sábado, 22 de julio de 2017

AFRENTAR A LAS AUTORIDADES


AFRENTAR A LAS AUTORIDADES

Tener el rostro endurecido nos habla de perder temor a las autoridades, cuando un hijo les pierde el respeto a sus padres y los afrenta, o los avergüenza o se rebela contra ellos ha endurecido el rostro.



Muchas veces le preguntamos a Dios acerca de cuál es su voluntad en algunas áreas de nuestra vida, y esperamos que la respuesta de Dios sea audible y estereofónica para obedecerla, o tan siquiera que baje un ángel a hablarnos. Sin pensar que Dios muchas veces nos habla por medio de nuestras autoridades, es decir por los padres, apóstoles, pastores, esposos, jefes de trabajo, etc.



Al ignorar esto nos rebelamos a las autoridades, ignorando que es Dios quien nos está orientando por medios de estos vasos. El afrentar una autoridad, murmurar de ella es haber dado lugar a la dureza de rostro.



LA DUREZA DEL CORAZÓN

Sal 81:11-12 11Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. 12Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos.



Mcs.3:4-5 4Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo* hacer bien, o hacer mal; ¿salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.



Cuando la Biblia habla de dureza de corazón se refiere a la incredulidad, a cerrarse a la esperanza y amor



LA INCREDULIDAD

La dureza de corazón es cerrarse a la Palabra de Dios, oír, pero no creerla, y eso es lo que le sucedió a Israel, Jesús les dijo mi palabra no tiene cabida en vosotros, recordemos que no nos hemos acercado a un ídolo, los ídolos tienen boca, pero no hablan, pero nuestro Dioses real y verdadero, tiene boca y habla. Por lo cual merece que cuando hable se le atienda y se le crea, Heb. 3:12 12Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo.



La incredulidad endurece el corazón a tal grado que perdemos la bendición preparada para nosotros, debemos creer en las promesas de Dios, y descansar en sus promesas, Mt.15:58 58Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos. 

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