martes, 23 de mayo de 2023

Honrando a mamá. Parte 2

 


Honrando a mamá. Parte 2

“Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.” Juan 19:26-27

Cuán difícil para mí ha sido entender lo importante de honrar a mamá, y debo confesarlo porque esta enseñanza no solo va para los demás, sino aún para quien escribe el devocional. Quizás exista alguien que al igual que yo piense: “qué duro es honrar a quien nunca pudo cumplir su rol de mamá a cabalidad porque no estuvo presente, ni de mente ni físicamente”. Pero este mensaje no es para quedarnos en aquellos recuerdos de lo que algún día quisimos y no tuvimos, sino para entender el por qué es importante para Dios que honremos no sólo a nuestro padre, sino también a nuestra madre.

Pensando en esto me conduje a mirar a Juan, el discípulo amado del Señor; la biblia no relata que pasó con su madre biológica, sólo nos muestra que Jesús encomienda a María en sus manos y el discípulo la recibe desde aquella hora en su casa, la acoge como su mamá, y al parecer no es necesario mencionar nada más, pues con esto se entiende que el apóstol Juan cumplió con lo que se le encomendaba; lo interesante de esto es que su honra hacia ella no dependió de si María lo merecía o no, de si lo había criado o no, de si había estado presente en su niñez o no, Juan solamente se dispuso a cumplir el mandato de Dios; y éste pasaje debe llevarnos a reflexionar, pues el honrar y amar a nuestra madre no depende de los méritos que hayan obtenido, o de lo mucho que nos hayan ofrecido, sino de lo que Dios nos ha enseñado, pues Él mismo se ha puesto como ejemplo para demostrarnos que el dar amor, no es fruto de nuestro trabajo, sino que es el resultado de la gracia que quiso depositarnos (1 Juan 4:19, Romanos 5:5b), y de la misma forma nosotros debemos dar, gracia sobre gracia, pues de su plenitud hemos tomado (Juan 1:16).

Después de muchos años y con la ayuda de una gran mujer que fue para mí, desde el momento en que la conocí como mi mamá, entiendo que debo amar, honrar y respetar a mi madre; Jesús a través de esta mujer ya me lo había enseñado, y hoy por medio de este pasaje me lo vuelve a recordar, pues ejemplo me ha dado. Hoy le doy gracias a Dios, por instruirme a través de esta preciosa mujer quien ya está gozando de Su presencia, porque ella me enseñó la verdad que está revelada en las Escrituras, y he entendido que, sin la Palabra y ayuda del Señor, yo no podría cumplir este llamado de honrar a mamá (Juan 15:5b) Oración.

«Padre, cuánta sabiduría hay en tus palabras, pues todo lo que encuentro en ella me guía hacia caminos de bienestar y excelencia; gracias Señor porque cada día compruebo que más valioso que el oro es tu enseñanza, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

No hay comentarios:

Publicar un comentario