jueves, 20 de mayo de 2021

Dios sigue prendiendo las alarmas

 


Dios sigue prendiendo las alarmas

“Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación”, 2 Crónicas 36:15

“Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él”, Génesis 4:6-7

“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”, Romanos 13:11

Nuestro amante Dios, sigue perseverando en que muchos sean salvos y lleguen al conocimiento de su Verdad. En el pasado mandó repetidas veces mensajeros que predicasen su Palabra, envió profetas para advertirles qué pasaría con ellos si no se apartaban del pecado; y actualmente lo sigue haciendo a través de su iglesia, sigue levantando obreros para que vayan a la mies que es mucha, como dice Mateo 9:37 “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos”.

El Señor es misericordioso y clemente, por eso sigue prendiendo las alarmas para que la humanidad vuelva sus ojos a Él, en arrepentimiento por su maldad. Esta pandemia que no termina y otras cosas que están sucediendo, son las señales del cielo para que los seres humanos entiendan que necesitan de su Salvador. Dios es bueno y su anhelo es que ninguno perezca.

Muchas veces, por ignorar su llamado, le abrimos las puertas al pecado como lo hizo Caín, que tuvo la oportunidad de hacer lo bueno y no lo hizo trayendo consecuencias funestas a su vida. Dios hoy quiere que, como iglesia, nos levantemos del sueño espiritual en el que hemos caído, en este letargo que no nos deja avanzar a la conquista de este mundo perdido y que reaccionemos con esas luces rojas que se están encendiendo, recordándonos que el tiempo de su regreso está cerca y que después no habrá más oportunidad.

La ruina del pueblo de Dios fue gradual porque hicieron caso omiso a sus advertencias. Dios adoptará en estos últimos tiempos, cualquier método para llamar a los pecadores de regreso a Él, pero tenemos que recordar que el que pierde es el ser humano y no Él, porque Dios ya tiene su victoria asegurada, pues no dejará de mostrar su gloria final por la desobediencia de los hombres.

Nosotros somos los mensajeros que el Señor ha dispuesto en este tiempo, pidamos que encienda el fuego de su Espíritu en nosotros para proclamar su Palabra de salvación con presteza.  Oración.

«Gracias Señor porque no te has rendido, porque sigues insistiendo en la salvación de este mundo, gracias por encender alarmas a mi alrededor para que cambie mi caminar y te siga de verdad, aléjame del pecado para andar en santidad. Ayúdame a ser sensible a la voz de tu Palabra, a entender que yo soy el mensajero que has levantado en este tiempo, para llevar el evangelio a donde tú quieres. En Cristo Jesús. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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