lunes, 9 de enero de 2023

Héroes de fe

 

Héroes de fe

“¿Y qué más digo? Porqu


e el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.” Hebreos 11: 32 – 34.

En hebreos 11 encontramos un resumen de las historias de vida de algunos hombres de fe que cambiaron el mundo a su alrededor ¿quiénes eran? Realmente estos hombres antes de tener un encuentro con Dios eran personas comunes y corrientes como muchos de nosotros; hombres y mujeres de carne y hueso con necesidades, con sueños, con desesperanzas y sobre todo, llenos de defectos. Sin embargo, hubo algo que cambió sus vidas de forma radical, cada uno experimentó un encuentro cercano con el Dios de lo imposible y desde ese momento sus vidas no volvieron a ser las mismas. La Biblia anota que estas personas lograron hacer cosas imposibles, impactaron a su generación y las generaciones venideras de tal manera que sus nombres son recordados hasta el día de hoy en muchos lugares de la tierra. ¿Qué tenían en común? ¿Qué podemos aprender de ellos?

Lo primero, es que todos ellos tenían fe en el Dios verdadero, lo conocían personalmente y por ello le obedecían sin temor a ser defraudados. Recordemos que la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1); ellos estaban completamente seguros que Dios siempre cumple sus promesas. Lo segundo es que eran apasionados y diligentes en cumplir el propósito para el cual Dios los había llamado, así que amaron lo eterno hasta el punto de menospreciar su propia vida y sus posesiones terrenales, con tal de alcanzar lo que Dios les había prometido. Ellos fueron testigos de Dios y del poder transformador de Cristo en sus vidas, pasaron de ser seres viles y corrientes a ser los héroes más grandes de la historia y Dios no se avergonzó de llamarse Su Dios.

Por lo tanto, sigamos su ejemplo, despojémonos del pecado y de todo lo que no nos deje conocer a Dios, pongamos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, el cual soportó el desprecio, el dolor, la adversidad y el sufrimiento, por el gozo de darnos la salvación que tanto necesitamos. Seamos testigos de Cristo y nuestros nombres nunca serán borrados de la historia eterna.  Oración.

«Señor Jesús, tus promesas me proveen de fuerzas para hacer lo que me pidas, dame la fe para hacer cosas imposibles por amor a tu nombre. Amén.  Todo corazón

“Luego pidieron rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años. Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. De la descendencia de éste, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel”. Hechos 13: 21-23.

La biblia nos habla de la vida de tres hombres muy importantes en la historia de Israel: Saul, David y Salomón, cada uno de ellos fue rey sobre Israel durante cuarenta años, cada uno de ellos fue elegido por Dios, cada uno de ellos eligió su propio destino según la abundancia de su corazón:

· Saúl: El rey sin corazón: Un hombre alto, apuesto y fornido, lamentablemente también desobediente, orgulloso y soberbio, que antepuso su voluntad por encima de la de Dios. Después de muchos fracasos y guerras perdidas terminó con su vida tirándose sobre su propia espada. Su reino fue entregado a David.

· David: El rey todo corazón: el más pequeño entre sus hermanos, pero también el más valiente, fiel y responsable; cuidó por muchos años las ovejas de su padre Isaí, buscó a Dios de todo su corazón y con toda su alma y Dios lo puso como rey sobre Israel. Se equivocó y pecó muchas veces, pero siempre volvió arrepentido y humillado ante Dios, por ello recibió bendición, victoria sobre todos sus enemigos, una vejez fructífera y por por si fuera poco la promesa de un reino inconmovible pues de su descendencia saldría el Mesías, el salvador del mundo.

· Salomón: El rey medio corazón, su nombre significa amado de Jehová, su padre fue David y mientras buscó a Dios y obedeció su palabra, fue el rey más sabio, y más próspero sobre toda la tierra, sin embargo, su vida empezó a declinar cuando decidió apartarse de Dios e ir tras sus deseos carnales. Dios no le quitó su reino en vida, pero si lo hizo después que murió y se lo entregó a sus enemigos.

Tres poderosos reyes, tres hombres con un mismo llamado, pero con un destino diferente. Elige, ¿Qué corazón quieres tener?  Oración.

«Padre amado despierta mi corazón para que sea conforme al tuyo, quiero buscarte con todo mi ser, despiértame hoy. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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