Espíritu Santo, y recibimos el espíritu de adopción por el cual podemos llamar a Dios Abba Padre, una expresión que muestra afecto y familiaridad a Dios como un papá. Como hijos, somos herederos juntamente con Jesucristo. No sólo de toda la riqueza que posee, sino de su identidad, porque tenemos su presencia morando en nosotros.

Entender que el Padre celestial, nos eligió para que pertenezcamos a su familia, es saber que no estamos solos, ni desamparados. Él se despojó a sí mismo para hacerse hombre, para rescatarnos y adoptarnos independientemente de lo que somos, porque quizás antes de conocerlo, fuimos lo más vil y menospreciado del mundo y no merecíamos tanto amor.

Él extendió su brazo y nos sacó de la condición en que estábamos, se reconcilió con nosotros. Como hijos pródigos, nos lavó con su preciosa sangre, nos vistió con las mejores galas, nos puso el anillo real que simboliza que somos hijos del reino celestial y que somos suyos.

Suficiente razón para que comprendamos que nos escogió para Él y para ayudar a sacar a este mundo de la orfandad. Nos entregó el ministerio de la reconciliación para que podamos decir a otros: “os rogamos en nombre de Cristo: reconciliaos con Dios” 2 Corintios 5:20. En otras palabras, fuimos adoptados para adoptar a todos aquellos que se sienten solos, abandonados, esclavos y oprimidos por causa del pecado, arrebatarlos de las manos del padre de mentira que gobierna este mundo, Satanás y liberarlos con el mensaje del evangelio.   Oración.

«Padre, gracias por amarme aun sin merecerlo y adoptarme como hijo por la obra sacrificial de tu Hijo Jesús, por librarme de las tinieblas y trasladarme al reino celestial. Señor, hay tanta orfandad en este mundo, por eso hazme entender que, así como lo hiciste conmigo, yo sea un instrumento en tus manos para atraer a otros a tu amorosa paternidad y que puedan experimentar ser libres por tu gran amor. En el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 28 de diciembre de 2022

Los redimidos cantamos

 

Los redimidos cantamos


“Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro.” … “Más el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.” Mateo 28:1,5-9.

La resurrección de Cristo es literalmente el triunfo del Amor, la muerte no podía retener al autor de la vida, no podía retener al Amor, Jesús se levantó triunfante de la tumba para traer esperanza a los creyentes que al igual que aquellas mujeres mencionadas en Mateo 28:1 necesitan saber que volverán a ver a sus seres queridos que han fallecido con su fe puesta en el Salvador, un mensaje para estas fechas donde algunos recuerdan la pérdida del ser amado.

Cuánto dolor trae la muerte, pero cuánta esperanza trae Cristo, para nosotros los cristianos el triunfo del Amor, demostrado en la resurrección de nuestro Salvador debe traer sanidad y gozo, pues al Señor resucitar de los muertos se convirtió en la primicia de la resurrección como dice 1Corintios 15:20-21 “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.” Por lo tanto debemos tener la certeza de que en Cristo nuestros seres amados resucitarán, Palabra, que al igual que la dada a aquellas mujeres cuando recibieron la gloriosa noticia de la resurrección de su Maestro, permitirá que la tristeza se convierta en gozo.

Siguiendo el ejemplo de aquellas mujeres, al experimentar el triunfo del amor en nuestras vidas, es decir, el poder de la resurrección de Cristo, pongamos toda nuestra disposición para ir y compartir esta buenas nuevas, pues nosotros también somos testigos que el Señor ha resucitado; así que no nos quedemos callados, vayamos a predicar que Cristo nos ha dado esperanza y ha cambiado nuestro lamento en baile como dice Salmos 30:11-12 “Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.   Oración.

«Señor Jesús, gracias por cambiar mi lamento en baile, transformar mi tristeza en alegría y por darme esperanza y un propósito de vida, que tu Santo Espíritu me ayude para que con gozo, comparta a otros la noticia de que tu estas vivo, y que en ti hay vida eterna, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 27 de diciembre de 2022

El triunfo del Amor

 


El triunfo del Amor

“Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.” Lucas 24:2-7

“Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros”…“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” Lucas 24:36, 45-47

Pensemos en el dolor e impacto que había causado la muerte del Maestro en sus discípulos, siempre la pérdida de un ser querido es muy dolorosa, sin embargo al tercer día, después de que Jesús fuera crucificado, la tristeza se empezaría a convertir en gozo, cuánta alegría tuvieron que experimentar aquellas mujeres que al ir a visitar la tumba de Jesús, se encontraron con la maravillosa noticia de que el Señor estaba vivo. La resurrección de Cristo es el triunfo del Amor, pues, el autor de la vida, por amor a nosotros le quitó el poder a la muerte, para brindarnos esperanza; Él mismo nos mostraría que la tristeza de la muerte no sería para siempre, así es como ese dolor, Jesús lo transformaría en gozo, al mostrarle a sus discípulos que Él había vencido, que la propia muerte no podía retenerlo y que se había levantado triunfante del sepulcro.

Para nosotros los creyentes el triunfo de Cristo demostrado en su resurrección es el triunfo del amor, y es la base de nuestra fe, pues si no hubiera ocurrido así nuestra fe no valdría para nada, como está escrito: “y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.” 1 Corintios 15:17. Pero ¡Gloria a Dios por Jesucristo!, quien también a nosotros nos abre el entendimiento para que podamos comprender y creer que como dice la Escritura: “fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”. Así que, si hemos entendido el poder de la resurrección, poder que es capaz de transformar la más profunda tristeza en el gozo más indescriptible, obedezcamos y compartamos el mensaje del evangelio, para arrepentimiento, perdón de pecados y vida eterna de nuestros seres queridos.   Oración.

«Señor Jesús, gracias porque te levantaste victorioso de la tumba, gracias porque el Amor triunfó, y ahora que también soy testigo del poder de tu resurrección, quiero compartir a otros esta extraordinaria noticia, que, en Ti, hay vida eterna para el que crea, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 26 de diciembre de 2022

Del pesebre a la cruz

 


Del pesebre a la cruz

“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:14

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Filipenses 2:5-8

La vida de nuestro Salvador, desde el pesebre a la cruz, es una muestra total de amor, siendo Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose carne, a semejanza de los hombres, naciendo como un pequeño bebe, en un humilde pesebre; y habitó entre nosotros dejando ver su gloria, gloria como del unigénito del Padre, enseñándonos la compasión, el perdón, la bondad, la humildad, la gratitud, la obediencia, entre muchas otras virtudes, pero sobre todo, nos mostró con su propia manera de vivir, la forma correcta de amar, cada acto reflejaba su esencia (1Juan 4:16), lo que predicaba lo practicaba, el Hijo de Dios vivió una vida llena de gracia y de verdad.

Si su nacimiento y su vida fueron gloriosos, su muerte fue un evento extraordinario, pues demandó humildad, sumisión y obediencia a los designios del Padre. En la cruz de Cristo, confluyen la Justicia y Santidad de Dios abrazadas por su Amor. Si bien el Padre había podido decretar justicia, condenando para siempre al hombre, decidió por amor, Él mismo pagar el precio de nuestro pecado, un precio muy alto que demandó la vida de su propio Hijo, acto sublime y misericordioso que permitió reconciliar al hombre pecador, con el único Dios Verdadero y Santo. “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Filipenses 2:9-11. Que nuestro mayor anhelo, en retribución a todo lo demostrado por nuestro Señor Jesús, sea corresponder y compartir este incomparable e inmerecido amor.   Oración.

«Señor Jesús, gracias porque desde tu nacimiento hasta tu muerte siempre nos mostraste tu incomparable amor, en respuesta, rindo mi vida a ti, ayúdame a conocer, corresponder y compartir tu maravilloso e inagotable amor, en la llenura y poder de tu Santo Espíritu, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 25 de diciembre de 2022

Amor en Acción

 


Amor en Acción

“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”. Juan 15:10

“El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.” Romanos 13:10

El Hijo de Dios, quien de su trono a un pesebre llegó, siendo ciento por ciento Dios y ciento por ciento hombre, creció espiritual y físicamente como lo dice Lucas 2:52 “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” Durante su vida aquí en la tierra puso su Amor en Acción, por lo cual se dedicó a mostrarnos la manera correcta de Amar a Dios y de amarnos los unos a los otros. (Juan 15:10 y Romanos 13:10).

Jesús nos enseñó a través de su mensaje y con su ejemplo que a Dios se lo ama por medio de la obediencia, como lo declara Juan 14:21 “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Pero también nos enseñó que la manera de amar al prójimo era como Él nos había amado, tal y como se menciona en Juan 13:34 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”.

El Señor, conociendo nuestra condición humana, no solamente nos enseñó la manera de amar, sino que gracias a su obra en la cruz brindó a todo creyente lo necesario para cumplir con la ley del amor, pues nos dio su Santo Espíritu quien derramaría el amor de Dios en nosotros como lo dice Romanos 5:5 “y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”

Que al igual que Jesús en su paso por este mundo, pongamos su Amor en Acción: buscando al perdido, orando por los enfermos, alimentando a los hambrientos, pero sobre todo compartiendo su evangelio de salvación.  Oración.

«Señor Jesús, gracias por darme tu Santo Espíritu, porque con Él en mi vida puedo amar como tú amas, gracias por mostrarme la manera correcta de vivir, colocando tu Amor en Acción, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 24 de diciembre de 2022

Del trono al pesebre

 


Del trono al pesebre

“Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.” Isaías 66:1-2

“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” Lucas 2:10-14

Es extraordinario pensar que el Dios Eterno y Todopoderoso, decidiera dejar su trono, el cielo, para venir a nacer en esta tierra, el estrado de sus pies, y ser envuelto en pañales y colocado en un humilde pesebre; ¡qué gran acto de humildad!, pero sobretodo ¡que manifestación de amor! Sin lugar a dudas un acontecimiento universal, tan maravilloso y glorioso que las mismas huestes celestiales alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Hoy, al igual que aquella maravillosa noche, Dios nos sigue diciendo, pero ya no por medio de ángeles, sino a través de su Palabra, anunciada por sus propios hijos, los creyentes, “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”.

Esta noche, en la cual se celebra la Navidad, la conmemoración del nacimiento del Mesías prometido, gocémonos y unámonos a los cánticos celestiales porque nuestro Salvador, quien nació, y murió en una cruz por amor a nosotros, resucitó, y ha vuelto a su trono, pero también ha regresado a los humildes pesebres de los corazones creyentes. Dios sigue mirando desde su trono, y sigue buscando personas pobres y humildes de espíritu, que tiemblen a su palabra, para volver a estar en un pesebre, el corazón humano, pero ahora como su Salvador, por eso compartamos esta buena nueva: que en Cristo hay salvación, pues como está escrito en 2 Corintios 6:1-2 “Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. Porque dice: en tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.  Oración.

«Señor Jesús, sé que tú sigues buscando corazones que como pesebres vengan a ser el lugar donde vuelvas a habitar, por eso, permíteme anunciar con denuedo y en el poder de tu Santo Espíritu, la buena noticia que en Cristo hay salvación, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 23 de diciembre de 2022

Jesús es nuestra navidad

 

Jesús es nuestra navidad

“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de ci


erto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Juan 3:3

“Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” Juan 3:6

Cuando creemos en Jesús, y por fe lo recibimos en nuestro corazón, literalmente empezamos una nueva vida, pues se nos otorga la vida eterna gracias a la obra redentora de Cristo, así que podemos decir que en ese preciso momento nacemos de nuevo, pero ahora es del Espíritu como lo declara Juan 3:6.

Debido a que en Jesús volvemos a nacer y como la palabra navidad significa nacimiento, podemos expresar que para nosotros Jesús es nuestra navidad.

Juan 3:3 nos revela la importancia del nuevo nacimiento para poder ver el reino de Dios, así que tenemos mucho por lo cual agradecer, como dice 1 Pedro 1:3-5 “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.”

Que al pensar en la navidad y al ver a José, María y el niño Jesús en un pesebre, recordemos que tú y yo y cada creyente, somos ahora, aquella familia en la cual Dios dispuso que su Hijo Jesús viviera y, que así como los padres terrenales del Mesías dispusieron y rindieron sus vidas para criar al Hijo de Dios, nosotros también dispongamos nuestros corazones y rindamos nuestra voluntad para permitir que Cristo viva por medio de su Espíritu en cada uno de nosotros, para que su gloria se siga manifestando en medio de la humanidad.

Como aquella señal del niño Dios en un pesebre ha perdurado por más de dos mil años y ha acercado a hombres a Dios, la señal de Cristo en nuestro corazón perdure por siempre y aproxime a los perdidos al Salvador.  Oración.

«Señor Jesús, gracias por haber venido a morar en mi corazón que como un pesebre te recibió, gracias por hacer de este pesebre un templo, el templo de tu Santo Espíritu y gracias por darme una nueva vida; permíteme siempre estar dispuesto a tu llamado para rendir mi voluntad a ti, dejándote ahora vivir a través de mí, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 22 de diciembre de 2022

La navidad es de los niños

 


La navidad es de los niños

“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.” Mateo 19:14

“En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que, si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.” Mateo 18:1-5

De los niños tenemos mucho que aprender, es maravilloso que el Señor en una de sus enseñanzas instruyera a sus discípulos que les era necesario que se volviesen como niños para poder entrar en el reino de los cielos, y les aclarara que era primordial la humildad para ser el mayor en su reino, esto mismo nos enseña a nosotros, pues ser como niños implica una fe genuina que nos acerca a Dios y una sumisión a Él que desarrolla en nosotros la humildad, lo cual nos permite disfrutar de una relación profunda de intimidad y amor con nuestro Salvador.

Como creyentes podríamos aprovechar al máximo la temporada navideña para motivar a los niños a conocer a Jesús. Toda la alegría, los regalos, los arreglos, las luces y en general el trajín de estas fechas no deberían distraernos o desviarnos de este maravilloso objetivo. Los discípulos de Jesús, también muy preocupados por sus obligaciones y por hacer lo mejor para que su Maestro pudiera predicar sin problemas, reprendieron a algunos padres que buscaban que el Señor impusiera sus manos y orara por sus hijos, (Mateo 19:13). En ocasiones, al igual que los discípulos, en vez de ser puentes que ayudan a aproximar a los niños a Jesús, nos podemos convertir en muros que separan y alejan. En contraste, Jesucristo, aun en medio de todas sus ocupaciones se mostraba feliz compartiendo con los pequeños, todo un ejemplo a seguir que nos impulsa a buscar oportunidades aun en medio de los afanes de esta sociedad para permitir que los niños se acerquen a Dios. (Mateo 19:14). Que en esta época logremos reflexionar, y darnos cuenta, que la navidad es de los niños, y así podamos poner en práctica lo que enseña la Palabra en Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.  Oración.

«Señor Jesús, gracias por tu ejemplo, que tu Santo Espíritu me lleve a tener la fe y la humildad de un niño, para experimentar como ellos tu amor, enséñame también a buscar oportunidades para acercar a los niños a ti, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 21 de diciembre de 2022

Corazón de navidad. Parte 2

 

Corazón de navidad. Parte 2


“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.” Lucas 1:38

La virgen María había hallado gracia, es decir, había obtenido el favor inmerecido de Dios, para ser la madre del Salvador, este gran propósito le fue anunciado por medio del ángel Gabriel (Lucas 1:28-35). Ante semejante anuncio del ángel, María en un acto de humildad a Dios se muestra como una sierva del Señor, es decir, muestra su rendición y sumisión a la voluntad del Todopoderoso, diciendo que se hiciera con ella conforme a la palabra dicha (Lucas 1:38).

Esta cualidad observada en María es fundamental para el crecimiento espiritual del creyente, como dice Filipenses 2:5-8 “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”, pero también es primordial para que aquellas mujeres que están casadas puedan desarrollar su rol dentro de la familia de acuerdo a la voluntad de Dios, tal y como exhorta Efesios 5:22-24. “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.”

Hoy, pidamos a Dios ayuda para desarrollar un corazón de navidad, es decir un corazón humilde, que esté dispuesto al igual que el de María, a permitir que el Hijo de Dios viva en nosotros, ahora ya no en la forma de un bebe en el vientre, sino a través de su Santo Espíritu, en nuestro corazón. Oración.

«Padre Dios, permíteme tener un corazón humilde como el de tu Hijo Jesús, quien no escatimó el ser igual a Dios como algo a que aferrarse, sino más bien al despojarse de sí mismo nos dejó su ejemplo para imitarlo; que tu Santo Espíritu me ayude a despojarme de mi antiguo corazón, es decir, de mi pasada manera de vivir y con su poder me ayude a vivir con el nuevo corazón que tú me has dado, y así, al igual que María pueda decirte: he aquí a tu siervo, hágase conmigo conforme a tu voluntad, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 20 de diciembre de 2022

Corazón de navidad. Parte 1

 

Corazón de navidad. Parte 1


“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados (…) Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.” Mateo 1:18-21, 24-25

Al observar la vida de José, quien había sido escogido por Dios para cumplir el papel de padre en la familia que Él había designado para que naciera y creciera su Hijo, nos damos cuenta de dos aspectos fundamentales que todo creyente debería desarrollar: primero, una relación de amor íntima y profunda con Dios; y segundo, una vida de obediencia a Dios.

Antes que naciera Jesús, José, esposo de María, pensó en dejarla secretamente, pues hasta ese momento ellos no habían consumado el matrimonio y su esposa ya se encontraba en embarazo; sin embargo, la relación personal e íntima que él tenía con Dios le permitió ser sensible a su voz, tanto que, en un sueño, muy claramente un ángel del Señor le habló, explicándole la situación, tranquilizándolo y dándole instrucciones para recibir a su mujer; enseguida, al despertar José del sueño, obedeció e hizo tal cual el ángel del Señor le había ordenado. Estas cualidades en la vida del padre adoptivo de Jesús, no solamente se le vieron durante la navidad o el periodo del nacimiento del niño, sino que la Biblia nos muestra que en varias ocasiones ocurrió lo mismo, José fue dirigido por Dios mediante sueños e inmediatamente él despertaba obedecía (Mateo 2:13-15, 19-23).

Que en esta navidad podamos darnos cuenta que la mejor manera de alcanzar el propósito de Dios para nuestras vidas y para los que son papás, la mejor manera de ejercer el rol de padre en sus familias, es estando atentos a la dirección de Dios por medio de una relación personal e íntima de amor con Él, a través de la cual recibiremos el poder para obedecer. Que este mismo estilo de vida que tuvo José, sea cultivado por nosotros para tener un corazón de navidad, es decir, un corazón como el de Jesús, sensible y obediente a la voz de Dios.  Oración.

«Padre Dios, que tu Santo Espíritu me lleve a esa intimidad contigo y me fortalezca para obedecerte en todo, permitiéndome cada día ser más conforme a la imagen de tu Hijo, acorde a su corazón, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 19 de diciembre de 2022

El corazón de la navidad

 

El corazón de la navidad


“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:14

“Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” Lucas 2:4-7

La navidad debería llevarnos a Jesús, Él es el corazón de la navidad, es la navidad; meditemos acerca del gran significado que tiene el hecho de que el Verbo Eterno de Dios se haya hecho carne y haya habitado entre nosotros; el Creador tomando la forma de su creación, el Dios Inmortal haciéndose mortal; tan sorprendente e impactante es, que cuesta entender cómo Él que lo llena todo y está en todo lugar viniera a este mundo y naciera en un pesebre, y más aún, cuando sabemos que Dios es santo y nosotros pecadores; que grandioso, que magnifico, que glorioso acto, que nos lleva a vislumbrar su gran Amor.

El Dios soberano, en el lugar y momento oportuno envió a su Hijo para que viniera a ejecutar su plan de salvación, todos los acontecimientos ocurridos, como el censo promulgado por Augusto César, nos muestran el control de Dios en cada situación, pues con este suceso José tuvo que viajar a Belén para que fuese empadronado, cumpliéndose lo anunciado por el profeta: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.” Miqueas 5:2.

Saber que Dios siempre tiene el control, debería producir en nosotros paz y seguridad, pues Él puede utilizar cada circunstancia para cumplir también en ti y en mí, su voluntad, y así hacer que nuestros corazones sean como el de Jesús, recordemos su promesa: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” Romanos 8:28-29.  Oración.

«Padre Dios, gracias por Jesucristo, Él es verdaderamente quien le da valor a la navidad y también quien le da valor a mi vida, te pido que tu Santo Espíritu me lleve a vivir de acuerdo a tu voluntad con el nuevo corazón que me has dado, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 18 de diciembre de 2022

Los sabios de oriente

 


Los sabios de oriente

Oración.

«Padre amado, que tu Santo Espíritu me lleve a esa intimidad contigo por medio de Jesús, entrego mi vida a tu servicio, te doy todo lo que soy, esta es mi ofrenda de amor para ti, me postro delante de ti mi Señor y Salvador. Amén.

“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.”…“Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.” Mateo 2:1-3, 10-11

Los sabios de oriente, conocidos popularmente como los reyes magos, hicieron un largo viaje para conocer al Mesías, estas personas descritas en el evangelio de Mateo tuvieron que ser de una distinguida condición, sus regalos y la entrevista que tuvieron con el rey Herodes así nos lo deja ver, ellos no permitieron que sus riquezas, ocupaciones o posición social se interpusiera en su camino para poder presenciar con sus propios ojos al Salvador de la humanidad. Qué gran ejemplo nos dan aquellos visitantes del oriente, quienes se desplazaron grandes distancias para llevar presentes al Mesías, y cuando lo encontraron se postraron y adoraron. Que como hijos de Dios, nosotros también todos los días, busquemos con diligencia estar frente a nuestro Salvador, para entregarle a Él nuestra vida como una ofrenda de amor y postrados también le adoremos.

Hoy en día muchos hombres al igual que Herodes y las personas de Jerusalén que se turbaron cuando escucharon que el rey de los judíos había nacido, dejan que el diablo quite de su corazón la palabra y endurecen su corazón, por lo cual no pueden creer ni ser salvos; otros creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan; y otros tantos por los afanes de la vida, las riquezas y los placeres de este mundo se alejan del camino que lleva al Salvador; pero otros al igual que aquellos sabios, son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.

En esta navidad, pidamos al Dios Verdadero, que nuestro corazón sea como esa buena tierra donde su semilla caiga para dar un fruto abundante, y así, al igual que los sabios descritos en el evangelio de Mateo, busquemos congregarnos, sin importar lo lejos que tengamos que ir, para llevar lo mejor de nosotros y ponerlo al servicio de nuestros Salvador.  Oración.

«Padre amado, que tu Santo Espíritu me lleve a esa intimidad contigo por medio de Jesús, entrego mi vida a tu servicio, te doy todo lo que soy, esta es mi ofrenda de amor para ti, me postro delante de ti mi Señor y Salvador. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 17 de diciembre de 2022

Los pastores de Belén

 

Los pastores de Belén


“Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor” … “Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.”…“Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.” Lucas 2: 8-9, 15-16, 20

Aproximadamente dos mil veintidós años atrás, unos humildes pastores de Belén tuvieron el gran privilegio de recibir la maravillosa noticia de que el Mesías prometido había nacido, un ángel del Señor se los anuncio, y es sorprendente ver lo relatado en Lucas 2:8-9 pues al presentarse el ángel para darles esta buena nueva de salvación, la gloria misma del Señor los rodeó con su resplandor; esto mismo es lo que sucede cuando compartimos de Cristo, pues la gloria sublime de Dios es la que brilla con su esplendor en las vidas de las personas que por fe creen a nuestro anuncio, así como los pastores creyeron a la revelación dada desde el cielo. Esa misma noche, después de que los ángeles se fueron, los pastores hicieron algo que nos deja una gran enseñanza, ellos decidieron suspender sus labores e ir a ver lo que se les había dicho de manera inmediata, así como se nos dice en Lucas 2:16 donde se describe que fueron apresuradamente a Belén y hallaron a María, a José, y al niño acostado en el pesebre. Su fe, disposición y premura, les permitió ser testigos del acontecimiento más grande de la historia de la humanidad: el nacimiento del Hijo de Dios.

Nosotros debemos seguir el ejemplo dado por los pastores, así cada vez que Dios nos diga algo por medio de una predicación, un devocional o un hermano, y que esté conforme a su palabra, corramos apresuradamente a obedecer, si esto hacemos seremos testigos del amor y poder de Dios en cada situación que Él nos permita vivir, y al igual que aquellos pastores de Belén volveremos glorificando y alabando a Dios por sus maravillas. Así que aprovechemos al máximo estos días, donde las personas se reúnen y comparten en familia, para anunciar al igual que los ángeles, que en Jesucristo hay salvación y vida eterna.  Oración.

«Padre Dios, ayúdame por medio de tu Santo Espíritu a obedecerte de manera inmediata, que cada vez que tú me anuncies algo por medio de tu palabra, tenga la misma disposición de aquellos pastores, quienes disfrutaron del privilegio de ver a tu Hijo recién nacido, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 16 de diciembre de 2022

Corazón-Pesebre

 


Corazón-Pesebre

“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” Lucas 2:10-14

El Mesías prometido vino a este mundo y nació de una virgen en un pesebre, el Salvador de la humanidad tuvo que llegar a ese lugar, pues al sus padres buscar posada no la encontraron, como lo relata Lucas 2:7 “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.”

Aquel pesebre, lugar de las posadas donde colocaban los animales de los viajeros para alimentarlos, fue el escogido por Dios, para que su Hijo naciera, ese sitio, tal vez sucio, oscuro, sin valor, fue en el que María tomó por primera vez en sus brazos al Redentor para envolverlo en pañales. El pesebre es una representación del corazón humano que nos lleva a reflexionar de cómo el Gran Dios sigue buscando nacer en los corazones, a pesar de que se encuentren en condiciones que no son dignas para que el Rey de reyes venga a vivir, y que precisamente nos deja ver el inmenso amor que Él nos tiene, pues quiere limpiarnos, darnos luz, y llenarnos de valor.

Lucas 2:10-11 dice que un ángel fue el que anunció a los pastores aquella buena noticia del nacimiento del Salvador; hoy somos nosotros los creyentes, quienes tenemos el enorme privilegio de seguir anunciando las buenas nuevas de salvación. Recordemos que es por la locura de la predicación que a Dios le ha placido convencer los corazones para que dejen entrar a su amado Hijo. (1 Corintios 1:21). Cada vez que compartamos el evangelio estemos seguros que Cristo al igual que vino a aquel pesebre, estará dispuesto a entrar también al corazón- pesebre de todo aquel que por fe lo quiera recibir, entonces los cielos volverán a decir: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!  Oración.

«Padre Dios, gracias porque un día tu amado Hijo vino a posar en mi corazón, gracias por escoger una vez más un pesebre para nacer, porque no te importó que no hubiera grandes cosas de valor en mí, o que mi corazón pudiera estar sucio como una pesebrera, gracias porque ahí sigo viendo tu gran amor por mí, te amo mi Señor, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 15 de diciembre de 2022

El Mesías prometido

 


El Mesías prometido

“Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.” Zacarías 9:9

“Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!” Marcos 11:7-10

El pueblo escogido por Dios, a quienes fueron hechas las promesas, esperaban al mesías, a ellos les fue dicho por medio del profeta Zacarías que se alegraran y dieran voces de júbilo por su salvador. Por mucho tiempo esperaron al mesías prometido, y cuando llegó, cumpliéndose la profecía, se regocijaron, tal y como se describe en Marcos 11:9-10 dando voces de júbilo y diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!”. Muchos se maravillaban y estaban alegres por todos los milagros que habían visto hacer a Jesús, pero otros tantos no entendían en realidad lo que pasaba, pues más adelante terminarían en medio de la multitud pidiendo la crucifixión del Hijo de Dios. (Marcos 15:6-15).

Las personas hoy en día aguardan con gran emoción y expectativa la navidad, aunque algunas no tanto, pues este tiempo se les ha convertido tan solo en una tradición, o simplemente les pasa desapercibido, pues no les interesa, o ni siquiera entienden lo que se celebra. La emotividad de estas fechas en ocasiones solo proviene de los regalos, la comida y las reuniones sociales y al igual que el entusiasmo y la alegría de algunos judíos de la época de Jesús puede ser pasajera; pero, para nosotros los cristianos, la temporada de navidad debe tener un significado más profundo, pues se conmemora el nacimiento de Jesucristo, nuestro salvador, (a pesar de que la fecha de su nacimiento no haya sido en diciembre); hoy, cada uno de nosotros los creyentes debemos alegrarnos y dar voces de júbilo, pero también debemos recordar que muchos siguen necesitando del Salvador, así que aprovechemos estas festividades para compartir el mensaje poderoso del evangelio, anunciando que el Mesías prometido quiere entrar a vivir en el corazón de todo aquel que por fe lo quiera recibir.   Oración.

«Padre Dios, gracias porque el Mesías prometido es mi Salvador, ayúdame a compartir en el poder de tu Santo Espíritu, tu evangelio, las buenas nuevas de salvación, para que muchos puedan conocer al verdadero Mesías, a Jesús, el Hijo de Dios, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 14 de diciembre de 2022

Promesa de Amor

 

Promesa de Amor


“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” Isaías 7:14

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” Isaías 9:6

Durante mucho tiempo Dios le reveló a su pueblo que les daría un salvador, el mesías, ¡Gloria a Dios!, porque esta gran promesa de amor, terminaría siendo una promesa para toda la humanidad, el profeta Isaías inspirado por el Espíritu Santo declaró “que la virgen concebiría, y daría a luz un hijo, y llamaría su nombre Emanuel”, pero también dijo que sería llamado “Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. Esta promesa de Amor, dada hace más de 2700 años, se cumplió en Jesús, pero en realidad estaba hecha desde el mismo momento en el que el hombre pecó, como lo deja ver Génesis 3:15 “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”

Emanuel significa Dios con nosotros, y es maravilloso saber que el Hijo de Dios, está con nosotros, pues por la fe, cuando le abrimos las puertas de nuestro corazón, Él vino a vivir en nuestras vidas por medio de su Santo Espíritu. Jesús quien también es llamado Príncipe de Paz, es el único que puede traernos esa paz que sobrepasa todo entendimiento, como dice Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” y como complementa Filipenses 4:7 “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

La promesa de amor cumplida en Jesucristo debe traernos seguridad, pues como dice Romanos 8:32 “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Así que, confiemos que nuestro gran Dios seguirá cumpliendo lo prometido en su Palabra, supliendo todas nuestras necesidades.  Oración.

«Padre Dios, gracias por tu Hijo, porque en Él cumpliste tu más grande promesa de amor, ayúdame a creer que siempre seguirás cumpliendo todas tus promesas en mi vida, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 13 de diciembre de 2022

El rescate del Amor

 


El rescate del Amor

“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” 1 Juan 4:10-12

Al hombre haber sido creado a la imagen de Dios, tenía la capacidad de amar y ser amado; primeramente, podía relacionarse con su creador y experimentar todo su amor por medio de la comunión en el espíritu, y también podía expresarle su amor, pues todos sus actos estaban basados en la obediencia, en esa maravillosa conexión; el hombre, de igual forma conseguía relacionarse con sus semejantes, en un vínculo perfecto de amor. Lastimosamente, por causa del pecado del hombre, ese vínculo perfecto se dañó, rompiéndose la relación con Dios y la relación con el prójimo.

Si bien esa imagen con la que fuimos creados no se borró totalmente, el hombre quedó con una incapacidad para amar correctamente y, aunque ciertos actos nos dejan vislumbrar esa fuerza y cualidad del amor, en realidad Dios mismo tuvo que intervenir para rescatar el amor para que el hombre pudiera volver a gozar de una relación de amor íntima con Él, que permitiría como resultado un amor correcto entre los hombres.

Es por eso que la palabra de Dios nos aclara que el amor consiste en que Dios nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados; este acto de amor nos rescató, pues al depositar nuestra fe en Jesús, literalmente nos salvó de la muerte espiritual y nos liberó de la esclavitud del pecado, pero también nos dio vida eterna, perdón de pecados y derramó su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado, así que ahora podemos nuevamente amar a Dios y al prójimo como Él nos lo pide.

Es momento, en medio de estas celebraciones, de agradecer a Dios por su gran amor y de amarnos unos a otros como Cristo nos ha amado; si esto hacemos, estemos seguros que Dios permanecerá en nosotros y su amor se perfeccionará en nuestras vidas.   Oración.

«Señor Jesús, gracias por amarnos, gracias por ese amor que has derramado en nuestros corazones, pues ahora podemos amarte a ti y a nuestros semejantes con este mismo amor, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 12 de diciembre de 2022

Permanezcamos en Amor

Permanezcamos en Amor
“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pám

pano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí” … “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” Juan 15:4, 9-10
Recordemos cuántas veces el Señor nos ha llamado, en ocasiones, para que dejemos un mal hábito o un pecado, en otras, para que corrijamos malas actitudes o palabras, ciertas veces para actuar con amor y misericordia, y otras cuantas para llevarnos al perdón; también ha insistido para que nos levantemos y nos involucremos en sus negocios, en sus planes de salvación, nos ha dicho que sirvamos en su Iglesia y que compartamos su evangelio; la pregunta es: ¿Cómo hemos respondido a su llamado?, ¿Nos hemos levantado inmediatamente en respuesta a su amor? Hoy, como siempre, Dios está tratando de atraernos hacia Él con cuerdas de amor, (Oseas 11:4), a unos quiere despertar, a otros que ya han despertado les dice que es hora de levantarse, pero también está interesado en que los que se encuentran de pie, haciendo su voluntad, permanezcan así.
Gloria a Dios por Jesucristo, porque gracias a Él, hoy cada uno de nosotros los creyentes podemos permanecer en su Amor, (1 Juan 4:15-16). La clave para esta permanencia es la obediencia, pero no la obediencia basada en nuestro propio esfuerzo y capacidad personal, sino aquella obediencia que viene como resultado de una relación, de una unión con la Vid, aquella obediencia que es un fruto de la comunión e intimidad con nuestro Amado por medio de su Santo Espíritu, como lo dice Juan 15:4, 9-10.
Aunque algunas veces, en nuestro caminar cristiano, hemos caído en ese adormecimiento espiritual, el amor de Dios ha vuelto a despertarnos y a levantarnos, que en este día podamos comprender que necesitamos abrir la puerta al Amado todos los días, pues en esa intimidad con Él, en esa comunión, es que podremos recibir la fuerza y la ayuda para permanecer en su amor, pues separados de Él nada podemos hacer. Permanezcamos en su amor para que en esta navidad llevemos mucho fruto. Oración.
«Señor Jesús, gracias por tu Santo Espíritu, quien todos los días me recuerda que es por medio de la comunión y de una relación de intimidad contigo que puedo permanecer en tu Amor, siempre quiero estar unido a ti, amándote en respuesta a tu gran amor. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 11 de diciembre de 2022

Levantémonos por Amor

 

Levantémonos por Amo


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“Mi amado metió su mano por la ventanilla, y mi corazón se conmovió dentro de mí. Yo me levanté para abrir a mi amado, y mis manos gotearon mirra, y mis dedos mirra, que corría sobre la manecilla del cerrojo.” Cantares 5:4-5

“Por lo cual dice: despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.” Efesios 5:14

Cuando la esposa mencionada en el libro de Cantares se levanta conmovida en su corazón para abrir a su esposo, después de poner excusas insignificantes, tristemente él ya se ha ido, (Cantares 5:6), ese instante descrito debe hacernos reflexionar, pues es necesario estar atentos a la voz del Señor, y al ser despertados por su amor, siempre debemos estar dispuestos a levantarnos inmediatamente en respuesta a ese amor.

Efesios 5:14 nos exhorta no sólo a despertarnos, sino también a levantarnos, pues como vemos es necesario que, en respuesta al amor, tomemos acción y nos levantemos, si así lo hacemos, algo extraordinario ocurrirá, la Luz del Amor de Cristo nos alumbrará.

El amor del amado y su amada, fue tan grande que, aunque ella no le abrió inmediatamente, la fuerza del amor permitió que pudieran volver a estar juntos, como es detallado en Cantares 8:5-7 “¿Quién es esta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté; allí tuvo tu madre dolores, allí tuvo dolores la que te dio a luz. Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duros como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían.”

El amor de Cristo por nosotros es tan grande que las muchas aguas no podrán apagarlo, ni lo ahogarán los ríos, así que, si en algún momento nos hemos quedado adormecidos, y no nos hemos levantado ante el llamado de Dios, decidamos hoy levantarnos y obedecer, pues estemos seguros que ni aun todos los bienes del mundo podrían compararse con ese maravilloso amor que sigue luchando por ti y por mí.  Oración

«Señor Jesús, gracias por tu gran amor, porque aunque a veces no atiendo a tu llamado inmediatamente, sigues buscándome, ayúdame, quiero levantarme por amor a ti. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 10 de diciembre de 2022

Despiértame con tu Amor

 


Despiértame con tu Amor

“Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama: Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, Porque mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de las gotas de la noche. Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir? He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?” Cantares 5:2-3.

Al igual que un esposo amoroso busca a su amada, el Señor Jesús siempre está en busca de nuestro amor; el esposo descrito en el libro de Cantares, llama con su propia voz a su amada, desea entrar en su hogar, estar con ella, por lo cual le dice “Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía”. Eso mismo hace Jesús, pues con su voz de amor siempre está llamando y diciendo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo» Apocalipsis 3:20.

A diario nuestro Amado quiere cenar con nosotros, siempre nos llama con su dulce voz, pero, ¿cuántas veces, por cosas triviales, nos pasa lo que le pasó a la esposa descrita en Cantares 5:2-3?, quien en el momento de llegar su esposo, estaba dormida, y aunque su corazón velaba, ese adormecimiento no le permitió levantarse de una y correr hacia la puerta para abrirla y recibir a su esposo en su hogar, sino más bien la llevó a presentar excusas diciendo:” Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir? He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?” Cantares 5:3.

Nuestro amado está hoy llamando nuevamente a la puerta de nuestro corazón, quiere compartirnos su amor, sus planes, su luz, su salvación, así que despertemos por su amor de ese sueño espiritual, y levantémonos, pues ahora el Amado usa nuestros pies, nuestras manos, nuestra voz, nuestra vida para ir y tocar el corazón de aquellos que están perdidos sin Él, o de aquellos hijos pródigos que están alejados de su hogar celestial.

Dejemos que su voz resuene en esta navidad a través de nuestros labios, al compartir el mensaje del evangelio, las buenas nuevas de Jesús, despertando así al mundo con su gran Amor.  Oración.

«Señor Jesús, despiértame con tu amor, que al escucharte pueda estar presto a levantarme para tener comunión contigo por medio de tu Santo Espíritu; quiero que me uses como ese instrumento en tus manos para transmitir tu mensaje, para ir y tocar a las puertas del corazón de las personas que me rodean, y presentarles al Amado, para que así, puedan ver la Luz, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 9 de diciembre de 2022

Reflectores de tu Amor

 

Reflectores de tu Amor


“Mateo 5:14-16 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”

Es sorprendente que Dios nos haya escogido para mostrar su Luz a un mundo que se encuentra en tinieblas, nosotros, vasijas de barro imperfectas, tenemos en nuestro interior el más grande tesoro, tal y como dice 2 Corintios 4:6-7 “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”

Este tesoro que es Cristo, no se puede esconder, pues su esplendor es la misma Gloria de Dios, y la manera para que su luz alumbre delante de los hombres es a través del Amor puesto en Acción por medio de las buenas obras. Amor que cada creyente tiene en su vida por su fe en Jesucristo y que se coloca en Acción gracias a la comunión con el Espíritu Santo.

Jesús nos dio un nuevo mandamiento, que nos motiva a amar como Él nos ha amado, tal y como es declarado en Juan 13:34 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”, y que nos permite ver que si obedecemos, entonces su amor brillará como lo expresa 1Juan 2:8-10 “Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.”

Que en esta navidad lleguemos a amarnos de la manera como Jesús nos ama y podamos entonces decir que somos Reflectores de su Amor.   Oración.

«Gracias Padre amado porque tu Hijo Jesús quiere brillar más en mi vida, quiero que su luz de Amor sea tan fuerte en mí, que alcance a resplandecer hasta lo último de la tierra; llévame a esa intimidad contigo por medio de tu Espíritu Santo, para que tu amor sea el motor de mi vida, y cada acción sea motivada por amor, el amor de Cristo que trae luz a la humanidad, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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