sábado, 5 de agosto de 2023

Boga mar adentro en tus relaciones

 


Boga mar adentro en tus relaciones

“Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él” Lucas 5:4-9

Necesitamos bogar mar adentro en nuestras relaciones personales, sobre todo en la comunión unos con otros. Como creyentes, nuestras relaciones personales deben tener el fundamento de la comunión en la iglesia: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hechos 2:42).

La iglesia es el plan de Dios para desarrollar una verdadera madurez espiritual, pues no hay madurez o crecimiento fuera o lejos de la iglesia, “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (hebreos 10:24-25). Este pasaje no se refiere solo al domingo, sino a todas las maneras y tiempos en que podamos estar juntos y compartir nuestra fe, amor y esperanza en Cristo.

Lo anterior estimula el crecimiento espiritual individual y grupal realmente, porque somos capaces por el Espíritu de corregirnos y ayudarnos: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1). También dice la escritura: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16); lo que nos lleva a concluir que solo en la interacción social de la iglesia, en la intimidad y comunión como hermanos está la oportunidad de seguir creciendo y avanzando.

La iglesia es el lugar perfecto para aplicar el conocimiento de Cristo que vamos adquiriendo y bogar mar adentro en nuestras relaciones.   Oración.

«Gracias Señor Jesús porque diste la vida para que ahora yo viva en una familia espiritual donde puedo crecer y practicar todo lo que nos has enseñado, ayúdanos a glorificar al Padre teniendo comunión unos con otros, perdonando y amándonos para que el mundo vea que tu Espíritu habita en nosotros. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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