Jesús reescribe mi historia
“Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que
estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se
levantó y le siguió.” Mateo 9:9
Cuando buscamos en la Real Academia Española la definición
de: Reescribir, encontramos que significa “volver a escribir sobre algo dándole
una nueva interpretación”; cuando leí esto inmediatamente recordé lo dicho por
el profeta Isaías, quien inspirado por el Espíritu Santo le revela una profecía
que cumpliría Cristo en Su venida: “Reedificarán las ruinas antiguas, y
levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas,
los escombros de muchas generaciones.” (Isaías 61:4) La palabra que se utiliza
para reedificar viene del Arameo (baná בָּנָה) y se define como: edificar,
construir y tiene algunos sinónimos, que son los que queremos resaltar, como:
reedificar, reparar, restablecer. ¿Por qué citar todo esto? Para comprender que
cuando decimos que Jesús “reescribe nuestra historia”, es decir que Jesús
reedifica nuestras vidas, pues Él es quien vuelve a edificar o construir de
nuevo lo que se había arruinado.
Si hubo alguien que entendió esto de que Jesús “reescribe mi
historia” fue Mateo, pues le vemos en su vieja vida siendo un recaudador de
impuestos, pero cuando Jesús lo llamó, reescribió su historia de tal forma, que
gracias a Jesús ahora Mateo ya no es llamado o conocido como un recaudador,
sino como un discípulo del Señor. Mateo, al haber entendido ésto y haber
conocido de primera mano la restauración del Señor, quiso que otros como él
(considerados por el pueblo de Israel como pecadores con los cuales no se
podían juntar para no contaminarse) también pudieran experimentar lo que
significa que “Jesús reescribe nuestra historia”, por ello decide organizar un
gran banquete pues ¿cómo no celebrar esta reedificación? (Lucas 5:29-30); y es
que cuando conocemos a Jesús y vemos de dónde nos ha sacado, como lo dice 1
Corintios 1:27-29, queremos que otros, quienes están en tinieblas, vengan a la
Luz y tengan una nueva vida, una vida restaurada.
Hermanos, qué hermoso ver lo que Dios ha hecho, no sólo en la
vida de Mateo, sino en la nuestra, nos ha reedificado y ahora ha llegado el turno
de que otros también experimenten lo que ésto significa; no es necesario que
realicemos un banquete para convocar a aquellos que necesitan conocer a Jesús,
aprovechemos cada oportunidad que tenemos, y ya sea en nuestras casas, andenes,
o en las tiendas cercanas a las que diariamente recurrimos, llevemos el
evangelio, las buenas nuevas de Jesús y contemos a otros que Jesús quiere
reescribir su historia. Oración.
«Padre, gracias por diseñar ese maravilloso plan de salvación
y darnos a tu único Hijo. Jesús, gracias por cumplir tu propósito en la cruz y
por llamarme para que te siguiera. Espíritu Santo, gracias por darme a conocer
a Jesús, revelarme Su obra Redentora y por hacerla una verdad en mi vida. Amén.
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