martes, 16 de julio de 2024

Tipología de Cristo y los diez mandamientos.

 


Tipología de Cristo y los diez mandamientos.

“Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.” Gálatas 3:10

“No tendrás dioses ajenos delante de mí.

No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.”, Éxodo 20:3-4

Así como Dios liberó al pueblo de Israel y les dio los diez mandamientos, nosotros en Cristo somos liberados para cumplir o acceder a 10 principios de libertad y solo un libertador que los cumplió puede llevarnos a acceder a ellos, pues Cristo cumplió perfectamente la ley de Dios, la cual no solo incluía los mandamientos sino las leyes ceremoniales que se debían realizar al transgredir aunque sea uno solo de ellos. Eran un todo integral.

Cristo cumplió perfectamente los 10 mandamientos y con su muerte vino a cumplir toda la ley, pues la justicia de Dios vino sobre Cristo para pagar por nuestros delitos, que en esencia eran la transgresión de la ley (1 Juan 3:4) y al cumplirlos reflejó el carácter del Padre pues: “el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;” (1 Pedro 2:22). Se atestigua también el hecho que Cristo también es nuestro sumo sacerdote sin mancha y sin pecado: “Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;” (Hebreos 7:26)

Así como el pueblo de Israel falló en cumplirlos, nuestra naturaleza pecaminosa, no nos permitía observar estos mandamientos, revelando un diagnóstico interior: “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;” (Romanos 8:7) y por lo tanto no podíamos acceder a la bendición. Entonces Cristo, nuestro libertador nos liberó de la maldición por no cumplir la ley: “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.” (Gálatas 3:10)

Qué maravillosa noticia todo lo que el libertador de nuestras almas realizó,   Oración.

«Padre, Cristo me liberó de la maldición de la ley y del pecado, me libró de la esclavitud para ahora vivir una vida a tu servicio, con sentido y propósito, una vida nueva con un corazón lleno de la obediencia de Jesús por el poder de tu amor derramado en mí. En el nombre de Jesús, amén

lunes, 15 de julio de 2024

La liberación

 

        La liberación


“Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir.”, Éxodo 12:21-23

“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”, Juan 8:36

Hemos visto en los devocionales anteriores que el pueblo de Israel estaba esclavizado en Egipto bajo el poder del faraón (Éxodo 1:13-14), y esto representaba a la humanidad esclavizada al pecado y bajo el dominio de Satanás. (Romanos 6:20-23, Hebreos 2:14-15) y así como Moisés fue levantado como el líder que liberó a Israel, Jesús es el Salvador que nos libera del pecado, haciéndonos verdaderamente libres (Éxodo 3:10, Juan 8:36).

Durante la Pascua, los israelitas, por mandato de Dios sacrificaron un cordero para protegerse de la última plaga, y podemos ver en el nuevo testamento que el cumplimiento de este tipo es Jesús, que es el Cordero de Dios, cuyo sacrificio nos salvó del pecado. (Éxodo 12:21-23, Juan 1:29, Hebreos 9:14)

Cuando el pueblo de Israel cruzó el Mar Rojo, dejando Egipto atrás y comenzando su camino hacia la libertad se está mostrando este tipo o figura del bautismo venidero en Cristo, pues nosotros al creer en Jesús somos sumergidos en él, y pasamos de la esclavitud del pecado a una nueva vida en Cristo. (Éxodo 14:21-22, 1 Corintios 10:1-4, Romanos 6:4).

Pero un hecho trascendental fue que Dios al liberarlos les entrega 10 mandamientos, diciéndoles antes de entregarlos: “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.”(Éxodo 20:2), se identifica como el Dios de Israel y como el libertador del pueblo para luego entregarle los mandamientos que los diferenciaría de otras naciones y les daría la bendición necesaria y abundante para que cuando estuvieran en la tierra prometida prosperaran, fueran una nación poderosa y no fueran derrotados por sus enemigos.

El practicar estos diez mandamientos los libraría de las prácticas abominables y autodestructivas de otras naciones, tendrían una relación con Dios que se entendería o se reflejaría en una relación con los demás.   Oración   «Padre, estaba esclavizado en el Egipto del pecado, bajo el dominio del enemigo, llevado por lo que el mundo hacía y sintiéndome solo y vacío, pero tú enviaste a Cristo a liberarme pagando un altísimo precio en la cruz, hoy me rindo ante ti y te adoro por tan inmensa libertad, en el nombre de Jesús. Amén.

domingo, 14 de julio de 2024

Se trata de Cristo. Parte 2

 


Se trata de Cristo. Parte 2

“Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día.”, Éxodo 16:4-5

“Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.”, Juan 6:51

Otro ejemplo del tipo y antitipo es el maná, el cual era un alimento que Dios enviaba para ser tomado diariamente, solo la porción necesaria para cada quien; este antitipo es revelado por Cristo, pues él dice acerca de si mismo: “Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo, Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.” (Juan 6:32, 33) y además confirma diciendo: “Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.” (Juan 6:48-51)

Así que entendemos claramente la revelación que también Cristo se presenta como ese maná, pero el verdadero y que también se presenta a sí mismo como el pan de vida, que debemos comer.

¿Qué aplicación práctica podemos tomar de este conocimiento profundo de su Palabra? Así como Israel recogía el maná a diario, nosotros a diario necesitamos de Cristo, para ser verdaderamente alimentados y fortalecidos espiritualmente, pero además Cristo y la Palabra de Dios están íntima y estrechamente relacionados pues comer el pan, también representa comer su Palabra, pues Jesús nos enseña en Juan 6:63 que: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.”, en todo el contexto de este último versículo Jesús había estado enseñando acerca de la necesidad de comer su carne para dar a revelar a los creyentes la necesidad de aceptar su Palabra en nuestras vidas, pues él mismo es la palabra encarnada. El verbo que se hace carne y es necesario que aceptemos su sacrificio para tener vida eterna (Juan 6:56-58, Juan 1:14).

En conclusión, necesitamos alimentarnos diariamente de su palabra para permanecer en él y ser fortalecidos en el hombre interior. (Efesios 3:16)    Oración.

«Señor Jesús, tú eres mi alimento esencial y verdadero, que sostiene y llena todo mi ser, me fortaleces en tu Palabra para vivir con esperanza, gozo y paz, para hacer la voluntad del Padre viviendo cada día guiado por tu Espíritu. Amén

sábado, 13 de julio de 2024

Se trata de Cristo.

 


Se trata de Cristo.

“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.”, 1 Corintios 10:1-4

En las escrituras observamos varios tipos, signos, historias o símbolos encerrando una gran verdad espiritual, un misterio que progresivamente va a ser revelado. Uno de estos tipos es Israel esclavizada en Egipto y podemos observar cómo el nuevo testamento interpreta a Egipto como un tipo de la esclavitud del pecado o servidumbre y se enseña que Cristo nos libera del pecado (Hebreos 2:14-15, Romanos 6:20-23)

Esto también lo comprueba un tipo relacionado con el paso por el Jordán, donde el nuevo testamento revela que cuando el pueblo de Israel cruzó, ocurrió un bautismo, simbolizando el paso de la esclavitud a la libertad y esto significa pasar del pecado a una nueva vida (1 Corintios 10:1-2, Romanos 6:4).

Podemos observar en la historia del pueblo de Israel muchos tipos que nos revelan verdades espirituales que nos permiten entender profundamente el plan y propósito de Dios, pero sobre todo aplicar en nuestra vida las revelaciones o cumplimiento de estas por medio de la fe en Cristo, pues finalmente todo se trata de él; como vemos en el pasaje de hoy que Incluso el agua que brotó de la roca, es un tipo que si bien se presentó en el antiguo testamento, tuvo plena revelación en el nuevo testamento, ¡el agua de vida!. Recordemos el encuentro de Jesús con la samaritana donde él le revela que al que creyere en él le daría agua viva, revelando el Espíritu Santo que recibiría cada creyente.

Cristo estaba allí y se revelaría plenamente en el nuevo testamento para nuestra salvación y nuestra bendición ¿Qué implicación tiene esta verdad para tu vida?    Oración.

«Padre, gracias por Jesucristo, mi vida está escondida en Él, en todo lo que ahora vivo quiero tenerlo como centro, meta y propósito para conocer su amor, vivir como él vivió y hacer tu voluntad con la ayuda de tu Espíritu. Amén

viernes, 12 de julio de 2024

Escudriñemos la escritura

 


Escudriñemos la escritura

“escudriñad las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mí.” Juan 5:39

Dios en la escritura usa muchos tipos, signos o símbolos para enseñarnos o ilustrarnos con contundencia y claridad una verdad, estos actúan como modelos que representan una verdad mucho más grande o enseñanzas espirituales más profundas, o incluso eventos futuros más trascendentes, pero representado o explicado con algo más sencillo o común, por ejemplo, acerca del tabernáculo nos explica la escritura que: “​​los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte” (Hebreos 8:5)

Esto se conoce como tipología, y cada tipo tiene un antitipo. El tipo es el símbolo que representa al antitipo, pero el antitipo es el cumplimiento o realización del tipo generalmente en el Nuevo Testamento, sin embargo es importante entender que estos paralelismos siempre deben estar autorizados por la Biblia. Conocer estos patrones nos ayuda a interpretar correctamente las escrituras y entender la revelación que Dios quiere mostrarnos para bendecir nuestra vida.

El propósito es finalmente que al escudriñar las escrituras, esta revelación nos lleve a conocer de manera más profunda y personal a nuestro Hacedor y a reflejar el carácter de Cristo, su testimonio es nuestra salvación y la de nuestra familia: “escudriñad las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mí.” (Juan 5:39).

En los próximos devocionales, reflexionaremos profundamente sobre la revelación encerrada en estos tipos y antitipos que nos muestran un plan maravilloso de salvación y libertad para todo el que cree en Jesús.  Oración.

«Padre, te alabo, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños, a los que como nosotros fuimos salvados por gracia por medio de la fe, a los que abrimos nuestro corazón y entregamos nuestra vida al único Dios verdadero, al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo y que por el poder de tu Espíritu hemos sido lavados en su sangre y vueltos a nacer para gloria y honra de tu nombre. Amén

jueves, 11 de julio de 2024

Un alma por un alma

 

Un alma por un alma


“He aquí que todas las son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.”, Ezequiel 18:4

“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;”, 1 Pedro 3:18

En el alma están nuestros pensamientos, nuestra voluntad y nuestras emociones o sentimientos. Nuestra alma por el pecado, permanecía esclavizada e inclinada a hacer el mal. Es decir, emociones desequilibradas, confusión en nuestros pensamientos, e inclinación a hacer lo malo y a decidir lo que no agrada a Dios, porque tomábamos decisiones que no tenían en cuenta a nuestro Creador.

Si el alma que pecare muere, estábamos muertos en nuestros delitos y pecados pero Cristo se ofreció una vez y para siempre por nosotros; en su cuerpo fueron colocados todos nuestros pecados y al morir Cristo fue ejecutada la sentencia que nos era contraría y fuimos libres(Colosenses 2:14). Un alma por otra alma.

El pasaje de hoy nos enseña dos verdades: somos responsables morales de nuestro pecado; lo segundo es que el pecado trae consecuencias y la consecuencia principal es la muerte, la separación eterna con nuestro Dios santo y justo (Romanos 6:23a), pero por amor, Él nos da, por medio de la fe en Jesucristo la salvación de nuestra alma, como lo dice la escritura: “obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.” (1 Pedro 1:9).

Nuestros pensamientos, sentimientos y voluntad ahora son salvados para heredar la vida eterna por la gracia de Cristo y para gloria de Dios Padre, para que ahora por el poder de su Espíritu, pensemos lo bueno, sintamos el gozo de Dios y seamos guiados por el Espíritu a hacer la voluntad de Dios.  Oración.

«Señor, me has dado vida eterna por medio de Cristo, has colocado paz en mis pensamientos, puedo experimentar el gozo en mi vida aun en medio de circunstancias adversas y puedo decidir libremente agradarte porque ya no soy esclavo del pecado. En el nombre de Jesús, amén.

miércoles, 10 de julio de 2024

Mi mejor adoración

 


Mi mejor adoración

“Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.”, Mateo 4:8-11

La tentación del diablo a Jesús que leemos en la porción bíblica de hoy, muestra la tentación mayor del maligno, promete darle todos los reinos de la tierra y la gloria de ellos; entre estos reinos estábamos tu y yo, cada uno de nosotros que Jesús anhelaba salvar. Pero resistió la tentación de apartarse del plan preciso del Padre y le responde una verdad que debiera resonar en lo más profundo de nuestro ser: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.”

Adorar bíblicamente significa postrarse, rendirse completamente al Rey de Reyes y Señor de Señores, a Cristo. La adoración es exclusiva de Dios, solo a Él adoramos, solo a Él servimos. Incluso cuando servimos a los demás, realmente debemos hacerlo para Él, para su gloria y honra. (Colosenses 3:17).

Cristo venció esta tentación, triunfó sobre el maligno con la verdad poderosa y eterna de su Palabra; fuimos creados para su gloria y somos de Dios en Cristo Jesús, su propiedad exclusiva, por lo tanto debemos adorarlo solo a Él. (Isaías 43:7, 1 Corintios 6:19).

El ladrón viene a robar esta verdad de nuestro ser, a destruir nuestro propósito y a matar nuestra esperanza, pero recordemos que le pertenecemos al buen Pastor y nadie nos arrebata de su mano. (Juan 10:27-28)    Oración.

«Padre, por medio de Cristo puedo ofrecerte una adoración en Espíritu y verdad, rindiendo mi corazón para servirte solo a ti porque soy tuyo comprado con la sangre de Jesús para gloria de tu nombre. Amén.

martes, 9 de julio de 2024

Sanidad,

 


Sanidad,

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”, Isaías 53:4-5

“y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.”, Éxodo 15:26

La Palabra hebrea para “enfermedad” se pronuncia “kjolí” y deriva de “kjalá” que significa o se relaciona con desgaste o debilidad; relacionado a este concepto en el salmo 31:10 dice: “Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; Se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido”, entonces la enfermedad se asocia con la pérdida de fuerza y debilitamiento del cuerpo.

Dios es la fuente de nuestra sanidad así como es la fuente de nuestra fuerza, como lo dice Isaías 40:31 “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” y en Salmos 23:3 “Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”

Sin embargo podríamos estar enfermos físicamente, pero el Señor nos da la fuerza, la resistencia para continuar: “Él sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas” (Salmos 147:3), es decir, nos reconforta aún en medio del quebranto.

El Señor es nuestro proveedor también de la salud, en el antiguo testamento a su pueblo se presenta como “Jehová tu Sanador” y se usa la palabra hebrea que se pronuncia “rafá” y significa en el contexto moderno médico: Dios es nuestro médico (Éxodo 15:26).

Como podemos observar tenemos un Dios que tiene el poder de sanarnos, que promete sanarnos y que nos sustenta en medio de la enfermedad en este mundo caído, para que en todo dependamos de su provisión y previsión para mostrar su gloria en nosotros. (Juan 9:1-3)    Oración.

«Padre tú eres mi sanador, te glorías a través de los médicos y la ciencia trayendo a mi vida medicina y sanidad, te alabo y me coloco en tus manos de misericordia y amor en el nombre de Jesús. Amén