martes, 8 de agosto de 2023

Entendiendo la fe. Parte 1

 


Entendiendo la fe. Parte 1

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”, hebreos 11:1-3.

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”, Romanos 10:17.

Es necesario profundizar cada vez más en la fe. Entender su concepto, aplicación y objeto es determinante, sobre todo en una época donde todo se tergiversa. ¿Y por qué es importante entender qué es la fe y cuál es la verdadera? Como lo explica el versículo de hoy, por la fe entendemos que lo que vemos, todo lo creado fue hecho de lo que no se veía, y esto se proyecta al plano espiritual pues dice la escritura: “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:23).

El primer concepto fundamental de la fe, es su relación y dependencia total con la Palabra de Dios. Por esta razón, debemos entender que con las palabras se forman frases e ideas que unidas de manera coherente sustentan un concepto, una idea, que va a nuestro pensamiento, y que al aceptarla como cierta moldea nuestras creencias. Las creencias determinan nuestro comportamiento, pero la Palabra de Dios encierra conceptos mucho más elevados y trascendentales que las ideas humanas; el Señor Jesús lo explica de manera contundente: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”, (Juan 6:63). La Palabra de Dios hace aquello para lo cual Él la envió, no son simples divagaciones o conjeturas como las hacemos los hombres sino que al ser verdadera, consistente, coherente, poderosa y eterna, todo lo creado obedece a ella (Isaías 55:11, Jeremías 23:29).

Entonces, la fe es conducida y alimentada por la Palabra de Dios escrita, no hay verdadera fe sino está relacionada con la Palabra de Dios, con sus principios y testimonio, de esta manera la fe moldea nuestra conducta, nuestras relaciones, nuestra vida misma y por sobre todas las cosas la fe determina nuestra relación con Dios, pues sin fe es imposible agradarle; en otras palabras, si nuestra fe no está fundamentada en la Palabra de Dios, entendida en su texto y en su contexto, nuestra relación con Dios no es la correcta, o estamos acudiendo a otro Dios (Hebreos 11:6). ¿Cómo está tu relación con Dios?   Oración.

«Padre, así como Cristo lo hizo, ahora en Él, yo te alabo y te pido abras mis ojos espirituales para comprender tu Palabra y hallar verdadera fe, esa certeza de que lo que tú dices así se hará, por medio de la gracia de Cristo y con la comunión de tu Espíritu Santo. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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