Romanos.6.v11-18 "Consideraos muertos al pecado" significa que debemos estimar nuestra vieja naturaleza pecadora como muerta y sorda al pecado. Debido a nuestra unión e identificación con Cristo, ya no estamos atados a esos viejos motivos, deseos y metas. Así que considerémonos según lo que Dios ha hecho en nosotros. Tenemos un nuevo comienzo y el Espíritu Santo nos ayudará a transformarnos cada día en lo que Cristo ha declarado que somos.
6.14, 15 Si ya no estamos bajo la Ley, sino la gracia, ¿tenemos libertad para pecar y pasar por alto los Diez Mandamientos? Pablo contesta: "En ninguna manera". Cuando estábamos bajo la Ley, el pecado era nuestro amo. La Ley ni nos justificaba ni nos ayudaba a vencer el pecado. Pero ahora que estamos unidos a Cristo, El es nuestro Señor y nos da poder para hacer lo bueno y evitar lo malo.
6.16-18 En ciertos oficios, un aprendiz recibe instrucción de un "maestro" que lo prepara, modela y le enseña los secretos de su oficio. Todas las personas eligen un maestro y este lo moldea. Sin Jesús, no tendríamos opción; aprenderíamos a pecar y los resultados serían culpa, sufrimiento y separación de Dios. Gracias a Jesús, sin embargo, podemos ahora escoger a Dios como nuestro Maestro. Siguiéndole, disfrutaremos la nueva vida y aprenderemos los caminos del Reino. ¿Continúa con su primer maestro, el pecado? ¿O es aprendiz de Dios?
6.14, 15 Si ya no estamos bajo la Ley, sino la gracia, ¿tenemos libertad para pecar y pasar por alto los Diez Mandamientos? Pablo contesta: "En ninguna manera". Cuando estábamos bajo la Ley, el pecado era nuestro amo. La Ley ni nos justificaba ni nos ayudaba a vencer el pecado. Pero ahora que estamos unidos a Cristo, El es nuestro Señor y nos da poder para hacer lo bueno y evitar lo malo.
6.16-18 En ciertos oficios, un aprendiz recibe instrucción de un "maestro" que lo prepara, modela y le enseña los secretos de su oficio. Todas las personas eligen un maestro y este lo moldea. Sin Jesús, no tendríamos opción; aprenderíamos a pecar y los resultados serían culpa, sufrimiento y separación de Dios. Gracias a Jesús, sin embargo, podemos ahora escoger a Dios como nuestro Maestro. Siguiéndole, disfrutaremos la nueva vida y aprenderemos los caminos del Reino. ¿Continúa con su primer maestro, el pecado? ¿O es aprendiz de Dios?
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