miércoles, 4 de noviembre de 2015

Salmos. 77.v1-16

Salmos. 77.v1-16
77.1-12 Asaf imploró a Dios que le diera valor durante momentos de mucha aflicción. La causa de su angustia (77.4) era su duda (77.7-9). El dice: "Con mi voz clamé a Dios". Pero en 77.13-20, se olvida de sí mismo. Cuando Asaf hizo sus peticiones a Dios, su centro de atención cambió. Antes pensaba en él, ahora adora a Dios y dice: "Tú eres el Dios que hace maravillas" (77.14). Solo después de echar a un lado las dudas acerca de la santidad y el cuidado de Dios (77.13, 14), logró eliminar la angustia (77.20). Cuando oramos, Dios nos levanta para que lo miremos a El y no a nosotros mismos.

77.11, 12 Los recuerdos de la bondad y la fidelidad de Dios sustentaron a Israel a través de sus dificultades. Sabían que Dios era capaz y digno de confianza. Cuando se enfrente a nuevas pruebas, repase las cosas buenas que Dios ha hecho en su vida y esto lo fortalecerá en su fe.

77.16 Esta afirmación se refiere a la división milagrosa del Mar Rojo. Este gran hecho se menciona muchas veces en el Antiguo Testamento (Exo_14:21-22; Jos_24:6; Neh_9:9; Salmos._74:13; Psa_106:9; Salmos._136:13-15). La historia de este increíble milagro se trasmitió de generación en generación, recordando a los israelitas el poder, la protección y el amor de Dios.

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