martes, 10 de septiembre de 2024

Jesús nos da a conocer al Padre

 


Jesús nos da a conocer al Padre

“Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Lucas 11:2

Éstas palabras las manifiesta Jesús cuando uno de sus discípulos, al verlo orar constantemente, le pide que también les enseñe a ellos a hacerlo correctamente. Cuando leía éste pasaje, lo que llamaba mi atención es que el Señor en medio de su oración, nos presenta a Dios como Padre, pues vemos que aclara que no sólo Él puede llamarle de esta manera sino también todos nosotros los que hemos creído en Jesucristo, pues recordemos que la palabra de Dios nos dice que por medio de Cristo es que todos nosotros hemos sido adoptados como hijos de Dios (Juan 1:12 y Efesios 1:5;). Con estas palabras: “Padre nuestro” el Señor Jesús nos acerca más al Padre pues ¿quién no se siente en confianza al entrar en la presencia de Dios sabiendo ésto?

El conocer a Dios como Padre debe generar en nosotros confianza, mucha más de la que quizás llegaremos a experimentar con nuestros padres terrenales, pues si bien es cierto que el conocer el carácter de nuestros padres biológicos nos hace saber qué tanta confianza podríamos llegar a depositar en ellos, el conocer el carácter del Padre nos hace estar seguros de que en Él se puede (sin duda alguna) confiar, pues su carácter es inmutable. Por ello el libro de Mateo 7:11 nos menciona que si nuestros padres siendo malos, saben darnos buenas dádivas, ¿cuánto más nuestro Padre que está en los cielos nos dará buenas cosas a los que se las pidamos?

Qué hermoso es saber que nuestro Padre Celestial, así como estaba atento al clamor de Jesús, está atento al nuestro, cuán bello es entender que así como siempre escuchaba a Jesús (Juan 11:42a) nos escucha a nosotros (2 Crónicas 7:15).

Hoy a través de este devocional el Padre nos recuerda que, así como tenía una cita con Jesús todos los días ahora la tiene con nosotros, tan solo está esperando a que sigamos el ejemplo de nuestro Señor y acudamos siempre a Su llamado.   Oración.

«Padre, qué hermoso es saber que puedo llamarte de esta manera, y esto lo puedo hacer no porque lo merezca sino por la obra preciosa de tu Hijo Jesucristo en la cual he creído ¡Qué privilegiado me siento al conocer que soy tu hijo!

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