viernes, 1 de septiembre de 2023

La congregación del amor

 


La congregación del amor

“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” Salmos 133:1.

“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”, hebreos 10:23-25.

Actualmente tenemos vidas muy independientes y aisladas unos con otros, en parte, gracias a la tecnología moderna que permite abastecernos de cosas sin la necesidad de hablar o interactuar con más personas. Incluso la tendencia es a que alguna inteligencia artificial sea quien atienda nuestros requerimientos para compras o algunos servicios, que eran espacios donde antes nos relacionábamos con la gente.

El problema es cuando la tecnología se lleva al extremo y en vez de ser una herramienta para facilitar la comunicación, la cooperación y la agilidad de los procesos, se convierte en una manera de aislarnos, en una excusa para no encontrarnos cara a cara y en un factor de distracción, es decir, cuando la tecnología nos domina, ya que “todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna” (1 Corintios 6:12).

El mundo nos invita a aislarnos y a ser independientes unos de otros y la iglesia no son ajena a esta realidad, sin embargo, no somos autosuficientes pues fuimos creados para depender de Dios primeramente y para habitar en comunidad. Entonces, necesitamos encontrarnos y tener comunión con más personas y esto lo provee Dios a través de la iglesia, porque el efecto de uno de los frutos de nacer de nuevo o de convertirnos a Cristo es vivir en comunidad, en la congregación del amor, como lo vemos en Hechos 2:41-42: “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”.

Así que es en la comunidad de creyentes, en donde aprendemos y practicamos tres cosas esenciales de una comunidad bíblica:

1- Edificación espiritual: Alentarnos al amor y a las buenas obras, conociendo el amor de Dios en Cristo y edificarnos mutuamente a corresponder a este amor, mediante la Palabra de Dios.

2. Abrir nuestras vidas para que sean examinadas y animadas por la comunidad de creyentes: Esto es, corregirnos bíblicamente en un ambiente lleno de confianza, libre de juicios, pues somos débiles, necesitamos ayudarnos unos a otros y ninguno está exento de caer en alguna falta (Gálatas 6:1).

3. Socializar con otros creyentes: Compartir y departir con otros creyentes, siendo intencionales en buscar relaciones de amistad sólidas, sin hipocresía, pues relaciones profundas requieren inversión de tiempo y recursos, esto para sentir confianza y abrir nuestra vida a otros creyentes y afianzar una amistad con propósito.

Estamos llamados por tanto a ser intencionales y buscar una comunión bíblica con otros creyentes pues amar a la iglesia es amar a Cristo, ya que la iglesia es la novia de Cristo.    Oración.

Gracias Padre porque fue tu propósito que luego de haber creído en Cristo, creciera en una iglesia, en la cual pudiera poner en práctica el amor que me has dado para beneficio y crecimiento mutuo. Ayúdame a ser intencional en buscar la comunión con otros creyentes para gloria tuya, en el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario