jueves, 28 de febrero de 2013

.¿Cómo me preparo para adorar?


11.¿Cómo me preparo para adorar?
Una relación íntima con Dios comienza con reconocerlo como Salvador y Señor de tu
vida. Cuando haces esto, el Espíritu de Dios mora en ti y te capacita para adorar.
El Espíritu Santo glorificará a Cristo (Juan 16:13-14). Él utiliza la palabra de Dios en tu
vida para lograr esto. La preparación para la adoración tiene que ser espiritual, porque esto es
lo que el Padre busca (Juan 4:23-24).
Lee el Salmo 17:1-7 y verás cómo David invitaba a Dios a examinarle el corazón para
que no hubiera pecado que estorbara su adoración.
12 Adora al Dios todopoderoso
Dios es poder sin límite. Él todo lo puede. No existe ninguna fuerza que se iguale a él.
La historia sagrada relata de algunos personajes que, viendo su propia impotencia
frente al Todopoderoso, reaccionan con frustración o miedo. Quizás no estaban de acuerdo
con su actuación.
Si tú estás al lado de este Todopoderoso, puedes celebrar sus obras como los que ya
han alcanzado victoria y desde el cielo cantan: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor
Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos (Apocalipsis 15:3).
13 Abraham da ejemplo de adoración
Observa cómo actúa este anciano amigo de Dios cuando el Todopoderoso se le
aparece (Génesis 17):
¨ Se postra (v. 3) y en esta posición escucha a Dios.
¨ Se ríe al escuchar que Sara, a los 90 años, va a concebir. No teme reírse en la
presencia santa de Jehová; son amigos (v. 17).
¨ Actúa (v. 23). Abraham (Dios acaba de cambiar su nombre), obedece las órdenes
dadas.
La adoración sucede en momentos especiales cuando estamos en la presencia de Dios,
pero estos momentos pierden significado si no son seguidos por acción en obediencia y amor
al Dios que nos habló en el lugar secreto. Servir también es adorar.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Adora al Dios omnipresente


8 Adora al Dios omnipresente
El Padre celestial está en todas partes en todo tiempo.
¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová,
el cielo y la tierra? (Jeremías 23:24).
Aunque su presencia es universal, se hace muy personal, como se ve en estas palabras
dirigidas a su siervo Josué.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu
Dios estará contigo en dondequiera que vayas (Josué 1:9).
Afirma tu confianza en él y piensa cómo será diferente hoy porque estás seguro de que
el Dios omnipresente está contigo.
9 Agar da ejemplo de adoración
Génesis capítulo 16 relata cómo Agar huía de una situación difícil. En su desesperación
estaba dispuesta a escuchar la voz del ángel de Jehová. Reconoció que Dios mismo le hablaba
y le puso un nombre especial que describía al Dios que ella conoció en ese lugar desierto: El
Viviente-que-me-ve.
Si ponemos sobrenombres a personas por cariño, ¿por qué no lo hacemos con amor
reverente para nuestro Dios? Ponle un nombre que concuerda con lo que está revelado de él
en la Escritura; pero algo especial para ti, que recuerda un encuentro personal que has tenido
con él. Admira a Dios de una manera íntima como lo hizo Agar.
10 Un repaso de lo que has visto
A Caín le costó reconocer que hay que adorar de manera aceptable a Dios. Noé,
hombre de fe, muestra temor a Dios por su obediencia y adoración. Melquisedec nos señala al
Dios Altísimo. Agar se da cuenta de que Dios está presente en todas partes.
Dios es creador. El es justo, Dios Altísimo y omnipresente. Adórale en tu corazón por lo
que es. Exáltale en tus pensamientos. Cántale gozoso con tu voz. Vive por él todo el día.
Mi Dios eres tú, y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.
(Salmo 118:28)

martes, 26 de febrero de 2013

Por qué Dios contesta la oración


Por qué Dios contesta la oración

Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Juan 14:13

¿Por qué Dios contesta la oración? La última parte del versículo de hoy da la respuesta: "Él contesta la oración por el bien suyo y por el bien nuestro". Lo hace para mostrar su poder. El comprender este concepto aumenta nuestra confianza en la oración: "Podemos saber que Dios responderá porque es una oportunidad para Él de recibir gloria". Crecemos espiritualmente cuando conversamos con Dios mediante la oración y vemos sus obras poderosas.

El contexto de Juan 14:13 muestra que los discípulos estaban muy afligidos porque Jesús les dijo que se iría. Los discípulos habían dependido de Jesús por tanto tiempo que temían quedarse sin Él. Jesús les había dado todos los recursos. Él era su amigo amado y su recurso espiritual, teológico y económico. Él era su futuro y su presente. Se aterraron al pensar que Él que se iba, pero les dejó a ellos y nos dejó a nosotros la promesa de Juan 14:13; todo lo que necesitemos y pidamos en su nombre, Él lo hará.    Requisito previo a la oración

Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

1 Juan 5:14

Orar en el nombre de Cristo es más que una fórmula. Algunos piensan que tienen que terminar toda oración con la frase "En el nombre de Cristo, amén". Pero la oración apropiada abarca mucho más que una fórmula.

¿Qué significa orar en el nombre de Cristo? En las Escrituras, el nombre de Dios incluye todo lo que Él es. Cuando Dios le dio su nombre a Moisés, le dij "Yo soy el que soy" (Éx. 3:14). De igual manera, el nombre de Jesucristo incluye todo lo que Él es. Cuando se ora en su nombre, lo que se pide tiene que ser consecuente con lo que Él es. Orar en el nombre de Cristo es orar según la voluntad de Dios.

Cuando nuestras peticiones están en conformidad con el plan soberano de Dios, Él las contestará y aumentará nuestra fe. En vez de invocar una fórmula al final de sus oraciones, tal vez pudiera decir: "Pido esto porque creo que es la voluntad de Cristo".    Alabanza por las respuestas

Orad sin cesar. Dad gracias en todo.

1 Tesalonicenses 5:17-18

Cuando Dios contesta la oración acerca de determinada situación, tenemos el privilegio de ser parte de su obra y de alabarlo por ella. Cuando no participamos mediante la oración, perdemos la oportunidad de darle gloria.

Suponga que alguien fuera a una reunión de oración y dijera: "Ha ocurrido algo maravillos la señora a quien le he estado dando testimonio ha entregado su corazón a Cristo. Ahora es creyente y está aquí con nosotros esta noche. Gracias por orar por ella durante estos últimos meses". Las personas presentes pueden alabar al Señor, en particular quienes habían estado orando por la conversión de esa mujer.

Pero también habría algunos que, aunque dando alabanza, no se sentirían como que han participado porque no habían orado por la señora. Hay que participar en lo que Dios está haciendo para que pueda alabar con sinceridad.     El uso de la Palabra de Dios

Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

Deuteronomio 6:6-7

El crecimiento espiritual no puede ocurrir sin el aprendizaje regular de la Palabra de Dios, así como el crecimiento físico no puede ocurrir sin la ingestión regular de alimentos. ¡Por eso comer es una necesidad diaria! Ir a la iglesia el domingo para oír un mensaje y luego esperar que eso sea suficiente para toda la semana es como cenar el domingo y esperar que eso lo sostenga a uno hasta el domingo siguiente. Usted necesita comer todos los días de la semana. Lo mismo puede decirse de lo espiritual: debe haber una alimentación diaria de la Palabra de Dios para el óptimo crecimiento.

Los cristianos de experiencia saben que hay incluso mayor gloria en dar la Palabra que en alimentarse de ella. Cuando usted predica la Palabra, la está cimentando en su propia vida. De esa manera, se vuelve realidad el dicho "Cuanto más se da, tanto más se tiene". He descubierto que tiendo a recordar lo que enseño a los demás, pero olvido lo que leo y nunca enseño. Así que déle prioridad a enseñar a otros lo que está aprendiendo de la Palabra de Dios cada día.

lunes, 25 de febrero de 2013

Noé, ejemplo de adoración


5 Noé, ejemplo de adoración
Lleno de fe y temor de Dios, Noé había construido el arca para salvar a su familia
mientras el juicio de Dios caía en forma de diluvio. Lo primero que hace este hombre de fe al
salir del arca es adorar a Dios (Génesis 8:18-22).
Aparentemente, Noé incluyó a su familia en este acto tan significativo para él y para
Dios, porque después Dios incluye a los hijos de Noé en la bendición (Génesis 9:1).
Nuestra forma de adorar es distinta ahora, pero Dios desea siempre adoración de un
corazón lleno de fe y temor a él. Toma unos momentos ahora mismo para darle lo que merece.
Si lo puedes hacer junto con tu familia, mejor todavía.
6 Adora al Dios Altísimo
El Padre celestial es supremo. No hay nada ni nadie tan grande como Dios.
Bueno es alabarte, oh Jehová.
Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;
Anunciar por la mañana tu misericordia,
Y tu fidelidad cada noche.
¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!
Muy profundos son tus pensamientos.
Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.
(Salmo 92:1, 2, 5, 8)
Ríndele el honor que merece por ser Dios Altísimo.
7 Adoración inesperada
Abram, hombre de fe, obediente a Dios, fue a vivir en Canaán, no esperando ver a otro
temeroso de Dios en ese país pagano. Después de triunfar sobre varios reyes para rescatar a
su sobrino Lot, Melquisedec sale a su encuentro con estas palabras: Bendito sea Abram del
Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus
enemigos en tu mano (Génesis 14:19 y 20).
Abram era grande porque tenía un Dios grande. Aunque conocemos muy poco acerca
de Melquisedec, podemos seguir su ejemplo: Cuando honrramos a los siervos de Dios,
honrremos aún más al Dios Altísimo que tiene el control de todo.

domingo, 24 de febrero de 2013

ADORACIÓN


 ADORACIÓN

1 ¿Qué es la adoración?
Aunque la Biblia nunca nos da una definición de adoración, desde Génesis hasta
Apocalipsis se ven ejemplos de personas que adoraron.
Abraham, Moisés, Josué, David, todos se postraron ante Dios y lo adoraron. El último
libro de la Biblia describe una escena en el cielo alrededor del trono donde “se postraron sobre
sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 5:14).
Adórale tú también. Hazlo ahora mismo.
2 Adora al Creador
Venid, adoremos y postrémonos;
arrodillémonos delante de Jehová,
nuestro Hacedor
(Salmo 95:6).
Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra,
el mar y las fuentes de las aguas
(Apocalipsis 14:7).
Mi oración:
Padre Celestial: Te pido en el nombre de Jesús, que me ayudes a hacer algo hoy para
que otros se maravillen de ti, el Creador de todo. Amén.
3 Dos maneras de adorar
Caín y Abel sabían que debían traer una ofrenda a Dios. Génesis 4:1-5 relata cómo
cada uno trajo su ofrenda a su manera. Obviamente, había una manera aceptable de ofrendar
a Dios y una manera no aceptable de hacerlo.
Adoración implica sumisión a Dios y aceptación de sus decretos. Adorar con un corazón
sumiso y humillado delante de tu Creador es la manera aceptable.
Mi oración:
Padre Santo: Me humillo delante de ti. Me someto a ti. Acepta mi alabanza y adoración
que te doy, por Cristo Jesús mi Señor. Amén.
4 Adora al Dios justo
La esencia de Dios es hacer lo correcto. Su Palabra lo declara:
Todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto
(Deuteronomio 32:4).
Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
el hombre recto mirará su rostro

sábado, 23 de febrero de 2013

¡Sé fuerte y valiente!


¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vayas, Josué 1:9.

El desánimo contiene la idea de “quitar la fuerza o la vida a algo, dejar de lado el anhelo por lograr algo, dejar de esforzarse”. El desánimo es un problema universal, repetitivo y contagioso. Es universal porque nos afecta a todos, sin distinción de edad, nivel socioeconómico, sexo o escolaridad. Algunos sinónimos de desánimo son: desalentar, descorazonar, acobardar, desfallecer, desinteresarse. En la Biblia vemos al pueblo de Israel frecuentemente desanimado: algunas veces se desanimaban cuando Dios permitía que estuvieran en apuros, como cuando no había agua, o estaban cansados del maná, o porque Moisés se tardaba en bajar del monte Sinaí. En otras ocasiones estaban desanimados porque el reto que enfrentaban los asustaba, como cuando aparece Goliat y desafía al pueblo.

También fueron desanimados por los espías que habían sido enviados a reconocer la tierra que Dios les daba en posesión. Ellos, con excepción de Josué y Caleb, por su murmuración de descontento e incredulidad disuadieron al pueblo de entrar a poseer la tierra prometida.

Por lo general el desánimo nos viene de fuera, de algo o alguien. Un ejemplo de esto es lo que pasa a Nehemías cuando está dirigiendo la reconstrucción del muro de Jerusalén por mandato del Señor: los enemigos buscan desanimarlos por diferentes medios para que abandonen la obra y desobedezcan así al Señor. En el capítulo 6 vemos cómo usan rumores falsos y exagerados, al enviar una carta “que a la letra decía: «Corre el rumor entre la gente —y Guesén lo asegura—de que tú y los judíos están construyendo la muralla porque tienen planes de rebelarse. Según tal rumor, tú pretendes ser su rey, y has nombrado profetas para que te proclamen rey en Jerusalén, y se declare: “¡Tenemos rey en Judá!” Por eso, ven y hablemos de este asunto, antes de que todo esto llegue a oídos del rey.” Nehemías 6:6-7

Nehemías descubre sus verdaderas intenciones al responderles: “Yo envié a decirle: «Nada de lo que dices es cierto. Todo esto es pura invención tuya.» En realidad, lo que pretendían era asustarnos. Pensaban desanimarnos, para que no termináramos la obra.” Ante estos ataques de desaliento Nehemías escogió el camino correcto: Confió en Dios y continuó con su tarea orando: «Y ahora, Señor, ¡fortalece mis manos!»

Querido hermano, ¿hay algo que te desanima? ¿Hay alguien que con su murmuración de descontento te hace sentir abatido y sin ganas de seguir haciendo la obra que el Señor te ha mandado hacer? Recuerda que la orden de

Dios es la misma que le dio a Josué cuando tenía que llevar al pueblo a tomar posesión de la tierra prometida: “Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.” Haz lo que hizo Nehemías: Sigue adelante orando con confianza “Y ahora, Señor, ¡fortalece mis manos”.

viernes, 22 de febrero de 2013

Clases de frutos espirituales


Clases de frutos espirituales

Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra.

Colosenses 1:10

¿Qué clase de frutos glorifica a Dios? Filipenses 1:11 dice: "Llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios". La justicia, que es hacer lo bueno, es el fruto que Dios desea en nuestra vida. Cuando hacemos lo bueno, glorificamos a Dios; cuando hacemos lo malo, no lo honramos. El fruto es sinónimo de justicia.

Hay dos clases de frutos espirituales: el fruto de la acción, que consiste en dar, guiar a otros a Cristo y expresar gratitud a Dios, y el fruto de la actitud. Gálatas 5:22-23 describe el fruto de la actitud: "El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza".

¿Cómo puede usted asumir las actitudes correctas? El versículo 25 dice: "Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu". Cuando le ceda al Espíritu Santo el control de su vida, Él impregnará su vida y producirá el debido fruto.    Aspectos de la alabanza

El que sacrifica alabanza me honrará.

Salmo 50:23

¿Qué significa alabar a Dios? Según la Biblia, la alabanza incluye tres cosas:

1. Citar los atributos de Dios. Una buena razón para estudiar el Antiguo Testamento es que muestra el carácter santo de Dios, capacitándonos para alabarlo mejor.

2. Citar las obras de Dios. Los salmos están llenos de menciones de las grandes cosas que Dios ha hecho. Él dividió el Mar Rojo, sacó a su pueblo de Egipto, hizo brotar agua de una roca, alimentó a Israel en el desierto con maná del cielo y realizó muchos otros milagros espectaculares. Cuando usted alaba a Dios por todo lo que ha hecho, sus problemas palidecen en comparación con eso. El recordar lo que Dios ha hecho en el pasado lo glorifica y fortalece nuestra fe.

3. Dar gracias por los atributos y las obras de Dios. En el corazón de la alabanza está la acción de gracias. La alabanza a Dios lo glorifica. Suceda lo que suceda en nuestra vida, debemos darle gracias por todos sus atributos y todas sus obras misericordiosas.     Obediencia amorosa

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama.

Juan 14:21

Si pudiera simplificar la vida cristiana a una sola cosa, sería la obediencia. No quiero decir simplemente obediencia externa, sino un espíritu de obediencia. No es como la niñita que siguió de pie después que su padre le había dicho muchas veces que se sentara. Por último su padre le dij "Siéntate, o voy a darte una zurra". Ella se sentó pero miró hacia arriba y dij "Estoy sentada, ¡pero en mi corazón estoy de pie!" Eso es obediencia externa y desobediencia en el corazón. Un cristiano debe estar dispuesto a obedecer.

Una evidencia de madurez espiritual es amar a Dios tanto como para obedecerlo aun cuando es difícil. Dios es glorificado cuando de buena gana lo obedecemos cueste lo que cueste. Cada vez que obedecemos, crecemos espiritualmente, y cada vez que desobedecemos, retardamos nuestro crecimiento.

jueves, 21 de febrero de 2013

Efesios 3:1-13


 Efesios 3:1-13


"A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los

 gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo"  (v.8).

¿Cuál es nuestra prioridad en el servicio al Señor? Si nos damos cuenta no todo lo que hacemos por los

hombres tiene un valor trascendente en sí mismo. Puedo darles de comer, puedo alcanzarles ropa o aun

traerlos a casa para que puedan hospedarse pero esto no tiene un valor trascendente para ellos, aunque

sí lo pueda tener para nosotros.

¿Entonces qué es lo que tiene un valor trascendente? Pablo nos lo menciona cuando dice, "me fue dada

 esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo". Sí tú y yo

solamente hacemos las cosas sin tomar en cuenta la salvación de los hombres se nos podrá llamar

 filántropos, gente altruista y generosa, y eso es todo lo que podemos esperar. Nuestras iglesias llegarán

 a convertirse solo en instituciones de caridad y eso será todo.

 Eso nos lleva a tomar en cuenta nuestra prioridad, hemos sido llamados para desarrollar la tarea de llevar

 a los hombres a la salvación. Esto significa hablarles de Jesús como Salvador y presentárselos  como su

 Señor. Es también acompañarlos en su proceso de crecimiento a fin de que conviertan en personas maduras

 y sin mancha delante de Dios.

 Hermanos, nos erremos, nuestra prioridad es la salvación de los hombres.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Nuestro mecanismo de defensa


Nuestro mecanismo de defensa

Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.

Salmo 66:18

Según el versículo de hoy, ni siquiera se puede conversar con Dios, mucho menos crecer espiritualmente, si se albergan pecados en el corazón. Por eso es tan esencial la confesión.

Primero tiene que estar dispuesto a aceptar el castigo de Dios por su pecado. Si piensa que Él está obrando con rudeza, debe examinar su vida para ver si lo merece. Por la misma razón que los padres deben castigar la mala conducta de un hijo, Dios lo castiga a usted para que no repita sus errores.

Dios también ha puesto un sistema de sentido de culpa en usted para su propio bien. La vida espiritual sin sentido de culpa sería como la vida física sin dolor. El sentido de culpa es un mecanismo de defensa; es como una alarma que funciona para guiarlo a la confesión cuando usted peca. Es cuando usted tiene que confrontar su pecado y reconocer delante de Dios que es una afrenta para Él. Ese reconocimiento debe ser parte de su vida antes de que pueda crecer espiritualmente, ya que elimina el pecado que lo detiene a usted.     ¿Cree verdaderamente en Dios?

[Abraham] tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios.

Romanos 4:20

Decir que se cree lo que Dios ha dicho es mucho más fácil que confiar en Él verdaderamente. Por ejemplo, muchos que afirman que "Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas" (Fil. 4:19) caen en la ansiedad cuando afrontan dificultades económicas.

También la Biblia dice que, si damos generosamente con los motivos correctos, Dios nos recompensará (Mt. 6:3-4). Muchos dicen que creen también en ese principio, pero les resulta difícil ponerlo en práctica. Muchos cristianos también temen a la muerte, aunque Dios ha dicho que nos dará la gracia que necesitamos para afrontarla y que nos llevará después al cielo.

Creer en Dios significa que reconocemos su gloria, que es la suma de todos sus atributos y la plenitud de toda su majestad. Si Él es quien dice que es, entonces se le debe creer. Usted crecerá espiritualmente cuando le diga a Dios: "Si tu Palabra lo dice, lo creeré; si tu Palabra lo promete, lo reclamaré; y si tu Palabra lo ordena, lo obedeceré".     Crecimiento por fe

Por fe andamos, no por vista.

2 Corintios 5:7

El versículo de hoy se refiere al andar en el sentido de ser más semejantes a Cristo. Eso tiene lugar cuando vivimos por fe. Sin embargo, cuando lo juzgamos todo por lo que vemos, tenemos un crecimiento difícil.

¿Recuerda a los doce espías de Israel enviados a Canaán (Nm. 13)? Diez regresaron y dijeron que se sintieron como saltamontes en una tierra de gigantes. Esos diez anduvieron por vista. Pero Josué y Caleb tuvieron fe, sabiendo que Dios estaba de su parte. Diez ni siquiera pensaron que Dios podía dirigir las circunstancias, pero dos sabían que Él es más grande que cualquier situación.

¿Vive usted por fe? Si quiere crecer espiritualmente, crea en la Palabra de Dios y confíe en Él en toda situación.       Llevar frutos

El que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto.

Juan 15:5

Teníamos un melocotonero en el traspatio, y un año tuvo muchísimos melocotones. ¡Tuvimos suficientes como para alimentar a todo el vecindario! Otro año, no pudimos encontrar ni un melocotoncito. Algunos cristianos pueden ser así, mostrando poca evidencia de ser de Dios; pero Dios quiere que crezcamos y produzcamos mucho fruto para su gloria.

El fruto que usted lleva es la manifestación de su carácter, y la única forma de que las personas sepan que usted es un hijo de Dios. Él quiere presentarse al mundo por medio de lo que produce en usted, de modo que su carácter está en juego en el fruto de usted. Él quiere que usted produzca mucho más de lo que puede producir el mundo o la carne.

martes, 19 de febrero de 2013

Reflexiones sobre Romanos 9:20


Reflexiones sobre  Romanos 9:20 : Usted me dice entonces, "¿Por qué, pues, inculpa porque ¿quién ha resistido a su voluntad?" Pero, ¿quién eres, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Lo que se moldea a su moldeador decir: "¿Por qué me has hecho así?"
Es evidente que Pablo estaba disgustado con esta respuesta a su enseñanza acerca de Dios. ¿Significa esto que siempre es malo para hacer preguntas en respuesta a la enseñanza bíblica? No lo creo.
Pablo había dicho algunas cosas controversiales. Peter Paul admitió que a veces era difícil de entender: "Hay algunas cosas en las que son difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen para su propia destrucción, como lo hacen las otras Escrituras" (2 Pedro 3:16). Pablo dice que Dios "tiene misericordia de quien quiere y endurece a quien quiere" (Romanos 9:18). La cuestión era: su voluntad decide finalmente si somos duros de corazón o no. "Antes de que nacieran o hacer ni bien ni mal" Dios tuvo misericordia de Jacob y Esaú dio a la dureza (Romanos 9:11-13).
Alguien escucha esto y objetos en el versículo 19: "¿Por qué, pues, inculpa? Porque, ¿quién ha resistido a su voluntad?" Para esto, Pablo responde: "Tú, un simple ser humano, no tienen derecho a responder a Dios."
La palabra "replicar" ( antapokrinomenos ) se presenta una vez más en el Nuevo Testamento, es decir, en Lucas 14:5-6. Jesús muestra a los abogados que es lícito sanar en el día de reposo. Él les dijo: "¿Quién de vosotros, teniendo un hijo o un buey que ha caído en un pozo en sábado, no inmediatamente lo saca? Y no pudieron replicar ( antapokrithenai ) para estas cosas. "
¿En qué sentido no podían "replicar"? No pudieron demostrar que estaba equivocado. No podía legítimamente le critican. Ellos realmente no pueden contradecir lo que dijo. Así que la palabra "replicar" probablemente lleva el significado: "responder de nuevo con el fin de criticar o no estar de acuerdo o corregir".
Eso, creo, es lo que disgustó a Pablo en Romanos 9:20. Esto deja abierta la posibilidad de que un tipo diferente de pregunta sería aceptable, es decir, una cuestión humilde, dócil que quiera entender más si cabe, pero no reprender o condenar o criticar lo que se ha dicho.
Por ejemplo, en Lucas 1:31, el ángel Gabriel viene a la virgen María y le dice: "He aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre Jesús." María es sorprendido y desconcertado. Vírgenes no tengo hijos. Podría haber burlado y argumentado. Pero en lugar de eso, dijo: "¿Cómo será eso, pues no conozco varón?" (Lucas 1:34). No dijo que no puede suceder, ella le preguntó: "¿Cómo?"
Esto contrasta con la visita de Gabriel a Zacarías, padre de Juan el Bautista. El ángel viene y le dice: "Tu esposa Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan" (Lucas 1:13). Pero Zacarías sabía que "Isabel era estéril y de edad avanzada" (Lucas 1:7). A diferencia de María, su escepticismo dio lugar a una pregunta diferente. Él dijo: "¿En qué conoceré esto?" No es: "¿Cómo vas a hacer esto?" Pero: "¿Cómo sé que voy a hacer?"
Gabriel no le gustó esta respuesta. Él dijo: "Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas nuevas. Y he aquí, te quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas lugar, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo "(Lucas 1:19-20).
Así que concluyo que las preguntas humildes, enseñables acerca de cómo y por qué Dios hace lo que quiere son aceptables a Dios. A María Dios le dio una respuesta muy útil: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra" (Lucas 1:35). Esto no quitó el misterio, pero ayudó.
No se puede quitar el misterio de Romanos 9. Pero puede haber más para entender lo que hemos visto y yo no quiero desalentar a presionar más arriba y más lejos en el corazón y la mente de Dios.

lunes, 18 de febrero de 2013

Despojarse del peso muerto


Despojarse del peso muerto

Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.

Hebreos 12:1

Cada vez que nos excusamos por nuestro pecado, estamos culpando a Dios. Adán lo hizo cuando Dios le preguntó acerca del comer el fruto prohibido. Él respondió: "La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí" (Gn. 3:12). Adán no aceptó la responsabilidad de su pecado, sino que culpó a Dios, de que le había dado a Eva.

El pecado nunca es culpa de Dios, ni es la culpa de una persona o circunstancia que Dios trajo a nuestra vida. El excusar el pecado pone en tela de juicio a Dios por algo que solo es nuestra culpa. Si decide castigarnos es porque lo merecemos.

Por eso la confesión de pecado es indispensable para el crecimiento espiritual. Cuando acepte la realidad de su pecado y lo confiese, tiene menos peso muerto que lo arrastre hacia abajo en el proceso de crecimiento. Como lo indica el versículo de hoy, aumentará su crecimiento cuando se despoje del pecado del pecado mediante la confesión.     Acepte su responsabilidad

Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos.

Salmo 51:4

Si quiere pecar cada vez menos y tener un mayor desarrollo espiritual en su vida, debe aceptar su responsabilidad. No le eche la culpa a sus circunstancias, a su cónyuge, a su novio o a su novia, a su jefe, a sus empleados o a su pastor. Ni siquiera le eche la culpa a Satanás. Su pecado es culpa suya. Sin duda que el sistema del mundo puede contribuir al problema, pero el pecado ocurre en definitiva como un acto de la voluntad; y usted es responsable de eso.

Tal vez uno de los mejores ejemplos de alguien que aprendió a aceptar su responsabilidad sea el del hijo pródigo. Cuando volvió a casa con su amoroso padre, dij "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo" (Lc. 15:21). Estuvo incluso dispuesto a que se le tratara como a un modesto jornalero porque sabía que no merecía nada (v. 19). Esa es la actitud correcta de alguien que confiesa su pecado.     Un distintivo del cristiano

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados.

1 Juan 1:9

El apóstol Juan escribió su primera epístola para definir la diferencia entre un cristiano y un incrédulo. Nuestro versículo de hoy indica que la confesión caracteriza al primero. El versículo siguiente dice: "Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso" (v. 10). Los hombres no regenerados niegan su pecado, pero los cristianos aceptan la responsabilidad por el pecado y lo confiesan.

La confesión de pecado no tiene lugar solamente en la salvación. Continúa, como la fe, durante toda la vida de un creyente. La disposición de confesar el pecado es parte del modelo de vida que caracteriza a todos los creyentes. Ese modelo también incluye el amor (1 Jn. 3:14), la separación del mundo (2:15), y la enseñanza por el Espíritu Santo (2:27). Desde luego que hay varios grados de confesión, a veces no hacemos una confesión tan completa como debiéramos, pero un verdadero creyente finalmente reconoce su pecado.     La necesidad del arrepentimiento

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Salmo 51:10

No puede haber verdadera confesión sin arrepentimiento. Muchas veces no confesamos nuestro pecado porque no estamos dispuestos a abandonarlo. Cuando era un joven cristiano, recuerdo haberle dicho al Señor que me arrepentía por determinados pecados que había cometido y después le daba gracias por haberlos perdonado. Pero eso era lo único que hacía.

Ocurrió algo importante en mi vida espiritual cuando comencé a decir: "Señor, gracias por perdonarme esos pecados. Sé que no te agradan, y no quiero volver a cometerlos". Eso puede ser difícil de decir porque a veces queremos cometer ciertos pecados otra vez. Pero revelamos falta de madurez espiritual cuando queremos eliminar el castigo del pecado pero deseamos retener el placer. Para que su confesión de pecado sea genuina, debe apartarse de sus pecados.

lunes, 11 de febrero de 2013

Sentir lo que Dios siente


Sentir lo que Dios siente

Sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

Romanos 14:8

Recuerdo a una joven que aprendió a sentir dolor cuando no se honraba a Dios. Salió de un pequeño pueblo en Virginia occidental para ir a vivir con un estudiante en la UCLA. Poco después la echó a patadas. Ella anduvo deambulando y trató de quitarse la vida varias veces, pero cada vez sobrevivió. Mi hermana y yo la conocimos y tuvimos la oportunidad de guiarla a Cristo. Poco después de eso ella decidió volver a su pueblo natal para hablarles de Cristo a su mamá y a sus amigas.

Varios meses después, me escribió una carta. Esto es algo de lo que escribió:

"Puedo casi sentir la insoportable tristeza que Dios siente cuando alguien lo rechaza y no lo glorifica. ¡Él es Dios! Él nos hizo. Él nos lo dio todo. Seguimos dudando y rechazándolo. ¡Es horrible! Cuando pienso en cuánto lo herí, espero que algún día yo pueda compensar eso.

"Está muy claro para mí que debe glorificarse a Dios. Él lo merece, y desde hace mucho tiempo. Anhelo decirle a Cristo, y así indirectamente a Dios, que lo amo. Quiero que Dios sea Dios y que ocupe el lugar que merece. Estoy hastiada de ver cómo las personas lo rebajan."      Confrontación con un mundo malvado

Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros.

1 Pedro 4:14

Nadie puede vivir para la gloria de Dios y sentirse totalmente cómodo en este mundo. Usted no debe ser aborrecible ni tratar de ser un inadaptado, pero si su vida es cristiana, entonces sufrirá algunos de los vituperios que soportó Él.

Vivimos en una época en la que muchos quieren hacer el cristianismo fácil, pero la Biblia dice que es difícil. Muchos quieren hacer a los cristianos encantadores, pero Dios dice que serán detestados. El cristianismo debe confrontar el sistema siendo diferente de él. Debe exponer el pecado antes de que pueda mostrar el remedio.

Asegúrese de que su vida refleje su devoción a Cristo. Eso es lo que lo distinguirá a usted del mundo.      El síndrome del éxito

Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.

Filipenses 2:17

La sociedad norteamericana está produciendo una generación de cristianos que quieren sobre todo alcanzar el éxito. Casi nunca tienen una humilde actitud de servicio. No están dispuestos a hacer sacrificios por la causa de Cristo porque se les ha enseñado, de forma oral o de algún otro modo, que los cristianos deben ser ricos y famosos, que deben tener éxito y ser populares.

Tal orientación hacia el éxito personal y no hacia el servicio humilde es lo opuesto de lo que glorifica a Dios. Vivir para la gloria de Dios quiere decir que usted sabe que es mortal y está dispuesto a morir, si fuera necesario, para lograr los propósitos de Dios. Tal actitud humilde glorifica a Dios.

Para crecer espiritualmente, debemos estar absortos en el señorío de Cristo en el momento de la salvación y permitirle que domine nuestra vida de allí en adelante. Al hacerlo, debemos buscar solamente su gloria, no nuestra comodidad ni nuestro éxito. No creceremos cuando escojamos nuestro propio camino o sirvamos a Dios con el motivo incorrecto.

Sentir lo que Dios siente


Sentir lo que Dios siente

Sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

Romanos 14:8

Recuerdo a una joven que aprendió a sentir dolor cuando no se honraba a Dios. Salió de un pequeño pueblo en Virginia occidental para ir a vivir con un estudiante en la UCLA. Poco después la echó a patadas. Ella anduvo deambulando y trató de quitarse la vida varias veces, pero cada vez sobrevivió. Mi hermana y yo la conocimos y tuvimos la oportunidad de guiarla a Cristo. Poco después de eso ella decidió volver a su pueblo natal para hablarles de Cristo a su mamá y a sus amigas.

Varios meses después, me escribió una carta. Esto es algo de lo que escribió:

"Puedo casi sentir la insoportable tristeza que Dios siente cuando alguien lo rechaza y no lo glorifica. ¡Él es Dios! Él nos hizo. Él nos lo dio todo. Seguimos dudando y rechazándolo. ¡Es horrible! Cuando pienso en cuánto lo herí, espero que algún día yo pueda compensar eso.

"Está muy claro para mí que debe glorificarse a Dios. Él lo merece, y desde hace mucho tiempo. Anhelo decirle a Cristo, y así indirectamente a Dios, que lo amo. Quiero que Dios sea Dios y que ocupe el lugar que merece. Estoy hastiada de ver cómo las personas lo rebajan."      Confrontación con un mundo malvado

Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros.

1 Pedro 4:14

Nadie puede vivir para la gloria de Dios y sentirse totalmente cómodo en este mundo. Usted no debe ser aborrecible ni tratar de ser un inadaptado, pero si su vida es cristiana, entonces sufrirá algunos de los vituperios que soportó Él.

Vivimos en una época en la que muchos quieren hacer el cristianismo fácil, pero la Biblia dice que es difícil. Muchos quieren hacer a los cristianos encantadores, pero Dios dice que serán detestados. El cristianismo debe confrontar el sistema siendo diferente de él. Debe exponer el pecado antes de que pueda mostrar el remedio.

Asegúrese de que su vida refleje su devoción a Cristo. Eso es lo que lo distinguirá a usted del mundo.      El síndrome del éxito

Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.

Filipenses 2:17

La sociedad norteamericana está produciendo una generación de cristianos que quieren sobre todo alcanzar el éxito. Casi nunca tienen una humilde actitud de servicio. No están dispuestos a hacer sacrificios por la causa de Cristo porque se les ha enseñado, de forma oral o de algún otro modo, que los cristianos deben ser ricos y famosos, que deben tener éxito y ser populares.

Tal orientación hacia el éxito personal y no hacia el servicio humilde es lo opuesto de lo que glorifica a Dios. Vivir para la gloria de Dios quiere decir que usted sabe que es mortal y está dispuesto a morir, si fuera necesario, para lograr los propósitos de Dios. Tal actitud humilde glorifica a Dios.

Para crecer espiritualmente, debemos estar absortos en el señorío de Cristo en el momento de la salvación y permitirle que domine nuestra vida de allí en adelante. Al hacerlo, debemos buscar solamente su gloria, no nuestra comodidad ni nuestro éxito. No creceremos cuando escojamos nuestro propio camino o sirvamos a Dios con el motivo incorrecto.

sábado, 9 de febrero de 2013

Confesar a Cristo como Señor


Confesar a Cristo como Señor

Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Romanos 10:9

Para dar gloria a Cristo, debemos confesarlo como Señor. Eso es parte de la salvación, no un acto subsiguiente. La salvación es cuestión de confesar que Cristo es Dios y, por lo tanto, que Él es soberano en su vida.

Si nunca ha confesado a Jesucristo como Señor, no puede vivir para su gloria. No puede decir: "Niego a Cristo. Él no es mi Salvador ni Señor", y luego esperar glorificar a Dios. Si usted no honra al Hijo, no honra al Padre (Jn. 5:23). Así que la salvación es el necesario comienzo de glorificar a Dios y, por lo tanto, para el crecimiento espiritual. No se puede crecer hasta que no se haya nacido.   El propósito de su vida

Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

1 Corintios 10:31

Cuando usted confesó a Jesucristo como Señor, lo hizo para la gloria de Dios. Ahora cualquier otra cosa que usted haga, aun las funciones más comunes de la vida como comer y beber, debe enfocarse en la gloria de Dios. Esa debe ser la actitud fundamental de su vida.

Jesús presentó ese enfoque de esta manera: "Honro a mi Padre... no busco mi gloria" (Jn. 8:49, 50). Usted crecerá espiritualmente cuando siga el ejemplo de Cristo de someter su vida al señorío de Cristo, usted se caracterizará por su humilde deseo de glorificar al Padre.   Interesados en la gloria de Dios

No puedes soportar a los malos.

Apocalipsis 2:2

Debemos estar tan interesados en la gloria de Dios que suframos cuando no se le honra. Esa fue sin duda la actitud de David cuando dij "Porque me consumió el celo de tu casa; y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí" (Sal. 69:9). David sufría profundamente cuando no se honraba a Dios.

Como padre, comprendo lo que David estaba diciendo. Si alguien hiere a uno de mis hijos, me hiere a mí. A menudo he llorado por alguien a quien amo y cuyo corazón estaba quebrantado. Cuando usted se identifique con Dios de esa manera, le interesará su honra mucho más de lo que le ocurre a usted.

martes, 5 de febrero de 2013

Concentrarse en la gloria de Dios


Concentrarse en la gloria de Dios

A Jehová he puesto siempre delante de mí.

Salmo 16:8

Todo existe con el propósito de glorificar a Dios. El Catecismo Menor de Westminster del siglo XVII comienza declarando que el principal propósito del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre.

El Salmo 19:1 dice: "Los cielos cuentan la gloria de Dios". La inmensidad del espacio y todo lo que hay en Él glorifica a Dios.

En Isaías 43:20, Dios dice: "Las fieras del campo me honrarán".

Los ángeles que aparecieron en el nacimiento de Cristo dijeron: "Gloria a Dios en las alturas" (Lc. 2:14).

La Biblia aclara que usted existe para dar gloria a Dios. Que usted siga el ejemplo de David y ponga siempre al Señor delante de usted.   Responder a la gloria de Dios

Nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

2 Corintios 3:18

Cuando glorificamos a Dios, comenzamos a crecer. Gracias a las grandes verdades reveladas en el Nuevo Testamento, los creyentes ahora pueden ver la gloria de Dios con más claridad que podían verla los que estaban bajo la ley. Cuando la vemos, crecemos espiritualmente, yendo de un nivel de gloria al próximo.

Al final del versículo de hoy, observe que Pablo dice que el Espíritu Santo es el que imparte energía a nuestro crecimiento. El Espíritu Santo llena de poder nuestra vida, llevándonos a través de niveles de gloria hacia la imagen de Cristo.

No se preocupe por los detalles intrincados de la obra del Espíritu Santo ni por los detalles de su propia actividad. Cerciórese de concentrarse primordialmente en la gloria del Señor.     La progresión espiritual

Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.

1 Juan 2:13

Mi propia experiencia me ha enseñado mucho acerca de los distintos niveles de desarrollo espiritual descritos por el apóstol Juan en el versículo de hoy. Cuando yo era un niño espiritual, estaba absorto en la euforia de amar al Señor y no conocía mucha teología. En aquel tiempo la enseñanza de cualquier influía fácilmente en mí. Más adelante, cuando aprendí la Palabra de Dios, ya no me engañaron las falsas doctrinas; me enojaban. Y ahora, cuando he crecido en el conocimiento de la Palabra, mi deseo es conocer a Dios de una manera más íntima, que es el último nivel del crecimiento. Los padres espirituales no solo conocen la Biblia, sino que también conocen profundamente al Dios que la escribió.

El crecimiento espiritual va progresando del saber que usted es cristiano al conocimiento de la Palabra de Dios y al conocimiento de Dios mismo. La manera de conocer a Dios es dedicar la vida a concentrarse en su gloria, aprendiendo así a comprender la plenitud de su persona. Esa concentración se vuelve un imán que lo va llevando hacia arriba por los niveles de la madurez.     Por qué damos testimonio

En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.

Juan 15:8

Es probable que la mayoría de las personas piensen que debemos ser salvos por otras razones que no sean glorificar a Dios. Muchos cristianos por lo general darán las siguientes como las razones de que den testimoni

•           Mantener a las personas fuera del infierno. Quieren que no sufran el castigo eterno.

•           Manifestar el amor de Dios.

•           Obedecer el mandato de Cristo. En Mateo 28:18-20 y en Hechos 1:8, Jesús nos dice que evangelicemos.

Todas esas son razones válidas y bíblicas para la evangelización, pero la principal razón de que debamos predicar el evangelio es para la gloria de Dios.

viernes, 1 de febrero de 2013

Una obligación con Dios


Una obligación con Dios

A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.

Romanos 1:14

Un joven me preguntó una vez qué me motiva a estudiar semana tras semana. Le dije que a veces los pasajes bíblicos son tan estimulantes que no puedo esperar a que llegue el domingo para predicar. Pero luego hay otras veces en las que lucho contra las prioridades que desplazan mi tiempo de estudio, y entonces mi ministerio no parece tan emocionante. Tengo en realidad que abrirme paso a través de esos tiempos porque sé que tengo una deuda con Dios.

¿Qué sucede si veo que hay una casa incendiada, y las personas que están dentro no saben lo que está ocurriendo? No puedo pararme en la esquina y preguntarme si vale la pena que se salven. Como tienen necesidad y yo tengo la información que puede salvarlos, estoy obligado con ellos.

Si usted participa en el servicio cristiano solo cuando le gusta hacerlo, no ha aprendido la clase de servicio que Pablo describió en el versículo de hoy. Cuando se enfrenta a un tiempo difícil en el servicio a las personas, a veces de lo único que puede depender es de su obligación con Dios.    Deseoso de servir

Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.

Romanos 1:15

¿Se siente feliz y entusiasta al cumplir la responsabilidad que Dios le ha encomendado? Como se puede decir, según el versículo de hoy, que fue la actitud de Pablo. Estaba dedicado por completo a hacer la obra del ministerio. Nunca su propia vida fue lo más importante. La vida tenía un solo propósito para él, y era el hacer la voluntad de Dios. Siempre estuvo deseoso de predicar.

Pablo era como un caballo de carreras en el portalón o un corredor de carreras cortas en el punto de partida, esperando ganar la victoria. Dios tenía que sujetarlo de vez en cuando porque estaba demasiado deseoso de correr. ¿Está deseoso de servir? ¿Es esa la clase de servicio que usted presta o algunos tienen que aguijonearlo con toda su fuerza para hacer que participe? Si su servicio a Cristo es de todo corazón, entonces estará deseoso de servir.   La clave para el crecimiento espiritual

Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

2 Pedro 3:18

El crecimiento espiritual no es místico, sentimental, devocional ni psicológico. No es el resultado de alguna fórmula ingeniosa. Es sencillamente el igualar su práctica con su posición.

Como creyentes, nuestra posición en Cristo es perfecta: Estamos completos en Él (Col. 2:10); tenemos todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad (2 P. 1:3); y hemos recibido todas las bendiciones espirituales (Ef. 1:3). Pero ahora tenemos que progresar en nuestra vida diaria de una forma que corresponda con nuestra exaltada posición.

El versículo de hoy presenta el concepto más importante en la comprensión y la experiencia del crecimiento espiritual. El dar gloria a Dios está directamente relacionado con el crecimiento espiritual. Por lo tanto, es esencial que comprendamos lo que significa glorificarlo.