jueves, 14 de noviembre de 2024

Catarsis espiritual. Parte 1

 


Catarsis espiritual. Parte 1

“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;

Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad,

Y límpiame de mi pecado.”, Salmos 51:1-2

En la RAE la definición de catarsis es “Purificación, liberación o transformación interior suscitadas por una experiencia vital profunda”, en psicología, se utiliza para describir la liberación emocional intensa que alguien experimenta al expresar sentimientos reprimidos.

Aunque en la biblia la palabra «catarsis» no aparece literalmente, el concepto de tener una experiencia de liberación y transformación interior profunda, si está registrada en varios pasajes.

El rey David experimentó una catarsis espiritual cuando al ser confrontado por su pecado se da cuenta de que ha actuado con necedad y sus acciones han tenido consecuencias terribles, es decir, Dios le muestra su estado interior y lo lleva a darse cuenta de que si sigue actuando de esta manera, las cosas no van a terminar bien, pues de lo que está sembrando eso recogerá. Pero si Dios no le alumbra el entendimiento a través de enviar su Palabra y revelarle su pecado, el rey David no hubiera tomado un camino diferente, precisamente por el engaño del pecado (Hebreos 3:13). Esta confrontación que Dios envió por medio del profeta se encuentra en el segundo libro de Samuel capítulo 12.

En el Salmo 51, guiado por el Espíritu, el rey David describe su proceso de transformación interior, de arrepentimiento que en griego usa la palabra metanoia y se refiere a un cambio de la forma de pensar, que tiene como consecuencia aborrecer el pecado y alejarse de él. Por esto el Rey David reconoce que ha pecado cuando dice: “Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. ” esto muestra la obra del Espíritu Santo convenciendo a David de su real estado interior (Juan 16:8).

Necesitamos que el Espíritu Santo nos muestre nuestro estado interior y nos revele profundamente lo que sucede en nuestras vidas, ser confrontados pero en su luz para que sea revelado lo oscuro, sean abiertos nuestros ojos y se manifieste nuestra urgente necesidad de Jesús.  Oración.

«Señor ten misericordia de mí, no quiero seguir igual, por la gracia de Cristo perdóname, límpiame y cambia el rumbo de mi vida para desde ahora en adelante hacer tu voluntad, transforma mi interior dándome un corazón obediente y colocando a tu Espíritu en mí, en el nombre de Jesús, amén.

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