domingo, 2 de noviembre de 2025

Caminar de la mano de Dios

 


Caminar de la mano de Dios

“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.” Génesis 5:24

Para caminar con Dios, estamos llamados a ser hombres de fe como Enoc: “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”, (Hebreos 11:5). Esta es la clave “por la fe”, Enoc le creyó a Dios, confió plenamente y en su diario caminar tuvo presente al Señor. Por esto el escritor de Hebreos inspirado por el Espíritu Santo, escribe acerca de diferentes hombres que por la fe hicieron grandes cosas y soportaron pruebas tremendas; menciona a Enoc como uno de aquellos que al tener la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, pudo agradar y ser partícipe de la bendición que Dios da a los que creen, conforme está escrito en la palabra de Dios que la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios (Hebreos 11:1, Romanos 10:17).

Nosotros también si caminamos con Dios, estando atentos a lo que dice su palabra para vivirla diariamente, sin dudar y siendo constantes en esto, lograremos cosechar una relación de amor que nos llevará a que su paz nos eleve por encima de todos los dolores y problemas de la vida. No a evadir la realidad, sino a enfrentarla con la actitud, la verdad y poder de la fe.   Oración.

«Padre, quiero caminar contigo y sé que el único camino es Cristo, llevar mi vida a la cruz para morir y resucitar con él, para que así en mi diario caminar pueda ir de tu mano, sabiendo que tienes el control de mi vida y tu Palabra guía mis pasos. En el nombre de Jesús. Amén.

sábado, 1 de noviembre de 2025

Desarrollando el carácter de Cristo.

 


Desarrollando el carácter de Cristo.

«Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.» Gálatas 2:20

El apóstol Pablo pudo experimentar esa realidad espiritual de la nueva vida en Cristo que todo creyente debería disfrutar, por eso llegó a expresar: “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”, Pablo alcanzó la madurez espiritual para realizar dicha afirmación, y en la carta a los Gálatas 2:20 nos muestra la manera práctica para que nosotros también podamos alcanzar esa madurez desarrollando el carácter de Cristo en nuestras vidas.

Lo primero que debemos resaltar es que debemos tener claro que “Con Cristo estamos juntamente crucificados”, lo cual implica una renovación en nuestra manera de pensar, aceptando esta verdad espiritual, pues como se aclara en Romanos 6:5-12 gracias a la obra de Cristo en la cruz, cada creyente es libre del poder del pecado, es decir que ya no debemos dejarnos dominar por las pasiones ni las concupiscencias de la carne.

Lo segundo que nos enseña el Apóstol es que ya debemos dejar de vivir nosotros, para que sea la vida de Cristo la que se exprese a través nuestro, por eso declara “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”, y esto se logra a medida que aceptamos las verdades espirituales en Cristo Jesús para que por medio de la comunión del Espíritu Santo él nos permita experimentarlas de manera vivencial en nuestro diario vivir.

Ahora bien, la clave para poder dejar de vivir nosotros y permitirle a Cristo vivir su vida en nosotros se encuentra en esta poderosa afirmación: “y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”, pues la fe y el amor son fundamentales, ya que creer cada aspecto de la obra de Cristo, nos permitirá experimentar por el poder y el amor del Espíritu Santo esa realidad espiritual.

Así que hermanos, este mes nos centraremos en pedirle a Dios, que su Santo Espíritu desarrolle el Carácter de su Hijo Jesús en nuestras vidas, para poder decir al igual que Pablo: “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.   Oración.

«Padre Dios, hoy quiero elevar mi oración a ti, para pedir tu ayuda, pues mi deseo es que tu Santo Espíritu desarrolle en mí el carácter de tu amado Hijo Jesucristo. Quiero poder experimentar esa realidad de que sea Cristo viviendo su vida en mí, para glorificarte y exaltarte a ti. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.