viernes, 16 de diciembre de 2022

Corazón-Pesebre

 


Corazón-Pesebre

“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” Lucas 2:10-14

El Mesías prometido vino a este mundo y nació de una virgen en un pesebre, el Salvador de la humanidad tuvo que llegar a ese lugar, pues al sus padres buscar posada no la encontraron, como lo relata Lucas 2:7 “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.”

Aquel pesebre, lugar de las posadas donde colocaban los animales de los viajeros para alimentarlos, fue el escogido por Dios, para que su Hijo naciera, ese sitio, tal vez sucio, oscuro, sin valor, fue en el que María tomó por primera vez en sus brazos al Redentor para envolverlo en pañales. El pesebre es una representación del corazón humano que nos lleva a reflexionar de cómo el Gran Dios sigue buscando nacer en los corazones, a pesar de que se encuentren en condiciones que no son dignas para que el Rey de reyes venga a vivir, y que precisamente nos deja ver el inmenso amor que Él nos tiene, pues quiere limpiarnos, darnos luz, y llenarnos de valor.

Lucas 2:10-11 dice que un ángel fue el que anunció a los pastores aquella buena noticia del nacimiento del Salvador; hoy somos nosotros los creyentes, quienes tenemos el enorme privilegio de seguir anunciando las buenas nuevas de salvación. Recordemos que es por la locura de la predicación que a Dios le ha placido convencer los corazones para que dejen entrar a su amado Hijo. (1 Corintios 1:21). Cada vez que compartamos el evangelio estemos seguros que Cristo al igual que vino a aquel pesebre, estará dispuesto a entrar también al corazón- pesebre de todo aquel que por fe lo quiera recibir, entonces los cielos volverán a decir: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!  Oración.

«Padre Dios, gracias porque un día tu amado Hijo vino a posar en mi corazón, gracias por escoger una vez más un pesebre para nacer, porque no te importó que no hubiera grandes cosas de valor en mí, o que mi corazón pudiera estar sucio como una pesebrera, gracias porque ahí sigo viendo tu gran amor por mí, te amo mi Señor, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario