domingo, 29 de agosto de 2021

Viviendo bajo tu amparo y protección

 


Viviendo bajo tu amparo y protección

“En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Porque siguió a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. Él se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió”. 2 Reyes 18:5-7

Esta porción de la Biblia muestra a un hombre que por buscar primeramente a Dios fue bendecido y prosperado. Se trata de Ezequías, coronado rey a los 25 años, quien asumió el cargo muy joven y entendió el propósito de Dios para su pueblo Judá que se encontraba en muchos problemas, había hambre, violencia, muerte y mucha frialdad espiritual, nada ajeno a nuestra realidad de hoy. Pero este rey tomó una decisión y puso su esperanza solo en Dios, lo siguió sin vacilación y no se apartó de sus mandamientos obedeciéndolo en todo. Esto hizo mover el corazón de Dios a su favor por lo que dice “Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba”.

Cuando somos determinados con Dios, Él respalda nuestras decisiones. Ezequías hizo un pacto con el Dios Eterno, en 2 Crónicas 29:10 dice “Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira”. Abrió las puertas de la casa de Dios que habían permanecido cerradas e hizo que todos le buscaran, oró por su pueblo según 2 Crónicas 30:20 “Y oyó Jehová a Ezequías, y sanó al pueblo”. Dios mueve su mano poderosa cuando le invocamos con sinceridad e intercedemos fervientemente por las necesidades de otros. Jesús dice en Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. El secreto de ser bendecidos y recibir respuestas está en colocar al Señor en primer lugar en nuestros corazones.

Ezequías hizo que Dios se inclinara a su favor porque todo lo hizo de corazón. Miremos 2 Crónicas 31:21 “En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado”.

Viendo este gran testimonio ¿qué debemos hacer nosotros? Pensemos primero qué problemas hay en nuestra casa, qué sucede en nuestra familia o en nuestro entorno, quizá la razón más grande es que las personas se han alejado de Dios y no están viviendo bajo su amparo y bendición. Sabemos que la mejor manera de ayudarlos es que conozcan de Él y le entreguen su vida, así como Ezequías lo hizo. Hagamos un pacto con Dios de buscarlo de ahora en adelante como nuestra prioridad para que cambie nuestros problemas en bendición, traiga descanso a nuestras almas, sanidad a nuestro cuerpo y paz en medio de las dificultades. Hoy más que nunca necesitamos abrir las puertas de nuestra vida y de nuestra casa al Señor, para que pueda estar a nuestro lado y llevar a nuestra familia y conocidos a que lo busquen de corazón, solo así veremos bendición y respuestas a nuestras necesidades.   Oración.

«Señor Jesucristo, ayúdame a ser fiel a Ti, a confiar y poner mi esperanza en tu Palabra, a entender que una vida obediente trae bendición, y a tener certeza de que estás a mi lado en los momentos difíciles para ayudarme, levantarme y sostenerme. Quiero que seas el primero en mi corazón, Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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