jueves, 28 de agosto de 2025

Necesitamos verlo espiritualmente

 


Necesitamos verlo espiritualmente

“Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida”, 1 Juan 1:1

“(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.”, 1 Juan 1:2-4

Esta historia real, nos enseña también una verdad espiritual: necesitamos oír, ver, palpar, experimentar con nuestros sentidos espirituales lo que Dios quiere que conozcamos, respecto a su Hijo, a Jesús. Para que al experimentar por medio de la fe, podamos disfrutar del gozo y plenitud de su presencia.

No nos podemos quedar como oyentes de una historia, sino, tener una experiencia real con Dios. Pero, ¿qué fue lo que oyeron, vieron, contemplaron y palparon los apóstoles con respecto al Hijo de Dios que se encarnó?

La vida misma de su Hijo, el Padre la manifestó colocándola en nuestro espíritu. La trajo al lugar santísimo de nuestro tabernáculo interior, uniéndonos a su Hijo. (1 Juan 1:2).

Esta vida de la que ellos dan testimonio, ahora se manifiesta en cada uno de nosotros, ellos a la verdad la vieron físicamente, pero solo hasta que la vieron espiritualmente, cuando recibieron al Espíritu Santo, pudieron entender verdaderamente y ser testigos al tocar, percibir y tener esa vida en ellos, entonces les fue quitado el velo.

Necesitamos ver espiritualmente, si lo experimentamos nunca nuestra vida va a ser igual, porque esa realidad manifestada en nosotros es transformadora. Los que vieron esa realidad dieron su vida por lo que les fue revelado; nos corresponde entonces, tomar nuestra cruz y seguirle para que esa vida se manifieste plenamente.

Entonces, ¿Qué fue lo que vieron ellos, que tenemos que ver nosotros?, una vida en nosotros, la vida de Cristo que se debe expresar plenamente para que nuestro gozo sea completo.  Oración.

«Padre, la vida de Cristo en mí la colocaste para que al manifestarse por medio de mí, esa verdadera vida sea para gloria de tu nombre, y todo el fruto de tu Espíritu evidencie que me has trasladado de la oscuridad a la luz verdadera. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario