domingo, 10 de marzo de 2024

Fe de nuestro futuro

 Fe de nuestro futuro

“Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.” Romanos 8:24-25
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,” 1 Pedro 1:3
Hemos aprendido en los tres últimos devocionales que la voluntad de Dios es que aprendamos a ver nuestra vida con los ojos de la fe, o en otras palabras, que aprendamos a vivir por fe, fe de nuestro pasado, fe en nuestro presente y, por supuesto que el anhelo del Señor es que tengamos esperanza de nuestro futuro, puesto que en el evangelio la justicia de Dios se nos ha revelado por fe y para fe, porque el justo vivirá por fe (Romanos 1:17).
Pero pasa que hoy en día no es como las personas están viviendo, puesto que es muy común percibir y escuchar en la mayoría de la gente que siente ansiedad por su futuro, pues lo ven como algo totalmente incierto. Siendo esto así, porque su mirada y esperanza la tienen puesta, o en las circunstancias, o en sus capacidades, o quizás en sus posesiones y labores. Pero realmente lo que Dios nos quiere enseñar es que nuestra fe y esperanza en todo tiempo deben estar puestas en Él.
La Palabra en 1 Pedro 1:3 nos dice que el Señor por su misericordia nos ha hecho nuevas personas, nos ha hecho renacer por su Espíritu y su Palabra para que tengamos una esperanza viva, la cual es Jesucristo resucitado, y lo que esto implica es que debemos creer y esperar en su obra de salvación, puesto que al depositar nuestra fe en Él, se hacen vigentes para nosotros todas las promesas de Dios, como por ejemplo que, el Señor es nuestro Pastor y NADA nos faltará (Salmos 23:1), o que, a los que amamos a Dios, todas las cosas obran para nuestro bien (Romanos 8:28). Verdades y promesas que, al creerlas, nos darán la seguridad y confianza de nuestro futuro. Oración.
«Bendito Dios, en este día dándote gracias por mi vida y todo lo que has permitido en ella, lo cual me ha conducido hasta aquí. Quiero pedirte que me sigas perfeccionando, quita de mí todo aquello que me impide actuar con fe y, por tu Espíritu y tu Palabra auméntame la fe; anhelo estar convencido de que tienes un propósito con cada situación que a mi vida venga, por Jesucristo mi Señor, amén.

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