miércoles, 11 de septiembre de 2024

El Padre permite las pruebas

 

El Padre permite las pruebas


“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” Santiago 1:2-4

¿Cuántos de nosotros quisiéramos aprender sobre: el amor, perdón, misericordia, paciencia, entre otras lecciones, sin necesidad de pasar por las pruebas que las generan? en nuestro pensamiento sería lo ideal, pero en el pensamiento de Dios vemos que todas estas pruebas tienen un propósito mayor en nosotros, el perfeccionarnos.

Si le preguntáramos a Pablo sobre si su deseo sería el de mantenerse en las cárceles, seguramente nos respondería que no, ¿pues quién desearía estar privado de su libertad por un delito que no cometió? Probablemente alguien como Pablo al ver lo que experimentó en ellas nos diría que, aún cuando su anhelo no fue ese de pasar por pruebas, ¡valió la pena! pues en medio de ellas pudo conocer aún más a Jesucristo: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,” Filipenses 3:8

Si Pablo es un referente en pasar pruebas, Jesús es uno mayor, pues Él tuvo que ser probado en todo, para que de igual forma, fuera perfeccionado como lo dice Hebreos 5:8-9 “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;” con esto de “perfeccionado” no quiere decir que le faltara algo en su carácter, de ninguna manera, a lo que hace referencia el pasaje es a que esas pruebas que el Señor experimentó sólo hicieron que reconfirmara su carácter de obediencia ante el Padre. El conocer esto nos permite entender que las pruebas no son malas, sino que son la oportunidad de reconfirmar la obra que Jesús ha hecho en nuestras vidas y tan solo son necesarias para ayudarnos a perfeccionar ese carácter de Cristo en nosotros.    Oración.

«Padre, llévame a ver las pruebas de manera correcta, no quiero desesperarme cuando esté en ellas, todo lo contrario, quiero confiar y descansar en ti pues sé que las has permitido tan solo para que mi vida sea perfeccionada por medio de ellas, amén.

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