sábado, 4 de agosto de 2018

EL DOLOROSO PROCESO DE LA PRUEBA


EL DOLOROSO PROCESO DE LA PRUEBA.
Muchos de ustedes comenzaron su “día normal”, pensando que todo seguiría su cauce esperado; pero de repente, un evento salpicado de dolor, tristeza y angustia llegó a sus vidas. Algo que no buscaron, simplemente llegó...
Nadie está exento de enfrentar la prueba.
Preparémonos para enfrentarla...
EL DOLOROSO PROCESO DE LA PRUEBA.
La prueba es un proceso permitido por Dios, en el que con su “fuego” santo consume los estorbos internos y externos que nos impiden madurar en la fe.
Al respecto la enseñanza bíblica nos dice...
“Aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”
1 Pedro 1:6-7
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”
Santiago 1:2-4
La prueba es un proceso en el que nuestra visión limitada se transforma en una visión ilimitada. Aprendemos a ver más allá de las circunstancias controlables.
La prueba es un proceso en el que aprendemos a enfrentar situaciones “imposibles” de resolver. Aprendemos a deponer nuestra lógica y nuestros recursos terrenales.
La prueba es un proceso en el que ejercitamos nuestra confianza en el poder soberano de Dios. Aprendemos a ver en las “casualidades” de la vida, sus intervenciones soberanas.
La prueba es un proceso en el que, en medio de la tormenta, aprendemos a ser determinados en seguir las pautas que la Palabra de Dios nos traza. Aprendemos a creer y a dar pasos de fe sin temor a las “olas”.
¡Atención a esta Palabra!
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”
1 Pedro 5:10
¿CÓMO SUPERAR LA PRUEBA?
Para superar la prueba, es necesario que nos preparemos para enfrentarlas; y la única forma es permaneciendo ARRAIGADOS en Dios, en la fortaleza que proviene de su Espíritu y en la convicción de su Palabra.
Necesitamos cultivar constantemente nuestra vida espiritual para que cuando el momento llegue estemos preparados; para que cuando la tormenta azote con fuerza, mantengamos la PAZ que sobrepasa todo entendimiento; para que cuando “la tempestad” nos golpee con fuerza, podamos exclamarle a Dios con gozo y confianza las siguientes palabras.
“Tú eres mi refugio, me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás”
Salmo 32:7
“He aquí, Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré, porque mi fuerza y mi canción es el ETERNO Dios, quien ha sido salvación para mí”
Isaías 12:2.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hehos 13:47.
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