jueves, 22 de septiembre de 2022

Un nuevo nacimiento

 


Un nuevo nacimiento

“No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vio tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas” Salmos 139:15-16.

“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” Salmo 127:3.

Cuan hermoso y esperado es el nacimiento de un niño, que viene a alegrar y a ser de bendición para toda familia. Nunca será un error el nacimiento de un nuevo ser, porque Dios lo está entretejiendo en el vientre de su madre. El Dios creador diseñó todos los mecanismos, para que fueran luego formadas todas las cosas necesarias.

Solo podemos alabar al Todopoderoso y afirmar: ¡Te alabaré; ¡porque formidables, maravillosas son tus obras! (Salmos 139:14).

El salmo de hoy afirma que los hijos son herencia del Señor, una recompensa que estamos llamados a cuidar y a proteger con amor; desde el momento mismo de la concepción tenemos este maravilloso compromiso ante tal bendición.

La mejor protección y amor que podemos brindar a los hijos y a las futuras generaciones es enseñarles la Palabra de Dios, para que los niños crezcan y se fortalezcan, y sean llenos de sabiduría; y para que la gracia de Dios sea sobre ellos (Lucas 2:40).

Esta instrucción hará que el niño cuando sea adulto se mantenga en el camino de bien y bendición que Dios tiene preparado para él en Cristo Jesús (Proverbios 22:6).    Oración.

«Padre, gracias por tus maravillas, por tu gran amor que expandes a todo ser, dando vida y dándonos el privilegio de ser administradores de todas las bendiciones que nos provees, en el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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