¿QUIENES SOMOS? Y ¿CUÁL ES NUESTRO LUGAR?

Estimados hermanos en Cristo.
Como saben, no suelo usar este medio para escribir o compartir un pensamiento, pero en este día apareció un correo electrónico con un pensamiento colgado en esta página, que personalmente creo que se ha escrito como una analogía (similitud) de un asunto que está ocurriendo en la congregación.

Esta analogía habla claramente acerca de las diferencias entre Pablo y Bernabé, las cuales nunca me han sorprendido porque sabemos que donde hay dos si no andan de acuerdo, no podrán caminar juntos, esto enseña la Palabra de Dios. Pero hay algunas cosas que creo son importantes de resaltar.

Primero, había que indagar en el testimonio de Pablo, de su conversión y su dedicación que creo que son más que evidentes a lo largo de todo el Nuevo Testamento. La vida de Pablo fue intachable en toda su manera de vivir, tuvo testimonio tanto de los de adentro como de los de afuera.

Segundo, Bernabé, era un reconocido hombre lleno del Espíritu Santo, el cual vendió todas sus propiedadas y las entregó a los pies de los apóstoles.
Bernabé fue quien fue a buscar a Pablo sin temor alguno y lo presentó a los apóstoles. Por lo tanto, Bernabé fue un gran hombre de Dios usado con poder en los primeros años de la Iglesia.

Tercero. como he dicho antes, fue Bernabé quien fue a buscar a Pablo y ambos FUERON ENVIADOS. Es muy importante este asunto. Los dos fueron reconocidos por la iglesia primitiva, por los apóstoles y ENVIADOS a la iglesia de Antioquía donde AMBOS, eran profetas y maestros.

Y cuarto, AMBOS, FUERON ENVIADOS POR LA IGLESIA DE ANTIOQUÍA A LAS MISIONES, A LA PLANTACIÓN DE IGLESIAS Y A LA OBRA PIONERA CON LOS GENTILES.

En otras palabra, Pablo y Bernabé, eran iguales en ministerio, porque ambos fueron enviados para la misma obra.

Si esta analogía, la de Pablo y Bernabé, se está usando acerca de mi persona con cualquier otra de la congregación, déjenme aclararle un pequeñísimo asunto.

Dios me llamó al ministerio cuando tenía 24 años, a los 30 años comencé a pastorear una iglesia en Granollers, y a los 31 mi esposa y yo comenzamos una obra en Canovelles.

Como dice el apóstol Pablo en 1Timoteo 1:1: "Pablo, apóstol de Jesucristo por mandado de Dios y nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza."

Estas son mis credenciales, de los demás, no se nada.
Además, fui ungido por el Espíritu Santo para tal tarea, y creo que el respaldo de Dios ha sido evidente durante todos estos años.

Y si esto no fuera suficiente, otra importante acción, fue el reconocimiento, envío y credenciales de la segunda denominación pentecostal más grande del mundo: IGLESIA DE DIOS, por la cual fui nombrado ministro, de la cual fue enviado a plantar esta obra, de los demás, no tengo tal conocimiento, ni reconocimiento.

Es muy importante, mis queridos hermanos que leen estas palabras, que cada uno de nosotros entendamos quienes somos y cuál es nuestro lugar.

En estos últimos años nos hemos encontrado con muchas personas que se creen aptas para comenzar iglesias y vez tras vez se estrellan porque simplemente, Dios nunca los llamó para tal tarea. Tan importante es saber quienes somos, como cuál es nuestro lugar en el Cuerpo de Cristo. Cuando uno no entiende su identidad y lugar, irá danto tumbos de un lado para otro hasta que entienda el concepto de Autoridad, de llamado y lo peligroso del orgullo.

Mis queridísimos lectores, si usamos esta analogía entre Pablo y Bernabé, les haré una simple pregunta para reflexionar: ¿qué pasó con Bernabé después de su separación de Pablo?

Después de su separación, Bernabé desaparece del mapa de los Hechos, ¿saben por qué? Muy sencillo, aunque Pablo y Bernabé eran iguales enviados por la Iglesia de Antioquía, todavía había un concepto de autoridad muy importante, PABLO FUE LLAMADO Y UNGIDO POR DIOS PARA SER APÓSTOL A LOS GENTILES, y cumplió su propósito, de Bernabé, no sabemos nada.

Estimados hermanos en Cristo, les quiero dejar por último con una palabra que está en 2Timoteo 4:14-18: "Alejandro, el caldedero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. E n mi propia defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén."

Examinen y juzguen estas palabras y el Señor les de entendimiento.
Dios les bendiga.
El Pastor: Paco Palomino.