martes, 3 de septiembre de 2013

Es segura la seguridad eterna

Es segura la seguridad eterna

Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

Juan 10:28

El versículo de hoy es una promesa admirable del Señor Jesucristo mismo de que la salvación del creyente está para siempre segura en Él. Además, las primeras tres palabras de Romanos 8:28, "Y sabemos", expresa la absoluta certeza que usted puede tener, confirmada por el Espíritu Santo, de que usted nunca perderá su salvación.

Basándose en la autoridad divinamente revelada, el apóstol Pablo le afirma a la iglesia de Roma y nos afirma a nosotros que, como cristianos, podemos saber sin lugar a dudas que estamos seguros en las manos de Dios. A medida que usted camine con Él, Dios mostrará su gloria en su salvación y lo hará todo en su santificación para su bendición definitiva.             Dios es quien lo garantiza

Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

Juan 10:29

Lamentablemente, muchos creyentes a lo largo de la historia de la iglesia, incluso muchos en la actualidad, se han negado a creer que Dios garantiza la seguridad eterna de ellos. Tal negación se deriva de la errónea convicción de que esa salvación es un esfuerzo cooperativo entre las personas y Dios. Tal razonamiento dice que un Dios Todopoderoso no dejará de hacer su parte, pero que un cristiano falible pudiera dejar de hacer la suya.

Pero el creer en lo que dice la Biblia acerca de la salvación, que viene solo de un Dios soberano, lo llevará a la confianza de que su salvación es segura. Si la salvación es toda de Dios, entonces puede saber con certeza que Él no dejará de asegurarla. Cualquiera que sea verdaderamente hijo de Dios no tiene nunca que temer perder su ciudadanía en el cielo. Y si usted lo es, puede confiar en las palabras de Cristo del versículo de hoy de que "nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre".

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