domingo, 16 de julio de 2023

Emociones bajo control

 


Emociones bajo control

“¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?” Job 28: 20

“Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia”, Job 28: 28.

¿Cómo dirigimos nuestra vida? ¿En qué basamos nuestras decisiones? ¿Nos dejamos llevar por nuestras emociones o usamos la sabiduría divina?

Las emociones se definen como una alteración del ánimo intensa y pasajera, producida por impresiones de los sentidos, ideas o recuerdos que terminan en alguna forma de expresión; todos los seres humanos las poseemos en mayor o menor medida, nos fueron dadas por Dios para complementar nuestra existencia pero nunca para que nuestra vida dependa o sea determinada por ellas. Sí, las emociones son maravillosas, pero su naturaleza variable y pasajera impide que las utilicemos para basar en ellas nuestras decisiones. Las emociones son capaces de subirnos a la cima un día y al siguiente dejarnos completamente por el suelo. Las emociones tienen la capacidad incluso de hacer más profundas las heridas del pasado sumergiéndonos en la angustia, el rechazo, la autocompasión o de hacernos ver futuros gloriosos que nunca sucederán.

En contraste con las emociones está la sabiduría de Dios, que espera el momento adecuado para actuar, prevé las consecuencias a largo plazo y elige lo mejor y lo que dura para siempre. Jesucristo es el hijo de Dios hecho hombre, creer en Él y en la obra que hizo por cada uno de nosotros en la cruz es el principio de la sabiduría, esforzarnos por conocerlo, por amarlo y por obedecerlo, el de la inteligencia. Elijamos el camino de la sabiduría y el de la inteligencia para lograr estabilidad y equilibrio en nuestra vida, las emociones sólo nos darán destellos de felicidad, la sabiduría nos dará una vida eterna de felicidad. Controlar nuestras emociones y no permitir que ellas nos controlen a nosotros nos pondrá en la dirección correcta a donde Dios quiere que vayamos.   Oración.

«Espíritu de Dios toma tu lugar en mí, ilumina mi camino y enséñame la senda de la sabiduría y de la inteligencia. Cimienta mi vida sobre la roca que es Cristo y su palabra. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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