viernes, 4 de noviembre de 2022

¿Me amas? - Parte 3

 


¿Me amas? - Parte 3

“Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.” Juan 21:17

Es increíble ver cómo las respuestas de Pedro fueron cambiando, no en su contenido, sino en su efusividad. En la primera parte vimos a un Pedro orgulloso, alardeando que él sí podía decir que amaba más a Jesús que los otros discípulos que estaban presentes en ese lugar. En la segunda parece que su ánimo sigue intacto, tal vez haya generado un poco de duda la insistente pregunta de Jesús, pero su respuesta sigue siendo la misma; pero en esta tercera parte vemos a un Pedro triste, tal vez recordando cómo dijo anteriormente que sería capaz de ir hasta la muerte si fuese necesario con el Señor Jesús, pero al oír cada canto del gallo en esa madrugada recordaría que horas después de haber declarado eufóricamente esto, lo negó. Lo puedes ver aquí en su tristeza, siendo consciente de sus fallas, pero reconociendo, a pesar de esto, que su amor por Jesús sigue intacto. Lo maravilloso de este pasaje es ver que, a pesar de que Pedro y aun nosotros mismos, hemos fallado al manifestar nuestro amor al Señor, su amor siempre ha estado a pesar de nuestras debilidades.

Lo que podemos concluir de este pasaje es que, cada vez que se nos pregunte si amamos al Señor, no puede salir de nosotros un “Sí yo lo amo” lleno de altivez y orgullo, como si el mérito de amarlo fuera nuestro, pues su palabra nos recuerda que si nosotros le amamos a Él es el resultado de que Él nos amó primero (1 Juan 4:19); Dios fue quien tomó la iniciativa de amarnos y demostrarnos su amor (aun cuando éramos pecadores) y lo manifestó cuando envió a su único Hijo Jesucristo para que fuera la propiciación por nuestros pecados (Romanos 5:8, 1 Juan 2:2).

Hermanos, si hay alguien que merece toda la gloria y honra es el Señor, pues hoy podemos decir que le amamos porque Él nos amó primero.   Oración.

«Padre, la gloria y la honra son para ti; hoy me siento más que agradecido porque si he podido experimentar tu amor fue porque tú tomaste la iniciativa, hiciste todo lo necesario para reconciliarnos contigo. Gracias porque hoy puedo decir con toda seguridad que te amo, pero solo porque tú me amaste primero, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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