lunes, 24 de julio de 2023

Lección de obediencia

 

Lección de obediencia


“Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres”, Proverbios 3: 1-4

La palabra de Dios no debe ser un concepto más de los tantos que tenemos en el intelecto; no tiene que estar solo en nuestra mente, sino y más importante es que la guardemos dentro de nuestro corazón; entiéndase corazón, bíblicamente hablando, como el centro de la voluntad, los deseos y las motivaciones y de donde derivan finalmente nuestras decisiones.

Dios ha dicho “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” Jeremías 29:11. Para conocer los pensamientos que Dios tiene acerca de nosotros es necesario conocer su palabra, pasar tiempo de calidad con Dios, renunciar a nuestra propia prudencia, humillarse y obedecer. Hoy más que siempre necesitamos reconocer a Dios como la máxima autoridad en nuestra vida, volvernos de nuestro desvarío y experimentar a través de la obediencia la vida larga y abundante que Dios ha planeado darnos.

Conocer la palabra de Dios, implica un esfuerzo adicional a través del estudio diario de la Biblia, la oración, la congregación, el testimonio y la obediencia. Conocer verdaderamente al Creador nos mantendrá en el centro de su voluntad, su ley (su palabra) nos dará la sabiduría y la inteligencia para gobernar todas las aéreas de la vida, gozaremos de paz, salud y gracia ante los ojos de Dios y de los hombres.   Oración.

«Padre Dios he cerrado mis ojos a tus caminos y no he guardado tus mandamientos en mi corazón, por eso tomo decisiones apresuradas según mis propios caminos y ahora sufro las consecuencias de mi desvarío. Te invoco con todo mi ser, rescátame de mi orgullo y prepotencia, déjame experimentar el atesorar tu palabra en lo más profundo de mi ser y caminar en obediencia. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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