miércoles, 23 de septiembre de 2020

Omnipresencia y Omnisciencia de Dios

 


Omnipresencia y Omnisciencia de Dios

¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?” Jeremías 23:24

Es curioso observar en todos los vídeos de robos, asaltos y crímenes; que diariamente vemos en la televisión en las que graban a los delincuentes en los momentos en que están haciendo sus fechorías, como ellos miran a todos lados para detectar si alguien los está observando, pero nunca miran hacia arriba, nunca piensan en que siempre están bajo la mirada del único que hace verdadera justicia y que paga a cada uno conforme a sus hechos. “Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, y ve todos sus pasos. No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se escondan los que hace maldad.” (Job 34: 21-22)

Quienes hemos creído en Jesucristo y permanecemos en su palabra, nos identificamos plenamente con el salmista cuando dice: “Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.” (Salmos 139: 1-6)

A todo aquel que pretende buscar un escondrijo en el mundo para esconderse de Jehová, Él mismo le advierte en su poderosa palabra: “¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?! Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: ¿No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: ¿No entendió?” (Isaías 29: 15-16)

Ante la omnipresencia y la omnisciencia de Dios nada hay oculto: “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” (hebreos 4:13)      Oración.

«Padre nuestro que estás en los cielos, Creador, Dios y Señor de todo lo que existe; cuando andaba en tinieblas y hacía lo que a conciencia sabía que era malo, buscaba hacerlo en oculto, buscaba escondrijo para ocultar mi mal, ahora en tus caminos sé que de todo y de todos podré ocultarme, pero no de ti. Sé que eres omnisciente y puedes ver no solamente lo pasado, lo presente y lo porvenir sino también lo más profundo y oculto de mis pensamientos, sentimientos, hechos y deseos; esto es demasiado maravilloso para mí porque me lleva a pensar ¿qué sentido tiene tratar de ocultarte algo? Gracias Señor porque eso es parte de la gran obra que por tu Espíritu has hecho en mi vida. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario