sábado, 19 de agosto de 2023

Fortalecerse. Parte 1

 


Fortalecerse. Parte 1

“Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” 2 Corintios 12:10

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” 1 Corintios 13:4-7

Hemos aprendido en los últimos devocionales cómo la confianza nos lleva a entregar las cargas a Cristo y estamos llamados a despojarnos para experimentar la plenitud de su amor. Como consecuencia de descansar en Cristo y despojarnos, podremos recibir nuevas fuerzas, porque: “​​Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:29-31).

Confío para permanecer y suelto para experimentar plenitud en Cristo, siendo fortalecido espiritualmente.

El mundo cansa, el pecado agota y enferma, la carne hace la carga de la vida imposible de llevar; terminamos cansados a punto de desfallecer; necesitamos confiar y soltar en Jesús nuestra vida misma, pues muchas veces abusamos del trabajo, estudio o en otro aspecto y quedamos sin fuerza; luego nuestra actitud con otras personas nos lleva a dar una mala respuesta o a actuar sin disposición, así que dañamos algo que es clave en nuestras relaciones: “Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.”, (Colosenses 3:14). Cuando no descansamos en Cristo se afecta este vínculo esencial que es el amor y estamos llamados a mantenerlo, a andar en amor. Necesitamos por tanto soltar las cargas para mantener ese vínculo perfecto, pues en el amor encontramos la fuerza que nos motiva, que nos lleva a soportar todo, y este amor de Dios lo tenemos en nosotros derramado en nuestro corazón por el Espíritu Santo.

Cuando afectamos el amor necesitamos acercarnos a la fuente de amor inagotable, Cristo mismo, y su amor es la manera en que podemos dar la milla extra, aun cuando estamos cansados; es nuestra motivación principal pues “todo lo puede y todo lo soporta”; un amor que no es egoísta y que está dispuesto a ir más allá de la obligación.  Oración

«Padre no quiero fallarle al amor, por eso quiero descansar en ti, despojarme de todo peso y hallar nuevas fuerzas, para amar al prójimo tal y como me has amado en Cristo Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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