martes, 15 de marzo de 2022

Malas noticias

 


Malas noticias

“No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.” Salmos 112:7

A diario escuchamos y vemos en la televisión o en los medios digitales malas noticias, guerra, rumores de guerras, enfermedades, violencia, entre otras.

El problema no es solo escuchar malas noticias, sino que estas nos pueden llenar de angustia y de incertidumbre ante el futuro. Muchos pierden la paz y caen en crisis al recibir estas noticias; otros simplemente se vuelven insensibles y se acostumbran a recibir esta información, optan por ser indiferentes. Sin embargo, ¿cuál debe ser la actitud de un creyente ante el panorama mundial actual o cuando recibe malas noticias?

El creyente debe tener dos actitudes que construyen; la primera, es que debe ser sensible ante el dolor de la humanidad sin dejarse afectar, disponiéndose a orar por los que sufren violencia, como nos indica el salmo “​​El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído, Para juzgar al huérfano y al oprimido, A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra” (Salmos 10:17-18). En esto practicamos el amor, ya que este “no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad” (1 Corintios 13:6).

La segunda actitud del creyente es estar confiado en Dios, porque ya ha recibido la mejor noticia que puede recibir y esta noticia se trata de Jesús “Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy” (Hechos 13:32-33). ¡Dios resucitó a Jesús! y por medio de la fe en su muerte y resurrección Cristo nos salvó del pecado y nos dio vida eterna, tenemos un propósito, una esperanza cierta y una paz verdadera.

Pero también tenemos una misión y es compartir esta buena noticia con otros, pues Cristo resucitó de los muertos y esto lo cambia todo, porque esta noticia se trata del amor de Dios que hoy mismo podemos recibir, disfrutar en nuestro corazón y compartirlo con otros. Ante las malas noticias del mundo, anunciemos con más fervor la mejor noticia de todos los tiempos ¡Cristo en nosotros, la esperanza de gloria! (Colosenses 1:27).   Oración.

«Padre, no tengo temor en recibir malas noticias, pues estoy confiado y me mantengo a diario en la buena noticia de salvación, por medio de la fe en Cristo, que me has dado. La buena noticia de tu amor en mí, me sustenta y me da fuerza para seguir viviendo; y ahora, para anunciar a otros tu misericordia y tu favor en Cristo Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito. 

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