jueves, 6 de junio de 2024

Ungidos del Señor

 Ungidos del Señor

“Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” 2 Corintios 1:21-22
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” 1 Pedro 2:9
Algunos cristianos podrían sentirse indignos ante el llamado del Señor para ir por todo el mundo y predicar el evangelio (Marcos 16:15-18), pero como vimos en el devocional de ayer, Jesucristo mismo, es quien comisiona, no solo a algunos cristianos, sino a todo creyente para proclamar el año agradable del Señor.
Recordemos que cuando Dios escoge a alguien para realizar sus propósitos, Él mismo lo capacita y lo dota de lo necesario para llevar a cabo su misión. Dios nos revela en su palabra que Él nos escogió como dice 1 Pedro 2:9 y nos ha dado su Santo Espíritu como declara Hechos 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
Ejemplos nos muestra la Palabra de Dios de personas que Él mismo escogió y capacitó para sus propósitos; un caso fue David, quien de pastor de ovejas fue llevado a ser rey de Israel (1 Samuel 16:6-13), o Aarón, quien fue escogido por Dios como sacerdote del pueblo de Israel (Éxodo 30:30), o Jeremías, un joven que pensaba no tener lo necesario para cumplir los planes de Dios y fue llamado como profeta de Israel (Jeremías 1.5-10).
Apocalipsis 1:5-6 dice: “Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén” Conocer esta verdad debe llevarnos a reflexionar que lo mismo que hizo Dios con personas como David, Aarón o Jeremías, es lo mismo que hará con nosotros, pues hemos sido ungidos (2 Corintios 1:21-22), para predicar el año agradable del Señor. Oración.
«Espíritu Santo gracias porque me has ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me has enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos, a predicar el año agradable del Señor.” Amen.

miércoles, 5 de junio de 2024

el año agradable del Señor

 


La comisión de proclamar el año agradable del Señor

“Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10:38

Jesucristo fue ungido por Dios con el Espíritu Santo (Hechos 10: 38a), y se presenta en el Nuevo Testamento como el Rey de reyes: como dice Apocalipsis 19:16 “Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”, como Sumo Sacerdote: como se revela en hebreos 7:22-26 “Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos” y como Profeta: como es mencionado en Hechos 7:37 “Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis.”

Así que Jesús, quien fue ungido como Rey, Sacerdote y Profeta, es quien con toda autoridad designa a los creyentes para seguir proclamando el año agradable del Señor, con el objetivo de continuar sanando a los quebrantados de corazón, libertando a los cautivos, dando vista a los ciegos y poniendo en libertad a los oprimidos, por eso hermanos atendamos el llamado que se nos hace en el evangelio de Marcos 16:15-18 “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”  Oración.

«Señor Jesús, tú pagaste un precio muy alto, tu propia vida, para que yo pudiera disfrutar de ese año agradable del Señor, sé que muchos hoy viven sus vidas sin dirección, perdiéndose en el pecado y en la vanidad de un mundo sin sentido, esclavos de vicios y malos hábitos, por eso te pido que me des la llenura y el poder de tu Santo Espíritu para ser usado por ti y proclamar esas buenas noticias que empezaste a declarar hace más de dos mil años y que hoy han alcanzado los confines de la tierra. Amen.

martes, 4 de junio de 2024

El año agradable del Señor

 El año agradable del Señor

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; 19 a predicar el año agradable del Señor.” Lucas 4:18-19.
En el antiguo testamento vemos que en el pueblo de Israel eran ungidos los reyes, sacerdotes y profetas con aceite, como señal externa de que Dios los había elegido y apartado para un propósito santo específico; sin embargo en el evangelio de Lucas el mismo Hijo de Dios se revela como aquel que había sido escogido por Dios, y por lo tanto había sido ungido por el Espíritu Santo para llevar a cabo los planes de su Padre Celestial, que iban más allá de sanar física y emocionalmente a las personas de su época que estaban enfermas o atormentadas.
En realidad la misión primordial del Mesías prometido, Jesucristo, era y es la de salvar a una humanidad cautiva y ciega por las mentiras del mundo y de satanás, liberando a todo hombre, que deposite su fe en Él, de las garras del pecado y de la muerte, dándoles perdón de pecados, salvación y vida eterna.
Por medio de Moisés, Dios le había dado a conocer al pueblo de Israel que cada 50 años debían celebrar el año del jubileo, ese año, debería ser de fiesta y restitución, pues se perdonarían las deudas y las heredades regresarían a su dueño original; cuando Jesús en la sinagoga de Nazaret dice que ha venido a dar buenas nuevas a los pobres y predicar el año agradable del Señor, les estaba diciendo a los presentes y revelando a toda la humanidad el periodo de gracia que les era otorgado al creer en Él, donde toda nuestra deuda por el pecado sería perdonada y así podríamos tener lugar en el hogar celestial junto al Padre.
Hoy, gracias a la obra de Cristo en la cruz, la humanidad sigue gozando de ese año agradable del Señor, por eso es tan necesario que sigamos proclamando las buenas nuevas de salvación hasta la segunda venida de nuestro Señor. Oración.
«Padre amado gracias te doy por tu Hijo Jesús, quien vino a dar inicio al año agradable del Señor para toda la humanidad, y por quien hoy puedo disfrutar de esa libertad que ha traído esa verdad a mi vida. Te pido para que con la ayuda y poder del Espíritu Santo pueda proclamar efectivamente las buenas noticias del evangelio, para que muchos puedan también entrar y disfrutar de ese año agradable en Cristo Jesús. Amen.

lunes, 3 de junio de 2024

Mi identidad está en Cristo

 Mi identidad está en Cristo

“pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; ‭porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” ‭Gálatas 3:26-27.
¿Por qué el enemigo quiere destruir nuestra identidad? Porque lo que somos determina hacia dónde iremos, si somos conscientes que somos hijos de Dios gracias a la fe en Cristo, entonces todo lo que hagamos lo haremos para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31, Colosenses 3:23-24), como Jesús, quien siendo el Hijo de Dios y comportándose conforme a su identidad, todo lo que hacía era para glorificar al Padre y cumplir su buena, agradable y perfecta voluntad (Juan 6:38).
Satanás cuestionó la deidad de Jesús, es decir su identidad, y vemos que lo hizo de manera muy sutil: “Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan” (Mateo 4:3), y lo mismo sucede hoy con nosotros, el enemigo trata de cuestionar si verdaderamente hemos sido adoptados como hijos de Dios. Él seguramente utilizará como argumento nuestros actos, que no están reflejando el carácter de Cristo, para aseverar que si fuéramos hijos de Dios no haríamos ese tipo de cosas, pero cuando conocemos lo que dice Dios de nosotros, entendemos que si hemos sido adoptados como hijos de Dios no es por nuestras obras sino por nuestra fe, y que esa identidad nada ni nadie nos la podrá arrebatar pues lo que Dios ha hecho en nosotros nadie lo borrará.
Ahora bien, lo que el Señor desea es que esa identidad posicional que tenemos en Cristo se refleje en nuestro exterior, por ello es tan importante la Comunión con Él, pues entre más constantes seamos en permanecer en intimidad con el Señor, más aprenderemos a reflejarlo a Él en nuestra manera de pensar, hablar, sentir y actuar.
Hermanos, no permitamos que nadie ponga en duda la obra que Jesús ha hecho en nuestras vidas, somos hijos de Dios, y su Espíritu Santo nos ayudará a que cada día se perfeccione su obra en nosotros hasta el día en que regrese Jesucristo. Oración.
«Padre, la obra que tu Hijo Jesús ha hecho en mi vida nadie la podrá borrar y por eso te exalto y te bendigo. Ayúdame Espíritu Santo a no dejarme engañar con las mentiras del mundo, recuérdame y llévame a reflejar todos los días la nueva identidad que me ha obsequiado Jesucristo, amén.

domingo, 2 de junio de 2024

Yo soy quien dices que soy

 Yo soy quien dices que soy

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” 1 Pedro 2:9
Concluimos en el devocional anterior que las mentiras que el enemigo nos lanza tienen como objetivo: robar, matar y destruir nuestro valor, propósito e identidad.
¿Por qué nuestro valor? Porque a través de los conceptos que ha arraigado el enemigo en el mundo nos dice que como seres humanos valemos por lo que tenemos; pero lo que vemos que nos enseña la Palabra, por medio de la vida de Jesús, es totalmente contrario, pues Cristo con su ejemplo nos muestra que aun siendo el Hijo de Dios, encarnado en humildad y hecho semejante a los hombres, su valor no estaba o dependía del lugar en donde había nacido (en un pesebre en Belén), ni de las riquezas que tuvieran sus padres, pues José y María no eran una familia pudiente. Cristo no tenía éstas comodidades de las cuales el mundo se jacta, ni siquiera tenía dónde recostar su cabeza (Mateo 8:20), pero eso nunca le afectó ni su identidad, su valor o propósito, incluso cuando Satanás le ofrece la gloria y riquezas de este mundo el Señor Jesús con toda seguridad puede responder conforme la palabra de Dios “Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás” (Mateo 4:10), pues las riquezas del mundo son pasajeras, pero lo que verdaderamente es valioso y permanece para siempre es la Palabra de Dios (Mateo 24:35)
Ésto nos enseña la primera clave para contrarrestar todas esas mentiras del enemigo que llegan a nuestra vida diciendo que “no valemos nada”, y esta clave es el conocer la palabra de Dios, pues en ella está escrita la obra que Jesús ha hecho por nosotros, el costo que pagó por nuestras vidas, el valor que ahora tenemos gracias a Cristo. Cuando conocemos la Verdad (Jesús), sucede lo que dice el evangelio de Juan: “La verdad nos hace libres” (Juan 8:32); libres de todas esas mentiras de Satanás que sólo quieren robarnos, matarnos y destruirnos.
Hermano, si sigues pensando que tu valor está en las cosas materiales que tienes alrededor, estás totalmente equivocado, aprende y conoce la Palabra y cree que tu valor está en Cristo, pues tú eres lo que dice Dios de ti (1 Pedro 2:9) Oración.
«Padre, gracias porque en ti encuentro mi valor. Gracias porque a pesar de mi pecado y de mi maldad me adoptaste como tu hijo, al creer en Jesús, y me has hecho instrumento de tu amor para reflejar en este mundo tu luz, amén.

sábado, 1 de junio de 2024

Algunas cosas no son como parecen

 


Algunas cosas no son como parecen

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” 1 Pedro 5:8

Un día estuve escuchando una predicación en la cual traían a colación una historia mítica muy conocida del caballo de Troya, y este ejemplo llamó tanto mi atención que de ahí surgió este tema de que algunas cosas no son lo que parecen, pues esta simple historia nos revela que lo que ante nuestros ojos puede parecer “inofensivo y de buenas intenciones” en el fondo no lo es, pues cuántos de nosotros conocemos que este caballo escondía dentro a un grupo de soldados, quienes una vez estuvieron dentro de aquella ciudad, aprovecharon para salir de su escondite y terminar ganando una batalla que antes no habían podido culminar. Por otro lado, la biblia nos revela un hecho de la vida real, a Eva teniendo una conversación con una serpiente, al parecer para ella no era algo extraño, pero aquella conversación que se veía tan natural, tan solo escondía una gran mentira, a Satanás, quien disfrazado de aquel animal aprovecha la ocasión para en dicha conversación poner en duda el carácter veraz de Dios (Génesis 3:1b) y de paso incitando a Eva a que tomara una decisión contraria a lo que Dios le había mandado (Génesis 2:16-17).

¿Por qué quise traer esto a colación? porque toda mentira que el enemigo nos presenta luce de esta manera «inofensiva, casual», pero una vez la dejamos ingresar en nuestra mente y la creemos como si fueran verdades, solo producen 3 cosas en nosotros: Nos roba, nos mata y nos destruye (Juan 10:10a) y ¿qué es lo que nos roba, mata y destruye? Nuestra identidad, valor y propósito, pues el objetivo del enemigo es que una vez permitamos que se siembre una mentira en nuestra mente, ésta crezca y dé un fruto semejante, y al tener ese fruto de mentira en nuestras vidas claramente aprenderemos a vivir conforme a ello y de eso mismo brindaremos a los demás (Lucas 6:45).

Hermanos, Jesús no nos oculta las intenciones del enemigo, antes nos advierte para que estemos alertas y no caigamos en las artimañas de Satanás, pero ¿cómo hacer esto? Espera el próximo devocional.   Oración.

«Padre, gracias por revelarme tu verdad pues gracias a ella puedo entender que la directriz que tú das me conduce a caminos rectos y justos que serán de bendición y provecho no solo para mi vida, sino también para todos los que me rodean, amén.

viernes, 31 de mayo de 2024

Cuidando el campo espiritual

 


Cuidando el campo espiritual

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.” Juan 15:1-3

Todo campo necesita mantenimiento, pues la cerca que lo rodea se puede caer y los ladrones intentarán saquear los frutos; nosotros estamos llamados a tomar acción y mantenernos pegados a nuestro sembrador (Jesús) para que sea Él, quien por medio de Su Espíritu, labre y mantenga seguro nuestro campo espiritual (Juan 15:5).

Si no consideramos importante el cuidar y prestar atención a nuestro campo espiritual, fijémonos en esta historia de la vida real: Un hombre tenía un campo, en él sembró diversas clases de semillas que después dieron su fruto; pero pasado un tiempo se dio cuenta que a su campo le faltaban frutos, al inicio lo pasó por alto, pero cuando la pérdida del fruto se hizo más evidente le pareció extraño y concluyó que lo mejor que podía hacer era poner cámaras para saber la causa de la pérdida de su cosecha. En esos videos encontró a una pequeña marmota que paseando por su campo decidió comerse varios frutos, se veía muy inofensiva y tierna, y aunque al inicio llegaba sola, luego decidió traer más compañía. Quizás pensarás: “Yo dejaría que siguieran comiendo lo que quisieran”, el problema es que esto mismo también solemos razonar con nuestra vida espiritual. Hay cosas que llegan y se ven «tan inofensivas» que ¡para qué sacarlas de nuestras vidas!, pero ignoramos que solo quieren entrar en nuestro campo para robarse el fruto que tenemos, por eso la biblia nos revela el cuidado que debemos tener con nuestro campo, pues no hay marmotas sino pequeñas zorras, que aunque parecen “tiernas e inofensivas” solo quieren dañar y robar lo que hay en nuestro campo (Cantares 2:15). Esas pequeñas zorras pueden ser: Un chat inadecuado, “mentiras piadosas”, pequeños vistazos a películas, revistas o páginas pornográficas, etc.

Hermanos, este es un llamado para cuidar nuestro campo espiritual y mantenernos aferrados a nuestro Labrador (Jesús), pues hay pequeños ladrones que quieren robar la semilla y el fruto que Él depositó en nuestro corazón.   Oración.

«Señor, no quiero descuidar mi campo espiritual, tú lo has limpiado y quiero mantenerlo así, pero ¿cómo podría conservarlo así si no me acerco a ti? Ayúdame Espíritu Santo a no apartarme de ti, pues separado de ti oh Dios, nada podría yo hacer, amén.

jueves, 30 de mayo de 2024

Campo espiritual con buena tierra

 


Campo espiritual con buena tierra

«Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.» Mateo 13:8

Pedro y Pablo creyeron en Cristo y en su palabra, creyeron que, si Cristo decía que ellos eran renovados, entonces esto era cierto y debían comenzar a vivir conforme a tal renovación (1 Corintios 6:11). Ahora, ¿nosotros creemos esto, que ya hemos sido lavados, santificados, justificados y que ya somos como esa buena tierra que puede dar fruto? Si ya hemos sido renovados por nuestra fe en Jesucristo, entonces debemos entender que desde el mismo momento en el que le recibimos somos como esa buena tierra que da fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta y cuál a treinta por uno; el fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-23)

Nuestra vida debería estar llena del fruto del Espíritu Santo, como la de Jesús, quien vivía dando fruto a los que le rodeaban y esto era notable, no tenía que dibujar o graficar cómo estaba su campo espiritual, porque era evidente; muchos lo admiraban por su integridad y autoridad pues Él no solo era de los que hablaba del amor, gozo, paz, y de todo el fruto que lo compone, sino que también lo demostraba, más que expresar palabras VIVÍA conforme a este fruto. Su campo espiritual me lo imagino como un campo espectacular, lleno de miles de árboles frondosos, con pastos delicados, fuentes de agua, montañas grandes, diversas flores, un campo espiritual lleno de fruto.

Ahora, ¿Cómo está nuestro campo espiritual? Seguro es difícil plasmarlo de manera objetiva y realista pues pensaremos que tenemos el mejor, pero la palabra dice que: «Por sus frutos los conoceréis.» (Mateo 7:16a) pues esos frutos no se pueden camuflar, ni disfrazar, son evidentes en: Nuestras palabras (Lucas 6:45), pensamientos (Proverbios 23:7ª), gestos o expresiones (Proverbios 15:13a), y por supuesto en nuestras acciones (Mateo 7:18).

Hermanos, recordemos que por la obra de Jesús ya somos una buena tierra, solo permitámosle  a nuestro sembrador (Jesús) que siga depositando su palabra en nosotros.  Oración.

«Señor, gracias por renovarme y darme un nuevo corazón, ese corazón es como esa tierra fértil que al momento de recibir tu palabra produce un fruto abundante, que permanece para siempre.