sábado, 4 de mayo de 2024

Se cumplirá nuestro destino profético

 

Se cumplirá nuestro destino profético

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre voso


tros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8

“Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. Hechos 1:9-11

Estas fueron las últimas palabras de Jesús antes de ser levantado en una nube mientras sus discípulos observaban que desaparecía de su vista. Los que lo habían negado, los que habían huido porque no quisieron seguirlo por el Gólgota, porque les dio miedo, porque temían la cruz, estaban ahí frente a Jesús resucitado, Él, no solo estaba mostrándoles el poderío de la resurrección, les estaba llevando una nueva noticia: que sobre ellos descendería el Espíritu Santo y serían testigos para hablar con denuedo y con autoridad, para orar por los enfermos, para declarar libertad a los oprimidos por el diablo. Esa buena nueva también era para nosotros, porque desde el momento en que fue derramado el Espíritu Santo en el Pentecostés, todos los creyentes recibiríamos el poder de Dios para derrotar las tinieblas, el pecado y al mundo, para ser sus testigos y hablar a las personas acerca de Jesús en todas partes.

Dice la palabra que mientras les decía eso, ascendía al cielo y los ángeles anunciaban que, así como se había ido vendría nuevamente por segunda vez en una nube a esta tierra. Él va a volver por su iglesia, la iglesia, que sigue sus pasos sin importar las dificultades y las circunstancias, la que sigue sus pasos en medio de los milagros, pero también en medio del sufrimiento del Gólgota. Gracias a que esos discípulos decidieron seguir los pasos de Jesús, hoy usted y yo podemos conocer esta Palabra, esa Palabra que no se quedó muerta hace dos mil años, sino que es viva hoy y es efectiva.

Podemos tener esperanza, podemos mantenernos firmes hasta su segunda venida porque se va a cumplir 1 tesalonicenses 4: 16-17 que dice: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

Vamos a ver cumplido nuestro destino profético que es disfrutar del cielo y de la vida eterna.    Oración.

«Gracias amado Jesús, porque con tu resurrección me has dado la victoria, lléname de tu Santo Espíritu porque quiero afirmarme en tu camino, porque quiero ser tu testigo y proclamar tu Nombre hasta que vuelvas, gracias porque tu Palabra es fiel y verdadera y cumplirás tu promesa de regresar por mí. En el nombre de Jesús, amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario