martes, 13 de diciembre de 2022

El rescate del Amor

 


El rescate del Amor

“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” 1 Juan 4:10-12

Al hombre haber sido creado a la imagen de Dios, tenía la capacidad de amar y ser amado; primeramente, podía relacionarse con su creador y experimentar todo su amor por medio de la comunión en el espíritu, y también podía expresarle su amor, pues todos sus actos estaban basados en la obediencia, en esa maravillosa conexión; el hombre, de igual forma conseguía relacionarse con sus semejantes, en un vínculo perfecto de amor. Lastimosamente, por causa del pecado del hombre, ese vínculo perfecto se dañó, rompiéndose la relación con Dios y la relación con el prójimo.

Si bien esa imagen con la que fuimos creados no se borró totalmente, el hombre quedó con una incapacidad para amar correctamente y, aunque ciertos actos nos dejan vislumbrar esa fuerza y cualidad del amor, en realidad Dios mismo tuvo que intervenir para rescatar el amor para que el hombre pudiera volver a gozar de una relación de amor íntima con Él, que permitiría como resultado un amor correcto entre los hombres.

Es por eso que la palabra de Dios nos aclara que el amor consiste en que Dios nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados; este acto de amor nos rescató, pues al depositar nuestra fe en Jesús, literalmente nos salvó de la muerte espiritual y nos liberó de la esclavitud del pecado, pero también nos dio vida eterna, perdón de pecados y derramó su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado, así que ahora podemos nuevamente amar a Dios y al prójimo como Él nos lo pide.

Es momento, en medio de estas celebraciones, de agradecer a Dios por su gran amor y de amarnos unos a otros como Cristo nos ha amado; si esto hacemos, estemos seguros que Dios permanecerá en nosotros y su amor se perfeccionará en nuestras vidas.   Oración.

«Señor Jesús, gracias por amarnos, gracias por ese amor que has derramado en nuestros corazones, pues ahora podemos amarte a ti y a nuestros semejantes con este mismo amor, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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