domingo, 20 de noviembre de 2022

Cuarto de guerra- Parte 2

 

Cuarto de guerra- Parte 2

“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy


oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.” Marcos 1:35

En el devocional anterior pusimos como referencia a Moisés para demostrar cómo las batallas que tenemos se deben enfrentar de la mano de Dios, y si Moisés fue un ejemplo para nosotros, Jesucristo es uno mayor, pues si hay alguien que puede decirnos cómo vencer en las batallas, ese es el Señor.

Jesús nos revela el primer paso para ganar toda batalla, la oración. El Señor dedicó su vida a la oración, por eso no era raro verle muy de mañana buscando lugares desiertos y apartados para entrar en intimidad con su Padre, para Él la oración era vital, por eso no le importaba dedicar días y noches enteras a esto, pues sabía que para enfrentar cada día de su vida necesitaba la dirección de su Padre, por ello puedes verle antes de dar inicio a cosas importantes, como su Ministerio, apartarse para tener tiempos de ayuno y oración.

El Señor también enfrentó batallas, y puedes ver una de ellas en el desierto, pues ha sido llevado por el Espíritu Santo a ese lugar para enfrentarse a Satanás ¿quién ganará? El enemigo muestra sus armas, la mentira, entonces lo puedes ver durante tres ocasiones tergiversar la palabra de Dios para que Jesús caiga ante la tentación; pero en ese momento, Jesús también presenta las suyas, la palabra de Dios, pues el Señor, utilizando correctamente lo que de su Padre ha conocido, se dispone a responderle a Satanás con la verdad, apagando así todos esos dardos de fuego (Mateo 4:4, 7, 10).

Como podemos ver, la oración debe estar acompañada de la lectura de la palabra, pues ¿cómo saldremos invictos de una batalla, si oramos, pero no conocemos lo que Dios dice? Pero, además ¿cómo aplicaremos lo que conocemos de Dios, si no oramos y pedimos dirección?   Oración.

«Padre, gracias te doy porque por medio de la oración puedo comunicarme contigo, pero también gracias por tu palabra, porque por medio de ella puedo escucharte. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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