viernes, 1 de marzo de 2019

OFRENDA QUE TRAE GOZO


OFRENDA QUE TRAE GOZO
En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”, Filipenses 4:10-12
Pablo fue detenido en Jerusalén y encarcelado por dos años y luego fue trasladado a una prisión en Roma. En estas circunstancias los Filipenses no habían tenido contacto con Pablo, pero al enterarse, ellos se ocupan de sus necesidades con sus ofrendas. Pablo comparte la alegría de recibir la ofrenda de los filipenses, pues él tenía gran necesidad, y a pesar de que el apóstol sabe vivir alegre, teniendo mucho o teniendo poco, se regocija con estas dádivas.
Notemos la enseñanza que él quiere dar a sus seguidores y a nosotros para que aprendamos de su ejemplo y practiquemos lo mismo. Muchos somos indiferentes a la necesidad de nuestro prójimo y si ayudamos, siempre lo hacemos con lo que nos sobra, pero la Biblia nos enseña diferente: “El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad” (Efesios 4:28)
Ahora, si hay escasez o hay abundancia es parte del plan y la voluntad de Dios, con lo cual tenemos que aprender a vivir bien cualquiera que sea nuestra situación, tanto a quedar saciado como a pasar hambre. Jesucristo repetidamente nos habla de las cosas materiales y dijo: "No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:31-33).
Cuando el Espíritu de Dios derrama amor en el corazón de una persona, hay desapego a las cosas materiales y despierta la generosidad; esto es guardar tesoros en el cielo. La generosidad tiene que ser un ejercicio sabio, como administración de los bienes que el Señor nos ha dejado prestados.
La persona que invierte en la eternidad, ayudando al necesitado y apoyando la obra del Señor, es la persona que verá suplidas sus propias necesidades. Dios promete recompensar a aquel que administra sus bienes con fidelidad. Por eso, Pablo dice: "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Filipenses 4:19).
Es importante encontrar libertad en nuestras vidas sobre las cosas materiales, pues el dar es un fruto de justicia, de amor y generosidad.  Oración.
Amado Dios, acepto con alegría de corazón las situaciones de mi vida, como parte de tu plan y voluntad, sea que tenga abundancia o escasez, me gozo en tu presencia. Quiero con gozo en mi alma, dar lo mejor de mí y de mi ganancia como fruto de amor, justicia y generosidad. Te amo Señor, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 28 de febrero de 2019

EL APOYO DE NUESTROS HERMANOS



EL APOYO DE NUESTROS HERMANOS
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; ¡¡pero !!ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto, Eclesiastés 4:9-12
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones, Hechos 2:42
Fuimos diseñados para vivir en comunidad, y el regalo más precioso que podemos recibir luego de Cristo en nuestro corazón, es hacer parte de la iglesia, la comunidad de todos aquellos que han sido salvados por el mensaje de Cristo y que han creído al igual que nosotros. Somos nacidos de nuevo por la fe, nos ha sido puesto un mismo Espíritu; la Palabra de Dios nos instruye día a día y entre más nos acercamos a Dios, mayor es el amor por nuestros hermanos en la fe.
Por lo tanto, debemos aprender a vivir en comunidad, a compartir, a tender la mano a quien la necesita. La vida no gira en torno a mí, sino que se trata de Cristo. ¿Cuál fue su mensaje respecto al trato y convivencia con nuestros hermanos? Su Palabra nos enseña: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (1 Juan 4:20).
Es un duro llamado de atención a demostrar el amor que está en mi corazón a mis hermanos, y no hay mejor manera de demostrar ese amor que hacer nuevos hermanos, amando a nuestro prójimo cuando le llevamos el mensaje de Cristo. Aquel que, al creer, se hace nuestro hermano, viene a ser para nosotros como un niño recién nacido al cual, con toda sensibilidad y compasión, le enseñamos la Palabra para que vaya creciendo. Esta fue la misión encomendada por Jesús, cuando dijo: “id y haced discípulos.
De esta manera tendremos verdaderos compañeros, que cuando lo necesitemos nos apoyarán, porque está en ellos el amor verdadero de Cristo; juntos iremos a hacer la voluntad de Dios. Así mismo la misión fundamental de la pareja (cónyuge) que Dios te ha colocado o de los compañeros con los que compartes la fe en Cristo, es ir a hacer más amigos para Cristo y luego como dice la Palabra de Dios: “considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” Hebreos 10:24-25. Nuestros hermanos en la fe, serán nuestro mejor apoyo en circunstancias difíciles, nos levantarán el ánimo en momento de tristeza y nos ayudarán a llevar bendición a nuestro prójimo.  Oración.
Señor, gracias porque me amaste tanto y me diste un propósito al ser colocado en una comunidad de creyentes. Bendice grandemente a todos aquellos que también te creen y guíanos para dar buen testimonio de ti, que al ver los demás el amor que tenemos pueda creer también en tu Palabra.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 27 de febrero de 2019

EL PROPÓSITO DE LA VIDA.


EL PROPÓSITO DE LA VIDA.
De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17
El propósito fundamental de la vida se cumple en nosotros cuando conocemos a Cristo, pues por medio de la fe en Él salimos de la oscuridad. Si bien tenemos una vida orgánica al nacer, nuestro espíritu estaba muerto por el pecado original de Adan y Eva, y cuando creemos en Jesucristo ocurre un nuevo nacimiento de tipo espiritual.
Tanto nos amó Dios que envió a su hijo a morir por nosotros y que creyendo en Él tenemos vida eterna (Juan 3:16). Pasamos de la muerte a la vida; aceptar esta verdad es el fundamento, el primer paso para una vida con un propósito.
¿Ha recibido a Cristo, verdaderamente como tu Señor y Salvador? Entonces, si es así, encontraste tu propósito, esta es la verdadera motivación que debes tomar para vivir día a día en una relación personal con Cristo, por medio de la Biblia, la oración, la congregación con otros hermanos y compartiendo el mensaje de salvación a todos aquellos que aún no han encontrado el propósito de la vida. Oración.
Señor, gracias por darme un propósito cuando recibí a tu hijo Jesús, ahora guíame con tu Espíritu a compartir a los demás este propósito. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 26 de febrero de 2019

EL CRISTIANISMO.


EL CRISTIANISMO.
Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos”, Hechos 24:5
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”, Colosenses 3:5
En la época de Jesús, siglo I, el imperio Romano dominaba casi todo el mundo conocido, la cultura griega o cultura helénica se había extendido por todos los reinos, sus miles de dioses a los que atribuían diferentes funciones, eran el centro de sus prácticas inseparables del sistema político; les rendían culto, les tenían gran temor y superstición; esta era la dirección del mundo. Pero una pequeña provincia, entre la inmensidad de las regiones del mundo, creía en un solo Dios.
Cuando los primeros cristianos iniciaron a anunciar el mensaje de Jesús, fueron llamados Secta”, porque adoptaron principios contrarios a los de aquella época, anunciaban que Dios por amor se había encarnado y muerto en una cruz por los pecados de la humanidad (Filipenses 2:6-11); este mensaje transformador causó que fueran perseguidos y asesinados.
El cristianismo era y es el único mensaje que anuncia que no es cierto que por nuestras buenas obras alcanzaremos el favor de los dioses y la salvación, sino que había un solo Dios que por amor y ante nuestra incapacidad de salvarnos envió a su hijo unigénito (Romanos 5:6).
Las cosas no han cambiado mucho, el mundo sigue creyendo en dioses, en ídolos humanos, coloca su confianza en el dinero, la fama, alienta prácticas inmorales y su base de creencias está llena de supersticiones; se pone la confianza en la astrología y en prácticas novedosas que ofrece la gloria temporal del mundo.
Pero un pequeño grupo de verdaderos creyentes, declaramos que hay un sólo Dios, un sólo Salvador y un sólo Señor: Jesucristo. Seguimos confesando que Dios en su amor envió a su hijo para que todo el que escuche este mensaje y crea sea salvado, sea librado de toda condenación, salga de la mentira insertada en el mundo actual y como consecuencia sea verdaderamente libre.
Así como en aquella época el cristianismo era diferente frente a todas las creencias existentes, así mismo los cristianos somos diferentes, pero ¿cómo marcamos diferencia? Hagamos morir todo lo terrenal, no practiquemos la fornicación, vivamos cada día creciendo en el conocimiento del Señor, apartados del mundo y de aquellas costumbres que estén en contra de los principios bíblicos, no nos dejemos guiar por los malos deseos sino por su Espíritu, alejados de toda avaricia, viviendo en sabiduría y prudencia.
Estamos llamados a ser diferentes, por amor a Cristo que se dio a sí mismo por nosotros; Él nos enseñó el camino de rectitud y nobleza que debemos seguir. Oración.
Señor, que mi vida sea digna de imitar, dame la fuerza para apartarme de todo aquello que no te agrada y que lastima mi vida, que sea ejemplo y marque diferencia en el mundo, para que todos puedan ver tu luz en mí, y se conviertan a ti. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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lunes, 25 de febrero de 2019

PERSEGUIDOS POR CAUSA DE CRISTO


PERSEGUIDOS POR CAUSA DE CRISTO
Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;”, 2 Timoteo 3:10-17
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.  2 Corintios 12:10
Cada vez más el mundo se aleja de Dios y sus principios, vemos ante nuestros ojos cómo ya no hay moral en los videos musicales, en las series y películas, en las redes sociales; todo es normal y debe ser aceptado o tolerado; no saben el daño que están permitiendo en la mente de los niños y jóvenes.
Pero nuestra función como creyentes es demostrar que cumplimos con los principios de Dios, y que, como consecuencia de nuestra fe y nuestro arrepentimiento verdadero, hablamos de su verdad. Brillamos en medio de la oscuridad, no con nuestra propia luz, sino que la luz de su gracia y su amor que ha sido colocada en nuestro corazón.
Cuando empecemos a andar en obediencia a Cristo, a aplicar sus principios en nuestra vida, cuando demos testimonio en verdad de su Palabra a través de nuestra propia vida y enseñando las escrituras, con toda amabilidad pero con toda certeza, entonces vendrán muchas bendiciones, pero también persecuciones. Y esto será señal de que estamos haciendo la voluntad de Dios.
Si has decidido vivir para Cristo, si eres perseguido o hablan mal de ti por causa del mensaje de Salvación, alégrate, porque si al Maestro lo persiguieron, a sus siervos también, porque muchas personas no aceptarán el mensaje (Juan 15:18-21), pero esto será al final para nuestra bendición y consolación. “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:17-18.
Pero si aún no eres perseguido, ni afrentado por causa del mensaje, probablemente es señal de que la luz está escondida debajo de una mesa, ¡es momento de colocarla en alto!  Oración.
Señor, que mi alegría y mi gloria seas tú, que tu presencia esté en mi vida, tus Palabras en mi corazón, que la fe que guardo en ti transforme cada día más mi carácter para andar en obediencia y hablar con toda certeza de lo que has hecho en mí. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 24 de febrero de 2019

EL PRIMERO

EL PRIMERO
Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Marcos 10:42-45
Si bien el mundo de hoy evalúa ser el primero si soy el mejor, el que está sobre los demás o el que competitiva mente es el más capacitado, en la Palabra de Dios el primero es el que sirve a los demás con toda humildad y amabilidad.
Nuestra profesión, nuestro trabajo y todo lo que hagamos si queremos ser ¨el primero¨, debe ser una labor orientada al servicio y no a la competencia, con la actitud de que todo lo que hacemos no es para nuestra propia gloria sino para la gloria de Dios, para que Él sea conocido también a través de lo que hacemos y del servicio que prestamos a los demás.
Nuestros actos hablan más que nuestras palabras, son la mejor expresión de un corazón transformado por Dios.
Servir a los demás, no es adular ni sonreír buscando que digan algo en nuestro favor, es hacer correctamente todo lo que nos corresponde hacer, en todos los asuntos de la vida, buscando agradar a Dios, aplicando los principios de Dios en cada situación. ¨Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. (Mateo 5:16). No podemos negociar, ni ceder estos principios ante las presiones del mundo, así no comprendan nuestra forma de actuar. Cuando llegue el momento, al ver nuestras buenas obras, muchos de ellos alabarán a Dios, se convertirán al Señor por nuestro ejemplo o podremos hablarles del evangelio para anunciarles a aquel que nos ha transformado, a aquel a quien servimos. Así que seamos ejemplo de servicio, entrega, amor y santidad.  Oración.
Señor, quiero ser el primero, obedeciendo a tus principios, siendo recto delante de todos, guíame para ser íntegro en todos mis asuntos y servir a los demás con un corazón dispuesto para agradarte a ti. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 23 de febrero de 2019

EL PERDÓN, EN EL CRISTIANO


EL PERDÓN, EN EL CRISTIANO
Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.", Mateo 5:23-24
Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.", Marcos 11:25
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Mateo 6:12
El perdón inicia cuando somos perdonados de nuestros pecados por medio de la fe en el sacrificio de Jesús en la cruz, entonces somos reconciliados con el Padre. Ahora, así como Dios nos ha perdonado, no porque lo merezcamos o seamos "buenos", sino por lo que hizo Jesús, así mismo debemos perdonar a quien nos halla ofendido o contra quien tengamos alguna queja.
Claramente la palabra de Dios nos dice que, si estamos frente al altar, esto significa si estamos en la presencia de Dios, mediante la oración y nos acordamos de algún conflicto sin resolver, no tardemos en ir a buscar a la persona y arreglar la situación.
El diálogo honesto y amoroso, con palabras amables, nos lleva a solucionar los conflictos, (Proverbios 15:1).
Pero también en nuestro corazón, no debe quedar resentimiento alguno, si tenemos algo contra alguno, debemos buscar la paz indecible de Dios que supera todo entendimiento, perdonando en nuestro interior a quien nos deba algo, o con quien tengamos diferencias. Si está en nuestra mano, buscar la paz con todos (Romanos 12:18).
Así también nosotros mismos, en nuestro interior debemos perdonarnos, puesto que muchas veces nos quedamos con la culpa, en la auto flagelación y esto no es correcto, recordemos que en 1 Juan 1:9, Dios nos promete que: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.", de la misma manera, si hemos sido limpiados por su sangre preciosa no hay ninguna condenación para los que estamos en Cristo, por tanto podemos andar en el Espíritu y no dirigidos por la carne (Romanos 8:1).
Somos perdonamos por tanto perdonemos, busquemos la restauración de las relaciones en cuanto dependa de nosotros, perdonemos de corazón a quienes nos hayan ofendido y recordemos que no debemos cargar con la culpa, hemos sido llenos del Espíritu de Dios y todo el fruto de amor está en nosotros para que no seamos ciegos, olvidando que Dios nos ha perdonado todo lo malo que hicimos., como nos enseña la Palabra de Dios: "Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. (2 Pedro 1:9).  Oración.
Señor, perdóname de toda mi maldad, confieso que he pecado y te pido me limpies por medio de la fe en Jesús, y así como me has perdonado yo perdono a mi prójimo, también te entrego toda carga y toda culpa. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 22 de febrero de 2019

NO OLVIDEMOS LAS BONDADES DEL SEÑOR


NO OLVIDEMOS LAS BONDADES DEL SEÑOR
 Oración.
Señor, te doy gracias, perdóname si he sido ingrato, llena mi vida de ti y guíame con tu Espíritu para demostrar mi agradecimiento siguiendo tu Palabra y practicando tus principios. En el nombre de Jesucristo tu Hijo Amen.
 Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Salmos 103:2
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; Deuteronomio 8:11-14
Por muchos factores olvidamos todas las bondades que Dios ha hecho con nosotros, pero el principal factor que documenta la Palabra de Dios, es cuando colocamos nuestra seguridad en la bendición y no en el dador de estas. Cuando confundimos tener una relación con Dios con tener muchos bienes.
Por eso el Señor dice a la iglesia en Apocalipsis 3:17: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.”
No sea que nos suceda lo mismo: decimos que no tenemos necesidad, económica o de bienes materiales, pero por dentro se encuentre nuestro corazón vacío. Un corazón que no obedece a Dios, ni anda conforme a sus principios, es un corazón realmente endeudado y empobrecido.
Es claro que Dios también nos puede bendecir económicamente, porque no es malo tener riqueza sino el amor hacia ellas. Por eso mi relación con Dios debe ser lo primero, el gran tesoro que guardo junto a sus mandamientos y sus principios de vida (Mateo 6:20). Si no, toda riqueza que podamos tener sin Dios se convierte en nuestro principal enemigo.
¿Qué debemos hacer para realmente no olvidar las bondades de Dios? Seguir el consejo de Jesús en Apocalipsis 3:18, “Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas”, esto es, ser purificados de todo pecado por la preciosa sangre de Cristo, pidiendo perdón a Dios por medio de Jesús por nuestra ingratitud y revestirnos de Cristo. Es decir, no andar en la carne o en los deseos del mundo, sino ser guiados por su Espíritu en todo y colocar nuestra mirada en las cosas de arriba, en Cristo, y no en los bienes materiales; pues, aunque éstos serán añadidura, tendremos un corazón que no olvidará sus bondades.   Oración.
Señor, te doy gracias, perdóname si he sido ingrato, llena mi vida de ti y guíame con tu Espíritu para demostrar mi agradecimiento siguiendo tu Palabra y practicando tus principios. En el nombre de Jesucristo tu Hijo Amen.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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