miércoles, 27 de abril de 2022

La ley del amor

 


La ley del amor

“No digas: Como me hizo, así le haré; daré el pago al hombre según su obra» Proverbios 24:29.

“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra» Mateo 5:38-39.

Es difícil cuando sin justa causa o sin merecerlo recibimos ofensas o malas respuestas de otra persona, claramente nos sentiremos tristes e indignados, pues es la reacción natural ante este tipo de acontecimientos, pero lo que no nos puede suceder es el deseo o la acción de tomar venganza.

Cuando nosotros conocemos y somos participes del gran amor con que nos amó Dios, fácilmente podemos llegar a la conclusión de que no éramos ni dignos ni merecedores de tan grande amor y que no fue a causa ni en respuesta a nuestros buenos actos o bonitas intenciones, sino que por el contrario fue sin duda un regalo, una total obra de gracia y misericordia por parte de nuestro Dios.

Entonces, nosotros habiendo recibido tanto y nuestro corazón estando lleno con tan inmerecido amor, el llamado que hoy nos hace nuestro Señor es a que seamos transmisores de esta ley del amor. No debe caber en nuestros pensamientos ni sentimientos, dichos como: “Le haré como él me hizo”, “pagaré mal por mal” o “le daré de su propia medicina” pues estas son actitudes y comportamientos de personas que no tienen el amor de Dios en su corazón.

La ley de la lógica nos puede decir “Ojo por ojo, y diente por diente” pero la Ley de Cristo nos habla de la gracia y la misericordia. No es nuestra labor hacer justicia o tomar venganza, por el contrario, nuestra mayor misión es dar amor y esperar en el Señor, pues el único justo y bueno es Dios.  Oración.

«Dios, cuando reflexiono en el amor con que me has amado, me doy cuenta de que no soy digno ni merecedor, y cuando lo debo practicar con los demás, cuestiono si ellos se lo merecen o no, por lo que te pido perdón, pues no soy nadie para juzgar o condenar. Sé que me has llamado a cumplir la ley del amor, dar de aquello con lo que me has llenado, de tu perfecto amor sin condición. Así que te pido me ayudes a practicarlo, por Jesucristo nuestro Señor, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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