sábado, 28 de septiembre de 2024

La obediencia a Dios perfecciona el carácter

 


La obediencia a Dios perfecciona el carácter

“Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del que yo te mandé no comieses?” Génesis 3.9-11

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” 1 Juan 4:18

Como hemos visto en devocionales anteriores, los sentidos con los cuales Dios creó al hombre eran y son para relacionarnos y disfrutar de su creación y el espíritu humano, que gracias a Cristo cobra vida en el creyente, es para relacionarnos y disfrutar de la presencia y el conocimiento de Dios, pero si no somos sabios, podemos dejar que nuestros sentidos sean seducidos como los de Adán y Eva, y podemos terminar creyendo mentiras del enemigo pensando que son verdades, y si creemos una mentira por encima de la verdad de Dios estamos en problemas, pues no creerle a Dios es desobedecerle, y la desobediencia hace que el hombre se aleje o esconda de Dios como se menciona en Génesis 3:9-11, y es increíble ver la relación que se muestra entre la desobediencia y el temor, pues el temor que es producto de la incredulidad y que viene de desobedecer a Dios no nos deja ser perfeccionados, por ejemplo el miedo que puede ser producido por pensamientos equivocados, es decir, mentiras que se creen por encima de la Palabra de Dios generando depresión, ansiedad, miedo al futuro, al fracaso, al qué dirán, a la aprobación, etc., miedos infundados por la falsedad a causa de no conocer la verdad o rechazarla.

Y al ver esta relación entre la desobediencia, el pecado y el temor, debemos reconocer porqué la insistencia de Dios en decirnos NO TEMAS, es como si nos recordara NO SEAS INCRÉDULO, o nos dijera NO DESOBEDEZCAS, por eso lo que nos dice 1 Juan 4:18 es que este temor no nos lleva a la perfección, pero encontramos algo maravilloso y es que el perfecto amor, echa fuera el temor, y ese perfecto amor es Cristo, y Él en nuestras vidas nos lleva a la perfección, pues nos capacita para obedecer en el amor, quitando el temor, llevándonos de la desobediencia a la obediencia, perfeccionando así nuestro carácter.  Oración.

«Padre Dios, gracias por tu perfecto Amor, gracias por Jesucristo, quien me perfecciona en el amor, ayúdame a creerte y obedecerte, que en la comunión con tu Santo Espíritu sea transformado a la imagen de tu Hijo, amén.

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