miércoles, 18 de noviembre de 2015

La responsabilidad personal en la Biblia

La responsabilidad personal en la Biblia
SI ERES SABIO, PARA TI LO ERES… (Proverbios 9:12)
Para que puedas mostrar la clase de responsabilidad que hace que triunfes en la vida, debes:
(1) Reconocer que para obtener éxito necesitas practicar la autodisciplina.
Cada vez que no hagas lo que no deberías hacer y comiences a hacer lo que deberías, estás aumentando tu capacidad de ser responsable y las recompensas que esto conlleva.
(2) Terminar lo que empieces.
Hay dos categorías de personas: las que harán cosas y las que podrían hacerlas. La gente responsable las lleva a cabo, y así es cómo los demás la evalúan.
(3) No esperar que otros lo hagan por ti.
Pablo escribió: “…cada uno cargará con su propia responsabilidad” (Gálatas 6:5). Dirigiendo la palabra a estudiantes en la universidad de Carolina del Sur (EE.UU.), el juez supremo Alexander Saunders dijo: “Cuando te den mucha responsabilidad, no supone que otra persona vaya a llevar las cargas más grandes, que otra persona deje constancia de las principales condenas, que otra persona haga propaganda por ti, que se ocupe de los pobres, que visite a los enfermos, que proteja los derechos civiles, que implemente la ley, que transmita los valores y que defienda la libertad. Lo que tú no valores, no será valorado, lo que tú no recuerdes, no será recordado, lo que tú no cambies, no será cambiado, lo que tú no hagas, no se hará. Si quieres, puedes crear una sociedad cu yo s líderes sean menos obsesivos con el ansia de tener mucho dinero. No es una cuestión de qué hacer, sino simplemente la voluntad de hacerlo”.
Algunas veces no nos responsabilizamos porque creemos que otros están más calificados. No, los que hacen la diferencia en la vida no la hacen porque estén mejor calificados sino simplemente porque decidieron intentar hacer algo. Además, Dios no llama a los capacitados, ¡Él capacita a los que son llamados!
CADA UNO SEGÚN EL DON QUE HA RECIBIDO, MINÍSTRELO A LOS OTROS…(1 Pedro 4:10)
Cuando hagas una decisión seria, te conviertas en una persona más responsable. Los que tienen éxito no culpan a otros, se hacen responsables de sus acciones y de sus actitudes. Ellos muestran una capacidad de responder la habilidad para escoger una respuesta correcta sin importar qué situación afrentan. En cada ocasión, la responsabilidad significa saber elegir, y sólo tú puedes hacerlo. Si ser responsable nunca ha sido una de tus puntos fuertes, entonces, empieza a serlo poco a poco. No puedes comenzar desde ninguna otra situación que desde aquélla en la que te encuentres ahora mismo.
¿Qué áreas de responsabilidad son las más difíciles para ti?
(1) ¿Dar seguimiento, asumiendo responsabilidad para terminar lo que hayas empezado?
Si tienes la tendencia a “tirar la toalla”, ponte unos objetivos más bien pequeños que requieren que te expandas. Empieza por las áreas que más te importan y luego, con algunas victorias “debajo del brazo”, comienza a abordar otros campos de acción.
(2) ¿Encargarte de los asuntos pequeños?
¿Cada cuánto tiempo olvidas de hacer las cosas pequeñas?, las cuales son grandes para los demás, como por ejemplo: olvidar aniversarios y cumpleaños, no fregar los platos, no sacar la basura, no ir a ver a tu hijo cuando juegue un partido de fútbol o no pasarlo bien con él, etc. Dice el Señor: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre…” (Mateo 5:16).
(3) ¿Dar un paso adelante sin esperar que otro lo haga por ti?

Muchos de nosotros estamos ante una decisión difícil y seguimos aplazándolo. ¿Cuál es la tuya? ¿Por qué no actúas? Apunta tus motivos para que comprendas claramente cuáles son. Ahora, escribe las ventajas de tomar una decisión. Una vez que sepas en tu corazón lo que debes hacer, pídele a Dios que te dé fuerzas, realízalo y mantente fiel a ello. Esto es tener responsabilidad personal.

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