miércoles, 29 de abril de 2020

Consagra tu mente a Cristo


Consagra tu mente a Cristo

«Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta» Romanos 12:1-2
En el Antiguo Testamento los judíos sacrificaban animales para expiación de sus pecados, vemos que Pablo hace una analogía y les pide a los romanos hacer un sacrificio, que de hecho, debe sobrepasar el de animales, pues les pide que sacrifiquen su vida. Esto no se trata de matar, sino de presentar su cuerpo vivo a Dios, se trata de una vida dedicada, una vida vivida que hace la voluntad de Dios, con fe y santidad.
No os “conforméis a este siglo” significa no se amolden al pensamiento o filosofía e ideología de este mundo contrarias a la ley de Dios. Pablo llama a consagrar nuestras mentes a Dios que es el culto racional, que dentro del contexto bíblico, quiere decir un culto a Dios que parte de la razón, de la inteligencia; saber por qué y para qué y cómo se dedica culto a Dios, usando el entendimiento por encima de las emociones, pues se adora al Dios Altísimo. Así es como debemos presentarnos a Él, con cuerpos vivos, santos y agradables, que nos permiten experimentar la voluntad de Dios.
Sabemos que el pensamiento del ser humano es transformado con la Palabra de Dios, por tanto, la persona que aprende a tener pensamientos de Dios pronto sentirá un cambio de corazón, una transformación en todo su ser. Según la ciencia, el poder de la mente es mucho mayor de lo que podemos pensar y si es movida por el Espíritu Santo, se pueden hacer cosas extraordinarias, cosas buenas, pero si es controlada por el corazón perverso del hombre sus obras serán malvadas.
La Palabra de Dios es el arma capaz de llegar a lo profundo del ser humano y renovar el entendimiento. Hebreos 4:12 dice: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón». La Palabra es la que posee el poder para convertir la mente a Cristo, pues, la mente en Cristo trasciende sobre las ambiciones miserables de este mundo. La Biblia nos dice en 1 Corintios 2:16b «Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo», esto quiere decir que todo aquel que ha confesado que Jesús es su Señor y Salvador, posee su mente; de manera que el creyente debe pensar como Él piensa y actuar como Él actúa. Oración.
«Amado Dios, examina mis más íntimos pensamientos, donde solo tú puedes mirar, y ayúdame a renovarlos conforme a tu voluntad, que estén ceñidos a tu verdad, a todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; pues quiero llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia en Cristo Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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