lunes, 21 de agosto de 2023

Tener y guardar los mandamientos

 

Tener y guardar los mandamientos


“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Juan 14:21

“No debáis a nadie nada, sino el amaro unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.” Romanos 13:8

Solo puede cumplir los mandamientos aquel que ha nacido de nuevo, el que ha creído en Jesús y ha sido limpiado con la sangre de Cristo.

Respecto a este asunto, el libro de hebreos confirma el cumplimiento, por la fe en Cristo, de la promesa escrita en el libro del profeta Jeremías 31:33, que dice: “Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:

Este es el pacto que haré con ellos

Después de aquellos días, dice el Señor:

Pondré mis leyes en sus corazones,

Y en sus mentes las escribiré,” (hebreos 10:15-16).

Entonces, cuando recibimos a Jesús por la fe, sus mandamientos fueron escritos en nuestros corazones y por medio del Espíritu podemos cumplirlos.

Es un cambio de naturaleza; ahora, por el mismo Espíritu de amor somos impulsados a la obediencia a sus preceptos, porque el mismo Cristo que fue obediente hasta la muerte, y muerte de cruz, nos dio su obediencia y habita en nuestro interior como lo contextualiza el mismo Señor Jesús antes de Juan 14:21, hablando acerca de creer en Él: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros” (Juan 14:20).

Ahora, los creyentes estamos llamados a permanecer en Él, pues solo el que permanece en Él puede llevar mucho fruto; entre ese fruto está el amor (Gálatas 5:22-23). La fe nos hace partícipes de la gracia de Cristo y junto con el amor nos capacita para obedecer sus mandamientos y vivir piadosamente (Efesios 2:10, Gálatas 5:14, Tito 2:11-12).

Conclusión, por la fe en Cristo tenemos sus mandamientos escritos en nuestro corazón y los obedecemos colocando en acción el amor de Dios, que ha sido derramado en nuestro corazón por el Espíritu Santo (Gálatas 5:16, Romanos 8:14).   Oración.

«Padre, gracias porque has cumplido tu promesa en mí de escribir tus mandamientos en mi corazón gracias al sacrificio de Cristo; permíteme permanecer en ti y, guiado de la mano de tu Espíritu, poder amar al prójimo cumpliendo así tu ley. En el nombre de Jesús, amén.   el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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