El carácter del Hijo en el creyente
«Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por
sus amigos.» Juan 15:13
“Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que
hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi
Padre, os las he dado a conocer.” Juan 15:15
“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por
nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.” 1
Juan 3:16
En la vida de Jesús, podemos ver muchas característica que
resaltan: entre ellas está su coherencia, coherencia que nos permite apreciar
precisamente el carácter de Jesús como Hijo, pues Jesús hablaba lo que
escuchaba del Padre y hacia lo que veía del Padre, y esa coherencia es la misma
que el Espíritu Santo quiere desarrollar en nuestras vidas, enseñándonos todas
las cosas y recordándonos las palabras de Jesús, para que podamos reflejarlo,
pues es necesario que lo que predicamos sea coherente con lo que practicamos,
es necesario que haya coherencia entre nuestra creencia y nuestra vivencia, que
lo que digamos sea congruente con lo que realizamos.
El hablar y el actuar de Jesús mostraban coherencia, lo cual
nos manifiesta su carácter, por ejemplo Él les dijo a sus discípulos que nadie
tenía un mayor amor que el poner su vida por sus amigos (Juan 15:13), y también
les dejó claro que Él los consideraba sus amigos (Juan 15:15), para al final
demostrarles con hechos, lo que decía con sus palabras, pues su amor por ellos
fue demostrado en la cruz (1 Juan 3:16); y no solo por ellos, que eran sus
amigos, sino también por sus enemigos, pues gracias a la obra en la cruz, toda
la humanidad, que por causa del pecado se constituía enemiga de Dios, tuvo la
oportunidad (para quienes creen en Jesús) que fuera reconciliada con Dios
(Romanos 5:8-10).
Por eso en esa coherencia que caracteriza a Jesús, nos pide
hacer lo mismo que él hizo: amar también a los enemigos. Por lo tanto, dejemos
vivir a Cristo en nosotros, para también tener coherencia, y así cuando
predicamos amar al prójimo podamos amar tanto a los amigos, como también a los
que no lo son. Hermanos, los creyentes somos cartas abiertas, por medio de las
cuales las personas pueden ver a Cristo, de ahí la importancia que al igual que
Jesús nuestras vidas expresen coherencia, para decir y hacer lo que Cristo nos
ha enseñado por medio de su Espíritu manifestando el carácter del Hijo en
nuestras vidas. Oración.
«Señor Jesús desarrolla tu carácter en mi vida, quiero ser
coherente, que mi fe se vea reflejada en mi manera de vivir, que tu amor se
manifieste en mi manera de hablar pero también en mi actuar, que cuando me
vean, en realidad te vean a ti. Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario