viernes, 6 de septiembre de 2019

HABLANDO EN SECRETO CON DIOS. PARTE 1


HABLANDO EN SECRETO CON DIOS. PARTE 1

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”, Mateo 6:6
El Señor Jesús nos enseñó a buscar la presencia del Padre, a entrar en el secreto. Antes de reunirse con multitudes, de alimentarlas, de sanarlas y perdonar sus pecados, se preparaba para que el poder de Dios se manifestara poderosamente (Mateo 14:14-21). Antes de ir a la cruz, en Getsemaní, estaba grandemente angustiado, tanto que sudaba sangre, pero buscó la intimidad con su Padre, en oración, para soportar azotes, vituperios, rechazo y se fortaleció para ir a la cruz, para nuestra salvación. (Mateo 26:36-39).
Así como Cristo nos mostró, también nosotros necesitamos ir a hablar en secreto con Dios para hallar descanso, verdadero consuelo, para que se aclare nuestra visión y para prepararnos para hacer su voluntad.
El descanso y el consuelo lo necesitamos porque hay cosas que nos roban la paz, y sólo en su presencia hay plenitud de gozo; pese a las dificultades y angustias que podamos estar pasando, Él nos dice en medio de los problemas de la vida: “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.” (Isaías 26:20-21). Hay cosas que nos angustian y en ese preciso instante necesitamos ir a depositar sobre Él nuestra ansiedad, en secreto, a solas con Él, para encontrar su paz.
Evidentemente por estas angustias y preocupaciones en la vida, el lugar donde debemos llevarlas no es al exterior, sino al lugar interior, donde cerramos la puerta, depositamos en Dios nuestras necesidades, agradeciéndole y como resultado experimentamos su paz que es sobrenatural. Es decir, a pesar de lo difícil que pueda estar sucediendo, su paz nos llenará de tranquilidad en medio de la adversidad. Esto es maravilloso, porque Él nos promete que nuestra mente y corazón estarán bajo su cuidado. (Filipenses 4:6-7). ¿Vas a hablar con Dios en secreto cuando estás angustiado? Si no lo haces, puedes hacerlo y experimentar su paz sobrenatural que está más allá de cualquier entendimiento.  Oración.
"Gracias Señor, porque en medio de las dificultades puedo hablar contigo y hallar paz y verdadero consuelo, solo tú secas mis lágrimas y puedo confiarte todo, a cambio tú me darás tu sobreabundante paz. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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