domingo, 25 de agosto de 2024

Fortalecidos con poder

 


Fortalecidos con poder

“Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.” Mateo 26:44-46

“para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;” Efesios 3:16

La oración, además de ser ese momento de intimidad donde abrimos nuestro corazón delante de Dios, confiándole cada uno de nuestros pensamientos y sentimientos, es también ese espacio donde nos disponemos a recibir de Él su provisión. En el Señor Jesús podemos ver que su sustento y fortaleza para superar la prueba más difícil que cualquier ser humano puede enfrentar, lo obtuvo en su momento de oración.

En momentos de grande prueba o tribulación, pueden llegar a nosotros pensamientos y sentimientos de mal, que si los dejamos albergar en nuestra mente y corazón van a terminar llevándonos a actuar en contra de la voluntad de Dios. Por eso, si vemos llegar a nuestra alma, la incertidumbre, el temor, la tristeza, la angustia, el desánimo, la preocupación o cualquier similar, no debemos dudar en hacer lo que hemos aprendido de nuestro Señor, ir a la presencia de nuestro Padre Celestial y orar hasta obtener el sustento y la fortaleza que necesitamos para continuar.

Recordemos que tenemos de Dios a nuestro ayudador, el Espíritu Santo, el cual nos ayuda en nuestra debilidad, y en esos momentos donde no sabemos cómo orar, Él de acuerdo a la voluntad de Dios, con gemidos indecibles intercede por nosotros (Romanos 8:26-27). Y de la misma manera que lleva nuestra petición a Dios, es a través de Él que nuestro Padre Dios, envía su respuesta, revelándonos su Palabra de acuerdo a su voluntad, porque es del Espíritu Santo guiarnos a toda verdad (Juan 16:13). De modo que, si no quieres permitir que pensamientos y sentimientos de mal te guíen en tu prueba o tribulación, no dudes en orar para fortalecerte con poder en tu ser interior por el Espíritu de Dios (Efesios 3:16).   Oración.

«Bendito Dios, gracias por el regalo de tu Espíritu Santo; gracias porque si no es por Él, ciertamente yo nada podría hacer. Te alabo y te bendigo, oh Dios, por tu divina provisión, sé que me fue dada gracias a mi Señor y Salvador, gracias Dios, amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario