miércoles, 15 de abril de 2020

Sé tardo para airarse


Sé tardo para airarse
«Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios». Santiago 1:19-20
Toda persona ha sentido ira, porque es una emoción propia del ser humano, pero no es normal perder el enfoque racional y llegar a conflictos irreparables.
Sorprende que alguien escriba: «vamos a encontrar más muertos al interior de los hogares por violencia intrafamiliar que por Covid 19». Pero es una realidad, el confinamiento está actuando como un detonante de ansiedad, alto estrés, escasez, inseguridad de un futuro, etc., que nos altera y lo primero que hacemos es causar mucho daño al descargar sin control las toneladas de ira en los que nos rodean. En estas situaciones culpamos a los demás, pero el único que se deja provocar a ira es uno mismo. La ira y el resentimiento son como brasas encendidas que para lanzarlas a alguien, primeramente nos quemamos nosotros mismos.
La sicología dice: «Saber controlarla, canalizarla y desmenuzarla es parte de la Inteligencia Emocional, clave del bienestar» y eso está bien, pero la Biblia nos dice que tendremos dominio propio como resultado de la comunión y guía del Espíritu Santo en nuestra vida, por tanto, Dios y su Palabra nos hace sabios y entendidos capaces de controlar nuestros impulsos.
La Ira hay que desterrarla de nuestro interior, hay que soltar las piedras que tenemos listas en nuestras manos, para ser lanzadas, es decisión nuestra despojarnos de la ira, pues la Palabra de Dios dice: «Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca». (Colosenses 3:8)
Son tiempos donde anhelamos sosiego en medio de la peste, Jesús dijo: «aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas»
Hermano cuando sientas rabia recuerda que «la ira del hombre no obra la justicia de Dios» y grábate en tu corazón Proverbios 15:1 «La blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor.  Oración.
«Padre Bueno, cada mañana tomo tu Palabra y me lleno de sabiduría y de inteligencia que provienen de tu boca, quiero impregnarme de tu carácter, quiero ser manso, humilde, afable y prudente; me despojo de toda ira y enojo para agradarte a ti Señor. Amén. . Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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